El 13 de diciembre, 2016 un tribunal menor en el noroeste de Túnez le concedió a un hombre de 21 años el permiso legal para casarse con una niña de 13 años a la que violó y dejó en estado. La decisión del tribunal se ajusta a lo dispuesto en el artículo 227(a) del Código Penal tunecino, en el que establece que si un violador se casa con su víctima, todo trámite legal en su contra se dará por terminado en caso de ser violación[1]. Cabe señalar que en Túnez, la edad de consentimiento para las relaciones sexuales es 13 años.

La decisión de la corte provocó una ola de ira y críticas en Túnez, con llamadas a revocar la autorización que posee el violador para casarse con su víctima y para que este se le someta a la pena estipulada por la ley. Políticos, expertos legales y miembros de diversos círculos sociales pidieron incluso que se atacara el Artículo 227(a) del código penal. El 14 de diciembre, 2016 manifestantes protestaron fuera del edificio del parlamento tunecino para exigir se tomaran estas acciones.

«Exigimos la eliminación del artículo 277(a)» (imagen: «La violación es un crimen» hashtag en Twitter)

«Cómo conocí a tu madre – la violé cuando tenía 13 años» (imagen: «violación es un crimen» hashtag en Twitter)

Las organizaciones tunecinas de derechos humanos también criticaron severamente la decisión de la corte, argumentando que descartaba los tratados internacionales sobre derechos humanos y derechos de la niñez, viola la ley tunecina que protege los derechos de los chicos y alienta una mayor agresión sexual. Las organizaciones exigieron la inmediata enmienda del Artículo 227(a) porque le otorga «privilegios al agresor a expensas de la víctima». El Ministerio Tunecino de la Mujer y Familia prometió proveer a la chica asesoramiento y trabajar para reintegrarla a la sociedad.[2]

También aparecieron en la prensa tunecina algunos editoriales atacando el Artículo 227(a). La periodista Malak Al-Qatri le dijo a Noonpost.net: «La ley violación es una vergüenza para Túnez y avergüenza a su poder judicial, la cual está perjudicando a los chicos». Ella añadió que permitir que un violador espose a su víctima significa que pudiera haber más violaciones a menores debido a la propia judicatura[3]. Además, varios hashtags fueron lanzados en los medios sociales para pedir la eliminación del Artículo 227(a).

Seguido a la presión popular y de la sociedad civil, el Ministro de Justicia tunecino Ghazi Al-Jeribi anunció el 14 de diciembre que el fiscal general presentaría una objeción a la autorización legal que se les otorgaba a los violadores para casarse con la chica. Este agregó que Túnez está trabajando para cambiar las leyes que son anteriores a la revolución del 2011 a fin de alinearlas con la nueva constitución del 2014.[4]

A continuación se presentan extractos de artículos y publicaciones en los medios de comunicación sociales sobre este tema:

Periodista tunecino: Es triste que chicas menores de edad sean violadas en la libre y honorable Túnez

En el diario tunecino en Internet Al-Sahafah, la periodista tunecina Na’ima Al-Qadri escribió que la violación es uno de los delitos más atroces, especialmente cuando se trata de niños. Ella pidió a las autoridades tunecinas que trataran legalmente este asunto y garantizaran la seguridad personal: «El brillo y magia e infancia de una chica de 13 años son liquidados por el acto de violación de un joven que definitivamente posee la edad legal para ser responsable pero que pareciera estar en la edad de la anarquía, estupidez, negligencia y animalismo. Este incidente vuelve insensible el corazón, haciéndolo sangrar… También es devastador debido al profundo impacto que tendrá sobre el alma de esta jovencita… que nunca olvidará, especialmente porque quedó embarazada [como resultado]…

«Es triste que esto haya sucedido en la era de la libre y honorable Túnez, la nueva Túnez… la edad de los derechos humanos y de las libertades personales… Los derechos humanos incluyen los derechos de la mujer y de los chicos y la oposición a la tortura y despreciable explotación al otro en todos los aspectos de la vida social… Por lo tanto, la decisión de permitir legalmente que un atacante se case con su víctima a la cual violó es vergonzoso. Esta fórmula deja en limpio la peligrosa barbarie de este incidente.

