El Presidente sirio, Bashar al-Assad, se dirigió a la Conferencia de Expatriados Sirios celebrada en Damasco el 8 de octubre del 2004. Criticó la Resolución No. 1559 de las Naciones Unidas, que condena la ocupación siria del Líbano, y discutió otros temas regionales. Lo siguiente son extractos, publicados al día siguiente en el diario sirio Al-Ba’th: [1]

La Resolución No. 1559 de la ONU es injusta

«Vivimos en una anarquía de significados y conceptos erróneos, que incrementa las divisiones entre culturas y prepara el sustrato para más guerras y derramamiento de sangre. Esta situación [hizo] posible la aprobación de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad [de la ONU], que sorprendió a muchos. [2]

«Aunque Siria es conocida por su apoyo permanente a la ONU y a sus instituciones, y por ello llama a implementar las resoluciones [de la ONU], esto no significa que no critiquemos los errores cuando éstos tengan lugar – especialmente los dobles raseros respecto a estas resoluciones, o la aprobación de resoluciones que no se encuentran en la esfera del organismo que las publica, o que contradicen la propia Carta de la ONU. [Tal es el caso de] la resolución reciente, descrita como una defensa de la independencia del Líbano tras un «golpe» a la constitución libanesa. En realidad, [esta resolución] no está vinculada con eso, y carece de relación con la prórroga del mandato del Presidente [libanés] Lahoud.

«[Esta resolución de la ONU] fue preparada con gran antelación [a la prórroga del mandato de Lahoud] y se pretendía lograr [con ella] otras metas muy distantes de lo que representa como camuflaje de sus objetivos reales. La primera de éstas [metas] es la internacionalización de la situación interna del Líbano, lo que significa el retorno del Líbano a la atmósfera de los años ochenta y un golpe a la relación existente entre Siria y El Líbano…

«En las últimas semanas, han surgido algunas preguntas y reservas en torno a la aprobación de la resolución, sus metas, nuestra actitud ante estas [metas], y los objetivos de los países tras [la resolución]. Muchos han entendido que la resolución no habría sido publicada de no haber sido por la prórroga [del mandato del Presidente Lahoud]. Si miramos el contenido de la resolución… no vemos conexión alguna entre sus secciones y el tema de la prórroga o las elecciones presidenciales [del Líbano].

«Un pequeño ejemplo: La sección [de la resolución] que trata de las milicias… ¿qué tiene que ver esta sección con la prórroga [del mandato de Lahoud]?. ¿Que tiene que ver una sección concerniente al establecimiento del control militar del suelo libanés con la prórroga?. De hecho, unos cuantos meses antes de que esta resolución [fuera aprobada], recibimos información de que el Consejo de Seguridad estaba preparando algo contra Siria y El Líbano y pensamos en principio que eran sólo rumores.

«¿Cómo puede ser [la prórroga del mandato de Lahoud] una violación de la constitución [libanesa] si el mundo entero cambia las constituciones?. Todas, o quizá la mayoría de las constituciones del mundo, contienen secciones que describen cómo cambiar la constitución. Así que, ¿por qué es esto una violación de la constitución?.

«No estamos convencidos de que [los norteamericanos] desconozcan los principios más fundamentales del derecho mundial. Han declarado públicamente que están en contra de la prórroga [del mandato de Lahoud]. Si están en contra de la prórroga, en principio, ¿por qué estuvieron deacuerdo estos países [es decir, Estados Unidos y Francia] y las mismas personas con la prórroga de 1995, [pero] se oponen a ella en el 2004 – aunque la sección [de la constitución] sea exactamente la misma?. Eso significa que el problema no reside en el principio. Si fuese el principio, su posición no habría cambiado a los nueve años.

«[Por otra parte], si el problema es personal, es decir, [tiene que ver] con la personalidad del presidente [libanés], esto significaría [que esta resolución constituye] una burda intervención en los asuntos internos del Líbano».

Una crítica a la interferencia occidental en El Líbano

«[Los norteamericanos] dicen que una de sus metas es defender El Líbano de la intervención externa. En [cualquier] caso, hablamos de una intervención directa en los asuntos del Líbano. Hablaron de defender El Líbano… y la pregunta es: ¿Qué le dieron todas esas fuerzas [internacionales] al Líbano durante las últimas décadas, mientras sufría crisis tras crisis?.

«Destacaré dos cosas que hice notar ante países occidentales: En 1975, uno de los países [occidentales] proporcionó un barco a los cristianos para que pudieran salir del Líbano, y en 1990 uno de esos países proporcionó aviones de transporte para ayudar a un grupo de rebeldes contra la legitimidad libanesa. [3] ¿Dónde estaba esta protección [internacional] al estallar la guerra civil, cuando en 1976 Siria entró en El [Líbano] para rescatar a los cristianos libaneses que eran masacrados en ese momento?.

«La matanza [cometida] en nombre de la reforma del régimen político, y [en nombre de] la justicia, el socialismo y el progreso, podría haber terminado en quince días. ¿Dónde estaban ellos [los países occidentales] entonces?. [Si] la reforma del régimen político hubiera exigido la masacre de la mitad de la ciudadanía, ¿quien seguiría [vivo] para corregir a toda la sociedad? No habría quedado nadie y habría habido reforma sin pueblo. En aquel momento, se pidió al Presidente Hafez Al-Assad que retrasara la finalización de la entrada de las fuerzas sirias en el Líbano solamente dos semanas, para que la tarea [de reforma] pudiera completarse. Él, por supuesto, se negó.

