El 3 de noviembre, 2014 en conmemoración de las festividades chiitas del Ashura al aniversario de la batalla de Karbala en el 680 CE y la muerte del Imam Hussein, varios enmascarados abrieron fuego contra un Husseiniya, o centro religioso chiita, en el aldea de Al-Dalwa en la Gobernación saudita oriental de Al-Ahsa, matando a ocho chiitas e hiriendo a varios más. [1] El ataque, llevado a cabo por sunitas, provocó el temor entre las autoridades saudíes por una escalada en las tensiones sunitas-chiitas en el reino; por esta razón, las autoridades rápidamente tomaron medidas destinadas a disipar esta tensión y prevenir disturbios.
Por lo tanto, sólo a unas cuantas horas después del ataque, el Ministerio del Interior saudita anunció que los sospechosos ya habían sido arrestados. [2] Al mismo tiempo, los círculos oficiales saudíes se apresuraron a condenar vehementemente el ataque, y destacaron que se trató de un ataque terrorista llevado a cabo por el «Khawarij» [3] y «dirigido a impulsar el fitna», es decir, la guerra civil. También afirmaron que los autores eran de las organizaciones mundiales del jihad. [4] Las autoridades saudíes, encabezadas por el Ministro del Interior Emir Muhammad bin Naif, realizaron llamadas de condolencia a los familiares de las víctimas y visitaron a los heridos, extendidas condolencias y deseos de pronta recuperación del Rey Abdalá bin Abd Al-‘Aziz y el príncipe heredero Salman bin Abd Al-‘Aziz Al-Sa’ud y enfatizando de que el rey estaba determinado a «que la seguridad prevalezca en todo el reino», y que «el personal de seguridad atacará con puño de hierro a cualquiera que trate de dañar la seguridad de la patria». [5] El gobernador de la provincia de Al-Ahsa calificó el ataque como «una operación terrorista criminal y cobarde… carente de cualquier pizca de humanidad», pero subrayó que «la gobernación de Al-Ahsa permanecerá unida». [6] Además, se informó de que el príncipe saudita Walid bin Tallal había donado 2,5 millones de riales a las familias de las víctimas. [7]
Entierro de las víctimas de Al-Ahsa (imagen: Al-Iqtisadiyya, Arabia Saudita 9 de noviembre, 2014)
La institución religiosa en Arabia Saudita también se apresuró a condenar el incidente. El Mufti saudita ‘Abd Al-Aziz Aal Al-Sheikh calificó el incidente de «ataque terrorista cruel y opresivo» y sus planificadores «hipócritas [munafikoun] [8] que se han desviado y que quieren encender el fitna dentro del ummah». [9] Un miembro del Alto Consejo de clérigos saudíes condenó el ataque como «un crimen repugnante cuyos autores merecen el más duro de los castigos del sharia» y pidió a los ciudadanos en el reino «no permitir que los enemigos de esta religión y este país dañen nuestra unidad y estabilidad tal como intentan hacer». [10] El encabezado de la policía religiosa ‘Abd Al-Latif bin ‘Abd Al-‘Aziz Aal Al-Sheikh también denunció el ataque, diciendo que «contradice la religión, la ley religiosa y la moral» y destacó que sólo aumentaría la unidad entre la gente en el territorio nacional. [11] Además, el Ministerio de Dotaciones Religiosas y Asuntos Islámicos le ordenó a los predicadores de las mezquitas dedicar sus sermones de los viernes a condenar el ataque. [12]
Al mismo tiempo, la prensa del gobierno saudita se movilizó para una campaña de condena al atentado. La prensa de la institución publicó decenas de editoriales y artículos de opinión reiterando y destacando la «unidad» «cohesión» y «coexistencia» del reino. Estos artículos afirmaron que el ataque iba dirigido a encender el fitna en el país, pero que en lugar «la calle saudita se había unido como un solo hombre contra el terrorismo», demostrando que toda la nación saudita, tanto sunitas como chiitas, estaban juntos y unidos. [13]
El ministro del Interior de Arabia Saudita Muhammad bin Naif (de pie tercero de la izquierda) dando el pésame a las familias de las víctimas
En este contexto, un puñado de artículos en la prensa saudita destacaron por su desviación de esta corriente; el ataque no vino de la nada, dijeron, agregando de que hubo incitación anti-chiita en el reino por parte de las autoridades religiosas, los predicadores e incluso de profesores universitarios – y que iba en aumento. Algunos de los artículos llegaron a afirmar que las autoridades saudíes estaban conscientes de ello pero permitieron que continuara, y llamaron a barrerlo y actuar contra los instigadores. Un escritor incluso afirmó que la campaña de condena al ataque y las declaraciones sobre la unidad saudita eran sólo un montaje.
