Introducción

Las próximas elecciones presidenciales en Irán están pautadas para el 12 de junio, 2009. Aunque no se ha determinado todavía quiénes serán los candidatos, la campaña electoral ya ha comenzado. Los conservadores de varias corrientes así como también los remanentes del bando reformista ambos están teniendo dificultades en hallar a un candidato digno con el suficiente atractivo público para competir contra del Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad.

En agosto del 2008, el Líder Supremo de Irán Ali Khamenei anunció su apoyo a la reelección de Ahmadinejad.[1] Este paso fue significativo en asegurar la estabilidad del régimen y prevenir un conflicto interno que podría perturbar el delicado equilibrio entre el bando revolucionario de Ahmadinejad y el bando del poderoso Ali Akbar Hashemi Rafsanjani y sus aliados de la vieja guardia. Conservando el equilibrio entre las varias corrientes políticas, Khamenei – quién funciona como Shah – es el conductor del Régimen Islámico en Irán, maniobrando entre los varios grupos de poder del régimen y manteniendo el frágil equilibrio entre ellos.

Los aliados conservadores de Rafsanjani han estado intentando últimamente formar una coalición con antiguas figuras entre los reformistas fieles al régimen de la Revolución Islámica, tales como el ex presidente Mohammad Khatami y el ex portavoz del Majlis Mehdi Karrubi, con el fin de adelantar un acuerdo sobre el candidato que disfrutará del amplio apoyo público y competirá contra Ahmadinejad. Este plan – qué se ha conocido como la iniciativa para un Gobierno de Unidad Nacional – parece ser un esfuerzo único organizado para desafiar la decisión de Khamenei de apoyar a Ahmadinejad, y de actualizar los ideales de la Revolución Islámica, ofreciendo una alternativa mesiánica a la «Segunda Revolución Islámica» del bando extremista conservador de Ahmadinejad.

El candidato de Khamenei: Ahmadinejad

Cada presidente en la historia de la República Islámica ha sido reelecto para un segundo periodo en el cargo. Ahmadinejad, sin embargo, ha enfrentado una crítica pública sin precedentes – desde ambos bandos el conservador y el reformista – sobre muchos aspectos de su política, incluyendo: su estrategia económica, la cual está socavando el orden social en Irán;[2] su promoción a la doctrina mesiánica mahdista;[3] sus declaraciones sobre el Holocausto e Israel; y su política exterior, que sus críticos hayan conforme al punto de desatender los intereses de Irán – en especial vis-à-vis con Rusia, vis-à-vis con los Estados Unidos respecto a las negociaciones en abrir una oficina de intereses norteamericana en Teherán y vis-à-vis con los estados del Golfo respecto a las tres islas que claman los EAU (Emiratos Árabes Unidos)[4]

No obstante, Khamenei ha anunciado su apoyo por Ahmadinejad, y los conservadores que se oponen a Ahmadinejad están teniendo grandes dificultades en enfrentarse contra la decisión de Khamenei.

Los medios de comunicación afiliados a Ahmadinejad naturalmente lo apoyan, incluyendo a las agencias de noticias Fars e IRNA, los semanarios Parto-ye Sokhan y Sobh-e Sadeq, y el diario Javan, afiliado a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII). Especialmente activos estaban el editor del diario Kayhan Hossein Shariatmadari, el cual está afiliado a Khamenei. En varios editoriales recientes, Shariatmadari argumentó que Ahmadinejad, a pesar de sus fallas, era el mejor candidato que tenían los conservadores. También advirtió que si los conservadores fueran a dividir su apoyo, los reformistas «traidores» podrían ganar las elecciones.[5]

Ahmadinejad, por su parte, está intentando obtener la bendición de los Ayatolá tradicionales de Qom, a pesar de su crítica hacia él, y fue pautado para una visita el 25 de diciembre, 2008 para este propósito.[6]

