Durante los últimos días, la oposición libanesa liderada por el Hizbullah ha amenazado con intensificar el conflicto a través de violentas protestas que incluirán el bloqueo de intersecciones principales para «paralizar el ritmo de vida en el Líbano».
El editor del diario libanés Al-Akhbar, cercano al Hizbullah informó el 5 de enero, 2007 que la segunda fase de intifada» de la oposición comenzara el lunes, 8 de enero, 2007. Él escribió: «La oposición ha entrado en una nueva fase de intensa confrontación con la facción gobernante, y, el último día, ha estado reflexionando sobre su plan de acción. Esto llega después de que se convenció que los partidos árabes que manejan los esfuerzos de mediación [e.d. Arabia Saudita y Egipto] han adoptado en la práctica la postura del [Primer Ministro libanés Fuad] Al-Siniora, quién, como ellos, pertenece al bando ‘moderado’ apoyado por los Estados Unidos y Francia». [1]
Estas amenazas llegan a pesar de dos semanas de esfuerzos diplomáticos por parte de Arabia Saudita y Egipto para prevenir un violento estallido.
Lo siguiente son extractos de la prensa libanesa sobre el tema:
La oposición en el Líbano amenaza con intensificar el conflicto
El diario libanés Al-Akhbar, afiliado al Hizbullah informó en una reunión secreta de las fuerzas de oposición libanesas el 2 de enero del 2007, en donde concluyeron que el gobierno de Al-Siniora había tenido éxito en resistir las protestas populares de la oposición y que disfruta del apoyo árabe e internacional. Por consiguiente, los participantes en la reunión decidieron que la oposición debe tomar nuevos pasos. El diario informó que «una figura prominente mayor de la oposición definiera los próximos pasos a seguir que fueron discutidos en la reunión como pasos de ‘protestas violentas’ – lo cual es lo que el ex ministro y el MP Suleiman Frangieh hablaron hace unos días… cuando mencionó las barricadas y la inquietud [civil]…»
Al-Akhbar explicó que estos pasos llegan como «preparación para… un nuevo plan que coloca [obstáculos] más severos que las barricadas – tales como el cierre de la actividad de los ministerios gubernamentales y oficinas, el bloqueo de rutas hacia el aeropuerto y puertos y el bloqueo de intersecciones centrales – todo lo cual hará paralizar completamente la vida [en el Líbano]». [2]
Amenazas similares aparecieron en un editorial anunciado en el portal del Hizbullah el 4 de enero, 2007: «En luz del hecho que el gobierno ha cerrado la puerta a las soluciones de la crisis, y ya que este continúa violando la constitución libanesa y continua intensificando sectariamente su política en agravio [de las tensiones] entre las dos sectas [e.d. sunnis y chi’itas], el grupo de oposición nacional libanés empezará muy pronto a formular un plan de acción que es intensificador por naturaleza…» [3]
Esfuerzos diplomáticos para prevenir la escalada
El 3 de enero del 2007, el diario libanés Al-Akhbar informó que los liderazgos egipcios y sauditas habían lanzado una campaña para prevenir la escalada de violencia en el Líbano, después de que el Secretario General de la Liga Árabe ‘Amr Moussa les informó del fracaso de su iniciativa – un fracaso responsable que condujo a la crisis del Líbano. Después de mutuas consultas, decidieron renovar sus contactos con la oposición libanesa, y conducir discusiones a un nivel mucho mayor.
Según Al-Akhbar, el Embajador egipcio en el Líbano Hussein Darar pidió una reunión urgente con el Secretario General del Hizbullah Hassan Nasrallah, «un paso sin precedentes en la historia de las relaciones entre los dos bandos», y le pasó a Nasrallah una carta personal del Presidente egipcio Hosni Mubarak. Dijo el diario, «Arabia Saudita, por su parte, instó a Nasrallah una y otra vez a hacer la peregrinación, en invitación personal del rey [saudita]. Cuando Nasrallah fue incapaz de hacer el viaje debido a consideraciones de seguridad… se decidió que el diputado de Nasrallah, Na’im Qasim, y un miembro de la facción del Hizbullah en el gobierno, Muhammad Fneish, harían una visita rápida a Arabia Saudita. Un avión saudita los llevó, lejos de los reflectores, desde Beirut hasta Arabia Saudita dónde se reunieron con el Rey [saudita] Abdullah». [4]
El 3 de enero del 2007, el diario libanés pro-sirio Al-Safir informó sobre una reunión entre Nasrallah y el embajador egipcio en el Líbano. Según el diario, durante la reunión, el embajador egipcio advirtió repetidamente que el Hizbullah debe estar alerta del peligro de una guerra civil entre sunnis y chi’itas. «Nasrallah, por su parte, enfatizó la preocupación del Hizbullah por mantener la unidad islámica, [pero] advirtió que los americanos fomentarían una atmósfera de guerra civil en todos los frentes – una guerra que, para el Hizbullah, es una línea que no debe ser cruzada».
