Ibrahim Nafi, editor del rotativo Al-Ahram, del gobierno egipcio, ha publicado un libro basado en artículos que ha escrito en Al-Ahram sobre temas relativos a la jihad y el terrorismo, la reforma y las relaciones árabe-occidentales. Con el título ‘El camino a la locura’, segmentos del libro fueron recientemente publicados en Al-Ahram. Lo siguiente son extractos: 1

«Occidente… es el verdadero terrorista – son ellos los que han desencadenado la jihad»

«Raro es el día que pasa sin tener noticias de la campaña de odio anti-musulmán de Occidente. Las lumbreras de la opinión han llegado tan lejos como para exhortar al exterminio de los musulmanes y al bombardeo nuclear de La Meca. Los periódicos, radios, televisiones, los libros de texto e incluso algunas iglesias están inundados de proclamas equiparando el Islam con el terrorismo e insinuaciones de que el Islam santifica la invasión, el asesinato y la perpetuación de otros males inimaginables y que es, por consiguiente, una religión que no puede tolerarse…

«Esta cruzada de los últimos días, un impulso violento y coaccionador para obligar a las naciones islámicas a someterse a valores y sistemas que son hostiles a sus necesidades e historia, constituye el verdadero terrorismo de hoy. Es terrorismo practicado por estados, y, como tal, es cualitativamente diferente del terrorismo practicado por individuos bajo los auspicios del Islam. Occidente, y específicamente los que están al timón de su imperio de maldad, son los verdaderos terroristas. Son ellos los que han desencadenado la jihad, o guerra santa, en sus manifestaciones más horrendas y letales…

«En su forma más reciente, el terrorismo de estado occidental se ha convertido en una forma flagrante de vandalismo, como se hizo obvio en la guerra librada contra un país con el pretexto de que poseía armas de destrucción masiva, mientras que el país que inició la guerra posee el mayor arsenal de armas de destrucción masiva del mundo y es el principal fabricante de este arsenal letal en el mundo. Es revelador que el informe que Irak envió a la ONU acerca de la cuestión de las armas de destrucción masiva estaba lleno de nombres de fabricantes y proveedores norteamericanos y europeos, que es por lo que Estados Unidos se apresuró a suprimir porciones [significativas] del informe».

Los intelectuales musulmanes saben que ‘Occidente está envuelto en una guerra de aniquilación contra los musulmanes’

«…Entretanto, muchos intelectuales de naciones islámicas, incluyendo a no islamistas, sostienen que Occidente está hoy envuelto en una guerra de aniquilación contra los musulmanes o, en el mejor de los casos, en una cruzada para «extirpar a los árabes de la historia». Esta cruzada es percibida como la culminación de los intentos previos, empezando por las Cruzadas y las invasiones mongolas… Sin embargo, estos intelectuales predicen que la campaña que está actualmente en marcha para expulsar a los musulmanes de la historia y, por tanto, del mapa, fracasará tristemente como sus predecesoras…

«Una de las estrategias que tiene el colonialismo occidental para extenderse y consolidar su control sobre el mundo islámico es la distorsión deliberada de la imagen del Islam. Es una estrategia a dos bandas destinada, por una parte, a teñir de negro la reputación de los países musulmanes e islámicos a los ojos del público occidental, para ganar apoyo a las políticas agresivas contra las naciones y pueblos islámicos, y, por otra parte, intenta minar la fe y el credo de los musulmanes, inculcando en ellos un sentimiento de inferioridad. El efecto deseado es hacer que las poblaciones musulmanas sean más dóciles y conformistas con los cambios a los que se les fuerza por parte de un Occidente ostensiblemente más civilizado e iluminado…»

La reforma respaldada por Estados Unidos no es bienvenida

«… En este contexto, las relaciones cada vez más tensas entre los musulmanes y Occidente son inevitables, más conforme Occidente sobrepasaba la línea roja con llamamientos a cambiar los estudios religiosos de Arabia Saudí o Egipto con el argumento de que las academias religiosas de estos países engendran terroristas. Quizá el ejemplo más brillante de esta trasgresión sea la denominada iniciativa de Powell.

