Introducción
El Consejo Supremo de Al-Azhar, encabezado por el Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyed Tantawi, aprobó recientemente una resolución que prohíbe el uso del niqab (que cubre la totalidad del cuerpo y el rostro, con una abertura para los ojos) en las aulas para las niñas en todas las instalaciones educativas de Azhar – de las escuelas primarias a las escuelas secundarias a los colegios – y también en los dormitorios de las mujeres en los institutos universitarios. La prohibición fue bien recibida y respaldada por el régimen egipcio, pero fue duramente criticada por los círculos no-establishment islámicos, así como también por las organizaciones de derechos humanos egipcios, que lo llamaron una violación flagrante a la libertad individual por el estado.
Las respuestas emocionales al asunto, y la tormenta mediática que lo rodea, muestran que el debate por el niqab no es una cuestión aislada, ni una pelea sobre un fenómeno particular, sino que es parte de una lucha más extensa sobre la autoridad religiosa y sobre la naturaleza y el futuro de la sociedad egipcia. La lucha es entre el régimen y el sistema islámico, por un lado y los extremistas y el Islam no-establishment de la escuela de pensamiento salafista y de la Hermandad Musulmana por la otra, el niqab ha llegado a representar claramente el bando de este último. [1]
Tantawi: el niqab es sólo una costumbre, no un deber religioso
El problema actual con el niqab comenzó con un incidente que recibió amplia cobertura en los medios de comunicación egipcios: El 4 de octubre del 2009, en una gira por una escuela de niñas de Al-Azhar, el Jeque de Al-Azhar Muhammad Sayyed Tantawi vio a una alumna de 14 años que llevaba puesto un niqab, y le ordenó que se lo quitara inmediatamente. Él dijo, «El niqab es sólo una costumbre, y no tiene ninguna conexión con el Islam». Él expresó su asombro en público de que el niqab estaba siendo usado en un entorno totalmente femenino, y declaró que emitiría una decisión oficial prohibiendo el niqab en todas las instituciones para niñas de Al-Azhar. [2]
La decisión oficial siguió poco después. El Consejo Supremo de Al-Azhar, el cual Tantawi encabeza, emitió una serie de decisiones y directrices sobre el llevar puesto el niqab. Tanto a alumnos y profesores se les prohibió usarlo en el aula, así como también en los dormitorios de las mujeres. La prohibición se aplicó a todas las aulas de Al-Azhar, desde la escuela primaria hasta la universidad. El comunicado del Consejo Supremo de Al-Azhar declaró que Al-Azhar no se opone al derecho de una mujer a llevar puesto el niqab en su hogar, en la calle o en el trabajo, sino que esta en contra de su ejercicio de este derecho, cuando no fuese necesario. Jeque Tantawi aclaró que una mujer usa el niqab tanto que nadie puede ver su rostro – y que era completamente ilógico que fuese usado donde solo hubiese mujeres presentes. Destacó que para esta decisión, se había basado en una opinión de la mayoría del clero de que el rostro de una mujer no es nada vergonzoso, y en un fallo de 1996 del Tribunal Constitucional Supremo de Egipto. [3]
Tras la decisión de Al-Azhar, el presidente de la Universidad del Cairo Dr. Husam Kamal decidido no permitirle la entrada a estudiantes que usen el niqab en los dormitorios para mujeres de la universidad. [4] Al día siguiente, la Universidad del Cairo y otras universidades comenzaron a aplicar la decisión: las alumnas en niqab no se les permitió entrar a las instalaciones de la universidad, y a los directores de los dormitorios se les dio instrucciones de no permitirle la entrada a estas estudiantes y también de solamente permitir los rezos en las habitaciones de las estudiantes y no en las zonas públicas. [5]
El sistema se une a la lucha contra el niqab
Era evidente desde el principio que el establishment egipcio se uniría a la lucha contra el niqab. Dos destacados ejemplos de esto fueron la postura adoptada por el ministro de Educación Superior Hani Hilal después de que las universidades decidieron prohibir el niqab dentro de sus premisas, [6] y la directriz del Ministro de Dotaciones Religiosas Mahmoud Hamdi Zaqzouq de que los predicadores en las mezquitas del ministerio no se les permitirá hablar del tema del niqab en sus sermones. [7] En otra ocasión, Zaqzouq dijo que los acontecimientos que siguieron al incidente del 4 de octubre en la escuela de muchachas fue sólo una «explosión mediática» destinada a distorsionar la imagen del Islam. Dijo que la tarea de Al-Azhar, y la del Ministerio de Dotaciones Religiosas era llevar la religión correcta a la conciencia del público. [8]