«La eliminación de la violencia contra la mujer o los chicos no se logrará mediante una oposición moral verbal a esta agresión o por un divorcio forzado, sino más bien por las acciones contra individuos enfermos que vagan libremente en la sociedad tunecina, como perros que devoran sin piedad los cadáveres. La violación es uno de los crímenes más atroces en las sociedades avanzadas y a la gente hay que protegerla de ello, tanto a nivel de seguridad personal como a nivel legal, al igual que la sociedad está protegida de los crímenes de lesa humanidad – y en especial cuando se trata de la violación de menores de edad».[5]

Escritor tunecino: El código penal tunecino debe ir en consonancia con los principios constitucionales y los derechos humanos

El periodista tunecino Ziad Krichan atacó el código penal de Túnez, particularmente el artículo 227(a), en el diario tunecino Al-Maghreb. El llamar a «poner fin a esta indignación legal, moral y social», este escribió: «El código penal en Túnez incluye varias leyes que no están relacionadas al espíritu de la constitución y libertad e igualdad entre los ciudadanos, incluyendo un grupo de artículos – desde el 227 al 230 – bajo el título de ‘Asalto Indecente'».

Ziad Krichan (Babnet.net)

«El [Artículo 227] establece que» toda persona que tenga relaciones sexuales con una mujer en contra de su voluntad utilizando o amenazando con usar violencia o armas y cualquiera que viole a una chica menor de 10 años, será castigado con la pena de muerte». El artículo 227 también establece que toda persona que obligue relaciones sexuales a una chica de más de 10 años se enfrenta a una condena de por vida en prisión, pero agrega una escalofriante frase: ‘Si las víctimas son menores de 13 años, entonces su consentimiento [a las relaciones sexuales] es inválido’. Esto significa que el legislador tunecino ha decidido que la edad para consentir o rechazar las relaciones sexuales es de 13 años, lo que contradice el lenguaje explícito del código de los derechos del niño y los principios generales establecidos en la constitución.

«El artículo 227(a) establece una pena de seis años de prisión para cualquiera que [fuerce] relaciones sexuales sobre una chica menor de 15 años de edad y cinco años de prisión para cualquiera que [fuerce] relaciones sexuales sobre una chica entre 15 y 20 años y agrega esta frase escandalosa: ‘El matrimonio del criminal y la víctima en estos dos casos pondrá fin a todas las investigaciones o consecuencias legales’.

«Lo extraño es que la primera parte del artículo [227(a)], sobre el cual el tribunal de la [provincia] Al-Kef se basó cuando concedió en matrimonio a una chica de 13 años [a su violador], incluso no se refiere a la violación propiamente dicha, ya que el artículo 227 establece claramente que quien viola a una mujer [incluso] sin el uso de la violencia o armas se enfrenta a pasar el resto de su vida en prisión. Por lo tanto, quien viole a un menor se ha beneficiado en general del artículo 227(a)… porque el juez ya no aclara el delito original de violación, sino que se las está arreglando para obtener el consentimiento del guardián [de la víctima] para frustrar cualquier intento de justicia. En tal caso, el violador vence en dos oportunidades: Una cuando es rebajado del artículo 227, que incluye penas altamente disuasivas, al artículo 227(a), que lo rebaja de forma implícita, pero efectiva, de un violador a una persona que utiliza las ‘relaciones sexuales’ y, de nuevo cuando elude una pena de prisión debido a este ‘matrimonio’, siempre y cuando no inicie un procedimiento de divorcio por dos años. Pero, ¿dónde está la protección a la chica? ¿Qué impide el delito de violación?

