A continuación se presenta el texto completo de un artículo escrito por el director del Proyecto Estudios del Sudeste Asiático en MEMRI Tufail Ahmad, originalmente publicado por el diario El New Indian Express el 18 de junio, 2015.
«Un principio definitorio de la civilización moderna es el siguiente: Nadie está por encima de la ley. Esta idea es el principio organizativo básico de la política y ley en los países del mundo libre, que incluyen a países europeos, el Reino Unido, los Estados Unidos, India, Australia, Nueva Zelanda, Japón y otros. A diferencia del mundo libre, los gobernantes de los países no libres del mundo como Cuba, Arabia Saudita, Rusia, Corea del Norte y China están por encima de la ley, o al menos la ley les es servil o a los partidos políticos gobernantes encabezados por ellos. La idea de que los presidentes, primeros ministros, reinas y reyes estén sujetos al mandato de la ley es un legado distinto al de la Carta Magna, o la Gran Carta Magna
«Hace ochocientos años, el 15 de junio, 1215 CE, el Rey Juan de Inglaterra se vio obligado por barones rebeldes a otorgar la Carta Magna, que engendró una serie de derechos que luego se convertirían en el legado de las naciones democráticas. El rey se enfrentaba a una rebelión debido a diferentes razones incluyendo movilizaciones para la guerra contra Francia y derrotas militares, mala gestión de asuntos personales, incluyendo subastar a su esposa Isabel y un mal gobierno generalizado que afectó a mercaderes. La Carta Magna, escrita en Runnymede a 20 millas al oeste de Londres, fue parte de una beca del Rey Juan y parte de un tratado de paz y un contrato entre él y los barones. En palabras del Primer Ministro británico David Cameron, la Carta Magna alteró ‘para siempre el equilibrio de poder entre los gobernados y el gobierno».
«Antes de la Carta Magna, los reyes y reinas ejercieron poderes arbitrarios, aunque sí se adhirieron a algunas leyes divinas. Sin embargo, la Carta Magna garantizó por primera vez que los gobernantes soberanos fuesen traídos bajo el manto de las leyes hechas por el hombre, o bajo la tutela de la constitución. En su libro Carta Magna, Nicolás Vicente señala que los ‘principios fundamentales que subyacen la negociación de la Carta Magna’ donde se llama a la ‘necesidad’ y ‘razón’, en la que ambos términos están ‘divorciados de los imperativos bíblicos o teológicos’. Hoy, la frase ‘Estado de Derecho’ se ha vuelto un credo esencial de las democracias modernas. La Carta Magna inició no sólo una tradición del estado de derecho, sino que también generó una serie de derechos y libertades para la gente común en el mundo libre.
«En la jurisprudencia, sus legados incluyen la protección de individuos contra la detención arbitraria, el debido proceso legal y un juicio justo, de que nadie esté por encima de la ley, el ideal de que justicia retrasada es justicia denegada y que la justicia no puede venderse. La Carta Magna concedió derecho a la libertad religiosa y aseguró que los gobiernos no pueden imponer impuestos sin la aprobación del pueblo; Por ejemplo, los presupuestos de todos los países democráticos de hoy deben ser pasados por sus parlamentos elegidos por el pueblo. También incluyó libertades tales como los derechos de la mujer y viudas, derecho de los comerciantes a viajes, la protección contra la confiscación ilegal de bienes por funcionarios, la introducción de medidas y pesos estándar y así sucesivamente.
«Sir Robert Worcester, presidente del Comité de Conmemoración del Aniversario No. 800 de la Carta Magna escribió recientemente: ‘Los principios contenidos en la Carta Magna ahora afectan las vidas de casi dos billones de personas en más de 100 países. Es un documento excepcional sobre el cual todas las sociedades democráticas han sido construidas’. Las libertades individuales otorgadas por la Carta Magna se incorporaron luego en la Carta Interamericana de Derechos de 1791, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de las Naciones Unidas y el Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950.
«Estas libertades también estaban protegidas por la Constitución de India en virtud de los artículos 14 (igualdad ante la ley), 19 (libertad de expresión y de reunión), 21 (derecho a la vida y a la libertad), 32 (derecho a un recurso constitucional) y 300-A (el derecho a la propiedad), entre otros.
«Sin embargo, un gran número de 1,26 billones de hindúes no pueden beneficiarse de las libertades de la Carta Magna. Echemos un vistazo a los casos de la vida real. En Kanpur, Umakant Mishra fue acusado de robar Rs 57.60 y permaneció suspendido de su trabajo como cartero durante 30 años, siendo finalmente absuelto de los cargos después de 350 audiencias judiciales. En Delhi, el vendedor de verduras de 19 años de edad Shamsuddin pasó un año en la cárcel por cargos de robo de Rs 200, ya que no tenía 10.000 rupias para obtener una fianza. Khalid Qureshi pasó 13 años en la cárcel por robar Rs 90, siendo finalmente absuelto luego que el Tribunal Superior de Delhi dictaminó que fue arrestado debido al caso de identidad equivocada. Existen numerosos casos reportados en todo el país. Lo ideal sería que nuestro sistema judicial funcionara tal como funcionó de manera apresurada en darle libertad bajo fianza al actor de Bollywood Salman Khan a horas de su sentencia este año.
«En noviembre, 2011 se estima que más de 14.000 hindúes murieron bajo custodia en su mayoría debido a torturas durante el 2001 y el 2010. En noviembre, 2013 el Tribunal Supremo fue informado que 12.000 hindúes murieron en la cárcel y en las estaciones de policía durante el transcurso de cinco años. En varios casos, los tribunales en los pueblos hindúes han condenado a policías por homicidios en custodia en los últimos años. En marzo, un tribunal de Delhi condenó a cuatro policías por torturar a un hombre a muerte bajo custodia. Casos de asesinatos en custodia siguen siendo informados desde todo el país. Igualmente, existen numerosos casos de disturbios en los que hindúes han sido asesinados sin preocupación por las leyes. Sin embargo, el sistema de justicia en India si funciona pero lo hace muy lentamente y en detrimento de los pobres.
«Mientras el mundo celebra el aniversario 800 de la Carta Magna, uno debería tener en cuenta que las libertades individuales incorporadas en la Constitución de India no llegan a las masas. Esto se complica por un sistema policial corrupto y un sistema judicial lento. El mayor obstáculo para garantizar un sistema justo de justicia y libertad para los hindúes parece ser la acumulación de casos. De acuerdo con las estadísticas disponibles, el número de casos pendientes ante la Corte Suprema fue casi de 65.000 para el 1 de diciembre, 2014. La cifra hasta el año que finalizó 2013 era casi 45 mil rupias para los 24 tribunales superiores y 2,6 millones de rupias para los tribunales inferiores. A menos que el gobierno de India trabaje en casos de emergencia para corregir esta acumulación de casos, el estado de derecho seguirá siendo un espejismo para las masas y su capacidad para vivir una vida en libertad será una pesadilla aplastante».