El número 27 de Sawt Al-Jihad, un diario electrónico afiliado a la rama de Al-Qa’ida con sede en la Península Arábiga, publica varios artículos para marcar el Ramadán, que debaten la importancia de la jihad y llama a los guerreros de la jihad a intensificar la lucha contra los infieles durante este mes. Lo siguiente son extractos de dos de los artículos que aparecieron en el diario: 1
«Acercaos a Alá mediante la sangre de los infieles»
Sa’ud Bin Hamoud Al-Utaybi, buscado por las autoridades saudíes, escribió lo siguiente en el editorial del diario: ¡»Musulmanes!. ¡Salid a [librar] la jihad por la causa de Alá!. El paraíso ya ha abierto sus puertas de par en par y las vírgenes del paraíso ya se engalanan a la espera de sus compañeros – esta es la promesa de Alá. Ningún hombre sincero puede permitirse tranquilidad o paz hasta que salga a librar la lucha contra los enemigos de Alá, como le fue ordenado. Quién no actúa [es decir, quien no lucha en la jihad] desobedeciendo abiertamente la orden de Alá, y ajeno al honor de las mujeres musulmanas ultrajadas en Abú Ghreib y en las restantes prisiones de los líderes de los infieles, y sin fervor, y ajenos a la mortificación del [pensamiento de] evadir [la batalla] – ¿qué otro motivo podría instarle a [ir a la batalla] sino todos esos?…
«¡Musulmanes!. Deberíais al menos rezar por vuestros hermanos, los guerreros de la jihad, que dieron sus vidas y derramaron su sangre por Alá en defensa de los lugares santos que fueron profanados y en venganza por el orgullo de la nación musulmana, herida por los portadores de la cruz y los judíos. No olvidéis rezar por vuestros hermanos de Faluya …
«Pedimos por los combatientes de la jihad de Faluya y de Irak; Afganistán; Chechenia; la Península Arábiga… en la herida Palestina, la que el más inmundo de todos los [seres] humanos lleva ahogando en maldad durante más de 50 años, sin que haya nadie que pueda detenerlo; y de Egipto, en cuyas fronteras vuestros valientes hermanos pasaron a la acción y atacaron un hotel en el que los judíos se reunían y mataron a docenas de ellos como una ofrenda a Alá antes del Ramadán. Pedimos a Alá que no les niegue [su] recompensa por este logro colosal.
«No olvidéis a vuestros hermanos de Argelia que llevan combatiendo por Alá desde hace más de diez años. [Estos guerreros] han padecido el abandono de aquellos cercanos a ellos, la enemistad de los lejanos, el asalto de los enemigos y [diversas] penas y tribulaciones, pero esto no les ha debilitado. Les apreciamos y Alá les concederá su recompensa. Pedimos a Alá que les conceda la victoria y también a los restantes combatientes de la jihad de todas partes…
«¡Guerreros de la jihad de todas partes!. Este mes de la jihad ha caído con todas sus bendiciones y con la doble recompensa [entregada a los combatientes de la jihad] en su tarea. ¡Acercaos más a Alá a través de la sangre de los infieles, no ahorréis derramamiento de [su sangre] y mediante [esta sangre], borrad la humillación y la desgracia dentro de vuestra nación musulmana!. Haced de este mes el mes de la Batalla de Badr, 2 la conquista de La Meca, 3 [la conquista] de Shaqhab 4 y otras victorias islámicas.