Este documento presentará extractos traducidos de estos artículos:
Periodista saudita: La campaña de condena del ataque y promoción de la unidad sunita-chiita es una mentira; en Arabia Saudita, existe un discurso de odio
En un contundente artículo titulado «No mientan – el odio sunita-chiita es real», publicado el 6 de noviembre, 2014 en el portal del canal saudita Al-Arabiya, el periodista saudita Fares bin Hazem habló en contra de las numerosas condenas al ataque de Al-Ahsa en los medios de comunicación sauditas. Este dijo que la declaración respecto a la coexistencia entre sunitas y chiitas en Arabia Saudita que ha sido constantemente reiterado por las autoridades saudíes y los medios de comunicación desde el ataque es una distorsión de la verdad y una gran mentira. Este escribió: «En la actualidad estamos presenciando, y seremos testigos en los próximos días, de una campaña de engaño respecto a la unidad sunita-chiita en Arabia Saudita. Un incidente [el ataque de Al-Ahsa] expuso el mutuo odio entre sunitas y chiitas [en el país]. La campaña de anuncios, condenas y protestas [por el ataque] no durará mucho tiempo, y todos volverán a su usual costumbre de actualizar el discurso extremista. El odio sunita-chiita en Arabia Saudita no es diferente del resto de los países [musulmanes]. Estos son sentimientos generales que cruzan las fronteras, de los cuales la intensidad es determinada por el régimen en cada país…
«La realidad del diario saudita está llena de campañas de odio. Son los clérigos que han sentado las bases, y la sociedad que los ha adoptado. Ningún partido es inocente. Los extremistas, ya sean sunitas o chiitas, son todos iguales. Son similar en sus declaraciones, y alimentan a la sociedad con sus ideas – lo hicieron ayer, y lo harán mañana y pasado mañana también. La solución no vendrá a través de una campaña de anuncios [de condena] o a través del romance de la denuncia común en estos días.
«Una breve mirada al discurso social – el que no aparece en los medios de comunicación – muestra la intensidad [de la hostilidad] entre los bandos. Cada bando alimenta a su público con ideas tóxicas [saturadas con] odio hacia el otro. Es esta situación que en las últimas décadas ha causado inmensas crisis sociales, [durante las cuales] los sunitas y chiitas se volvieron diferentes en su dialecto, vestimenta, e incluso en el estilo de bigote y barba.
«Cuando se deja a los clérigos que determinen qué [camino] la sociedad elegirá, no puede esperarse que estos opten por la paz y la convivencia. Las consignas de [convivencia] seguirán siendo las declaraciones sin hechos. El mejor ejemplo de ello son los eventos religiosos que se convierten en espectáculos de ventilación de odios, ya que cada bando evalúa al otro sobre una base religiosa. En todos los casos, estos no [establecen] las bases para la convivencia y cooperación; [la coexistencia y la cooperación son invocados] sólo en conferencias de prensa que mantienen la mentira permanente e [que en realidad existen].
«La celebración de la [unidad] nacional ahora en marcha es un caso claro de autoengaño. El discurso social general [en Arabia Saudita] es uno de odio. No mientan». [14]
Editor de Al-Sharq Al-Awsat: Tenemos que actuar contra los que se aprovechan de su autoridad para incitar en contra de los chiitas
En contraste a bin Hazem, quien afirmó que la incitación sectaria es lugar común en Arabia Saudita e incluso es alentado por las autoridades, Salman Al-Dossary, editor del diario saudita Al-Sharq Al-Awsat en Londres, escribió que el gobierno saudita rechaza firmemente la incitación anti-chiita en el país, pero reconoció que no había tal incitación entre una pequeña minoría de la población. Este dijo que los que pertenecen a esta minoría se aprovechan de su condición y autoridad para incitar contra los chiitas, y sienten que pueden hacerlo con impunidad, y pidió rectificar esta situación. Este escribió:
«Este incidente en Al-Ahsa puede ser un momento oportuno para una vez por todas trazar una línea en la arena entre lo que ha sido antes y lo que vendrá en el futuro. El gobierno saudita no es institucionalmente racista, ni tolera este fenómeno de ninguna manera. Los esfuerzos de estos instigadores sectarios, que buscan ampliar las grietas entre las diferentes agrupaciones confesionales en la sociedad saudita, ahora deben ser llevados a un rápido fin. Pero esto no va a suceder mientras esta minoría cree que puede hacer lo que le plazca con la impunidad, encontrar apoyo aquí y allá, sin que los servicios de seguridad o la ley pueda detener y pedir cuentas a los que cometen este tipo de acciones. Nadie tiene el derecho de imponer su visión sectaria sobre toda una nación, dividir a su población en ciudadanos de primera y de segunda clase.
«La decisión del gobierno saudita la semana pasada de dar a conocer un sermón del viernes unificado para todas las mezquitas de todo el país, en el que el ataque de Al-Ahsa sea condenado en los términos más inequívocos, es uno colosal, al igual que los esfuerzos anunciados para erradicar toda retórica sectaria de las mezquitas sunitas en el país. Pero esta retórica claramente no se irá abajo sin una lucha. Ese mismo viernes [8 de noviembre, 2014], estuve orando en una mezquita en la ciudad oriental de Al-Khobar, y observé al predicador advirtiendo durante su sermón sobre los peligros que los chiitas y los ‘Khawarij plantean a la fe. Es gente como esta que pone en peligro los esfuerzos encomiables del gobierno». [15]
Redactor saudita: Conferencistas universitarios en Arabia Saudita tuitean incitación anti-chiita y fomentan la guerra civil
Similarmente, Ali Al-Sharimi, columnista del diario del gobierno saudita Al-Watan, habló en un artículo el 6 de noviembre, 2014 contra el creciente fenómeno de los clérigos saudíes que también son profesores de las universidades sauditas y que incitan en contra de los chiitas en el país a través de Twitter y llaman a tomar medidas contra ellos. Este escribió:
«Nunca he dejado de advertir contra el surgimiento de grupos extremistas afectados por la enfermedad del sectarismo, que incitan a asesinar gente sólo porque pertenecen a una secta diferente. Escribí sobre esto hace unos años, preguntando si los que toman este enfoque valentón tienen derecho a incitar a las masas a participar en acciones violentas. ¿Se les permite traernos de vuelta al atraso y la barbarie de la Edad Media? También he solicitado en repetidas ocasiones a que el Ministerio de Educación, incluyendo todas sus tantas y variadas instituciones, reexamine los planes de estudio religiosos, los purgue de los defectos que contravienen los valores de los derechos humanos que nuestra religión alienta – tales como el extremismo religioso… También he exigido el silenciamiento de los predicadores extremistas que rezan por la desaparición de algunos de los grupos en el Islam que son diferentes a ellos…
Seré franco y diré toda la verdad: Ninguna estrategia para combatir el terrorismo será eficaz si no comprenden la [necesidad de] tratar de la tercera parte del [triángulo [del] terrorismo, es decir,] su aceptación por la sociedad.
«Es decir, no es suficiente castigar al pequeño individuo que cometa el delito y deje solo al gran instigador… No puedo olvidar los hashtags en Twitter hace unos meses que [alentaron] una guerra sectaria. Estos fueron iniciados por varios académicos predicadores en el reino que poseen el título de «doctor». Estos, por medio de contundentes tuits, incitan contra ciudadanos [sauditas] que pertenecen a una de las sectas islámicas [es decir, chiitas]. Yo solía pensar que eran sólo [un puñado de] vampiros en Twitter, sentados en cuevas oscuras de odio, resentimiento, invectiva y takfir [acusaciones de herejía], [mientras se] esconden detrás de seudónimos. Pero ahora me doy cuenta de que el tema se ha vuelto peor, para algunos profesores universitarios tuitean repetida y descaradamente bajo sus propios nombres, y en esencia todo lo que hacen es fomentar la guerra civil y los disturbios, y perturbar el orden público, la estabilidad social y la unidad nacional y social. Debemos enterrar estos [actos], y detenerlos – Vean, sus tuits ahora han sido traducidos en acciones [en el ataque de Al-Ahsa].