A pesar del apoyo de Khamenei por Ahmadinejad, varios otros conservadores han anunciado su candidatura, incluyendo al Alcalde de Teherán Mohammad Baqer Qalibaf, quien compitió contra Ahmadinejad en las elecciones presidenciales del 2005, y el ex ministro de finanzas Mostafa Pour-Mohammadi, quién fue removido de su cargo por Ahmadinejad.[7] Parece ser que ninguno de estos dos disfruta del extenso apoyo en el establishment conservador; no obstante, después de que Qalibaf se reunió con el Portavoz del Majlis Ali Larijani, los partidarios de Ahmadinejad le advirtieron a que no participara como candidato para la presidencia, ni que se le ocurriera «desaparecer de la arena política».[8] El propio Larijani, quién también compitió contra Ahmadinejad en el 2005, anunció cuando fue nombrado portavoz del Majlis de que no pensaba dejar este cargo para poder disputar de nuevo la presidencia.

Los reformistas en crisis

A pesar de las continuas críticas acerbas contra Ahmadinejad, los reformistas están enfrentando sus propias dificultades, en encontrar a un candidato prominente capaz de inspirar al público, tal como lo hizo el ex presidente Mohammad Khatami. La razón principal de esto es la campaña sistemática y minuciosa emprendida contra los reformistas en años recientes a las instituciones conservadoras del régimen, que corroyeron significativamente al bando reformista. Los reformistas ya no tienen representantes en la rama ejecutiva, y su presencia en el Majlis es menor, en términos de ambos los números y el estatus político de sus representantes. Es más, el periodo de Khatami en el cargo le mostró al pueblo iraní que inclusive si un candidato reformista pudiese ser elegido, el establishment conservador influyente lo hará cojear y lo despojará de todo significado de sus acciones. Los socios de Khatami lo mencionan ocasionalmente como un candidato digno para las próximas elecciones – pero el propio Khatami es renuente a regresar a la arena política. Además, parece ser que debido a la crítica dirigida contra él por los estudiantes y los jóvenes durante su segundo periodo en el cargo, está apoyado sólo por la desmoronada élite reformista.

Otros reformistas mencionados ocasionalmente como posibles candidatos (pero que igualmente no han anunciado a su candidatura) son Hassan Rohani, anteriormente a cargo del expediente nuclear de Irán; el ex ministro del interior Abdollah Nouri (quién fue removido de su cargo por los conservadores y encarcelado durante tres años); y el ex primer ministro Mir-Hossein Mousavi. Sin embargo, no disfrutan del amplio apoyo, ya que estos son percibidos como tecnócratas, o como incapaces de crear una clara y comprensiva agenda política, social y económica.

Debería mencionarse que el ex portavoz del Majlis Mehdi Karrubi, jefe del partido de oposición Etemad-e Meli, ha anunciado su candidatura. Karrubi disputo la presidencia contra Ahmadinejad en el 2005, y seguidamente renunció a todos los cargos que tuvo en el régimen para protestar contra el fraude electoral que llevó a Ahmadinejad a la presidencia. Desde entonces, ha conducido claramente todos los esquemas de trabajo gubernamentales y ha abanderado la causa de la gobernación apropiada. Sin embargo, ya que no es probable que arrastre mucho apoyo, ya ha anunciado que retirará su candidatura si los reformistas acuerdan en un candidato más prominente y carismático. Mohammad Reza Aref quien fue vicepresidente en el gobierno de Khatami, ha igualmente arrojado su sombrero al cuadrilátero, pero se retirará si se llega a un acuerdo en encontrar al candidato reformista.[9]

Esta situación demuestra la profundidad de la crisis en la cual los reformistas se encuentran, siendo incapaz de transcender las divisiones políticas y unirse detrás de un solo candidato carismático que tenga una agenda reformista política-social clara y práctica.