«Pedimos a Alá que convierta este Ramadán en un mes de gloria, victoria y poder, para izar en alto [este mes] el estandarte de la religión, para fortalecer el Islam y a los musulmanes, para humillar al politeísmo y a los politeístas, para ondear el estandarte del monoteísmo, para clavar la bandera de la jihad y caer sobre los pervertidos y los obstinados…»
En el mes del Ramadán «las cabezas de los infieles más valientes de la Tribu de Quraysh salieron volando»
Otro editorial firmado por el jeque Aamer Bin Abdaláh Al-Aamer, titulado ‘Hombres de la jihad, esta es vuestra temporada de caza’: «Hombres de la jihad, esta es vuestra temporada de caza, ya que la jihad, en estado de ayuno, tiene un sabor particularmente delicioso para los creyentes, especialmente [cuando se mezcla] con la dignidad del mes del Ramadán. Cuán maravilloso es deleitarse respetando el ayuno y degustando la muerte de los infieles, deleitarse con el sonido de los gemidos de los tiranos y degenerados de baja estofa y [con el sonido de] las voces de los condenados del lado del mal y sus colaboradores emitidos en los estudios de televisión… condenando la muerte de sus amos infieles y sus sirvientes. [Este es un] mes de lucha, de auto sacrificio, de victorias militares, de victoria de la religión y de humillación de los infieles. Las incursiones más valientes y elegantes tuvieron lugar durante el mes del Ramadán: en la batalla de salvación – la Batalla de Badr – las cabezas de los infieles más valientes de la tribu de Quraysh salieron volando y Alá dio a Su Mensajero y Profeta la victoria [con ayuda de] un ejército de Sus Seguidores…
«En [el mes del] Ramadán se hizo una gran conquista, [tanto] de tierras como de los corazones – [me refiero a] la conquista de La Meca – en la que la gente adoptó la religión de Alá, ya sea por elección o por coacción, y las tribus [árabes] adoptaron el Islam…, y esto es lo que dijo el Glorioso y Exaltado: ‘Ved al pueblo adoptar la religión de Alá en manadas’. [Corán 110:2]
«El Profeta Mahoma – según una tradición profética vinculada a la autoridad de Abú Hurayra, [que explica] las palabras de Dios, ‘vosotros sois la mejor comunidad que la humanidad haya dado nunca’ [Corán 3:110] – dijo: ‘Eso significa que vosotros sois el mejor pueblo de la humanidad [porque] vosotros les lideráis, con grilletes en sus cuellos, para que acepten el Islam’. Esta tradición está vinculada a Al-Bukhari. Ahmed [Ibn Hanbal] relata una tradición según una línea propia de transmisores, acerca de la autoridad de Anás, en la que el Mensajero de Alá dijo a alguien: ¡’Abraza el Islam!’. El hombre respondió: ‘Me resisto a ello’. Y [el Profeta] dijo: ‘Incluso si te resistes’.
«¿Hay algo que haga rabiar más a los enemigos de Dios que la jihad?. Mirad a su líder, el Diablo, que durante la Batalla de Badr animaba a los infieles, haciéndoles promesas y elevando sus ánimos. Cuando vio ángeles [llegar en ayuda del ejército musulmán] huyó y se tiró al mar…
«El Diablo, el enemigo de Alá, intenta ferozmente apagar la luz de Alá y de su ser, visto como Uno. Para este propósito, incita a sus aliados, los infieles y los hipócritas, y les insta [a pecar]. Hoy día, los diablos humanos hacen lo mismo, como los tiranos de la Península Arábiga, que animan a sus esclavos del servicio secreto, la policía y del pueblo también, y les hacen promesas de dinero, regalos y otros presentes materiales. Alá dijo: ‘Él hace promesas y les instiga, pero todo lo que el Diablo les prometa es un engaño’. [Corán 4:120]
«De igual manera, estos tiranos intentan seduciros, [afirmando que] seréis mártires en nombre de la patria tras vuestra muerte y que el gobernador de la región rezará por vosotros y os ascenderá tras la muerte, después de que la tumba se haya cerrado sobre vosotros y vuestras costillas sean destrozadas [por los tormentos de la tumba]. Recibiréis entonces [el producto de] vuestras malvadas acciones, a saber, luchar para defender la cruz y proteger a los tiranos [árabes]. La puerta del Infierno se os abrirá, porque el Infierno es su morada. ¿Qué diréis entonces?. ¿[Que] quizá el Día del Juicio no llegue?. ¿O el Día de la Resurrección?…
«¡Oh hombres de la jihad de todo el mundo!. Hay dos tipos de jihad en el Ramadán: la jihad diurna [expresada a través del] ayuno, y la jihad nocturna [expresada a través de] la oración. Librad la jihad contra vuestros enemigos con vuestras [propias] manos, sacrificad vuestras almas y vuestras propiedades combatiendo contra vuestros enemigos como imitación [de los actos de] su Profeta [Mahoma] durante el mes del Ramadán [y para] enfurecer a vuestros enemigos.
«¡Oh hombres de la jihad, la victoria de la religión de Alá será como [Alá] dijo: ‘Combatidlos hasta que no haya contienda civil [fitna] alguna en el país, y la religión de Dios reine suprema’. [Corán 8:39] El país está lleno de contiendas civiles y de infieles.
«¡Oh hombres de la jihad, limpiad el país de incrédulos e infieles por medio de la jihad y la guerra [y por medio de] la espada y la lanza. No os dejéis desviar por el poder de los infieles porque su fuerza, sea como sea, se encuentra bajo el control de Alá y Su plan.
«Sabed que Alá os concede la victoria y os apoya como Él prometió. Haced uso de este glorioso mes porque reúne grandes elementos: el ayuno, la oración nocturna, recitar el Corán y otras buenas obras. Por consiguiente, confiad en vuestro Señor, combatid a vuestros enemigos, y limpiad la Península Arábiga de infieles».