«Por lo tanto, no dudo en exigir de nuevo que el Ministerio del Interior apruebe una ley que defina como criminal a todos aquellos que mostraron algún tipo de racismo hacia el otro, y a todos los que difunden el odio en la sociedad. Si las [existente] leyes punitivas exigen castigar a todos los que maldicen, calumnian o difaman, entonces no es razonable que aquellos que incitan y juegan con el sectarismo serán inmunes al castigo y que quedaran libres… y no recibirán ningún castigo que los disuada…» [16]
Periodista saudí: La sociedad saudita está repleta de racismo
En un artículo que publicó en el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat de Londres, el destacado periodista saudita Hussein Shobokshi atacó duramente el racismo y el extremismo que según dijo, impregnan la sociedad saudita y encuentran expresión, entre otras cosas, en los programas escolares y en los medios de comunicación. Este argumentó que es un problema tan grave como el propio ataque de Al-Ahsa, que fue la más reciente expresión violenta de este racismo. Este se preguntó cómo la sociedad saudita, que se enorgullece de su piedad religiosa, está tan llena de este tipo de discriminación racial, tribal y sectaria, prohibida en el Islam, y expresó satisfacción de que el Consejo Shura saudita discutirá un proyecto de ley que penalizará las expresiones de racismo. Este llamó a aprobar y hacer cumplir esta ley inmediata y estrictamente, señalando que ha estado en la mesa del Consejo durante seis años pero no ha sido aprobada a pesar de la gran necesidad de esta.
Shobokshi escribió: «Es extraño que la sociedad saudita, que es conservadora y piadosa por naturaleza, y se enorgullece de su adhesión a las directrices del Islam monoteísta, ignore el claro y explícito mandato de Alá de abandonar la costumbre preislámica de sentirse orgulloso de las tribus y de la afiliación [tribal], y esté sumida en discriminación racial, en todas sus formas.
«El fanatismo y la irresponsabilidad se han convertido en un cáncer peligroso tomando varias formas. Recientemente, todos los sectores de la sociedad estaban horrorizados por un horrible asesinato perpetrado por criminales extremistas en la región de Al-Ahsa, que cobró la vida de civiles chiitas inocentes. La positiva respuesta al evento demuestra que existe un instinto natural de oponerse a un derramamiento de sangre y el asesinato en nombre de consignas divisivas y destructivas… El racismo no sólo se expresa de esta manera brutal y asesina, sino que también posee otras manifestaciones, así, no menos dañinas y negativas… Existen consideraciones [racistas] en la educación, el empleo, deportes, el matrimonio y diversas relaciones sociales, y esto transforma gradualmente a la sociedad en ‘cantones’ e ‘islas’ aisladas, [un problema] que debe ser abordado de inmediato.
«El extremismo de incitación abierta, lo que revela su feo rostro en las redes sociales, se ha convertido, evidentemente en una enfermedad peligrosa que, cuando es ignorado, se convierte en un peligro para la seguridad que amenaza la estabilidad del delicado y sensible equilibrio social. El tema debe ser abordado con más seriedad [purgando] todo el veneno de los libros y programas de estudio, y penalizar todas las expresiones [de racismo] en foros literarios y planes de estudios, así como también los círculos religiosos, deportes y los medios de comunicación.