Los conservadores anti-Ahmadinejad defienden un ‘gobierno de unidad nacional’: «cien Ahmadinejads vendrán y se irán – pero la revolución y el régimen permanecerán»

La rivalidad principal dentro del bando conservador hoy es entre Ahmadinejad, y Hashemi Rafsanjani y sus partidarios. El último, quién es la figura más poderosa después de Khamenei y quién encabeza varios cuerpos importantes del régimen, incluyendo a la Asamblea de Expertos y el Concejo de Conveniencia, no pueden ir públicamente en contra de la decisión de Khamenei de apoyar a Ahmadinejad.[10]

Sin embargo, sus socios están promoviendo la iniciativa del Gobierno de Unidad Nacional, el objetivo principal el cual es adelantar un acuerdo sobre un candidato de entre los conservadores tradicionales para reemplazar a Ahmadinejad. Esta iniciativa también es apoyada en principio por los reformistas a favor del régimen.

Aunque precisamente no está claro quién está detrás de la iniciativa, el hecho que tal iniciativa existe refleja la inquietud entre los conservadores tradicionales sobre una posible reelección de Ahmadinejad, y la propia iniciativa constituye actualmente un frente para remover a Ahmadinejad del poder. Nada sorprendente, los partidarios de Ahmadinejad se oponen fuertemente a esta iniciativa, llamándolo un movimiento norteamericano llevado a cabo por los reformistas en un anuncio por dividir al bando conservador.

El 3 de agosto del 2008, el diario reformista Shahrvand-e Emrouz (el cual fue cerrado por el régimen en noviembre del 2008) informó que el conservador Ali Akbar Nateq Nouri- ex portavoz del Majlis y consejero del Líder Supremo Khamenei – había contactado a Rafsanjani, a Mehdi Karrubi y a Mohammad Khatami. El diario dijo que los cuatro se reunieron de mutuo acuerdo «por el futuro del estado» con el propósito de discutir la posibilidad de establecer un gobierno de unidad nacional que consiste en «los conservadores y reformistas moderados primarios».[11]

El 24 de agosto del 2008, el día después de que Khamenei anunciara que «ve a Ahmadinejad como presidente por los próximos cinco años», Nateq Nouri declaró que una propuesta que él había llevado adelante para un gobierno de unidad nacional había sido rechazada mientras estaba todavía en sus fases iniciales. Él defendió esta propuesta, diciendo que «ninguna facción podría gobernar al estado por si misma [refiriéndose a la facción de Ahmadinejad], y por consiguiente todas [las fuerzas] en el estado deberían cooperar». Él también explicó que bajo su propuesta original, un gobierno de unidad nacional seleccionara a un candidato presidencial que preservara los principios y valores de la Revolución Islámica, y que también sea aceptable al Líder Supremo Ali Khamenei así como a todas las facciones [iraníes].[12]

Aunque Khamenei rechazó el plan de Nouri, este aparentemente fue endosado por el Partido de Kargozaran (el Partido de los Ejecutivos de la Construcción, afiliado a Rafsanjani). En una concentración a comienzos de diciembre del 2008, el secretario general del partido Gholam Hossein Karbaschi – socio de los ex presidentes Rafsanjani y Khatami, y ex alcalde de Teherán quien fue removido de su cargo por los conservadores sobre alegatos de corrupción – presentó el plan de unidad nacional gubernamental como elemento principal de la estrategia del partido en las próximas elecciones.[13]

Karbaschi enfatizó la necesidad de un gobierno de unidad nacional, y declaró que Rafsanjani había enfatizado este mismo punto durante una reciente reunión con él. Él agregó que Rafsanjani también le había dicho que la conservadora Asociación del Clero Combatiente se había quejado por la dominación del liderazgo de estado de cierto grupo de personas (a saber, la facción revolucionaria de Ahmadinejad) que está sacando fuera del camino a otras facciones. En la reunión, Karbaschi enumeró las fallas de la política de Ahmadinejad (incluyendo su fracaso en llevar a cabo el programa de privatización ordenado por Khamenei; su fracaso en aprovecharse de la condición enfrentada por los Estados Unidos y otras superpotencias en Irak y Afganistán, o de las ganancias sin precedentes obtenidas del petróleo iraní, que en un momento dado alcanzaron los $150/bbl; y la galopante inflación en Irán, la cual ha alcanzado el 30% al año). Karbaschi agregó que, debido a estos errores estratégicos, «Irán está enfrentando serias crisis». Como resultado, concluyó, «el pueblo y la mayoría de las fuerzas activas [en la arena política] están en la desesperación…»[14]