«…Powell señaló que los autores materiales de los ataques del 11 de Septiembre del 2001 contra Estados Unidos, que costaron las vidas de miles de norteamericanos, se han nutrido del fundamentalismo del mundo árabe. Esta situación, argumentó, exige que Estados Unidos se acerque al mundo árabe con recomendaciones de reformas que eviten la aparición de fundamentalistas…

«La iniciativa comprende muchos puntos, que cubren temas desde la mejora de las condiciones de vida de las mujeres y niños del mundo árabe a la reforma económica y financiera… Aunque no tengo reparos con sus principios generales, la iniciativa incluye sin embargo elementos que hicieron que muchos cuestionaran sus verdaderas intenciones y motivaciones por las que fue lanzada en este momento concreto…

«Somos completamente conscientes de que hay muchas áreas de la vida diaria que requieren reformas: el tema lleva siendo motivo de preocupación en Egipto y en otras partes del mundo árabe desde hace mucho… Pero las áreas que necesitan la atención han sido delimitadas claramente por las instituciones locales, regionales e internacionales y lo que es hoy necesario no es [una nueva iniciativa sino] el apoyo de las naciones industrializadas ricas…

«…La programación de la iniciativa fue completamente inapropiada. Al llegar poco después de que la reunión del comité del Cuarteto programada para debatir la hoja de ruta fuera pospuesta, sugirió que los esfuerzos por alcanzar un acuerdo en el conflicto de Oriente Medio continuarían pendientes hasta que se instituyera la reforma factible no sólo en la Autoridad Palestina sino por todo el mundo árabe…»

«Los pueblos musulmanes han llegado a la conclusión de que un Imperio del Mal [Occidente] les amenaza»

«…No obstante, en un intento sordo por desviar la atención de las fuentes reales del terrorismo, Occidente se ha puesto a tantear la frontera entre terrorismo y movimientos de resistencia nacional. Más notablemente, ha etiquetado los movimientos de resistencia palestinos y libaneses que luchan por liberar su territorio de la ocupación israelí como terroristas. Ni tampoco tiene intención de permitir algún intento de sugerir lo contrario, como es evidente de la negativa a celebrar una conferencia internacional para debatir la diferencia entre terrorismo y el derecho internacionalmente reconocido a resistir a la ocupación, y de la negativa de los líderes occidentales a discutir el asunto en las conferencias internacionales…

«Diversos factores internos y externos se han entretejido para aupar a grupos terroristas en los países islámicos. Principalmente entre estos, el fracaso de los sistemas políticos, económicos y culturales en estar a la altura de las necesidades y aspiraciones crecientes de sus ciudadanos, una crisis agravada por la corrupción que el nuevo orden económico global ha supuesto sobre las economías de estas naciones. Además, los modelos de organización sociopolítica tomados de Occidente han demostrado ser hostiles a las costumbres y necesidades espirituales de los pueblos de estos países, ya se basen en principios capitalistas o socialistas. Simultáneamente, todo el espectro de ideologías nacionalistas árabes ha fracasado también en producir una alternativa. En cuanto a los factores externos, quizá el más incendiario haya sido el agresivo expansionismo territorial de Israel y su genocidio del pueblo palestino. El surgimiento del terrorismo es también una respuesta a una cruzada occidental más general por volver a subyugar las naciones islámicas independientes, ya sea a través de la invasión del capitalismo desenfrenado o mediante actos de violencia clara. Al borde de la tiranía de Occidente, y en particular de Estados Unidos, contra el mundo islámico, no es necesario preguntarse por qué los pueblos musulmanes han llegado a la conclusión de que un imperio del mal les amenaza a ellos y a sus países con la aniquilación, la marginalización y, en última instancia, con la expulsión de la historia.

«…No hay duda alguna de que Estados Unidos está profundamente perturbado por el desafío islamista a la percepción norteamericana del nuevo orden mundial y su hegemonía sobre regiones predominantemente musulmanas…»

«El odio es una exportación occidental que ha sido marcada ‘devolver al remitente'»

«Los sucesos del 11 de Septiembre avivaron las fobias latentes en Occidente con respecto a los musulmanes y el Islam. El ascenso de las campañas de odio anti-musulmanas y la violencia que ha sido desatada contra naciones islámicas estaba escrito que generarían una contra reacción en consonancia…

«… Los musulmanes no odian a Estados Unidos y a Occidente sin razón. Odian a Occidente por sus intentos por marginarles, oprimirles y explotarles y por dar poder a Israel sobre ellos. El odio se fabrica en Occidente. Surgió durante las Cruzadas, maduró durante la invasión colonialista y floreció con el impulso de americanizar el mundo. El odio es el motor que mueve la dominación y la hegemonía y es la herramienta utilizada para denigrar a los musulmanes para facilitar este reto.

«Mientras nadie puede negar la existencia de sentimientos anti-occidentales y anti-americanos en el mundo islámico, es igualmente imposible de refutar que tal odio es una exportación occidental que ha sido marcada como ‘devolver al remitente’. Es una respuesta a los envites llenos de odio de los medios occidentales y a las declaraciones oficiales, comentarios políticos y publicaciones literarias dirigidas contra ‘el otro’…»


1 Semanario Al-Ahram (Egipto), 16-22 de septiembre del 2004.