El 4 de abril, 2020 ocho facciones de las Unidades de Movilización Popular (UMP) en Irak emitieron una declaración conjunta, acusando al Primer Ministro designado por Irak Adnan Al-Zurfi de ser un «agente estadounidense» y amenazando incrementar los ataques contra las fuerzas estadounidenses si los legisladores iraquíes aprueban su gabinete.[1]

La declaración, que incluyo tres mensajes, uno dirigido a las fuerzas estadounidenses, uno a los legisladores iraquíes y otro al pueblo iraquí, fue firmada por el Movimiento Asaib Ahl Al-Haq, las Brigadas Al-Kharasani, el Movimiento Al-Nujaba, las Brigadas Syed Al-Shuhada, las Brigadas Ashura, las Brigadas Imam Ali, el Movimiento Al-Awifya y los soldados del Movimiento Imam.

La declaración no solo va acorde con las fogosas habituales amenazas de los representantes a favor de Irán, sino que también son concordantes con los desesperados intentos de Teherán de evitar la formación de un gobierno pro-Estados Unidos que pudiera poner en peligro los esfuerzos de Irán para evitar las paralizantes sanciones impuestas por los Estados Unidos. En los últimos años, Irak se ha convertido en esperanza de última hora en la recuperación político-económica del régimen iraní. El régimen ha aprovechado las excepciones otorgadas por Washington al gobierno iraquí para canalizar dinero hacia las Fuerzas Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI).

La declaración también parece tener como objetivo provocar que la administración estadounidense tome medidas militares no-calculadas en un momento altamente crítico, mientras sus recursos se agotan internamente como parte de los esfuerzos por contener la pandemia del coronavirus. Las facciones esperan que tal movimiento ejerza más presión sobre el Presidente Trump a fin de que reaccione militarmente, lo que pudiera exponerle a ser criticado localmente.

Además, la declaración busca aumentar la postura del comandante del CGRI de Irán Esmail Qanni, como alguien que puede igualar la ya famosa influencia de su predecesor Qassem Soleimani, sobre las facciones chiitas en la región. Durante más de cuatro meses, Teherán no ha logrado llegar a un acuerdo entre las facciones chiitas iraquíes sobre quién reemplazará al subcomandante de las UMP Abu Mahdi Al-Muhandis, ni tampoco un acuerdo entre los políticos chiitas sobre quién reemplazará al primer ministro saliente Abdul Abul Mahdi.

La declaración conjunta de las facciones se produce dos días después de la visita de Qaani a Bagdad, en la que se reunió con los comandantes de la UMP para enmendar las divisiones sobre el liderazgo y unir sus esfuerzos para frustrar que el Presidente Barham Salih designe a Al-Zurfi como primer ministro. Al-Zurfi, que busca presentar su programa de gobierno ante el parlamento a más tardar el 17 de abril, se comprometió garantizar a comienzos de marzo que la «lealtad de las UMP sea hacia Irak y los iraquíes».[2]

Las reacciones a la declaración de las facciones destacan el fracaso de Qaani para controlar a varias figuras clave en la escena política iraquí, tales como el clérigo chiita Muqtada Al-Sadr quien fue, en cierta medida, un obstáculo incluso para Soleimani. Sin embargo, Soleimani sabía cómo aprovechar las diferencias de Al-Sadr con los grupos iraquíes para apoyar de esta manera la agenda de Irán en Irak.

‘Las amenazas de los estadounidenses contra las facciones son un intento por encubrir sus derrotas

Citando la decisión del parlamento iraquí de expulsar de Irak a la coalición liderada por los Estados Unidos luego del ataque aéreo estadounidense que acabó con la vida del comandante de las Fuerzas Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) Qassem Soleimani y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (UMP) Abu Mahdi Al-Muhandis hecho ocurrido el 3 de enero, 2020 la declaración dice que las facciones poseen «evidencia definitiva de que las fuerzas estadounidenses aumentaron su agresión y tiranía y que más ataques fueron llevados a cabo. Por lo tanto, los hijos de las facciones de la resistencia nacional se reunieron para confirmar su postura histórica de considerar a las fuerzas estadounidenses como fuerzas de ocupación».

Las facciones dijeron que los ataques contra las bases militares que albergan a las tropas estadounidenses son «solo simples respuestas a los ataques [por parte de los estadounidenses]», señalando que el reciente reposicionamiento de las fuerzas estadounidenses y su incapacidad para contrarrestar los ataques con cohetes sobre las bases iraquíes son una señal de retirada.

«Ustedes [las fuerzas estadounidenses] han demostrado que son fuerzas de ocupación y que respetan solo el idioma de la fuerza y ustedes serán tratados de la misma manera». La declaración agregó que «las recientes amenazas de Estados Unidos contra las facciones y los líderes de la resistencia no son más que un intento por encubrir sus derrotas, porque son demasiado débiles para ir a una guerra con las facciones».

La declaración conjunta por parte de las ocho facciones.

La declaración mencionó que las tropas estadounidenses «no podrán enfrentarse a las facciones combinadas» y las facciones «convertirán la tierra y el cielo de Irak en un infierno para ustedes [tropas estadounidenses]».

‘Al-Zurfi es un agente estadounidense’

Dirigiéndose a los parlamentarios iraquíes, la declaración enfatizó que las facciones «rechazan la designación del candidato estadounidense respaldado por los servicios de inteligencia Adnan Al-Zurfi», señalando que esta designación «no será permisible».

La declaración acusó al Presidente Saleh de poner en peligro la paz civil en Irak al insistir en nominar a «una personalidad tan controvertida [Al-Zurfi] quien fue rechazado por la más alta autoridad religiosa [el Gran Ayatolá Ali Al-Sistani] y los manifestantes». Esta declaración instó a los legisladores iraquíes a frustrar el intento por Al-Zurfi de asegurarse los votos necesarios para aprobar su gabinete.

Un tercer mensaje en la declaración fue dirigido al pueblo iraquí: «Nosotros [las facciones] nos comprometemos a seguir siendo leales soldados, defenderlos y sacrificarnos por ustedes y no dejaremos que Estados Unidos continúe ocupando nuestra tierra y suelo, nos roben nuestra riqueza y dividan nuestro estado».

Las reacciones de Al-Sadr y Al-Zurfi

El primer ministro designado Adnan Al-Zurfi fue el primero en reaccionar a la declaración cuando tuiteó un video que le muestra firmando un programa de gobierno que este tiene intención de presentar ante el parlamento, junto a un hashtag que dice: «Irak primero», indicando su intención de avanzar con su plan y obtener la aprobación del parlamento a pesar de las amenazas.[3]

El video tuiteado por Al-Zurf

Mientras tanto, el clérigo chiita iraquí Muqtada Al-Sadr criticó la declaración de las facciones a través de su afiliado Saleh Mohammd Al-Iraqi, quien tuiteó: «Muchos políticos y algunas de las llamadas facciones de la resistencia no aprendieron la lección de esta dificultad y pandemia del [coronavirus] y todavía buscan obtener provecho de ello».

El tuit condenó aún más a las facciones por «favorecer sus propios intereses por sobre los de la resistencia […] en un momento en que el pueblo iraquí lucha contra la muerte, contra una guerra inminente (pueda Alá prohibir) – y contra una pandemia».

Tuit de Al-Iraqi


[1] Alaraby.co.uk, 4 de abril, 2020.

[2] Twitter.com/adnanalzurfi, 17 de marzo, 2020.

[3] Twitter.com/adnanalzurfi, 4 de abril, 2020.