Introducción

La calle palestina se encuentra alborotada luego que una organización religiosa judía de derecha compró un edificio de tres pisos en la Antigua Ciudad de Jerusalén, cercano de la Puerta de Herodes. La edificación, propiedad de la distinguida familia Joudeh, fue vendida en abril, 2018 a una compañía registrada en el Caribe, aparentemente una compañía de tratos turbios.

La noticia de la venta provocó una tormenta dentro de la corriente principal palestina y en las redes sociales, incluyendo acusaciones mutuas entre el Presidente de la Autoridad Palestina (AP) Mahmoud ‘Abbas y su rival Muhammad Dahlan, quien fue expulsado de Fatah en el 2011. Dahlan y sus asociados acusan a ‘Abbas de ser el responsable por la venta de la propiedad a la organización judía. Estos afirman que en el 2016 Fadi Al-Salamin, un activista político palestino quien reside en los Estados Unidos y quien es considerado como socio de Dahlan, estuvo a punto de comprar la edificación, pero la Autoridad Palestina torpedeó la venta por razones políticas, en particular debido a lazos con Dahlan. Además, un activista que vive cerca del lugar afirma que funcionarios de la AP, incluyendo al jefe de inteligencia general Majid Faraj y al ex-gobernador del distrito de Jerusalén ‘Adnan Al-Husseini, conocían de antemano el acuerdo con los judíos e incluso participaron en este. La AP por su parte, ha acusado desde hace ya un tiempo a Dahlan y a sus asociados por comprar propiedades en Jerusalén Oriental con la intención de vendérselas a los judíos. Kamal Al-Khatib, vicepresidente de la Filial Norte del Movimiento Islámico en Israel, que encabeza la campaña «Al-Aqsa Está en Peligro», formuló acusaciones similares contra Dahlan y también contra los Emiratos Árabes Unidos. Cabe señalar que este expresó acusaciones similares contra ellos en el 2014.

En respuesta al estupor presentado, la AP anunció que formara un comité de investigaciones para determinar el tema y castigar a los responsables. Además, altos funcionarios de la AP, entre ellos el predicador de Al-Aqsa Ikrima Sabri y el Muftí palestino Muhammad Hussein, reiteraron que los fatuas prohibían la venta de propiedades a los judíos y afirmaban que quienquiera que hiciese tal cosa es un infiel y traidor contra la patria.

Sin embargo, la promesa de un comité de investigaciones no logró calmar la tormenta y los ex-funcionarios de la Autoridad Palestina, así como también el diario de Jerusalén Al-Quds, continuaron criticando severamente a la AP. Lo acusaron de mala administración y de preocuparse por las rivalidades personales y políticas a expensas de los problemas nacionales, e incluso insinuaron su posible participación en la venta de la edificación.

Junto a las acusaciones mutuas entre la AP y el bando de Dahlan, funcionarios de la AP, así como también los palestinos en las redes sociales, dirigieron acusaciones contra Israel y los Estados Unidos y algunas publicaciones en las redes sociales incluso pidieron auto-sacrificarse por Jerusalén. Este volátil puede de hecho, conducir a un estallido de la lucha armada palestina en contra de Israel.

Este informe revisa el tema y la controversia que provocó entre la AP, el bando de Dahlan, el Movimiento Islámico en Israel, la población palestina en Jerusalén Oriental y otros círculos adicionales.

La edificación en Jerusalén Oriental (imagen: Facebook.com/profile.php?id=100010298490250)

Palestinos discuten sobre quién es responsable por la venta de la edificación a los judíos

El 4 de octubre, 2018 el diario Al-Quds en Jerusalén Oriental informó que las «pandillas de colonos» habían tomado ‘Aqbat Darwish, una edificación histórica en la Antigua Ciudad de Jerusalén, no lejos de Al-Aqsa, que perteneció a la distinguida familia Joudeh.[1] Inmediatamente después, comenzaron a aparecer informes en los medios de comunicación palestinos y en las redes sociales acusando a varias figuras de participar en la venta del edificio, incluyendo a individuos asociados al Presidente palestino Mahmoud ‘Abbas, por una parte junto a asociados de su rival Mahmoud Dahlan por el otro. Las partes presentaron cuentas contradictorias, cada una culpando a la otra por la compra del edificio realizada por los judíos.

Muchos informes, la mayoría de ellos en documentos y portales no afiliados a la Autoridad Palestina, afirmaron que en enero, 2016 la familia Joudeh intentó venderle la edificación, valorada en unos $2.5 millones al empresario palestino Fadi Al-Salamin, quien vive en los Estados Unidos y es considerado como alguien muy cercano a Dahlan y a los Emiratos Árabes Unidos. El diario en Ramala Al-Hadath informó, citando documentos proporcionados por Kamal Abu Qwaider, un individuo palestino que vive cerca de la edificación y sigue muy de cerca el tema, que el acuerdo no se concretó en diciembre, 2016 luego que Al-Salamin no cumpliera con su último pago de $1 millón. Según el diario, esto se debía a que elementos oficiales de la Autoridad Palestina habían congelado su cuenta en un banco de Ramala.[2] El portal fateh-voice.net afirmó que los aparatos de seguridad de la Autoridad Palestina habían frustrado la venta debido a los vínculos de Al-Salamin con Dahlan.[3]

Además, los informes afirmaron que hace unos seis meses, el 23 de abril, 2018 la edificación fue comprada por un empresario palestino, el Dr. Khaled Al-‘Atari, ex-gerente de un banco y ejecutivo sénior de seguros en Ramala, quien lo vendió muy bien el mismo día a una compañía llamada Daho Holdings Limited, registrada en la isla caribeña de Nevis.[4] Abu Qwaider, residente en Jerusalén, publicó en su página Facebook un documento del Ministerio de Justicia israelí, fechado el 23 de abril, que registra la transferencia de propiedad de la familia Joudeh a Al-‘Atari y de Al-‘Atari a Daho Holdings.[5]

Los documentos publicados en la página Facebook de Abu Qwaider.

Esto provocó un intercambio entre Adeb Joudeh, el supuesto vendedor y Khaled Al-‘Atari donde cada uno de ellos afirmó, en publicaciones en los medios sociales y declaraciones a los medios de comunicación, que el otro era responsable por la venta de la propiedad a los judíos. Joudeh declaró que la edificación fue vendida y registrada a Al-‘Atari hace más de un año, mientras que Al-‘Atari afirmó que él no había participado en el trato en lo absoluto.[6] El complot se hizo más intenso cuando Abu Qwaider reveló que funcionarios de la Autoridad Palestina y sus aparatos de seguridad, incluyendo al ex-gobernador del distrito de Jerusalén ‘Adnan Al-Husseini, así como también funcionarios de Fatah, estaban al tanto del acuerdo y habían hablado con él al respecto. Abu Qwaider incluso publicó grabaciones de algunas de las conversaciones.[7]

Bando de Dahlan: la Autoridad Palestina nos impidió comprar la edificación y es responsable de su venta a los judíos

El socio de Dahlan Fadi Al-Salamin emitió una declaración en la que acusó a la Autoridad Palestina, a su jefe ‘Abbas y a sus aparatos de seguridad de frustrar su intento de comprar la edificación en el 2016 y así evitar que cayese en manos de los colonos. Este afirmó que ‘Abbas deseaba sabotear el acuerdo debido a su oposición (de Al-Salamin) a ‘Abbas y las críticas a su corrupción; Por lo tanto, ‘Abbas ordenó congelar su cuenta bancaria y los aparatos de seguridad de la Autoridad Palestina inventaron acusaciones de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo en su contra para facilitar estas acciones. Al-Salamin afirmó además que fue el jefe de inteligencia general de la Autoridad Palestina Majid Faraj quien reclutó al empresario Al-‘Atari para que comprara la propiedad.[8]

El mismo Muhammad Dahlan realizo afirmaciones similares en su página Facebook y escribió: «La edificación en Jerusalén que luego fue entregada furtivamente [a los judíos] es una edificación palestina en Jerusalén que intentamos proteger de [este destino], pero se nos fue impedido cuando las autoridades palestinas tomaron los fondos reservados para este propósito y hasta el día de hoy continúan reteniéndolos». Este añadió: «La casa fue sospechosamente entregada a los colonos por elementos influyentes en Ramala que facilitaron [la venta] de una manera dudosa… [Ahora] existen intentos de ocultar este crimen y distorsionar los hechos». Dahlan llamó a formar un comité de investigación de dignatarios de Jerusalén Oriental que expondrá a los funcionarios de la Autoridad Palestina responsables y les hará que rindan cuentas.[9]

El publicado de Dahlan

Autoridad Palestina: Los asociados a Dahlan están comprando propiedades en Jerusalén para entregárselas a elementos desconocidos

Luego que el tema saliera a la luz, el Primer Ministro de la Autoridad Palestina Rami Al-Hamdallah, anunció el establecimiento de un comité de investigación que «descubriría la verdad e informaría a la población de sus hallazgos inmediatamente después de completar su tarea, a fin de detener a los responsables y llevarlos a la justicia».[10] El portavoz de Fatah Osama Al-Qawasmeh prometió que el liderazgo palestino perseguiría a los culpables, llamándolos «miserables que colaboran con la ocupación quienes vendieron su conciencia y religión y traicionaron a Jerusalén a cambio de dinero». Respondiendo a las acusaciones de que funcionarios de la Autoridad Palestina, incluyendo a Majid Faraj y ‘Adnan Al-Husseini, sabían sobre la venta de la edificación a los judíos e incluso estaban involucrados en dicha venta, Al-Qawasmeh dijo que lanzar tales diatribas sobre los líderes nacionales es solo un intento «barato y fracasado» de difamarlos.[11]

Al mismo tiempo, los voceros de la Autoridad Palestina evitaron acusar explícitamente al bando de Dahlan de ser responsables por la venta de la propiedad a los judíos. Esto es diferente a lo que han hecho en el pasado. En mayo, 2016 el fiscal general de la Autoridad Palestina Ahmad Barak, ordenó apoderarse de los fondos de una compañía en Ramala, propiedad de Al-Salamin, alegando que recibió dinero de Dahlan y trajo «fondos dudosos» a los territorios palestinos. Barak afirmó que la compañía no había realizado ningún negocio verdadero en Palestina desde su creación; más bien, se formó para comprar secretamente una propiedad en la Antigua Ciudad de Jerusalén y transferirla a elementos desconocidos. Entonces, también Al-Salamin afirmó que había estado tratando de salvar la propiedad de ser transferida a los colonos y que la Autoridad Palestina había evitado esto por razones políticas.[12] Cabe señalar que, varios días antes de la emisión de la orden para confiscar los fondos de Al-Salamin, el diario libanés Al-Akhbar publicó un extenso artículo investigativo en el que acusaba a Al-Salamin, a Dahlan y a los Emiratos Árabes Unidos de comprar una propiedad en Jerusalén con el objetivo de entregárselo a los judíos.[13]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/palestinian-authority-and-dahlan-camp-accuse-each-other-of-selling-house-to-jews

*H. Varulkar es Director de Investigaciones en MEMRI; S. Schneidmann es compañero investigador en MEMRI.


[1] Al-Quds (Jerusalén), 4 de octubre, 2018.

[2] Alhadath.ps, 8 de octubre, 2018.

[3] Fateh-voice.net, 8 de octubre, 2018.

[4] Alhadath.ps, 8 de octubre, 2018.

[5] Facebook.com/profile.php?id=100010298490250, 8 de octubre, 2018.

[6] Facebook.com/adeb.joudeh, 4 de octubre, 2018; Al-Quds (Jerusalén), 5 de octubre, 2018. En una entrevista con Al-Arabi Al-Jadid Al-‘Atari afirmó que se había llegado a un acuerdo, pero que Joudeh luego lo canceló (Al-Arabi Al-Jadid, Londres, 7 de octubre, 2018).

[7] Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 7-11 de octubre, 2018.

[8] Facebook.com/Fadi.Elsalameen, 8 de octubre, 2018.

[9] Facebook.com/mohammad.dahlan2, 7 de octubre, 2018.

[10] Wafa.ps, 9 de octubre, 2018.

[11] Al-Hayat Al-Jadida (AP), 14 de octubre, 2018.

[12] Qudspress.com, 31 de mayo, 2016.

[13] Al-Akhbar (Líbano), 27 de mayo, 2016.

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