«¿Dónde estaban [ellos, léase los países occidentales] en 1982, durante la invasión israelí del Líbano, cuando miles de libaneses y palestinos fueron asesinados, cuando durante el transcurso de unas semanas, Siria perdió a miles, muertos en combate, y cuando algunos de los hermanos libaneses, hoy héroes, arrojaron arroz a los israelíes?. ¿Dónde estaban durante la ocupación israelí – desde 1987 hasta la retirada israelí de la mayor parte de suelo libanés en el 2000?. No estaban ahí. Este [argumento de preocupación por] El Líbano y [su] independencia y democracia, apareció súbitamente «.

«No nos llevamos nada del Líbano, pero nos costó sangre»

«Los norteamericanos hablaron de hegemonía siria sobre el Líbano. Cuando un país quiere establecer la hegemonía debería haber escondido o haber declarado las metas. ¿Aspiramos en Siria al dinero?. ¿Hay fuentes de recursos naturales en El Líbano que busquemos?. ¿Hay petróleo en El Líbano del que queramos apropiarnos? ¿Tomamos electricidad libanesa, agua libanesa?. No. No nos llevamos nada del Líbano, pero pagamos sangre [por él]. Si hubiéramos querido la hegemonía sobre El Líbano no habríamos retirado nuestras fuerzas por etapas del Líbano durante los últimos cinco años hasta la retirada final…

«La región se encontraba al borde del volcán. Pero hoy, nosotros en Oriente Medio nos encontramos en el corazón del volcán. Siria y El Líbano son los países más estables de Oriente Medio, a pesar de todas las circunstancias. ¿Quieren ellos [los países occidentales] arrojar a la región entera al volcán? ¿No han aprendido nada del 11 de Septiembre?. ¿No hemos aprendido de la guerra de Irak? ¿No ha aprendido el mundo?

«Nosotros aprendimos hace muchos años que cuando un volcán entra en erupción, su núcleo alcanza países cercanos y lejanos, grandes y pequeños, poderosos y débiles. Ha llegado la hora de que aprendamos esta lección. Por consiguiente, estamos convencidos de que la responsabilidad de Siria hacia el Líbano y la responsabilidad del Líbano hacia Siria permanecerá a pesar de todo y debido al poder de la historia y de la geografía, si Alá lo permite y con las bendiciones de ambos pueblos».

Relaciones con Irak

«Desde el punto de vista histórico-geográfico, es obvio que hablaremos de la frontera oriental y de Irak, con el que tenemos relaciones próximas y fraternales y una historia en común, cuyos hijos saben que nos mantuvimos firmes contra la agresión, y contra cuya ocupación aún nos oponemos. En aquel momento, pensamos que los preparativos para la guerra [de Irak] llevarían a la región y al mundo a lo desconocido. Los sucesos, muertes y destrucción de Irak clarifican el tamaño gigante de la angustia… y demuestra la exactitud de nuestro punto de vista…

«Hoy afirmamos que hacemos lo mejor por preservar la unidad de Irak y asegurar su estabilidad, igual que también por restaurar su soberanía completa. Esto requiere la ratificación de una constitución que exprese la voluntad y las aspiraciones del pueblo iraquí y la retirada de las fuerzas extranjeras de su suelo».

El proceso de paz

«El proceso de paz de Oriente Medio lleva años varado debido a la negativa de Israel a reanudar las conversaciones, su continuación de la ocupación de tierras árabes y su continua agresión contra el pueblo palestino. Como resultado, las fuerzas internacionales no están cumpliendo sus obligaciones hacia el proceso de paz y no están implementando las resoluciones de legitimidad internacional [léase de la ONU] en lo que se refiere a Israel. Hemos enfatizado en diversas circunstancias nuestra posición clara hacia el proceso de paz y nuestro deseo honesto de una paz justa según las resoluciones de la ONU y el principio de la tierra a cambio de paz. Pero en lugar de promesas de paz a la que los pueblos árabes de la región aspiran, [esta gente] vive en medio de la desesperación debido a la desenfrenada hegemonía israelí sobre el pueblo árabe.

«La posición siria hacia la paz es abierta y conocida. ¿Cuál es el propósito de las negociaciones secretas?. Si la posición política siria es conocida, y lo que es más importante, si el pueblo sirio y el pueblo árabe como un todo apoyan las conversaciones de paz y el proceso de paz porque quieren la paz, ¿para qué el secreto?…

«Tenemos ante nosotros dos posibilidades: O el objetivo del secreto es negativo, y podemos tomar como ejemplo el camino [secreto] de Oslo por el que el pueblo palestino pagó y todavía paga un alto precio, o que el electorado israelí no está listo para el proceso de paz.

«Esto demuestra el acierto de la posición siria, sobre la que hemos hecho énfasis en los últimos años: El problema son los ciudadanos israelíes, que no están listos todavía para el proceso de paz».


[1] Al-Ba’th (Siria), 9 de octubre del 2004.

[2] La resolución fue aprobada en el 2004 tras la presión siria sobre políticos libaneses para prorrogar el mandato del Presidente libanés Emile Lahoud, en violación de la constitución libanesa. La resolución pide el fin de la interferencia siria en los asuntos nacionales del Líbano y la salida de las tropas extranjeras del Líbano.

[3] En 1976, el subsecretario norteamericano en funciones, L. Dean Brown, sugirió que Estados Unidos enviara botes a los cristianos del Líbano para que pudieran salir del país. En 1989, Francia ayudó al entonces Primer Ministro libanés, Michel Aoun, con cargamentos de armas.