En luz del reciente aumento en los ataques e incidentes hostiles sobre los coptos en Egipto, Nabil Sharaf Al-Din, liberal egipcio que representa al diario en línea Elaph, escribió en el diario independiente de oposición egipcio Al-Masri Al-Yawm [1] advirtiendo que la enemistad hacia minorías, que él dice data de la expulsión de los judíos de Egipto y ha sido dirigida recientemente contra los coptos, está ligada a culminar en un serio conflicto interno-musulmán.

A continuación extractos del artículo:

«Hoy es sábado, y estamos atacando a los judíos; mañana, domingo, atacaremos a los cristianos»

«‘Ellos dominan la economía; son la quinta columna; son agentes de Israel’. Éstos son ejemplos de acusaciones desenfrenadas de hace décadas contra judíos egipcios, cuya presencia en este país data de la época del Profeta Moisés…

«Hoy, muchos [egipcios] está haciendo las mismas acusaciones, aunque ahora contra los cristianos. [Los cristianos] no son llamados agentes de Israel; en cambio estos son acusados de simpatizar con los norteamericanos, y su éxito económico ha llegado a ser visto como deshonesto – como si su dinero fuese adquirido a través del hurto.

«Esos especialistas en [hacer] excusas y en ofuscar problemas se espera que objeten estas opiniones, afirmando que existe una gran diferencia entre los dos casos, [es decir], entre los judíos y los coptos. [Sin embargo], yo no veo ninguna diferencia entre ellos. Incluso desde el punto de vista de la ley musulmana, ambos [e.d. judíos y cristianos, son considerados] ‘el pueblo del Libro’, Las leyes que aplican a los judíos también aplican a los cristianos – para no mencionar [el hecho] que en Egipto, el judaísmo precedió al cristianismo por centenares de años…

«‘Hoy es sábado, y estamos atacando a los judíos; mañana, domingo, atacaremos a los cristianos’. Este simple pero perceptivo adagio fue proferido por Aizek, un judío egipcio que emigró a Francia hace [varias] décadas, como una profecía respecto al destino de los coptos egipcios. Aizek recordaría con anhelo cosas sobre su niñez [en el vecindario judío-cristiano de Al-Zaher en el Cairo], sobre las celebraciones festivas en la sinagoga Al-‘Abasiyyah, sobre los viajes él y sus condiscípulos solían ir hacia Fayoum y Alejandría, y, finalmente, cómo de la noche a la mañana fue obligado [a salir de Egipto] sin [posibilidad] de retornar. No obstante, él y su esposa han continuado hablando el idioma vernáculo egipcio en casa, se lo han enseñado a sus hijos, y los han llevado de visita en varias ocasiones a Egipto».

«Pueden esperar [también] tal triste destino [como la expulsión] nuestros hermanos cóptos?»

Tal triste destino pueden esperar [también] nuestros hermanos cóptos? La respuesta es que [tal escenario] no es tan improbable – especialmente cuándo uno considera [lo siguiente]: la expansión cancerosa de la ideología salafi en la sociedad egipcia; la rendición del país para ser chantajeados por los islamistas; la proliferación de la hipocresía – por ejemplo, una marca en la frente [tomado como una señal de designación en los rezos] o una mujer que lleva puesto el isdal, que es esencialmente el chador iraní; los discursos incendiarios de algunos predicadores de la mezquita y propagandistas en los canales de televisión por satélite que intentan excedernos presentando a la fe cristiana como una abominación y desacreditando al Nuevo Testamento como una falsificación.

«Además, la moralidad se ha hundido tan bajo que cierto individuo, cuyos artículos parecen semanalmente en [el diario del gobierno egipcio] Al-Ahram, [2] ha llamado [al Nuevo Testamento] ‘el Libro de las Talegas [3] – así, los cristianos están siendo abusados a causa de su riqueza. A mi parecer, Al-Ahram es financiada por el contribuyente egipcio».

Las [leyes] de los ciudadanos deben ser implementadas aboliendo la cláusula en la constitución que coloca al Islam como la religión nacional de [Egipto] – porque el estado es una entidad desprovista de religión»

«Este comenzó en 1952, con la revolución del 23 de julio, la cual fue apoyada por la Hermandad Musulmana y resultó en la emigración de millones de coptos – las mejores mentes – a cada esquina del mundo, dónde invariablemente tuvieron éxito [estableciéndose]. Desde entonces, la corriente de emigración cópta ha ganado ímpetu.

«Hoy día, yo encuentro necesario advertir del peligro [a la economía de Egipto] propuesta por la remoción de su capital del país. El clima extremista presente no puede ser cambiado a través de la inactividad o el halago. [Más bien,] las [leyes] ciudadanas deben ser implementadas aboliendo la cláusula en la constitución que coloca al Islam como la religión nacional de [Egipto] – porque el estado es una entidad desprovista de religión. La cláusula en la religión debería ser eliminada por igual de todos los documentos oficiales.

«Además, la actividad de islamización social, actualmente en marcha a todo vapor, debe ser abreviada. Por ejemplo, quién necesita fatwas que prohíban el fumar? ¿No es suficiente decir que el fumar es dañino para la salud de uno? ¿Por qué decir que las transacciones financieras, p.e. las hipotecas, están basadas en el shari’a? no son todas estas exageraciones que están propuestas a llevarnos a un desastre incomprensible?

«¿Y por qué la prensa gubernamental y los canales de televisión del estado dan tal amplia cobertura a los demagogos y detractores? ¿Por qué nos metemos en problemas dándole apoyo a fenómenos peligrosos, incluyendo a los propagandistas salafi y wahhabi, incluso después de que fueron expulsados por sus propios países? No es eso equivalente a preparar el suelo para los extremistas, que a tiempo tomarán las armas en contra de nosotros?»

El día está cerca cuando los musulmanes se «devorarán entre si»

«Debe declararse que una sociedad que no permite el pluralismo o el debate es una sociedad en crisis. [La sociedad egipcia] ha repudiado a su población judía y ha estado discriminando ahora contra los cristianos; luego vendrá una nueva fase en que los musulmanes se devorarán entre si. [Ellos dirán:] Este es sufi, que hace peregrinaciones a las tumbas; ese es chi’ita Rafidi; y ésos allí son apostatas seculares.

«Y así en adelante, hasta que nos convirtamos en los malvados de este mundo – si es que esto no nos ha pasado ya.


[1] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 12 de agosto, 2008.

[2] La referencia aquí es a un redactor Zaghlul Al-Naggar. Véase www.elaph.com, 27 de agosto, 2008. Para una entrevista con Al-Naggar, véase MEMRI Despacho Especial No. 2055, Geólogo/Clérigo Egipcio Internacionalmente Reconocido Zaghloul Al-Naggar en Al-Jazeera: El Antiguo y Nuevo Testamentos, Son Falsificaciones», 18 de septiembre del 2008, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP205508 ; también véase MEMRI TV Clip No. 1849, http://www.memritv.org/clip/en/1849.htm.

[3] Este epíteto está basado en un juego de palabras: en árabe, las palabras ‘santo’ (muqadas) y ‘un montón de dinero’ (mukadas) suenan de forma similar.