Cabe señalar que la objeción del régimen egipcio al niqab no se planteó después de los recientes acontecimientos. Hace un año, el Ministerio de Dotaciones publicó un libro titulado El Niqab – Una Costumbre, No un Deber Religioso, que presentó las opiniones de los clérigos opuestos al niqab, incluyendo al ministro Zaqzouq, el Jeque Tantawi, el Jefe egipcio Mufti ‘Ali Gum’a, y muchos otros. El libro ya ha circulado con 150.000 ejemplares y el Ministerio está preparando una segunda edición. El 8 de octubre, poco después de la irrupción del reciente caso, el diario Al-Misriyoun informó que antiguos miembros del Comité Político del partido gobernante PND, presidido por Gamal Mubarak, había dado instrucciones firmes de destacar el tema del niqab y generar presión pública a través de campañas en los medios de comunicación sobre el tema. Funcionarios del PND aclararon que la decisión de Tantawi sería el disparo de salida de una amplia campaña mediática de la prensa del gobierno y los canales de televisión. [9] En efecto, poco después, la prensa del gobierno, que anteriormente había sido neutral sobre el asunto del niqab y sus consecuencias se involucró más en el asunto.
Al-Ahram: ¿Queremos una sociedad moderna y avanzada o una sociedad temerosa?
El 10 de octubre del 2009, Al-Ahram publicó un editorial sobre la decisión de Tantawi que apoya claramente la postura del jeque. Este dijo: «En primer lugar, si el Jeque Al-Azhar considera necesario el tomar decisiones y normas que regulan el funcionamiento de las instalaciones de Al-Azhar, entonces el público debería respetar estas reglas. Si el Jeque Al-Azhar emite una decisión prohibiendo el niqab en las instalaciones de Al-Azhar, entonces su propósito… es proteger la seguridad y el bienestar de las niñas…
«En segundo lugar, el niqab no tiene nada que ver con religión, y cualquier intento por presentar el acto de no usarlo como [un acto de] herejía o de estar dejando al Islam es un intento despreciable y malvado. Todos debemos darnos cuenta de que el niqab es una cuestión marginal que no tiene nada que ver con los principios centrales de la fe… En tercer lugar, la sociedad tiene derecho a proteger a sus miembros [haciendo cumplir] las normas que sean aceptables para la mayoría, [incluso si estas normas son rechazan] por una minoría marginal. (No es esto la esencia de la democracia)?…
«Seamos honestos con nosotros mismos. ¿Queremos una sociedad moderna y avanzada como todas las otras sociedades que Alá ha creado, o queremos una sociedad sumida en la superstición? ¿Significa esto que vamos a combatir a las mujeres que usan el niqab? Claro que no. Todo lo que queremos es que cada ciudadano disfrute de una libertad personal, siempre y cuando no imponga sus puntos de vista sobre los demás y mientras respete los valores de la sociedad – especialmente los de la libertad y la modernidad». [10]
Editor de Al-Gumhouriyya: No dejen que la generación joven sea rehén de la mentalidad cavernícola
Un día después, el MP Ali Muhammad Ibrahim, editor del diario del gobierno Al-Gumhouriyya, escribió sobre el niqab en su columna semanal. Refiriéndose al incidente de la estudiante que fue reprendida por Tantawi por usar el niqab, escribió: «[El jeque] le habló a la niña con firmeza [porque él es] como un padre vigilando los intereses de la generación más joven, para que no sean secuestrados por las fuerzas de la opresión y las llenen de nociones de exceso, extremismo y fanatismo. No debemos dejar que la generación de jóvenes caiga rehén de la mentalidad del hombre de las cavernas que oscurece [11] la luz de la razón, emite amenazas y acusa al resto de la sociedad de herejía…
«[Pero] la verdad es que la cuestión del niqab va mucho más allá de la [decisión] del Jeque Al-Azhar. Esta es [una lucha para preservar] el carácter moderado del Islam, que Al-Azhar abandera… Los jeques extremistas, [tales como los del] Frente de Estudiosos de Al-Azhar [12] y su estirpe, han decidido convertir a Egipto en Afganistán bajo el mandato de los talibanes…» [13]
Columnistas de Al-Akhbar: Los extremistas están tratando de sofocar el progreso y mantenernos a distancia
Muhammad Barakat, columnista para Al-Akhbar, escribió: «Dirigimos nuestras palabras principalmente a aquellos que han olvidado… el carácter moderado y tolerante del Islam. Ellos decidieron hacer difícil la religión… [así] que prohibieron lo que Alá había permitido, repitiendo una y otra vez… que el niqab es un mandato del sharia.