El portavoz del partido Hossein Mar’ashi, socio de Rafsanjani, escribió en el diario Kargozaran de que el plan de unidad nacional gubernamental tenia como fin deshacerse de los conservadores de su condición presente, y de prevenir un escenario en el cual Ahmadinejad participe contra un reformista como Mohammad Khatami. Él agregó que Ahmadinejad ve, y siempre ha visto, al movimiento conservador como una mera herramienta para servir a sus fines, y nunca ha estado verdaderamente interesado en cooperar con este. Él rechazó la crítica al plan por los partidarios de Ahmadinejad, preguntando: «Por qué es que al momento en que algunos reformistas, encabezados por el Partido de Kargozaran, endosaron este plan, se convirtió de repente en un plan ‘norteamericano’? ¿Los conservadores deben responder muchas preguntas… [Por ejemplo], desde cuándo se concentran la Revolución, el régimen islámico, y [sus] valores y principios a una [sola persona, es decir] en Ahmadinejad? ¿Desde cuándo [la oposición] hacia Ahmadinejad cuenta como oposición en éstos [ideales]? Cómo es que todos los clérigos y líderes de estado se tragan esta falsa denuncia? Cien Ahmadinejads pueden venir e irse, pero la Revolución y el régimen permanecerán». Mar’ashi agregó que, como parte de su política, Ahmadinejad pisoteó al Majlis y sus leyes, desatendió las directivas de los antiguos Ayatolá e institutos religiosos, mal administró los asuntos estatales, violó los principios y valores de la revolución, y causó que la inflación aumentara. Todo esto, dijo, ha llevado a una situación dónde los conservadores ya no pueden aceptar sus acciones y su política.[15]

El dilema: ¿Cual es el mejor candidato que puede competir contra Ahmadinejad?

Los contactos secretos entre los conservadores tradicionales, encabezados por Rafsanjani, y los reformistas pro-régimen tales como Mohammad Khatami y Mehdi Karrubi parecen ser una maniobra política y una reacción ideológica a la dominación de la presidencia por el movimiento mesiánico-revolucionario de Ahmadinejad.[16]

Más allá del problema básico al establishment conservador – es decir, su incapacidad para desobedecer al Líder Supremo presentando a un candidato diferente a Ahmadinejad – ambos los conservadores tradicionales y los reformistas pro-régimen se les presenta otro problema – su incapacidad de encontrar a un candidato otro que el ex presidente Mohammad Khatami (quién para la fecha se niega a participar, debido a su experiencia anterior con el liderazgo del régimen, el cual de una manera severa lo obstruyó cuando fue presidente).[17]

En cuanto a Rafsanjani, aunque ha anunciado que no participará en las elecciones, parece ser que piensa jugar un papel importante en ellas.[18] Una fuente cercana a él le dijo al portal Asr-e Iran que le gustaría personalmente ver a Hassan Rohani, quien estuvo al cargo del expediente nuclear en el gobierno de Khatami, como candidato conservador-reformista unido. Sin embargo, él sabe que Rohani es improbable que ordene un acuerdo general nacional, en especial participando contra Ahmadinejad. Según la fuente, Rafsanjani comparte la presunción de que Khatami pudiera ser un rival viable para Ahmadinejad, y así el más probable en recibir el apoyo de Rafsanjani, si decidiera participar – en tal caso Rohani no participará. Ali Shakuri-Rad, miembro del partido reformista Frente de Participación, dijo que Rafsanjani y Khatami eran muy parecidos en sus puntos de vista, y probablemente trabajaran juntos. Él agregó que, si Khatami decidiera participar, probablemente Rafsanjani lo apoye, oficial o extraoficialmente.[19] Asr-e Iran también mencionó que Rafsanjani y Khatami ya se habían reunido varias veces para consultar sobre las elecciones presidenciales.[20] Parece ser, por consiguiente, que la presión sobre Khatami para entrar en la contienda se remontará en los próximos meses.

