En un artículo publicado en el diario qatari Al-Raya, el intelectual reformista egipcio Tarek Heggy presenta a la democracia de India como prueba de que los musulmanes en los países árabes no recurrirían al terrorismo si se les permitiera participar libremente en la vida política del condado – tal como lo hacen en India. [1]

Lo siguiente son extractos del artículo:

«Mientras [casi] toda la comunidad musulmana en el mundo ha producido combatientes del jihad para Al-Qaeda y organizaciones [similares], existe una comunidad musulmana que no ha tenido parte alguna en este fenómeno. Esta comunidad musulmana es la segunda más grande en el mundo: la comunidad musulmana en la India.

«Esta comunidad de más de 150 millones de personas… es la única comunidad musulmana que no ha [producido] un solo individuo que haya salido del país para planear y tomar parte en acciones violentas que son etiquetadas por sus perpetradores como ‘jihad’ mientras el [resto del] mundo las llama ‘terrorismo’.

«La comunidad musulmana de India no es adinerada. Es parte de la sociedad hindú… en la cual un alto porcentaje de personas vive una vida muy alejada de la riqueza y la prosperidad. No obstante, esta comunidad musulmana nunca ha producido ni un solo individuo que haya planeado o llevado a cabo una acción como el ataque del 11 de Septiembre, 2001 en Nueva York, o como los ataques luego en Madrid, Londres, Estambul, Taba, Sham Al-Sheikh, y otros lugares. Es más, la comunidad musulmana en India (a pesar de su estatus minoritario) produjo a un gran estudioso que actualmente hace la función de presidente de India.

«El punto más importante es que la comunidad musulmana en India es la única comunidad musulmana [en el mundo] que vive en una genuina democracia nacional.

«Qué podemos nosotros concluir de estos hechos? La conclusión obvia es que dentro de cada individuo en la faz de la tierra existe un ser político… Si este ser encuentra los canales abiertos, legítimos, y eficaces por los cuales puede llevar a cabo las acciones naturales de cualquier ser político, no buscará actividades políticas en los bajos fondos.

«India no es meramente una democracia; es la democracia más grande en el mundo. No sólo ha podido realizar los sueños de una gran nación para una existencia democrática saludable, también le ha permitido a esta nación progresar significativamente en las esferas de la economía, la investigación científica, la producción, el mercadeo, y la educación moderna. Es más, esta maneja la diversidad de la sociedad hindú notablemente, y de hecho, el actual primer ministro es miembro de la minoría sikh (qué constituye sólo el 2% de la población)…

«Las universidades de India (a diferencia de las universidades en [otros] países del tercer mundo) están entre las más refinadas en el mundo (mientras que la Universidad del Cairo – la universidad más antigua en el mundo árabe – no entró [ni siquiera] entre las 500 mejores universidades del mundo).

«El punto más importante es que India ha demostrado que cuando los musulmanes (al igual que cualquier otros seres humanos) existan en un clima público que les permita una plena participación en la vida política, no se interesan en actividades de bajos fondos… y no salen de [su país] para volar un avión, un tren o un autobús lleno de civiles inocentes…»