«Pero eso no fue suficiente para ellos, así que comenzaron a asustar a la gente sencilla, y cualquiera que discrepe con sus puntos de vista, [amenazándolos] con horribles catástrofes que sufrirán en esta vida y la siguiente. Impusieron el niqab sobre sus esposas e hijas y la gente sencilla, aceptándolo ingenuamente como uno de los principios de la fe. A éstos [extremistas] les decimos ahora en tono fuerte y claro: Tengan piedad de nosotros y de la gente sencilla, [y sálvennos] de sus opiniones inflexibles y de su estrecha mentalidad!…
«Estos [extremistas] están haciendo un alboroto con el fin de impedir el progreso y nos retienen. Están tratando de instigar luchas internas y plantar ideas extremistas en el alma de nuestras jóvenes hijas… Apoyamos la postura del Jeque Al-Azhar y su intento por iluminar [al pueblo], corrigiendo nociones [erróneas] y regresándonos a la verdadera fe…» [14]
Ministro de Dotaciones: Derriben las barreras artificiales que mantienen a las mujeres aisladas de la sociedad
El Ministro de Dotaciones Mahmoud Hamdi Zaqzouq escribió en Al-Ahram: «Mientras los diarios del [mundo] informan de cuatro mujeres de los Estados Unidos, Israel y Alemania que han ganado Premios Nobel en medicina, química y economía, nosotros y nuestra prensa estamos preocupados por el niqab. De esta forma, reducimos al Islam a un trozo de tela que cubre el rostro de la mujer, niega su individualidad y la aísla de la sociedad. Esto perjudica al Islam y también perjudica a las mujeres llevándolas de vuelta a la jahiliyya [es decir, la época pre-islámica]…
«El debate por el niqab en Egipto se remonta al siglo 19. [Incluso entonces], la gente respetable y noble, luchó para liberar a las mujeres [del niqab] de un correcto entendimiento del Islam. Lucharon para derribar las barreras artificiales que aislaron a las mujeres del resto [de] la sociedad, y ahora la [historia] se repite a si misma en un [despliegue] desafortunado de regresión cultural…
«Es [ambos] el derecho y el deber de la mujer de estar en contacto con [el resto de] la sociedad, y no existe ninguna duda de que el niqab – que es sólo una costumbre, en lugar de un deber religioso – es un obstáculo para mantener este contacto. [Una mujer], que se pone el niqab no está haciendo uso de su libertad personal – está abusando de esta libertad…» [15]
Roz Al-Yousef encabeza la guerra anti-nigab
En los últimos dos años, el diario Roz Al-Yousef ha encabezado la guerra contra el niqab, viendo esta cuestión como parte de una lucha general sobre el carácter de la sociedad egipcia moderna. [16] Por lo tanto, esta naturalmente ha estado muy activa en el caso reciente también, publicando numerosas entrevistas y artículos sobre el niqab y preguntándose por qué Egipto se ha tomado tanto tiempo para despertar y confrontar este problema.
