En días recientes, la prensa siria y jordana ha tomado giros lanzándose acusaciones entre si sobre la Resolución No. 1559 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que llama a un retiro sirio del Líbano. Un editorial del 12 de marzo, 2005 en el diario del gobierno sirio Teshreen lanzó un acerbo ataque a Jordania por su política general sobre la resolución, particularmente por una declaración que el Ministro del Exterior jordano Hani Al-Mulqi hizo en su visita a Israel a efectos de que Siria debe implementar la resolución. El editorial sirio, del redactor Issam Dari, declaró que Jordania ha asumido para si mismo representar al Diablo adoptando una política similar a las de Estados Unidos e Israel sobre la Resolución 1559, y que esto era como ser «apuñaleado por un hermano y compañero.»
Al siguiente día, el diario del gobierno jordano Al-Ra’i publicó una respuesta de su comentarista político que declara que aquellos responsables por el editorial de Teshreen todavía estaban viviendo en la Edad Media y que estaban atascados en el pasado. Los verdaderos «diablos», clamó, indicando a Siria, eran aquellos quienes permutaron a la nación [árabe] durante las últimas cuatro décadas y la llevaron a su miserable estado actual. Lo siguiente son extractos de los artículos:
Diario sirio Teshreen: Jordania ha asumido para si mismo el representar al Diablo
El editorial de Teshreen declaró: «Cuando uno es apuñaleado por su enemigo, es algo natural, porque la naturaleza de un enemigo es ser bajo y traicionero. Pero cuando uno es apuñaleado por alguien que se supone es su hermano y compañero en la guerra de existencia, este no sólo causa frustración sino también desilusión y dolor. Esto es particularmente asi si este ‘hermano’ y ‘compañero’ se ha ofrecido a tomar para si mismo representar al Diablo y ha adoptado posiciones y políticas que pueden ir más lejos que las posiciones y políticas del enemigo mismo!
«Tuvimos esperanza de que las consultas, reuniones y visitas inter-árabes, en víspera a la cumbre árabe [a ser emplazada el 22 de marzo, 2005 en Argelia] fueron dirigidas a examinar las mejores maneras de llevar a cabo el éxito de la cumbre, y de coordinar posiciones y políticas – con el objetivo de reforzar la posición árabe y hacerla firme para enfrentar los desafíos que rodean a la nación árabe en todos lados, especialmente en luz a las graves circunstancias y serios desafíos. Pero desgraciadamente, sucedió lo contrario.
«Jordania ha premiado a Israel por sus crímenes y masacres de los últimos cuatro años regresando a su embajador a Tel Aviv – y quizás le veremos pronto en la propia Jerusalén! Después de eso, el rey de Jordania envió a su ministro del exterior, Dr. Hani Al-Mulqi, a Tel Aviv para darle la mano a Sharon, las cuales están manchadas con la sangre de nuestro firme pueblo palestino.
«La visita de [Al-Mulqi] [a Israel puede ser] un asunto jordano, [pero] es contraria al consenso general árabe. La declaración de Al-Mulqi [sobre la Resolución 1559] cruzó líneas críticas. De acuerdo a todo criterio, es como una fiel traducción de la política americana-israeli en la región, y es como estar en fila detrás de Washington y Tel Aviv en su batalla y presión a Damasco.
«Desde Tel Aviv, Al-Mulqi llamó en Siria a implementar inmediatamente la Resolución 1559, y consideró el acuerdo Taif como un remanente del pasado, sin ningún valor digno [de consideración]. Haciendo esto, fue incluso más allá de la posición americana e israelí y más allá de la Resolución 1559 la cual está parcialmente basada en el acuerdo Taif.
«Además, Al-Mulqi [también] ignoró la voluntad de los propios libaneses, incluyendo a los miembros de la oposición quienes enfatizan su adhesión al [acuerdo] Taif. Quién le otorgó el poder de litigante al ministro Al-Mulqi para hablar en nombre de los libaneses, los sirios, y los árabes…?
