Según el tratado de paz Jordania-Israel firmado en el año 1994, dos enclaves jordanos a lo largo de la frontera – Al-Baqoura (conocido como «la Isla de la Paz» en inglés y «Naharayim» en hebreo) al norte y Al-Ghamar («Tzofar» en hebreo) al sur: permanecieron bajo soberanía jordana, pero fueron arrendados a Israel durante 25 años, lo que le permitió a los agricultores israelíes continuar cultivando en el lugar. El contrato debía renovarse a menos que una de las partes informara a la otra con un año de anticipación que deseaba finalizar el acuerdo pautado.
El 21 de octubre, 2018 el Rey Abdullah de Jordania anunció, a través de su cuenta Twitter, decidir no renovar el contrato. Este escribió: «Al-Baqoura y Al-Ghamar siempre fueron prioridad importante para nosotros y nuestra decisión es no renovar los anexos en el tratado de paz [pertinentes a] Al-Baqoura y Al-Ghamar, en responsabilidad a nuestro compromiso de hacer lo que fuese necesario para Jordania y por los jordanos».[1] Al mismo tiempo, el canciller de Jordania envió un memorándum a su homólogo israelí informándole sobre la decisión tomada.[2]
Tuit del Rey Abdullah (Fuente: Twitter.com/KingAbdullahII, 21 de octubre, 2018)
La decisión entró en vigencia el 10 de noviembre, 2019 y en la apertura de la cuarta sesión del parlamento jordano, el rey anunció «el tiempo de expiración de los anexos al tratado de paz sobre Al-Baqoura y Al-Ghamar y la imposición de nuestra plena soberanía sobre cada pulgada de dichas tierras».[3]
Al día siguiente, 11 de noviembre, 2019 el rey visitó el área de Al-Baqoura,[4] acompañado de su hijo, el Príncipe Heredero Hussein y tuiteó: «La soberanía jordana sobre su tierra está por encima de toda consideración posible».[5]
El Rey Abdullah y el Príncipe Heredero Hussein en el área de Al-Baqoura (Fuente: Al-Ghad, Jordania, 12 de noviembre, 2019).
El presidente del Senado jordano Faisal Al-Fayez calificó el reclamo de los enclaves como «una victoria para la voluntad diplomática de Jordania, representada por el Rey Abdullah II, que confirma la soberanía de Jordania sobre la totalidad de sus tierras…» Este añadió que la medida del rey fue una «respuesta firme a todos aquellos que cuestionan nuestras posturas nacionales y nuestra capacidad de defender nuestros derechos, nuestros principios y los intereses supremos de nuestro país».[6]
Una fuente de la cancillería de Jordania explicó que Jordania «había ejercido su derecho legal, reconocido en el tratado [de paz], de no renovar los anexos» y aclaró que tampoco los renovaría a futuro. Sobre el tema de las tierras cultivadas por los agricultores israelíes en los enclaves, este agregó: «El tratado de paz reconoció la propiedad privada de 820 dunams en Al-Baqoura. Jordania permitirá que cualquier ciudadano israelí que demuestre ser propietario [de tierras] presente la solicitud para recibir un visado en la embajada jordana en Tel Aviv y poder entrar al reino a través de los cruces fronterizos oficiales. [El reino] respetará sus derechos de propiedad de acuerdo a la ley jordana… En cuanto a los 4.235 dunams de Al-Ghamar, estas fueron tierras pertenecientes al estado jordano que el tratado le permitió a Israel utilizar y hoy los anexos [pertenecientes a ellos] han caducado… De conformidad con sus compromisos legales, el reino le permitirá a Israel cosechar los cultivos que este plantó [en Al-Ghamar] antes de que caducaran los anexos, pero [solo] de conformidad con la ley jordana…»[7]
En una conferencia de prensa efectuada el 11 de noviembre convocada por el canciller jordano Ayman Al-Safadi, el ministro dijo que el hecho de reclamar las tierras, Jordania había tomado una decisión nacional al servicio de sus intereses y que reflejaba el cumplimiento de sus obligaciones legales. Este señaló que Jordania había propuesto comprarle a Israel la tierra privada que posee en Al-Baqoura, pero que Israel rechazó la propuesta. Subrayando que el reino respetaría los derechos de propiedad privada de Israel en los enclaves recuperados, este subrayó que Jordania está comprometida al acuerdo de paz. Al preguntársele sobre el cambio de lugar de la conferencia de prensa, originalmente establecida en el área de Al-Baqoura pero finalmente celebrada en la sede de la cancillería en Ammán, Al-Safadi respondió que el cambio se debió únicamente a consideraciones técnicas.[8]