Editor de Roz Al-Yousef: Esta es una lucha por la identidad de la sociedad egipcia
El editor del diario y semanario Roz Al-Yousef, ‘Abdallah Kamal, escribió en su columna semanal: «La sociedad egipcia esta complacida en dejar que los hombres y mujeres se mezclen libremente, pero algunas de sus hijas insisten en aislarse escondiéndose detrás de velos negros. Cada una de ellas vive en su pequeña tienda propia, detrás de un velo que nos llega de las montañas de Tora Bora [en Afganistán] y que no es adecuado para la cultura egipcia…
«[Incluso algunas] universitarias, que uno supone buscan el conocimiento, han [adoptado esta costumbre], que se remonta a la época anterior a la llegada de las religiones [monoteístas]. Uno esperaba de ellas que defendieran los derechos de las mujeres y la igualdad, pero [en cambio] se encierran a sí mismas en un calabozo portátil, fuera de su propia voluntad… No debemos guardar silencio, porque el vagón [de la historia] ha comenzado a deslizarse hacia atrás…
«En el pasado, los diarios egipcios fueron uno de los vehículos más importantes del esclarecimiento, y era raro que un diario apoyara a los extremistas. Hoy en día, [sin embargo], los periódicos se han convertido en una herramienta para propagar el extremismo, la incitación y la opresión… [Algunos diarios] han convencido a la gente que las calles se han convertido en el refugio de demonios [promiscuos] y que todos deben estar preocupados por [la seguridad de] nuestras frágiles hembras… Ellos comenzaron a hablar del peligro que representa este fenómeno, diciendo que este cambia el rostro de la sociedad egipcia y daña la cultura de Egipto. Pero eso no es una imagen exacta [de lo que está sucediendo en este país]. Si Egipto está cambiando, entonces debemos conducirla en la dirección correcta y hacer sonar las campanas de alerta a fin de alertar a la gente [del peligro] de la regresión. Debemos defender nuestro país y difundir el progreso y la modernidad entre sus diversos sectores… [17]
En otro editorial en Roz Al-Yousef, ‘Abdallah Kamal escribió: «Esto no es nada menos que una guerra por la identidad [de la sociedad egipcia]. No debe ser descartado o tomado a la ligera. Tal vez este asunto les interese menos que [comprar] una barra de pan, pero es mucho más peligroso. Tal vez les interesa menos que su factura de electricidad, pero es más importante. Tal vez usted está buscando en la tormenta mediática que rodea a este asunto y se pregunten, ‘Por qué ahora? Mi respuesta a eso es que usted tiene razón, porque todos hemos llegado tarde [en despertarnos al peligro].
«Hubo un momento en que una niña en la calle ataviada con un niqab era un espectáculo poco frecuente, y la gente lo observaba con asombro y recelo. Ahora estamos hablando de decenas, o tal vez cientos, [de esas mujeres] en las calles principales [de nuestras ciudades] y en los barrios pobres… Nos despertamos demasiado tarde, y estas se han convertido en algo común. Se han rastreado a través de las grietas en nuestra cultura para imponer esta ignorante [ideología] sobre nuestro sistema de valores…
«Esto no es Egipto. Quieren convertir [el asunto del niqab] en una guerra para conducir lo desviado en norma y lo insólito en lo común. No debemos darles la oportunidad de hacerlo. El nuestro es un estado pluralista con una religión moderada. El islamismo en Egipto refleja su entorno: es equilibrado en sus valores, moderado en su razonamiento y moderno en espíritu… Este tema es mucho más peligroso de lo que [creen]. Estamos ante una amenaza nacional…» [18]
Presidente de la junta directiva de Roz Al-Yousef: «Egipto nunca será una tierra de extremismo, brutalidad y crueldad»
El presidente de la junta de directores de Roz Al-Yousef, Karem Gaber, escribió en su columna semanal: «[Jeque Al-Azhar], usted no está solo. Nosotros jamás lo dejaremos solo combatiendo esta guerra oscura para que reciba golpes traicioneros y puñaladas… Usted no es el único objetivo [de los extremistas]. Ellos tienen como objetivo chantajear e intimidar a cualquiera que trate de despertar al pueblo a la [luz] de la razón en tiempos de ignorancia e irracionalidad…