Mohammad Ali Ramin, el socio y consejero de Ahmadinejad, ha escrito recientemente una carta a Khatami pidiéndole que no participe en la contienda electoral y no responda a la llamada demagógica de «salvar a Irán». Ramin agregó que aunque él mismo había expresado críticas a la política de Khatami y a las de Rafsanjani, sabía que Khatami gozaba de un prominente estatus internacional, y le pidió a Khatami que continuara sus esfuerzos por Irán en la arena internacional.[21]

Los partidarios de Ahmadinejad: El plan de la unidad nacional gubernamental es una maniobra de los norteamericanos y los reformistas

Los partidarios y asociados de Ahmadinejad – incluyendo a los socios de Khamenei, el editor de Kayhan Hossein Shariatmadari; el editor de Parto-ye Sokhan Qassem Ravanbakhsh, quien está asociado al Ayatolá Mohammad Taqi Mesbah-e Yazdi; y los diarios Sobh-e Sadeq, Javan e Irán – arremetieron fuertemente contra el plan de gobierno de unidad nacional, citando la denuncia tradicional de que esta fue iniciada por aquellos reformistas que están colaborando con los norteamericanos y trabajan en contra de los intereses de Irán. Ellos agregaron que la verdadera motivación detrás del plan era el deseo de los norteamericanos de detener el programa nuclear de Irán, o reemplazar a los líderes de Irán con títeres que obedecieran a Occidente.

En un editorial del 7 de diciembre, 2008, Shariatmadari caracterizó el plan como un complot reformista norteamericano para deponer a Ahmadinejad, y advirtió a los «amigos del Islam y la Revolución» entre los conservadores a no caer en la trampa puesta por los enemigos y llamó al «plan de gobierno de unidad nacional» o a «la coalición para el rescate del país». «De quien quieren rescatar ellos al país?» preguntó. «De cual movimiento político? Los reformistas ni [siquiera] intentan ocultar [el hecho] de que quieren salvar al país de los conservadores…»

Shariatmadari agregó: «Mientras los conservadores, y en especial Ahmadinejad, insisten en valores como la distribución justa de la riqueza, apoyo para los menos privilegiados, constancia ante la extorsión norteamericana, y la lucha contra la corrupción económica, las metas de los reformistas [permanecerán en] conflicto abierto con las directrices de la Revolución Islámica y el [Ayatolá] Khomeini; de entregarle el país a los enemigos del pueblo; de [mantener] lazos secretos con las fuerzas extranjeras; apoyo a los rebeldes; el intentar socavar las bases del régimen; y [ayudar a implementar] los planes [anti-iraníes] anunciados oficialmente por Norteamérica. Debemos preguntarles a los reformistas: ¿No es [cierto] que la mayoría de sus planes corresponde a las demandas de Norteamérica y sus aliados?

«La meta de los reformistas en [formar] la ‘Coalición para el Rescate del País’ es remover a los conservadores de los centros de poder en [Irán] – y en esto, están en acuerdo total con los Estados Unidos y sus aliados. Por consiguiente, si existe [de hecho] una necesidad para un plan de rescate nacional, este debe ser [un plan] para rescatar [el país] del peligro propuesto por el bando reformista.

