El 13 de noviembre del 2009, el Emirato Islámico de Afganistán, el gobierno de la sombra de los talibanes en el país, emitió una declaración, describiendo la estrategia militar occidental en la provincia afgana al sur de Helmand como «un completo fracaso».

En la provincia meridional de Helmand, donde los talibanes están en una posición de fuerza, las tropas británicas llevaron a cabo una ofensiva, llamada Operación Garra de Pantera, mientras que los Marines de los Estados Unidos llevaron a cabo la Operación Espada. Ambas operaciones se iniciaron en julio del 2009.

La declaración de los talibanes señala que a pesar de las operaciones de los británicos y norteamericanos, las tropas internacionales no son capaces de proporcionar suministros de logística utilizando las rutas en tierra y que a menudo confían en la entrega de suministros por aire a las diferentes bases militares en el interior de la provincia.

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