El 14 de octubre, 2014 una conferencia sobre poesía se celebró en la ciudad iraquí de Basora, a la que asistieron cientos de poetas, escritores y críticos árabes e iraquíes. Uno de los participantes, el muy conocido poeta de Basora llamado Kazem Al-Hajjaj, presentó una provocativa qasida (poema árabe) titulado «El Pueblo de Basora», en el que lloraba el rico pasado cultural e intelectual de la ciudad, y de Irak en general. Evidentemente describiéndose a sí mismo como un hombre secular que «nunca ha ayunado más de unas pocas horas» en su vida, porque desprecia «la degradación por inanición, incluso por el bien del Paraíso», este expresó aprecio por el arte y la cultura, tanto local o global, y el desprecio por la religiosidad que arrasa en Irak y que, dijo genera violencia y terrorismo. En el poema también expresó su deseo de que Qatar desapareciera de la faz de la tierra por enviar terroristas a Irak.

El poema, publicado en el diario iraquí Al-Haqiqa, provocó una airada respuesta del columnista iraquí Daoud Al-Basri. Escribiendo en el diario de Qatar Al-Sharq Al-Basri llamó a Al-Hajjaj «un pequeño y no exitoso poeta iraquí» que había «servido como un tambor hueco para el régimen del Ba’th», y afirmó que, «en lugar de criticar el fracaso y robo de los gobiernos [iraquíes], [Al-Hajjaj había] dirigido su furia hacia un país árabe [es decir, Qatar] que nunca dañaría a Irak o a su pueblo…» [1] A pesar de esta dura respuesta en un diario de Qatar, parece ser que la qasida (poema árabe) no nubló las relaciones entre los dos países, tal como demuestra el hecho que, pocos días después de su publicación, el Primer Ministro de Qatar ‘Abdullah bin Nasser Al-Thani le prometió el Ministro del Interior iraquí Mohamed Salem Al-Ghabban, quien estaba de visita en Doha, lanzar una nueva era de cooperación constructiva entre los dos países en todos los ámbitos, especialmente en el dominio de seguridad. [2]

Lo siguiente es una traducción de la qasida. [3]


Kazem Al-Hajjaj (imagen: Al-Bayan, Emiratos Árabes Unidos)

Ningún puerto domina en vista el desierto

Más bien la mar

Excepto este puerto!

***

¡Cielos!

No tenemos necesidad alguna de ángeles para descender una vez más.

Este suelo está lo suficientemente saciado con hambre y sangre

Les pedimos a ustedes [los cielos] por lluvia, nada más!

***

Ayer deseaba la muerte

Entré en mi café y nadie me reconoció

Y yo – no reconocí a nadie en mi café.

Permítanme repetir eso: en mi café!

Todos nos hemos convertido en extranjeros, y el exilio es una muerte en vida!

Cada uno en su propia tumba, no hay tumbas para dos!

y entonces

Pedí en mi voluntad ser enterrado – vivo o muerto –

En el cementerio Hassan Al-Basri [4]

No ‘allá’ [en el Paraíso]

Ya que nosotros el pueblo de Basra teme el exilio

Incluso después de la muerte!

En uno de mis sueños Dios me dio a elegir: borrar de la faz de la tierra

Uno de los dos: o bien Holanda o Qatar!

Y yo, sin pestañear, salvé a Holanda,

Para ello han aparecido ojos humanos con tres tesoros eternos y coloridos:

Rembrandt, Van Gogh y el Sattar kawoosh iraquí. [5]

Por otra parte, Holanda nunca nos ha enviado un solo terrorista holandés por correo certificado!

***

No llores, o madre del asesinado

Ya que no estamos lo suficientemente vivos

para llorar a los muertos!

***

Mi agotamiento no es propicio para el trabajo

Yo – mis beneficios son enormes, al igual que mis pérdidas!

Oh Señor de los mundos!

El como nosotros los poetas, desde la infancia,

Han rechazado la fealdad del mundo!

***

Nunca he ayunado más de unas pocas horas de mi vida.

Nunca he completado un día de ayuno,

Porque no puedo soportar la degradación de la inanición, incluso por el bien del Paraíso!

Ni tampoco tolerare la humillación de comer ‘allá’ [en el Paraíso]!

Es decir, comer [alimento] no ganado, mientras otros siguen observando,

Al igual que un prisionero!

***

No temo a ningún juez, ya que soy mi propia corte:

Me despierto en medio de la noche de mi sueño para lamentar los errores de mi día!

***

Y soy conocido en Basora desde mi juventud

Yo era el más delgado y debilucho de los jóvenes.

En Basora, desde los días de Jahiz, [6] hay dos:

Una palmera y un hombre delgado. Hasta ahora!

***

O Rushdi Al-‘Amil, [7] O… [el poeta invoca a otros 28 poetas iraquíes y pensadores que han muerto, y pregunta:]

¿Por qué han muerto y han reducido nuestros números en comparación a aquellos otros?

Éramos una minoría, para empezar!


[1] Al-Sharq (Qatar), 3 de noviembre, 2014.

[2] Imn.iq 6 de noviembre, 2014.

[3] Al-Haqiqa (Irak), 29 de octubre, 2014.

[4] Hassan de Basora (642-728) fue un conocido predicador musulmán, teólogo y estudioso del Islam. El cementerio que lleva su nombre se encuentra cerca de la ciudad de Basora.

[5] Un pintor iraquí contemporáneo que vive en Holanda.

[6] Académico y escritor de Basora (m. 869).

[7] Un poeta iraquí del siglo 20.