Lo siguiente son extractos de un discurso dado por el Jeque Muhammad bin Sa’d Aal Mufrih, miembro del Comité Fundador del Partido Umma Islámico en Arabia Saudita. El discurso fue publicado en Internet el 6 de marzo, 2011.

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http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2845.htm.

«El enemigo externo ha tomado el control de toda la nación»

«A los pueblos del mundo islámico, en general y a nuestro mundo árabe, en particular y especialmente al pueblo del Reino de Arabia Saudita y los pueblos del Golfo Pérsico, dirijo estas palabras, a través del deber y la responsabilidad. Tal como dice en el hadith, «la religión es consejo».

«Hermanos, nuestro país ha vivido décadas de opresión política, tiranía política, el atraso en la economía y en el desarrollo, debilidad en los aspectos militares y de seguridad, así como también un rotundo fracaso en todos los aspectos.

«Este llegó al punto en que el enemigo externo ha tomado el control de toda la nación. Este emprende sus guerras contra nuestra nación, sin inmutarse y roba sus recursos sin que nadie pueda detenerlo».

«Junto a esto llegó la ayuda y la victoria de manos de la juventud… a fin de avanzar por la senda de la unidad, el renacimiento y la civilización, restaurando su califato sobre la Tierra«

«La situación del país ha empeorado tanto que el propio enemigo lo elogia. La nación casi desesperada por reformar su situación y casi perdió las esperanzas de curar sus males, cuando llegó el alivio y la victoria de la mano de los jóvenes, con la explosión de estas revoluciones benditas desde el Océano [Atlántico] al Golfo.

«Por lo tanto, la nación se ha embarcado en una nueva era de libertad, honor y seguridad, tras lo cual reunirá su poder y se auto-reconstruirá, a fin de proceder a lo largo del camino de la unidad, la reactivación y la civilización, restaurando su califato sobre la tierra, de la mano de todos los pueblos de la nación, así como también sus gobiernos, que representaran a la nación de la mejor manera.

«Oh, juventud libre y los pueblos queridos de los países árabes del Golfo, en general y en el Reino de Arabia Saudita, en particular, la nación tiene sus ojos puestos sobre ustedes, esperando que cumplan con su papel en las reformas necesarias.

«La corrupción política y financiera de la región ha llegado al punto en el que los pueblos tienen prohibido por la ley islámica, permanecer en silencio. Los países del Golfo Pérsico sufren de gobiernos despóticos, de la monopolización de recursos y de la corrupción judicial, financiera y administrativa así como también de injusticia social y de clases.

«Todo esto requiere que tomemos la iniciativa de una reforma inmediata, antes de que sea demasiado tarde.

«Entre los derechos negados a los pueblos del Golfo están el derecho a elegir su gobierno, su derecho a elegir a sus representantes, su derecho a supervisar los fondos públicos, el derecho a señalar a los corruptos responsables y su derecho a la justicia, la igualdad y la igualdad de oportunidades para todos, así como también su derecho a preservar sus recursos.

«El pueblo del Reino de Arabia Saudita es el primero entre las naciones y son los más dignos en apoyar lo que es correcto, mantenimiento la justicia y rechazando la injusticia. Son los pueblos de las Dos Mezquitas Sagradas y los defensores del Islam.

«La corrupción ha alcanzado un nivel sin precedentes y esto requiere que los estudiosos divinos, los predicadores fieles, los formadores de la opinión pública y todos los hombres y mujeres jóvenes cumplan con su deber religioso, nacional y humano, confrontando todas las manifestaciones de desviación, corrupción, injusticia y despotismo. […]

«La declaración de la creación del Partido Umma Islámico es un paso en el camino de la reforma política popular y pacífica. El comité fundador del partido ha presentado un documento oficial a las cámaras reales, pero el gobierno se apresuró en detenerlos y los arrojaron en la cárcel, pensando que estos actos irresponsables detendrían las ruedas del cambio y la reforma.

«Nosotros, en el Partido Umma Islámico, exigimos la liberación inmediata de los fundadores del partido y los reformistas, que llenan las cárceles. […]

«Oh, jóvenes creyentes, que se preocupan por los intereses y la prosperidad de su país, puedan sus acciones ser para el bien de Alá, por el bien de la verdad y la justicia, la libertad y el honor. Sus acciones y sus protestas deben ser pacíficas y absténganse de maltratar la propiedad privada o pública.

«Ellos deberían expresar su rechazo a la realidad actual, así como su visión de un futuro mejor para ustedes, para su país y para su nación».