«Testimonios y documentos revelan claramente que lo único que los reformistas y sus partidarios occidentales no pueden tolerar es la continua presencia de Ahmadinejad como jefe de la rama ejecutiva iraní. Por consiguiente, los conservadores deben… advertir [al público] a no caer en la decepción de un ‘gobierno de unidad nacional’ el cual significa luchar contra el mandato conservador».[22]

En otro editorial, Shariatmadari llamó al plan un complot norteamericano «de detener a Irán al punto dónde está hoy día, por medio de las [fuerzas políticas] internas, antes de que alcance el punto de no retorno [en su programa nuclear]». Además, escribió, el plan está apuntado a «promover, por todos los medios posibles, el proceso de restaurar el gobierno iraní a las fuerzas preferidas por Occidente».[23]

El editor de Parto-ye Sokhan, Qassem Ravanbakhsh, cercano al Ayatolá Taqi Mesbah-e Yazdi, declaró que la meta del plan de unidad nacional gubernamental era el de incorporar en el régimen a grupos reformistas que han sido rechazados por Khamenei y el régimen – grupos que fueron recientemente apoyados por el Presidente norteamericano George W. Bush.

«Los reformistas y los norteamericanos tienen metas comunes», él agregó. «A tal grado, ambos desean negarle energía nuclear a Irán… [Además, ambos desean] remover el Concejo de Guardianes, con el objeto de cambiar la constitución del régimen y remover de esta el principio del mandato del jurisprudente, para organizar un ataque sobre la fe [islámica], instigar conflictos internos, etc…»[24]

El diario Iran, afiliado al gobierno de Ahmadinejad, llamó al plan «una decepción» y «un esfuerzo por restaurar a la minoría en el poder». También acusó a Rafsanjani de presentar el plan como conservador cuando es de hecho reformista.[25]

El portavoz del gobierno y Ministro de Justicia Gholam Hossein Elham declaró que el remover a Ahmadinejad de la presidencia resultaría en que los aliados de Rafsanjani vuelvan al poder, y advirtió contra el reavivamiento de esta «mafia».[26]

El director del Escritorio Político del CGRII Yadollah Javani escribió en el semanario del CGRII Sobh-e Sadeq que la meta principal de los iniciadores del plan, a saber los reformistas, es sembrar la división entre los conservadores y por consiguiente neutralizar a Ahmadinejad – cuya eliminación es, de hecho, una meta de los norteamericanos.[27]

* A. Savyon es Director del Proyecto de Medios de Comunicación de Irán; Y. Mansharof es compañero de investigación en MEMRI


[1] IRNA (Irán), 25 de agosto, 2008.

[2] El diario Jomhouri-vos Eslami denunció que esta política tendría consecuencias sociales incontrolables y socavaría de una mala forma la solidaridad social (4 de septiembre, 2008). también Véase crítica pública de Hashemi Rafsanjani a la política económica de Ahmadinejad (Rooz, 14 de diciembre, 2008).

[3] Véase MEMRI Despacho Especial No. 357, «La Doctrina del Mahdismo en la Filosofía Ideológica y Política de Mahmoud Ahmadinejad y el Ayatolá Mesbah-e Yazdi», 31 de mayo del 2007.

[4] Ahmadinejad incurrió en la crítica acordando en sentarse debajo de un afiche que portaba el nombre de «El Golfo Arábigo (en lugar de «Golfo Persa») en una conferencia el 7 de diciembre, 2007 con representantes del Concejo de Cooperación del Golfo. Esto fue caracterizado por sus opositores como la legitimación del término «Golfo Arábigo», y como aceptación de su parte a la demanda de soberanía de los estados del Golfo a las tres islas de Tunb Mayor, Tunb Menor y Abu Moussa – las cuales están en desigualdades con la política oficial de Irán.

[5] Kayhan (Irán), 10 de noviembre de 2008; 7 de diciembre, 2008; 12 de diciembre, 2008.

[6] Rooz (Irán), 22 de diciembre, 2008.

[7] Qalibaf anunció su candidatura el 25 de noviembre del 2008, y Pour Mohammadi anunció la suya el 1 de diciembre, 2008. Press TV (Irán), 25 de noviembre, 2008; Alborz (Irán), 1 de diciembre, 2008.

