En sus historias de la serie del Corán, Al-Manar Tv, la cual esta asociada a la organización terrorista libanesa Hizbullah, colocó al aire un programa especial egipcio de animación en arcilla para niños del muy conocido cineasta Dr. Zeinab Zamzam. [1]
Lo siguiente son extractos del programa, que fue presentado el 7 de diciembre, 2005.
PARA VER EL CLIP VISITE http://www.memritv.org/search.asp?ACT=S9&P1=964.
[Música. Una estela de las aguas que salpican desde el Mar Rojo. Se desvanece en una aldea en la orilla].
Abuelo: «Que bonito es nuestro pueblo bendito, mi hijo. Mira este gran mar que el Señor nos dio, y nos colocó en su orilla».
Muchacho: «Como se llama este pueblo, Abuelo?»
Abuelo: «Eilat, mi niño. Sabes por qué te traje al mar hoy?»
Muchacho: «No, Abuelo Shuhayr».
Abuelo: «Debes saber, mi niño, que nuestro pueblo no es como cualquier otro».
Muchacho: «Por qué, Abuelo?»
Abuelo: «El Señor creó las ballenas y los peces de su propio libre albedrío del mar a la orilla, cada Shabbat».
Muchacho: “Sólo en Shabbat?”
Abuelo: «Sí, mi niño. El Señor ordenó que no hiciéramos nada en absoluto en Shabbat, y que nos quedaremos en casa para rendirse culto al Señor».
Muchacho: «Y si salimos en Shabbat?»
Abuelo: «Las ballenas aun así saldrán desde el mar a la orilla».
Muchacho: «Entonces por qué no debemos salir, atraparlas, y asarlas en la parrilla?»
Abuelo: «Porque el Señor nos ha puesto una prueba difícil. Si lo desafiamos, seremos castigados muy severamente. Te he traído al mar, y te he enseñado esto porque ya has crecido, y debes aprender y observar los mandamientos del Señor, así como nos pidió David, el Profeta del Señor».
Muchacho: «Entiendo, mi buen abuelo».
[Música. La escena se diluye y abre en Pinhas y Shamloun que excavan en la arena.]
Pinhas: «Vengan, vengan, perezosos. Excaven más hondo, para que las ballenas y los peces queden atrapados en nuestra piscina mañana».
Shamloun: «Qué gran truco, tu diablo. Como es que llegaste a esa conclusión?»
Pinhas: «El Señor ha prohibido trabajar y pescar en Shabbat, aun así las ballenas sólo vienen en Shabbat. Así es cómo se me ocurrió la idea: Trabajaré muy duro el viernes, y excavaré canales y piscinas, para que los peces del Shabbat sean atrapados en ellos, y los recogeremos el domingo. Así es cómo el truco funciona».
Shamloun: «Eres un diablo. Pero el Señor ha prohibido la pesca de ballenas en Shabbat, Pinhas».
Pinhas: «Eso no es problema. Nosotros pescamos las ballenas del Shabbat – pero no en Shabbat. Vengan, vengan, flojos».
Shamloun: «Vengan, diablos, antes de que alguien nos vea y se entere de nuestro truco».
[Música. El agua y los peces llenan el pozo que Pinhas y Shamloun han excavado. La escena se disuelve a una aldea. Habakkuk aparece y, llevado por un fuerte aroma, camina hacia la puerta principal de Shamloun.]
Habakkuk: «Qué es ese olor? ¿Es eso pescado a la parrilla lo que huelo? Quién es ése malvado que está asando en parrilla algo prohibido?»
Shamloun: «Qué estás haciendo afuera de mi casa, entrometido?»
Habakkuk: «Qué hay sobre ti, Shamloun maldito? El olor prohibido de asar en parrilla viene de tu casa. Estas asando en parrilla algo que el Señor prohibió, Shamloun?»
Shamloun: «Te estás imaginando cosas. Apártate de mi cara, y no te acerques a mi casa».
Habakkuk: «Primero permíteme ver tu horno, si estás diciendo la verdad».
Shamloun: «Te dije que te marcharas.
Habakkuk: «No antes de que vea tu horno. Vistes, pecador?! Tu y este criminal, Pinhas – has traicionado nuestro convenio con el Señor y te has comportado astutamente. Has pescado lo que está prohibió por el Señor. Por Dios, las maldiciones te ocurrirán. Ya verás. Por Dios, las maldiciones caerán sobre ti».
Pinhas: «[risas con Shamloun] Por qué no compartes esta deliciosa comida con nosotros, y nos olvidamos del convenio con el Señor?»
Habakkuk: «Ustedes verán llover ahora las maldiciones sobre ustedes, gente maldita».
[El cielo se torna oscuro].
Habakkuk: «Lloverán maldiciones sobre ellos ahora mismo! Fuego desde los cielos caerá y los consumirá ahora mismo! ¡Ahora mismo! ¡Ahora mismo! Las maldiciones llegan un poco tarde, pero llegarán, mientras esta gente maldita tiene su pródiga fiesta. Ahora, ellos entenderán y se arrepentirán de sus hechos, pero su arrepentimiento ya no los ayudará más. ¿Qué es esto? ¿Nada en absoluto te ha pasado? No te han caído las maldiciones todavía?»