«La destrucción vista en todas partes en la región circundante a Arabia Saudita, cometida en nombre de [algunas] tribus, comunidad, región o escuela [religiosa], debería servir como el sonido de un ruidoso campanazo de alarmas llamando a tratar este asunto [es decir, la violencia] y el terrorismo social [es decir, el racismo que lo causa] como igualmente [peligroso], en lugar de descartar a todos los criminales que buscan dividir la sociedad en clases, lo que contraviene las directrices del Islam…
«El mecanismo [es decir, el proyecto de ley] que el Consejo Shura ha anunciado examinará es una medida social y cultural importante, pero no tendrá sentido alguno a menos que sea justo y estrictamente obligado, inmediatamente y sin excepción». [17]
Periodistas sauditas en Twitter: El ataque fue el resultado natural de una incitación anti-chiita en el reino
Muchos periodistas sauditas y usuarios de Internet usaron Twitter para condenar la incitación anti-chiita en Arabia Saudita, expresada en muchos campos. Lo siguiente son algunos tweets notables:
Muhammad Aal Al-Sheikh, columnista del diario oficial Al-Jazira tuiteo: «Luego del ataque de Al-Ahsa, entenderán nuestros jeques que la cultura de Ibn Taymiyya, que incita a los sunitas en contra de los chiitas, traerá el desastre sobre nosotros que hará de la voluntad hacer que el destino de nuestra patria y la unidad de nuestro pueblo sea como la de Irak?» [18]
Varios tuits condenaron al Jeque Nasser Al-Omar, prominente clérigo saudita radical conocido por incitar contra los chiitas y que recientemente llamó a no acusar a ningún grupo de gente de llevar a cabo el ataque en Al-Ahsa sin prueba alguna. Por ejemplo, el escritor saudita Muhammad Al-Saif tuiteo: «Jeque Nasser, no hay ninguna duda de que el autor del ataque leyó su libro La realidad de los Chitas en el País del Monoteísmo, y se volvió celoso debido a sus palabras e incitación…» [19]
Yousef Al-Aba Jail, columnista del diario oficial Al-Riyadh escribió: «Muchos de los que condenaron el evento en Al-Ahsa estaban entre los que incitan el sectarismo y esparcen el odio religioso. Siempre ha sido así – asesinar a su rival y vienen a su funeral!» [20]
El Hashtag «Al-Ahsa Unidos en contra del Fitna» destacó un tweet de Anas Zahid, escritor saudita para los diarios oficiales de Al-Medina y Al-Sharq, que escribió: «Durante años ha existido un discurso religioso que incita contra los chiitas, y este crimen es [sólo] su primer resultado, siempre y cuando no legislemos una ley que criminalice la incitación sectaria». [21]
El hashtag también incluyó un tweet del periodista de Al-Riyadh Muhammad ‘Ali Al-Mahmoud, quien escribió: «Los jóvenes que escuchan al predicador de los rezos del viernes llamando a asesinar chiitas, y similares – ¿qué pueden hacer si las palabras de este predicador les convencen?!» [22]
El escritor chiita saudita Hassan Aal Hamadah tuiteo: «[Este] país está siendo devorado por el sectarismo. Las Academias nos acusan de ser infieles. Los medios incitan contra nosotros. Los predicadores exigen que nos asesinen. Miembros del EIIS amenazan con atarse bombas a sí mismos y volarnos por los aires. Por lo tanto, es sólo natural que haya mártires [asesinados] en Al-Ahsa». [23]
[1] Alarabiya.net, Al-Quds Al-Arabi (Londres), 4 de noviembre, 2014.
[2] Alarabiya.net 5 de noviembre de 2014; Al-Watan (Arabia Saudita), 4 de noviembre, 2014.
[3] Khawarij fue una infame escuela musulmana temprana que se rebeló contra la autoridad central y se apresuró a declarar apóstatas a otros musulmanes.
[4] Al-Riyadh (Arabia Saudí) 5 de noviembre, 2014; Al-Watan (Arabia Saudita), 9 de noviembre, 2014.
[5] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 6 de noviembre, 2014.
[6] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 5 de noviembre, 2014.
[7] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 9 de noviembre, 2014.
[8] Munafikoun es una referencia coránica a aquellos de Al-Madina que declararon su creencia en el Islam pero no aceptaron la autoridad del Profeta Mahoma; según el Corán, su castigo les espera en el Infierno.
[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 5 de noviembre, 2014.
[10] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 4 de noviembre, 2014.
[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de noviembre, 2014.
[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de noviembre, 2014.
[13] Véase, por ejemplo Al-Watan (Arabia Saudita), 5 y 6 de noviembre, 2014; Al-Jazirah y ‘Okaz (Arabia Saudita) 6 de noviembre, 2014; Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de noviembre, 2014; Al-Madina y Al-Yawm (Arabia Saudita), 7 de noviembre, 2014.
[14] Alarabiya.net 6 de noviembre, 2014.
[15] Aawsat.net 10 de noviembre, 2014.
[16] Al-Watan (Arabia Saudita), 6 de noviembre, 2014.
[17] Al-Sharq Al-Awsat (Londres) 26 de noviembre, 2014.
[18] Twitter.com/alshaikhmhmd 4 de noviembre, 2014.
[19] Twitter.com/mohamedalsaif 4 de noviembre, 2014.
[20] Twitter.com/yabalkheiL 5 de noviembre, 2014.
[21] Twitter.com/ZahidAnas 4 de noviembre, 2014.
[22] Twitter.com/ma573573 4 de noviembre, 2014.
[23] Twitter.com/hassanhamadah 3 de noviembre, 2014.