La nominación sin precedentes de un candidato cristiano para las elecciones presidenciales de Sudán, por el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, un partido que representa a los ex rebeldes del sur de Sudán, ha causado un alboroto público, y encendió numerosas reacciones en la prensa sudanesa.
En respuesta a la nominación del partido de su presidente Salva Kiir Miardit, el diario sudanés Al-Watan publicó un fatwa del Jeque Muhammad Ahmad Hassan prohibiéndoles a los musulmanes votar por un candidato no-musulmán en cualquier elección, ya sea local o general. En el diario sudanes Al-Sahafa [1], el redactor ‘Omar Al-Qarai criticó el fatwa, así como también el cómo el partido gobernante sudanes explota la religión para propósitos políticos. [2]
A continuación extractos de la columna de Al-Qarai:
«Nadie ha notado las especificaciones plausibles de este fatwa»
«El fatwa… [emitido] por un estudioso religioso conocido por sus apariciones en los medios de comunicación que prohíbe a un musulmán votar por un no-musulmán en las elecciones, ha causado tumulto en las calles de Sudán. La razón de esto no es [prohibir] lo religioso importado, sino sus implicaciones políticas, y también [el hecho que] su publicación fue evaluada para propósitos propagandísticos, con el objeto de preceder a las próximas elecciones.
«Sin embargo, nadie ha notado lo especulativo de este fatwa. Como consecuencia del acuerdo de paz del 2005 [entre el gobierno y el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán], los musulmanes en el Norte, incluyendo el jeque que ideo el fatwa, acordaron que un no-musulmán debería ser nombrado vicepresidente de la república… Este no-musulmán cargaría con la responsabilidad al nivel más alto para el país y sus residentes, y en particular, para el Ministerio de Dotación Religiosa, que nombra a los predicadores imam que emiten tales fatwas bizarros.
«Si el Islam no permite que se vote por un no-musulmán para promoverlo a una posición de poder, por qué le permite a un no-musulmán convertirse en gobernante sin que haya ganado por medio de los votos? ¿Por qué este jeque nos habla sobre el votar pero no discute el punto de vista islámico de propiciar a los no-musulmanes y aceptarlos como gobernantes por sobre los musulmanes?
«[Es concebible que] el autor de este fatwa, y sus superiores en el Ministerio de Asuntos Religiosos y en el Ministerio de Dotación Religiosa, obedezcan a este gobernante no-musulmán y acepten su autoridad, y luego nos prohíban que votemos por él?»
«El fatwa presupone que… la justicia, la lealtad, la honestidad, la sabiduría, la especialización y [un trabajo ético] no se encuentran en un no-musulmán… esto contradice nuestra experiencia práctica»
«Según el conocimiento religioso correcto, que está basado en los principios básicos del Islam este fatwa es no válido a priori; este muestra claramente la ignorancia de este mufti a la veracidad de la religión y de la época en que vivimos. La falta de validez del fatwa brota de sus premisas, que son ambas falsas intelectual y tradicionalmente. De hecho, el fatwa presupone que las cualidades de justicia, lealtad, honestidad, sabiduría, especialización y [trabajo ético] no pueden encontrarse en un no-musulmán. Por consiguiente, este no puede ser elegido para dirigir nuestros asuntos, ni tampoco podemos aceptar su autoridad. Esto contradice nuestra experiencia práctica, que muestra que muchos no-musulmanes están mejor calificados para [tales posiciones] que los musulmanes, ya sea desde un punto de vista ético o profesional…
«Cuando al final del último siglo el Imam Muhammad ‘Abduh visitó G. Bretaña, hizo un comentario famoso: «En Inglaterra, encontré al Islam pero no a los musulmanes, mientras en Egipto, encontré a musulmanes pero ningún Islam!» Es en los países no-musulmanes, en lugar de los estados musulmanes que ‘Abduh encontró las características de justicia, lealtad, honestidad y responsabilidad, que justifican la asignación de cargos públicos a individuos…
«En Sudán, nuestra breve experiencia con el gobierno de unidad nacional [3] ha mostrado que el gobierno del sur de Sudán ha lidiado con la corrupción, investigando los incidentes, midiendo el castigo a los partidos involucrados, e incluso despidiendo a varios antiguos funcionarios y nombrando a otros en su lugar.
«En cuanto al gobierno del norte de Sudán, aunque está consciente de la corrupción [en su entorno], basado en informes del interventor estatal, no hemos escuchado hablar de un solo antiguo funcionario que haya sido despedido o juzgado por este cargo. En ese caso, qué bando es apropiado para que un ciudadano vote, si quiere una administración funcional que actúa para el bien del país, [desatendiendo] los estrechos intereses personales?»
«La ley islámica… permite aceptar ayuda de los no-musulmanes en realizar tareas para las cuales están más calificados que los musulmanes»
«Quizás este mufti jeque no está familiarizado, o no acepta, el conocimiento islámico que está arraigado en los principios básicos. Sin embargo, la ley islámica [e.d. el shari’a], recopilada e interpretada por nuestros antepasados en sus libros… permite aceptar la ayuda de los no-musulmanes en realizar tareas para los cuales están más calificados que los musulmanes.
«Nuestros antepasados presentaron evidencia de este efecto de la [vida del] Profeta: Cuando él y Abu-Bakr viajaron de la Meca a Medina, buscaron ayuda de un politeísta que era especialista en navegación.
«En el estado islámico, había escritores, contadores y tesoreros de origen zoroastriano, cristiano o judío. Si para ese momento, [la gente] hubiera tenido que ser elegido por votos a estas posiciones, los musulmanes honestos de las primeras [generaciones] hubieran votado por los no-musulmanes capaces, ya que habrían reconocido sus calificaciones y habrían confiado en su lealtad y carácter [moral]».
Este fatwa «no tiene nada en absoluto que ver con el Islam – más bien, es uno de los pilares que apoya las estrategia electorales»
«Este fatwa mal aconsejado no tiene nada que ver en lo absoluto con el Islam. Más bien, es uno de los pilares que apoyan la estrategia electoral del [Partido del Congreso Nacional, encabezado por el Presidente sudanes ‘Omar Al-Bashir]. Con el acercamiento del día de las elecciones, nosotros probablemente escuchemos hablar de más fatwas de este tipo, que se aprovecha del sentimiento religioso de varios ciudadanos tontos para venderles la mercancía del Partido del Congreso Nacional sin costo alguno.
«En el pasado, las mezquitas han sido aprovechadas por este partido de la peor manera posible para propósitos propagandísticos, con ambas apelaciones sutiles y directas hechas a los feligreses para que voten por sus representantes. [Los predicadores] unieron apoyo por el Congreso Nacional con una guerra por la causa de Alá, advirtiendo una y otra vez que cualquiera que no vote por esta fue condenado a ser quemado en el Infierno!…
«Una guerra interna religiosa motivada es un arma peligrosa, que ha dividido a muchos países [en el pasado], y dividirá a Sudán [también], si la gente sabia no excomulga el extremismo religioso del proceso político…»
[1] Al-Watan (Sudán), 20 de agosto, 2008.
[2] Al-Watan (Sudán), 20 de agosto, 2008.
[3] Seguido a la firma del acuerdo de paz entre los rebeldes del sur de Sudán y el gobierno, un gobierno de unidad nacional fue formado, incorporando al Partido del Congreso Nacional y el movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán.