Junto a la amplia condena árabe y palestina al anuncio de reconocimiento por parte del Presidente estadounidense Donald Trump de que Jerusalén es la capital de Israel, algunos palestinos identificaron aspectos positivos de su anuncio, entre ellos: una oportunidad de obtener el reconocimiento de Palestina por parte de los países que aún no lo han hecho y obtener el reconocimiento de los Estados Unidos y las Naciones Unidas de que Jerusalén es la capital palestina; así como también una oportunidad para promover a la ONU como patrocinador del proceso de paz en lugar de los Estados Unidos y colocar a Jerusalén y la causa palestina en el tope de la agenda internacional, mientras Israel y los Estados Unidos son aislados en la comunidad global. Estos palestinos llamaron a evitar hacer declaraciones radicales anti-norteamericanas, ya que algunos estadounidenses apoyan la causa palestina y no cancelar la visita del Vicepresidente estadounidense Mike Pence a Ramala. Estos aconsejaron continuar las protestas populares, absteniéndose de quemar la bandera estadounidense o gritar «muerte a Estados Unidos» y en cambio centrarse en boicotear los productos estadounidenses y en las acciones diplomáticas frente a los organismos internacionales.

Lo siguiente son extractos de artículos en la prensa palestina que expresan estas posturas:

El Presidente Trump muestra la orden ejecutiva que reconoce a Jerusalén como la capital de Israel (imagen: Aljazeera.com, 7 de diciembre, 2017)

Ex-ministro de la Autoridad Palestina: No insulten a Pence durante su visita 

El ex-ministro de la Autoridad Palestina (AP), Ziad Abu Zayyad, escribió: «Le pido al Presidente ‘Abbas que reciba al Vicepresidente estadounidense Mike Pence en Ramala y que parta lo más pronto posible hacia Washington para que se reúna con el Presidente Trump, pero no exigirle que se retracte de su decisión respecto a Jerusalén, porque no hay forma de que lo haga, y sería una ingenuidad política hablar de esto. [‘Abbas debería ir a Washington] para exigir que [Trump] anuncie una decisión equivalente que restablecerá el equilibrio de la postura estadounidense en relación al reconocimiento de la soberanía palestina sobre la Jerusalén [Oriental] árabe, [relanzar] el proceso diplomático, promover el reconocimiento por parte de la ONU de un estado palestino con Jerusalén como su capital y abrir las puertas a una solución que garantizará el fin de la ocupación y el establecimiento de un estado palestino independiente.

«Confiando en la decisión de Trump, debemos convertirla en algo beneficioso para nosotros, en lugar de arrastrarnos, demagógicamente y sin ningún fruto, con las reacciones de calle. Para avanzar sobre esta [idea], debemos continuar con todas las protestas populares: en la patria y fuera de ella, en los países árabes, en los países musulmanes y en todo el mundo, e incluso ampliarlas.

«Asimismo, se necesita una acción enérgica a nivel oficial e internacional, para continuar con la oposición a la decisión unilateral de Trump y para apoyar la demanda de una decisión equivalente sobre el reconocimiento a Jerusalén árabe como la capital de un estado palestino…

«Existe una diferencia entre la opinión pública, que expresa el sentimiento público y una postura oficial, que debe ser restringida, de acuerdo a las reglas de la diplomacia… El pueblo tiene el derecho de tomar las calles, protestar y denunciar una postura particular sostenida por su propio gobierno, o por otro país u otro elemento. [Esto es] parte de la libertad de expresión y la libertad de opinión; [sin embargo] estos países y estos elementos no toman nota de lo que se dice en la calle, sino solo de lo que se les transmite a través de los canales oficiales, como posturas oficiales.

«En los últimos dos días, mucho se ha hablado sobre la visita del Vicepresidente estadounidense Mike Pence a la región y sobre la posibilidad de que el Presidente ‘Abbas se niegue a reunirse con él y pueda cancelar la visita de [Pence] a Ramala. La primera señal de esto fue una declaración, atribuida a un alto funcionario palestino, de que Pence era persona non grata y que ‘Abbas cancelaría su reunión con él. Si esta afirmación es cierta, no refleja la postura oficial de los palestinos, sino solo la indignación del pueblo palestino ante el anuncio del Presidente Trump de que Jerusalén es la capital del Estado de Israel, [en la que] ignoró la importancia y santidad de [Jerusalén] en la conciencia y el corazón de todos los árabes, ya sean musulmanes o cristianos y de todos los musulmanes alrededor del mundo. Este [anuncio] también contradijo las resoluciones internacionales legítimas, incluyendo muchas por el Consejo de Seguridad [de la ONU] y la Asamblea General, donde reiteradamente enfatizaron que Jerusalén es una ciudad ocupada y que las medidas y leyes respecto a esta que han sido y serán emitidas por Israel son nulas, sin valor alguno e inútiles. El Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 aplica a Jerusalén y a los territorios palestinos ocupados.

«Ante toda la condena por la decisión de Trump y sus peligrosas repercusiones, solo es legítimo preguntarse qué de bueno saldrá de la reunión con Pence y por qué [Mahmoud] ‘Abbas debería reunirse con él. [Pero] digo, primero y ante todo, de que el Presidente ‘Abbas es el líder de un país y debe comportarse como tal… Por lo tanto, antes que los responsables políticos palestinos anuncien su postura oficial [sobre este tema], deberían examinar las ventajas y desventajas de la decisión de Trump y formulen su postura basada [en la idea de] forjar un plan de contraataque, dirigido a lo que queremos [sobre este punto] y no lo que Israel desea [sacar por el anuncio de Trump]…

«Si bien Trump dijo que reconoce a Jerusalén como la capital de Israel, también [dijo] que las fronteras del área bajo soberanía israelí serán determinadas por las negociaciones. Este agregó que la decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel no está ligada al resultado de las negociaciones sobre el arreglo permanente, que incluye a Jerusalén. También hizo hincapié en que debe respetarse el estatus quo en los lugares santos, señalando los rezos judíos en el Muro de los Lamentos, los rezos musulmanes en la Mezquita Al-Aqsa y los rezos cristianos en la iglesia del Santo Sepulcro.

«Esta confirmación absoluta de que Al-Aqsa le pertenece a los musulmanes ha puesto fin a las aspiraciones judías respecto a este. Asimismo, la declaración de que los límites de la soberanía de Israel [en Jerusalén] se determinarán a través de negociaciones, por la razón de que Jerusalén es uno de los temas incluidos en el acuerdo permanente, despoja a Trump de cualquier decisión nueva y lo alinea con los anuncios por parte de otros, incluyendo a los líderes palestinos, de que Jerusalén Occidental es la capital israelí y Jerusalén Oriental es la capital palestina…

«Las objeciones palestinas de reunirse con Pence e ir a Washington para reunirse con Trump, pueden calmar la tempestad del sentimiento de enojo en la calle palestina, pero no ayudarán a la causa palestina y no lograrán nada para nuestro pueblo. Al contrario, pudieran causarle un gran daño a Jerusalén y a nosotros mismos».

Columnista en diario de la AP: El anuncio de Trump puede promover la causa palestina

Hilmi Al-Ghoul, quien fue asesor del ex-primer ministro palestino Salam Fayyad, escribió en el diario de la AP Al-Hayat Al-Jadida : «Así como la decisión del Presidente Donald Trump, el miércoles 6 de diciembre, 2017, de ‘reconocer’ a Jerusalén como la capital de Israel constituye un grave daño a los temas que determinan el proceso de paz y los intereses nacionales palestinos, así como también un claro incumplimiento en las decisiones, leyes y convenciones de legitimidad internacional y una escandalosa violación a la justicia y la libertad, también constituye un paso importante en beneficio de la causa palestina. Esto se debe a que este reorientó la atención sobre este tema, debido a las reacciones públicas, políticas y diplomáticas, en todos los niveles – local, árabe, regional e internacional – y también porque le otorgó a Jerusalén, la eterna capital palestina, un estatus y peso político, a través de una oposición mundial a la despreciable decisión estadounidense.

«Esto se manifestó por las reacciones a ello, en todos los niveles y en todos los grados y en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU del viernes pasado [9 de diciembre, 2017] en la que 14 [miembros] se opusieron a la temeraria decisión de Trump, así como también convocando reuniones cumbre de emergencia árabes e islámicas para subrayar el estatus de Jerusalén como la capital eterna del estado de Palestina…

«La decisión de Trump, que oprime los derechos nacionales [de los palestinos], puede sentar las bases de una nueva etapa y un cambio en las reglas del juego diplomático. [Esta puede hacerlo si tomamos] las siguientes medidas palestinas: a) oponernos al patrocinio estadounidense del proceso de paz, b) apelar a la legitimidad internacional, confiar en las principales organizaciones internacionales relacionadas al proceso de paz y en instituciones internacionales tales como la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia de La Haya y otras organizaciones de las Naciones Unidas y c) unirnos a muchas instituciones y organizaciones de la ONU para de esta manera fortalecer el estado palestino alrededor del mundo.

«En cuanto a comparar la decisión de Trump en referencia al tema de Jerusalén con la Declaración Balfour, tal como algunos lo han hecho, debería señalarse que la decisión Balfour no suscitó ninguna reacción internacional, ya que para ese momento el mundo estaba inmerso en la vorágine del imperialismo o colaboraba con ello y también porque después de la Primera Guerra Mundial, la influencia global fue dividida entre las principales fuerzas capitalistas. Por lo tanto, la maldita decisión [Balfour] no provocó ninguna reacción, mientras que la decisión de Trump sobre el tema de Jerusalén encontró una fuerte oposición y denuncia y dividió el mundo en dos, con los Estados Unidos e Israel de un lado del mapa y el resto de los países y las potencias mundiales en el otro.

«Todos se opusieron a la decisión [de Trump], incluyendo los aliados tradicionales de Israel y de los Estados Unidos tales como Gran Bretaña y Canadá, toda la Unión Europea y más. Esto le dio a la causa palestina y en particular a Jerusalén, el estatus y la importancia que se merecen y si Trump, Netanyahu y los que siguen su camino les guste o no, los ha puesto al frente de la arena diplomática árabe, regional e internacional. Esto ha abierto el horizonte y en el futuro lo abrirá aún más, hacia un reconocimiento mucho más rápido del estado palestino y comprende un empuje masivo que obligará a Israel a pagar lo que debe en el acuerdo político».[1]

Figura pública en Nablus: Eviten las consignas de «muerte a Estados Unidos» y la quema de banderas estadounidenses, en cambio boicoteen los productos estadounidenses

Zuheir Al-Dab’i, el ex-director del Waqf islámico en Nablus, escribió en un artículo: «No necesitamos un ‘día de ira’ sino más bien [muchos] días de contemplación y acción dedicada [a promover] conciencia, comprensión y conocimiento. Debemos someter nuestro desempeño a la supervisión, análisis, estudio y evaluación, es decir, organizar nuestras acciones. Esto se debe a que no es suficiente nuestra ventaja de voluntad en sacrificarnos por nuestra patria y los lugares sagrados. Debemos crear una institución palestina de acuerdo a los principios de una administración eficiente, porque todos nuestros nobles, honestos, piadosos y valientes [pueblos] no pueden competir con las instituciones sionistas cuando su actuación tiene como base el tribalismo…

«Cada vez que Estados Unidos añade otra injusticia a la lista de sus injusticias contra nuestro ummah y nuestro pueblo emitimos declaraciones y celebramos protestas y mítines. Eso está muy bien, pero no es suficiente y no es efectivo. Cada vez que los Estados Unidos comete otra injusticia contra nosotros también gritamos ‘muerte a Estados Unidos’ y quemamos banderas estadounidenses, cuando el hecho es… que no deseamos la muerte de Estados Unidos ni de nadie más, sino que solo [deseamos] defender nuestros derechos – en Jerusalén, en la patria árabe y en los países musulmanes y el derecho de todos en el planeta a la dignidad, libertad, justicia, al progreso y la paz.

«Quemar la bandera estadounidense no nos beneficia ni pone fin a ninguna injusticia. Solo nos perjudica, porque los [belicistas] en los Estados Unidos saben cómo aprovechar la quema de la bandera estadounidense para reclutar a la gente allí contra nuestros derechos y contra nuestra patria y causa…

«Así como nos oponemos a los agresores en los Estados Unidos y en cualquier otro lugar del mundo, también apoyamos a los estadounidenses buenos de corazón que rechazan el racismo, el odio y la ocupación. Algunos de ellos apoyan a nuestro pueblo en la antigua ciudad de Hebrón, en Jerusalén y en Yanoun en el área de Nablus y están junto a nuestros hijos y a nuestros granjeros y pastores locales [en sus protestas].

«Debemos advertir contra la violencia, porque es una trampa que los tiranos le colocan a los oprimidos. Tenemos influencia y el poder para defender a nuestra Jerusalén y [de hecho] defender a toda Palestina y a todos los oprimidos y a las víctimas del racismo y ocupación del mundo. Podemos hacer esto boicoteando los productos estadounidenses… Si dejamos de fumar cigarrillos estadounidenses, dejamos de beber Coca Cola y [comprar] otros productos estadounidenses, sin ruido ni maldiciones, [debilitaremos] así los poderes estadounidenses que controlan el alimento de la humanidad y los [mercados] farmacéuticos y la leche que [nuestros] hijos [beben]».[2]

Muhammad Dahlan: Debemos todos evitar la violencia 

El miembro del Consejo Legislativo Palestino Mahmoud Dahlan, quien fue expulsado de las instituciones de Fatah por Mahmoud ‘Abbas, dijo que el anuncio de Trump produjo un efecto contrario, porque colocó a la causa palestina en el centro de la atención y porque el intento de perjudicar a Jerusalén revitalizó a la juventud palestina luego de un período de estancamiento y apatía. El anuncio dijo, también reavivó a la intifada dentro y fuera de la diáspora palestina y estimuló un amplio apoyo árabe oficial a sus derechos. Añadiendo que la nueva realidad requería de una acción sabia en los frentes políticos y diplomático, este instó a «abstenerse por completo de la utilización de armas, para de esta manera evitar caer en los complots de la ocupación que apuntan a reiniciar el ciclo de violencia». Este llamó en ‘Abbas a ‘declarar Palestina, con Jerusalén como su capital, un estado bajo ocupación».[3]


 

[1] Al-Hayat Al-Jadida (AP) 11 de diciembre, 2017.

[2] Al-Quds (Jerusalén), 11 de diciembre, 2017.

[3] Amad.ps, 12 de diciembre, 2017.