«El grupo prohibido [es decir, la Hermandad Musulmana] las ha marcado como objetivos, así como a la estabilidad, la paz y la seguridad del estado… el Jeque Al-Azhar no ha perjudicado las libertades individuales de ninguna persona. [Son los extremistas] que constantemente dañan [estas libertades] con sus nociones retrogradas y hadiths cuestionables que propagan a través de sus canales de televisión vía satélite y mezquitas… Nuestras madres e hijas se han convertido en prisioneras en una jaula de prohibiciones y hadiths sobre tormentos y el infierno…
«[Pero] Egipto nunca será [gobernado por] estos que empuñan el látigo [extremista] y por la policía religiosa, y sus mujeres nunca serán [objeto] de sus latigazos, sus malvadas lenguas, y sus edictos crueles… Egipto nunca será una tierra de extremismo, brutalidad y crueldad…» [19]
Caricatura de Roz Al-Yousef: El negro futuro de Egipto [20]
* E. Glass es compañero de investigación en MEMRI
[1] El debate sobre derechos humanos que rodea el niqab también debería ser visto a través del prisma de la lucha entre las instituciones religiosas y los círculos extremistas islámicos. Activistas de los derechos humanos de Egipto no suelen funcionar de manera independiente, sino que son parte de una corriente o sector en particular: la Hermandad Musulmana, los coptos, los círculos liberales, etc. Estas divisiones se reflejan claramente en las respuestas al tema del niqab: el Centro de Derechos Humanos Sawasiya, dirigido por un abogado de la Hermandad Musulmana, afirmó que la prohibición de llevar el niqab es una violación a las libertades individuales y a la ley y la constitución de Egipto (Al-Misriyoun, Egipto, 8 de octubre, 2009), mientras que activistas coptos de derechos humanos apoyan la decisión de Tantawi, argumentando que la costumbre de llevar el niqab debe suprimirse, ya que oprime y restringe a las mujeres (Al-Misriyoun, Egipto, 6 de octubre, 2009).
[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 5 de octubre, 2009.
[3] Al-Ahram, Al-Gumhouriyya (Egipto), 9 de octubre, 2009. La sentencia a la que se refiere Tantawi establece que el Ministro de Educación puede prohibir el uso del niqab en las escuelas para proteger el interés general del público. Esta fue emitida en respuesta a una demanda presentada por el padre de una niña que se presentó a la escuela en un niqab y se le negó la entrada. La sentencia aclaró que las autoridades tienen derecho a aplicar un código de vestimenta que refleja las normas de la mayoría de la sociedad, y también que el uso del niqab no es un mandato del Islam. Al-Gumhouriyya (Egipto), 11 de octubre, 2009.
[4] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 6 de octubre, 2009.
[5] Al-Misriyoun (Egipto), 8 de octubre, 2009.
[6] Hilal dijo que a las estudiantes se les permite llevar el niqab en las instalaciones universitarias, y que guardias especiales femeninas han sido apostadas en las puertas de la universidad para determinar la identidad de las mujeres que ingresan en el recinto. Añadió, sin embargo, que las estudiantes deben quitarse el niqab, al entrar en los dormitorios, a fin de proteger a las niñas de los hombres que podrían entrar en la zona disfrazados de mujeres. Al-Gumhouriyya (Egipto), 9 de octubre, 2009.
[7] Al-Misriyoun (Egipto), 10 de octubre, 2009.
[8] Al-Gumhouriyya (Egipto), 13 de octubre, 2009.
[9] Al-Misriyoun (Egipto), 8 de octubre, 2009.
[10] Al-Ahram (Egipto), 10 de octubre, 2009.
[11] Este es un juego de palabras: el verbo «oscurecer» se deriva de la misma raíz que la palabra hijab («velo»).
[12] Este es un cuerpo de ex-alumnos Al-Azhar que no pertenecen oficialmente a Al-Azhar.
[13] Al-Gumhouriyya (Egipto), 11 de octubre, 2009
[14] Al-Akhbar (Egipto), 13 de octubre, 2009.
[15] Al-Ahram (Egipto), 21 de octubre, 2009.
[16] Véase, por ejemplo, MEMRI Despacho Especial No. 1801, «Semanario Egipcio Revela que las Niñas de la Escuela Primaria de las Zonas Rurales Llevan Puestos Velos que Cubren sus Rostros», 8 de enero del 2008, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD180108.
[17] Roz Al-Yousef (Egipto), 10 de octubre, 2009.
[18] Roz Al-Yousef (Egipto), 17 de octubre, 2009.
[19] Roz Al-Yousef (Egipto), 10 de octubre, 2009.
[20] Roz Al-Yousef (Egipto), 22 de octubre, 2009. Caricaturista: Arfa Sharif.