«Dejen que el ministro jordano vaya a Israel y se encuentre con Sharon, quien permitió que la sangre palestina fuese derramada con impunidad y dejó que su ejército emprendiera una guerra extrema contra todas las clases de nuestro pueblo palestino. Pero los que toman decisiones en Aman deben recordar los límites de las posiciones y declaraciones hechas por sus oficiales, [y asegurar de que] no toman para si mismos el representar al Diablo y no se unen al peligroso juego que existe en Washington.
«Es inapropiado para los líderes jordanos darle la mano a los asesinos de los palestinos y los árabes, [los asesinos] quiénes todavía mantienen a los prisioneros jordanos en sus celdas y se niegan a soltarles a pesar de las muy amistosas y calurosas relaciones entre la Corona jordana y Tel Aviv.
«Es inapropiado para los líderes jordanos unirse a los ataques de desinformación y falsificación, y actuar en la plaza europea para defender las posiciones americanas e israelies – particularmente aquéllas en contra de Siria, las cuales siempre se han consagrado a la defensa de la nación [árabe] y sus asuntos.
«Es altamente deshonroso para Al-Mulqi darle la mano al Primer Ministro israeli Sharon en un momento cuando un europeo, el alcalde de Londres, está de pie y declarando que Sharon es un criminal de guerra que debería estar tras las rejas, y que Israel está dirigiendo una política racista y criminal.
«Teníamos la esperanza de que nuestro [estado] hermano Jordania tomaría medidas [en favor] de los hermanos árabes, y particularmente [en favor de] Siria, para estar de pie al ataque al cual los árabes, encabezados por Siria, están sujetos, y para la causa del éxito de la cumbre de Argelia. Pero los ‘hermanos’ [jordanos] quisieron cambiar esta tendencia, porque aparentemente no tienen ninguna libertad de escogencia, y su política no está consolidada en Aman según el latido de la calle árabe y pan-árabe jordana, pero de acuerdo a otras consideraciones que no son ciertamente las consideraciones de la totalidad de la calle árabe.» [1]
La respuesta jordana: Los [verdaderos] Diablos son aquellos quienes llevaron a la nación árabe a repetidas derrotas
El Ministro del Exterior jordano Hani Al-Mulqi respondió al editorial de Teshreen: «Las declaraciones en la prensa siria no tienen sentido. No podemos ser selectivos respecto a las decisiones de Concejo de Seguridad. Teshreen puede decir lo que quiera.» [2]
El 13 de marzo, el editor político del diario del gobierno jordano Al-Ra’i escribió: «Teníamos esperanza de que el tiempo de alevosía y los planeados ataques de los medios de comunicación llenos de invectiva y difamación hubiesen acabado, y que esta gente hubiera regresado a sus sentidos y aprendido sus lecciones de lo que le sucedió a nuestra nación…
«Pero los hermanos en Teshreen, para no decir en Siria, todavía viven en la Edad Media, en aislamiento del mundo, y no saben lo que está sucediendo alrededor de ellos…
«Nosotros en Jordania no hemos ‘asumido representar al Diablo.’ Además, los [verdaderos] diablos son aquellos quienes han truncado a la nación [árabe] durante cuatro décadas, llevándola a un estado de debilidad, humillación, y repetidas derrotas mientras no desplegaban ninguna clase de [auto-] crítica…
«No fuimos nosotros quiénes emitimos la Resolución 1559. No éramos partidarios a ella. No fuimos los que se negaron a reconocer el acuerdo Taif. Y ciertamente no fuimos los que no pensábamos implementar [la resolución] hasta que otros llegaron y exigieron su ‘inmediata’ aplicación [bajo la amenaza de] sanciones.
«Nosotros no le dijimos a [Siria]: implementen [la resolución] o enfrenten las consecuencias. Dijimos que debemos honrar las resoluciones de las Naciones Unidas de una manera comprensiva, no selectivamente, porque si [no lo hacemos], entonces nuestras constantes repetidas exigencias respecto a la aplicación de las Resoluciones [del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas] No. 242 y 338 y la Resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas no tienen sentido… Estamos con la Resolución 1559, porque amamos a Siria y al Líbano.» [3]