El diario mencionó que el embajador egipcio le dijo a Nasrallah que no debería esperar una participación regional (aludiendo a la participación siria e iraní), y enfatizó – haciendo eco del mensaje llevado por el rey saudita a la comisión del Hizbullah – de que la solución debe ser alcanzada a través del diálogo interno y no depender de la intervención extranjera.
El diario informó que el embajador le dijo a Nassrallah: «La honestidad me lleva a decirle que su imagen [como héroe de la resistencia] ha empezado a diluirse en luz de la situación del Líbano, y que hay intentos por empañar su imagen como combatiente del jihad [invocando] los detalles [de lo que está sucediendo en el Líbano, de esta manera] dañando la imagen de la resistencia…»
Nasrallah contestó: «Nosotros [e.d. Hizbullah] tenemos el valor de admitir que los errores fueron hechos en todos los bandos, y no simplemente en un sólo bando. Ellos [las Fuerzas 14 de Marzo] cometieron errores, y también nosotros los cometimos… Apoyamos todas las iniciativas árabes y libanesas [que intentaron resolver la crisis]… fueron siempre otros los que sabotearon [estos esfuerzos]…» [5]
El 4 de enero del 2007, Al-Safir informó sobre la reunión entre el rey saudita y la comisión del Hizbullah. Citando fuentes diplomáticas, este declaró que la reunión duró aproximadamente tres horas y fue asistida por el Ministro del Exterior saudita Saud Al-Faisal, por el encabezado del Servicio de Inteligencia saudita, y por el embajador saudita en el Líbano. Según el periódico, «el rey saudita le presentó [a la comisión del Hizbullah] las opciones para la recuperación política y económica del Líbano, y para que el [Líbano] se beneficie de las ganancias del petróleo del Golfo. Él instó a [la comisión] a no perder esta oportunidad, ‘si no, las inversiones podrían ir a otras áreas que son más seguras y estables…’ El rey también le dijo a la comisión del Hizbullah: ‘Si [ustedes] no cuidan su país, y esperan [a cambio] por una [intervención extranjera, esperarán] en vano. Cualquier país que permite que otros países jueguen con este [sufrirá] inevitablemente de desintegración y división.’…
«La delegación del Hizbullah, por su parte, enfatizó que considera la guerra civil entre chi’itas y sunnis como una línea roja [que no debe ser cruzada], y que el Hizbullah siempre ha intentado jugar un papel en incrementar la unidad islámica, incluso fuera del Líbano. La comisión enfatizó su franqueza hacia Arabia Saudita… y [enfatizó] la necesidad crucial por los dos bandos [Hizbullah y Arabia Saudita] de continuar el diálogo.
«Los partidos [en la reunión] también discutieron el tema del tribunal internacional [por el asesinato del ex primer ministro libanés Rafiq Al-Hariri]. Los saudíes reiteraron su [postura] de que, si el Hizbullah de hecho apoya el establecimiento de un tribunal, tal como lo ha declarado, este debe entrar en las discusiones para trabajar los detalles de su establecimiento». [6]
[1] Al-Akhbar (Líbano), 5 de enero, 2007. El artículo se refiere al Príncipe Bandar bin Sultan, ex Embajador saudita en los Estados Unidos y presidente del Concejo de Seguridad Nacional Saudita, como «encabezado del bando que considera a la oposición libanesa como una extensión del nuevo enemigo estratégico, [a saber] Irán y Siria».
[2] Al-Akhbar (Líbano), 4 de enero, 2007.
[3] http://www.moqawama.org/__print.php?filename=20070104085953, 4 de enero, 2007.
[4] Al-Akhbar (Líbano), 3 de enero, 2007.
[5] Al-Safir (Líbano), 3 de enero, 2007.
[6] Al-Safir (Líbano), 4 de enero, 2007.