Contexto

Hoy, el Dr. Nimrod Rafaeli [1], Analista Senior del MEMRI, testificó ante el Subcomité de Investigaciones y Supervisión del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, que celebró una audiencia oral acerca de «El Informe interino Volcker sobre el Programa Petróleo por Alimentos de la ONU». Lo siguiente es el testimonio escrito del Dr. Rafaeli ante el comité:

Introducción

Que un diario iraquí haya sido capaz de denunciar un escándalo que reverberó internacionalmente es, quizá, un tributo a la libertad de prensa introducida en Irak con la llegada de la «Operación Libertad Iraquí». El escándalo «Petróleo por Alimentos» fue hecho público el 28 de enero del 2004 con la publicación en el diario liberal iraquí al-Mada de una lista de 270 entidades y particulares que habrían recibido vales de compra de petróleo por debajo del precio del mercado. [2] El Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio (MEMRI) tradujo el artículo y llamó la atención pública en Estados Unidos y en otras partes, lo que culminó en las investigaciones de diversos comités del Congreso norteamericano y de otras agencias gubernamentales. [3]

Las Naciones Unidas eran responsables del «Programa Petróleo por Alimentos» (OFF) bajo resolución No. 986 del Consejo de Seguridad (1995). Los procedimientos y mecanismos de administración del OFF son descritos en el Memorando de Acuerdo entre el Gobierno de Irak y Naciones Unidas con fecha el 20 de mayo de 1996. Los Naciones Unidas procedieron a administrar el OFF mediante la creación de una oficina especial el 15 de octubre de 1997, conocida como la Oficina del Programa Iraquí (OIP), y designó a Benon Seván, un chipriota, como su director ejecutivo.

Tras negar cualquier práctica oscura, y tras poner trabas abundantes tras la publicación de la lista de los 270, que incluía el nombre de Seván, las Naciones Unidas nombraron un comité de alto nivel para revisar la mala gestión y la corrupción asociadas al programa y la posible implicación de su propio personal superior en prácticas corruptas. El Comité está presidido por Paul A. Volcker e incluye como miembros a Richard J. Goldstone y a Mark Pieth.

El Informe Interino

El Comité publicó un informe interino el 3 de febrero del 2005. El informe responde, con diversos niveles de alcance y finalidad, a cuatro asuntos clave:

  • El [proceso de] adjudicación inicial de contratos de las Naciones Unidas (1966)
  • Benon Seván y las asignaciones petroleras
  • Auditorías internas del programa
  • Gestión de la contabilidad administrativa del programa (2.2%)

Hay otros temas que continúan [siendo investigados] por la investigación en marcha, siendo uno de los más críticos la contratación de Kojo Annán, hijo del Secretario General de la ONU Kofi Annán, por parte de una firma de consultoría suiza, Cotecna, mientras la firma tuvo un contrato con el OIP. Un segundo asunto crítico que queda por tratar es el papel jugado por las agencias vinculadas a las Naciones Unidas como proveedoras de bienes y útiles, particularmente para los tres distritos kurdos de gobernación del norte de Irak. La prensa kurda ha alegado que estas agencias vinculadas a la ONU suministraron materiales y bienes de baja calidad, particularmente grano, y permitieron que los Servicios de Inteligencia iraquíes (el Mukhabarat) se infiltraran en sus oficinas a voluntad.

‘El [proceso de] adjudicación inicial de contratos de las Naciones Unidas’

Este capítulo del informe del Comité trata de la selección de tres importantes contratistas de la ONU, a saber, el Banque Nationale de París (Francia), Saybolt Eastern Hemisphere BV (Países Bajos), y Lloyd´s Register Inspection Ltd (Reino Unido).

El informe ha descubierto que la selección de estas tres entidades [frente a las demás] se desvió «de las reglas de procuraduría y financieras establecidas… de las Naciones Unidas» (Pág. 110). Hay pruebas de intervención política por parte de países miembros del Consejo de Seguridad a favor de las compañías de sus respectivos países; sin embargo, no hay prueba alguna de corrupción, aunque queda por aclarar el papel del ex secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, en la selección del banco francés, BNP.