Shamloun: «Estoy de pie aquí, y también Pinhas, y ambos estamos bien, Habakkuk».
Habakkuk: «Nada les ha pasado?»
Pinhas: «Lo único que me ha pasado es que tuve el placer de comerme el pescado prohibido, mi amigo».
Habakkuk: «Woo bendito tu! Comenzando el próximo Shabbat, empezaré vendiendo públicamente en el mercado».
[El mercado. Pinhas y Shamloun huelen su gran cesto de peces del Shabbat].
Pinhas: «Nosotros vendemos [peces] en Shabbat. Vengan!»
Shamloun: Vengan y compren pescado fresco crudo, mi amigo».
Habakkuk: «Qué pecadores son. Ustedes están vendiendo pescado en Shabbat?!»
Pinhas: «Y que hay sobre ti? Qué te hizo salir de casa en Shabbat, tu ‘no-pecador’?»
Habakkuk: «Quiero comprar algo, y también hay algo que quiero venderte – carbón para parrilla, sogas, y trampas para ballenas».
Shamloun: «No temes que las maldiciones y los tormentos caigan sobre ti por haber trabajado en Shabbat, Habakkuk?»
Habakkuk: «Parece ser que trabajar en Shabbat se nos esta permitido, y les fue prohibió a nuestros antepasados, porque ellos mataron a sus profetas. [Risas]»
[La escena cambia a gente que construye un muro en la aldea].
Muchacho: No te sientes cansado, Abuelo?»
Abuelo: «No, uno no se cansa cuando hace obras buenas».
Muchacho: «Es considerado una buena obra el construir un muro entre nosotros y aquéllos que han hecho una burla del convenio del Señor y han ido a trabajar en el Shabbat prohibido?»
Abuelo: «Es de hecho una buena obra, mi niño. Nosotros los hemos aislado para que cuando la catástrofe golpee, los golpee a ellos solo, y nosotros estaremos a salvo, debido a nuestra fe».
Muchacho: «Abuelo, se están riendo de nosotros, nos tiran piedras, y dicen que somos pobres porque no trabajamos en Shabbat como ellos. Mira!»
Hombre: «Le temes a todas estas ilusiones? No hay maldiciones, y no hay razón alguna para tener miedo, cobardes».
Mujer: «Ustedes están construyendo un muro para distanciarse de sus acciones, y por consiguiente, ustedes están condenados a la pobreza eterna, mientras nosotros estamos destinamos a ser ricos. Si ustedes alguna vez intentan atravesar hacia nuestro lado, los mataremos. Prosigan y construyan su muro, necios [risas]».
Abuelo: «Vengan, hombres, sigan construyendo. Mañana es Shabbat y nosotros no trabajaremos, tal como nos fue ordenado por el Señor. Debemos doblar nuestros esfuerzos hoy».
[El muchacho, su abuelo, y otros aldeanos continúan construyendo el muro mientras la escena cambia de regreso al mercado].
Pinhas: Vengan y hagan sus compras del Shabbat. Nosotros negociamos en el día que el Señor una vez prohibió, y nos hacemos ricos. Vengan, pasen, todos usted quiénes no creen en maldiciones».
Shamloun: «Shamloun les está invitando. Comprueben mi mercancía, y no le teman a nadie. Ustedes no serán castigados – no desde la tierra ni desde los cielos».
Habakkuk: «Vengan. Soy yo, Habakkuk. Estoy, como pueden ver, sano y salvo. La única enfermedad que me ha golpeado es la riqueza. Vengan aquí. Que bueno es trabajar en Shabbat. Que bueno es trabajar en Shabbat. Estoy trabajando en Shabbat, y yo desafío la voluntad de los cielos».
[Mientras saltaban de arriba abajo, Pinhas, Shamloun, Habakkuk, y otros en el mercado se convirtieron en monos. El muchacho y su abuelo abren una puerta en el muro y pasan al otro lado con algunos otros aldeanos].
Abuelo: «Mira, mi niño, los jóvenes entre ellos se han convertido en monos, y sus ancianos se ha convertido en cerdos».
Muchacho: «Ellos deben saber que el Señor habla la verdad y castiga severamente».
Abuelo: «Alaben al Señor, que nos ha salvado. Ellos permanecieron en esta condición durante tres días, y luego fueron aniquilados. El viento los ha lanzado al mar».
[La música toca mientras los monos y los cerdos son lanzados al mar].
Narrador: «En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso. Cuando desatendieron la advertencia que se les había dado, Rescatamos a aquéllos que prohibieron el Mal; pero visitamos a los que hacen mal con un castigo doloroso porque se dieron a la trasgresión. Cuando en su insolencia transgredieron las prohibiciones, Nosotros les dijimos: ‘Sean ustedes monos, despreciados y rechazados’. Miren – su Señor declaró que Él los enviaría contra ellos, al Día del Juicio Final a aquéllos que les afligirían con la pena dolorosa. El Señor es rápido en retribuir, pero también es él que a menudo perdona, el más Misericordioso».
[1] Para más sobre el trabajo del Dr. Zainab Zamzam, véase: http://www.icff.ir/en/festivals/20/specials/islam.