[8] Etemad (Irán), 23 de diciembre, 2008.

[9] Teherán Times (Irán), 22 de diciembre, 2008.

[10] Vea sus declaraciones tal como fueron citadas en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat el 25 de noviembre, 2008.

[11] Shahrvand-e Emrouz (Irán), 3 de agosto, 2008. El 8 de diciembre del 2008, el portal Asr-e Iran mencionó de igual forma que, durante el verano, se habían filtrado informes sobre consultas entre Nateq Nouri, Rafsanjani, Khatami y Karrubi, quienes estaban disgustados con el gobierno actual y estaban examinando un plan para establecer un frente de rescate nacional

[12] IRNA (Irán), 24 de agosto, 2008.

[13] La concentración fue asistida por líderes miembros del bando reformista, incluyendo a Mehdi Karrubi, Mohammad Khatami, Mohsen Armin, Mostafa Tajzadeh y otros.

[14] Kargozaran (Irán), 6 de diciembre, 2008.

[15] Kargozaran (Irán), 10 de diciembre, 2008.

[16] Véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 229 «La ‘Segunda Revolución Islámica de Irán’: Fue Cumplida por la Elección de un Presidente Conservador», 28 de junio del 2008, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA22905, e Investigación y Análisis de MEMRI No. 253 La ‘Segunda Revolución Islámica’ en Irán: Lucha por el Poder en la Cima», 17 de noviembre del 2008, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA25305.

[17] El reformista Mashallah Shams Al-Vaezin, quién le dio la bienvenida al plan de gobierno de unidad nacional, declaró que este gobierno debería estar encabezado por Khatami, ya que es una de las pocas figuras en Irán capaz de ejecutar tal gobierno. Sarmayeh (Irán), 3 de diciembre, 2008. Mohammad Salamati, secretario general del partido reformista Mujahideen-e Enqelabi-ye Eslami, rechazó el plan sobre las bases de que el bando conservador estaba intentando evadir responsabilidades por los problemas creados por su propio gobierno. Sin embargo, declaró que si tal gobierno fuese establecido, Khatami sería el único en encabezarlo, ya que no sólo él es aceptado por los reformistas sino también por algunos de los conservadores. Salamati agregó que los reformistas estaban intentando persuadir a Khatami de participar, y que su partido no había decidido todavía que curso tomará en las elecciones si Khatami continua negándose. ILNA (Irán), 6 de diciembre, 2008.

[18] Rafsanjani ha anunciado que ni el ni su hermano participaran en las elecciones presidenciales. Mehr (Irán), 21 de diciembre, 2008. Él sufrió una humillante derrota en la segunda ronda en las elecciones del 2005, donde perdió con Ahmadinejad por un margen muy amplio, y también en las elecciones del Sexto Majlis del año 2000, cuando fracaso del todo en obtener un lugar en el parlamento. Sólo después de que el Concejo de Guardianes rechazó a numerosos candidatos pudo él obtener el puesto número 30 y el último lugar, como representante de Teherán. Estos retrocesos reflejan la considerable crítica pública contra él.

[19] Fars (Irán), 21 de diciembre, 2008.

[20] Asr-e Irán (Irán), 29 de noviembre, 2008.

[21] ISNA (Irán), 22 de diciembre, 2008.

[22] Kayhan (Irán), 7 de diciembre, 2008.

[23] Kayhan (Irán) 12 de diciembre, 2008.

[24] Fars (Irán), 14 de diciembre del 2008; Parto-vos Sohan (Irán), 17 de diciembre, 2008.

[25] Iran (Irán), 11 de diciembre, 2008.

[26] Rafsanjani ha sido acusado en el pasado de corrupción administrativa. ILNA (Irán), 23 de

diciembre, 2008.

[27] Sobh-e Sadeq (Irán), 15 de diciembre, 2008.