‘Las asignaciones petroleras de Benon Seván’

A muchos respectos, Benon Seván, el Director Ejecutivo del OIP, ha emergido como el eje central del escándalo y ha recibido considerables críticas por parte del Comité. Las alegaciones contra Seván son que utilizó su posición e influencia vis-à-vis con el gobierno iraquí para asegurar nueve lucrativas asignaciones de crudo para su amigo Fakhri Abdelnour, dueño de AMEP y pariente del ex secretario general Boutros-Ghali. Aunque sólo se ejecutaron seis asignaciones por un [valor] total de 7,3 millones de barriles, ello generó un ingreso rápido de $1,5 millones netos limpios a la AMEP (p.152). Entre 1999 y el 2003, [en] la cuenta bancaria de Seván constan cuatro transferencias de $160.000 en total. Seván ha afirmado que estas transferencias fueron realizadas por su hoy difunta tía para «costear gastos de su estancia anual» con su familia y él en Nueva York (p.161).

El informe cita evidencias probadas de peso de tráfico de influencias [por parte de] Seván. Pero incluso si tales pruebas faltaran, las notaciones del ministro iraquí del petróleo de que se había asignado crudo para Seván o para su amigo Abdelnour serían suficientes como para sostener los cargos contra él, por los siguientes motivos:

Primero, bajo Saddam Hussein, Irak fue un régimen totalitario. La experiencia con tales regímenes en la primera mitad del siglo pasado muestra registros precisos de incluso los crímenes más horribles. Al llevar un registro meticuloso, los empleados del gobierno se cubren las espaldas contra acusaciones de insubordinación o malversación.

Segundo, Seván era una figura importante del régimen iraquí, y no había motivo para creer que algún funcionario iraquí [actual] no intentara «acusarlo». Después de todo, en el momento de las transacciones ninguno sospechaba que los registros se harían públicos. Dos declaraciones de Seván indican su empatía con las frecuentes protestas [del antiguo] Irak de que había demasiados «retenes» (para suspender la aprobación) de los contratos (principalmente, Estados Unidos y el Reino Unido). En una carta, Seván afirma «compartir totalmente las frustraciones del distinguido Ministro del Petróleo». Prometía «continuar nuestros esfuerzos para reducir aún más el número de retenes» (p.145). Al mes siguiente de su vuelta de Bagdad, [Seván] afirma ante el Consejo de Seguridad el 16 de agosto del 2000, «siento que es mi deber llamar la atención del Consejo sobre el nivel inaceptablemente alto de retenciones de solicitudes » (p.146).

Tercero, no existe absolutamente ninguna prueba de que la lista publicada por al-Mada fuera una falsificación, siendo además corroborada por Duelfer.

Seván afronta un futuro incierto. Si se puede demostrar que la transferencia de fondos a su cuenta se ha originado desde una fuente ilícita, tendrá que tratar las implicaciones y consecuencias en términos de declaraciones de ingresos al fisco.

‘Auditorías internas del programa’

El informe establece dos puntos significativos referentes a la auditoria interna: Primero, hay [en la auditoria interna de la ONU] «una ausencia de atención a la adquisición del crudo y a los contratos de suministro humanitario » (p.182). Segundo, el informe concluye que «los recursos comprometidos con el Programa eran inadecuados».

Al respecto de la auditoria, no obstante, debo presentar a la atención de este Comité del Congreso una carta firmada por Shashi Tharoor, sub-Secretario General de Comunicaciones e Información Pública de las Naciones Unidas, y publicada en el Wall Street Journal del 18 de febrero del 2004, un mes después de la publicación de la lista por parte de al-Mada (y, a continuación, por el MEMRI) y casi un año después de publicarse el informe interino del Comité. Tharoor afirma en esa carta, «El propio programa era gestionado estrictamente según el mandato brindado por el Consejo de Seguridad y estuvo sujeto a casi 100 auditorias diferentes, externas e internas». Repito, Tharoor dice, «cien auditorias diferentes» entre 1998 y el 2003. Más adelante, según el Sr. Tharoor, el Secretario General había afirmado que estos exámenes «no encontraron prueba alguna de malas prácticas por parte del funcionario de la ONU [Seván]».