«La ley tunecina también diferencia el violar a una mujer del sodomizar a una mujer o a un hombre, porque los Artículos 228 y 228(a) dictan penas más ligeras para este tipo de violación, que no son menos atroces que la primera. El significado de esta distinción no está del todo claro, excepto que sólo uno de ellos pudiera resultar en un embarazo. Es decir, en términos de una mentalidad medieval, el honor de la víctima de violación femenina o masculina es algo secundario.

«Es hora de poner fin a esta indignación legal, moral y social, y de armonizar nuestro código penal con los principios de la constitución y los derechos humanos, para que protejan seriamente a los sectores más débiles – particularmente los chicos, en lugar de indulgencia para los criminales con el pretexto de ‘defender el honor de la familia’. El honor y la nobleza están en primer lugar en lo que respecta a la protección de las víctimas y no en obligarlas a cohabitar con sus verdugos».[6]

Investigador tunecino: La familia de la menor es responsable de que el violador evada el castigo

Tal como fue señalado, las críticas a la sentencia judicial y al Artículo 227(a) también se hicieron circular en las redes sociales. En su página Facebook, el investigador tunecino Sami Brahem criticó la práctica de esposar a un violador con su víctima y ​​añadió que la familia de la víctima era culpable de que esto sucediera: «En el caso de una menor, su consentimiento no significa nada… Es su familia que consiente al matrimonio [de ella con la del violador], e incluso pudiera exigirlo, con el fin de combatir la vergüenza que produce [una violación], mientras que el violador acepta casarse con ella para evitar ir a la cárcel. Pero el crimen de abordar a una menor sigue en pie, aunque la ley lo descarte.

Publicado de Brahem Sami en Facebook

«Tales matrimonios forzados, organizados por las familias [del violador y de la víctima siendo esta menor de edad], bajo los auspicios del sistema legal, permiten que la familia [de la víctima] – ahora accesorio del crimen – mantenga su buen nombre, mientras la víctima es sacrificada a través del] matrimonio con el hombre que violó su infancia y se convierte en una madre responsable de una familia… y la herida continuará ulcerándose dentro de ella.

«Tales matrimonios casi siempre terminan en el humillante divorcio y en vergüenza, para ambas familias… y la chica, madura antes de tiempo, continúa pagando el precio de estos matrimonios forzados… El mayor crimen es evitar el castigo y defender al criminal y aquellos responsables de este horrible crimen son más que nadie la familia quienes primero rechazaron a su hija, convirtiéndola en un blanco para que fuese violada y luego se la responsabilizó por la propia negligencia de la familia y fue entregada a su verdugo

«Este no es un debate legislativo o jurídico, es un debate moral, cultural, social, legal y humanitario, el problema también yace en la mentalidad masculina y el falso honor que impide que un hombre se case con una mujer que cumple con todas las condiciones del matrimonio pero es una víctima de violación, seducción o de haber sido cortejada en el pasado. De acuerdo a nuestro código de honor, un hombre se siente cautivado con la idea de romper heroicamente un himen, incluso uno que ha sido enmendado. Según nuestro código de honor, un hombre ve a una mujer [que fue violada] como la responsable de su violación y seducción y como alguien que siempre inquieta y seduce, ya que [según este código] un hombre es impotente en resistir su ardiente deseo. Esto es lo que motiva a la familia de la víctima para casarla con su violador, para que este pueda continuar violándola legalmente y aun así, si este la echa un día después de casarse aquí, el estatus de divorciado [en nuestro código de honor] es aún más humillante que el de ser una víctima de violación».[7]

[1] Kapitalis.com/anbaa-tounes, 13 de diciembre, 2016.

[2] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 15 de diciembre, 2016.

[3] Noonpost.net, 14 de diciembre, 2016.

[4] Alraimedia.com, 14 de diciembre, 2016.

[5] Essahafa.tn, 15 de diciembre, 2016.

[6] Al-Maghreb (Túnez), 15 de diciembre, 2016.

[7] Facebook.com/brahem.sami, 14 de diciembre, 2016.