Esta carta plantea algunas preguntas bastante perturbadoras:

Primero, ¿estaba intentando Tharoor, un alto funcionario de la ONU, desinformar al público con conocimiento de causa y deliberadamente o, al menos, despistar a las voces que planteaban crítica a la ONU?.

Segundo, ¿quien autorizó el lavado de la imagen de Seván incluso antes de que los temas [a discusión] fueran apropiadamente examinados?.

Tercero, ¿quien contó las así denominadas ‘100 auditorías’ a las que alude Tharoor?.

Cuarto, ¿estaba Seván tras la carta?.

Quinto, ¿aprobó la carta el Secretario General, o era al menos consciente de su existencia?.

Sexto, ¿cuál es el motivo por el que el Secretario General concluye que no había malas prácticas por parte del funcionario de la ONU?.

Séptimo, ¿fue investigado el propio Tharoor por el Comité para establecer las fuentes de esta información falsa?. (De hecho, el nombre de Tharoor no aparece en el glosario de particulares entrevistados por el Comité, y debería aparecer).

‘Gestión de la contabilidad administrativa del programa (2.2%)»

Al ser asignada para administrar el Programa de Petróleo por Alimentos, la ONU estableció una cuenta especial a la que se alude como ESD (cuenta de aplicación de los costes operativos y administrativos) para gestionar los beneficios del 2.2 % de los beneficios de los réditos del crudo destinados a la administración del programa. Con el tiempo, se depositaron 1,4 billones de dólares en la cuenta ESD, [provenientes] de la venta de $62,4 billones de los réditos en petróleo iraquí.

Se estimaron los gastos cargados a la cuenta ESD en unos $910 millones, de los que $482 millones, o el 53 %, fue transferido a las agencias de la ONU relacionadas con el programa (p.37). El Comité no encontró [prueba alguna de] desfalco e invitó a la ONU a llevar cuentas separadas. (p.40). Sin embargo, el Comité no estudió el uso y aplicación de los fondos por parte de las agencias vinculadas a la ONU y, según la experiencia personal de este testigo, debe prestarse atención especial a la cultura de descubiertos que satura muchas agencias de la ONU en el uso de sus fondos por encima del presupuesto.

Estimaciones ilícitas del ingreso iraquí

Casi como sugerencia, el Comité ofrece estimaciones de fondos ilícitos recibidos por el régimen de Saddam bajo el OFF, que varían [en una horquilla] entre los $9.583 millones estimados por la Coalición para la Justicia Internacional y una cifra ostensiblemente superior de $21.149 millones, ofrecida por el US Senate PIC (p.41).

Cualquiera que sea la cifra final, existe un consenso entorno a que gran parte del crudo pasó de contrabando a Jordania, Turquía y Siria. El valor estimado del petróleo desviado es de $1,6 billones, $2,1 billones y $2,2 billones, respectivamente. Las investigaciones posteriores deben tratar las siguientes preguntas:

Primero, ¿cual fue el descuento [medio] ofrecido por el régimen de Saddam a los receptores del petróleo birlado [frente al precio de mercado]?.

Segundo, ¿cómo pagaron estos gobiernos a Irak, y en qué cuentas se depositó el dinero?.

Tercero, ¿ los pagos por petróleo fueron registrados en las cuentas de los países?.

Cuarto, ¿en qué bancos se depositaron los pagos, y a quién se autorizó a firmar las solicitudes de extracción de fondos de estas cuentas?.

Quinto, ¿era consciente el OPI del contrabando de petróleo, y lo discutió con el Gobierno [anterior] de Irak?.

Implicaciones para Naciones Unidas

Los problemas con el Programa de Petróleo por Alimentos subrayan la falta de experiencia y la capacidad limitada de una gran burocracia internacional, como Naciones Unidas, para ocuparse de un programa de tal magnitud. Como resultado, el programa fue pobremente administrado y, en la práctica, lo hubiera sido peor aún si no fuera porque Estados Unidos y el Reino Unido habían puesto centenares de «retenes» a los contratos que se juzgaban como inapropiados, tales como contratos por bienes de lujo, contratos [de precios] astronómicamente cargados, o contratos de suministro de bienes susceptibles de tener un doble uso – civil y militar.

Irak se quejó amargamente durante años de estos «retenes», que alegaba, inflingían gran daño al pueblo iraquí, particularmente a los niños pequeños. Seván apoyó las denuncias iraquíes criticando los esfuerzos de Estados Unidos y el Reino Unido por poner freno a lo que percibían correctamente como un programa humanitario descarrilado.

Sin embargo, Estados Unidos y el Reino Unido podrían haber hecho más. Por ejemplo, podrían haber interceptado con sus flotas en el Golfo los enormes buques cisterna que llevaban los cargamentos ilegales de crudo. En cambio, escogieron interceptar barcos pequeños. Y durante todo este tiempo, Estados Unidos continuó siendo uno de los mayores compradores de petróleo iraquí.

Falta de disciplina presupuestaria

La falta de disciplina presupuestaria de la ONU es endémica, a causa de un sistema de votación que ofrece voto paritario a cada miembro sin tener en cuenta el nivel de su contribución al presupuesto de la ONU. Se puede argumentar, y de hecho se hace a menudo, que Naciones Unidas debe respetar la soberanía de cada uno de sus miembros por igual. Este argumento sería válido respecto a las votaciones y a los asuntos políticos, económicos y sociales. No puede defenderse respecto a determinar cómo disponer de los recursos de la ONU, derivados de pagos especiales. Es realmente absurdo que Estados Unidos se vea obligado a defender su posición vis-à-vis con otros cien países cuyas contribuciones combinadas ni siquiera rozan la suya [la de Estados Unidos].

La ONU debería considerar la adopción de un sistema de votación equilibrado como el que ha gestionado las instituciones de Bretton Woods desde hace mucho, en el que cada miembro tiene un voto [de valor] equiparable a su contribución al capital del Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. Un doble sistema en la ONU, uno en materias presupuestarias, basado en una votación equilibrada, y uno de soberanía igualitaria para todo lo demás, serviría para introducir la disciplina financiera en la ONU – un cambio que se echa de menos desde hace mucho. [4]

Al-Suhail en el discurso del Estado de la Unión

Además de la corrupción sobre la que se centra el informe, han emergido algunas dimensiones siniestras del OFF.

En el curso de su Discurso del Estado de la Unión del 2 de febrero, el Presidente George W. Bush presentó a Ms. Safia Taleb al-Suhail, una de las líderes del Consejo Político de Mujeres Iraquíes, y cuyo padre fue asesinado por agentes de Saddam Hussein. El 7 de febrero, en al-Mada, el diario que publicó primero la lista de destinatarios de los vales del crudo, aparecía un artículo de Bakhtiar Amin, el Ministro Interino de Derechos Humanos de Irak y marido de al-Suhail, afirmando, inter alia, que el asesino del padre de al-Suhail, el jeque Taleb al-Suhail, fue el nacional libanés George Dijerian, que recibió un vale por [valor de] 7 millones de barriles por su acción criminal. [5] Este episodio plantea todo un conjunto de preguntas nuevas referentes a la mala gestión del Programa Petróleo por Alimentos (OFF) por parte de Saddam Hussein para financiar organizaciones terroristas y actividades terroristas – temas que aún se debe revisar.

* El Dr. Nimrod Rafaeli es analista senior del Programa de Estudios Económicos de Oriente Medio del MEMRI.


[1] Para el testimonio previo del Dr. Rafaeli ante el comité de la Cámara de Representantes, ver MEMRI Investigación y Análisis No. 172, 21 de abril del 2004, «Testimonio de analista del MEMRI ante el Congreso a propósito del escándalo ‘Petróleo por Alimentos»; http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA17204.

[2] Al-Mada (Bagdad), 25 de enero del 2004

[3] Al-Mada (Bagdad), 25 de enero del 2004

[4] Al autor se le dio menos de 48 horas para preparar este informe y no hubo suficiente tiempo material como para articular cualquiera de estas ideas de un modo profundo, aunque la dirección que ofrecen es bastante obvia.

[5] Al-Mada, 7 de febrero del 2005