El reclamo de los enclaves fue recibido con mucha alegría en Jordania y fue presentado como una victoria diplomática sobre Israel y el precursor del más de lo mismo. Numerosos artículos en la prensa jordana elogiaron al rey y a los diplomáticos de Jordania por tal logro y criticaron duramente a Israel, a sus ciudadanos y sus políticas. Entre los temas, los artículos mencionaron que la «histórica decisión» del rey le permitió a Jordania reclamar los enclaves que «habían sido víctimas de colonos extranjeros que llegaron como cuervos con pretensiones malvadas» y que durante 25 años «absorbieron la bondad» de la tierra de Jordania y del agua durante 25 años, y calificó el regreso de la tierra a Jordania como una derrota para Israel, «un estado de ocupación arrogante» que «ha venido acostumbrándose a robar y a usurpar».
Bandera jordana sobre el enclave Al-Baqoura (Fuente: Al-Ghad, Jordania, 11 de noviembre, 2019)
A continuación se presentan extractos traducidos de algunos de los artículos jordanos sobre el tema del reclamo a los enclaves.
Ex-editor del diario Al-Rai: No existe mayor alegría que la victoria sobre un enemigo hampón
En su columna escrita el 10 de noviembre, 2019 en el diario del gobierno Al-Rai, titulada «Mañana se escribirá una nueva página de honor en nuestra historia jordana», el ex-editor del diario Majid ‘Asfour, escribió: «Desde que el Rey tomó la histórica decisión hace un año de no renovar los anexos [al tratado de paz] relacionados a la utilización de las tierras de Al-Baqoura y Al-Ghamar por Israel, los jordanos han estado contando los días y anticipando ansiosamente la recuperación de las tierras. Hoy, cuando mañana, lunes [11 de noviembre, 2019] faltan unas pocas horas, nuestros corazones anhelan ver [los enclaves] incluso antes que nuestros ojos [los vean físicamente] y [nuestros] pies esperan para entrar en la tierra de Al-Baqoura y Al-Ghamar y reclamar la apreciada tierra luego de una ausencia de 25 años. Durante [estos años], estas dos áreas anhelaban estar en el seno de la patria y [la patria] también anhelaba la tierra y el agua, que cayeron presas ante los colonos extranjeros que llegaron como cuervos con malvadas pretensiones.
«Mañana será un verdadero día nacional para Jordania, un día como ningún otro día, [un día] que tendrá ramificaciones… A partir de mañana, no habrá privilegios para los no-jordanos en la tierra de Al-Baquora y Al-Ghamar y no habrá presencia de sionistas que absorbieron la bondad de nuestra tierra y su deliciosa agua durante todo un cuarto de siglo…
«No hay nada más dulce que el retorno de la tierra a sus verdaderos dueños, aparte del regreso de un chiquillo al hogar de su familia y al seno de su madre luego de una separación forzada. No existe mayor alegría que la victoria sobre un enemigo acostumbrado a robar y usurpar sin devolver la [propiedad] robada a sus dueños – [un enemigo] al que le resulta más fácil renunciar a su alma que renunciar a su control sobre un solo pedazo de tierra. Conocemos bien a nuestro enemigo y anticipamos sus esfuerzos para torpedear nuestra decisión y debilitar nuestra determinación de recuperar Al-Baqoura y Al-Ghamar por cualquier medio a nuestro alcance… Pero nos mantuvimos firmes y frustramos todos y cada uno de los intentos del enemigo y sus engaños. Esto fortaleció nuestra posición y [transformó] nuestra firme determinación en una roca solida, contra la cual se desvanecieron las aspiraciones extremistas sionistas de controlar Al-Baqoura y Al-Ghamar durante otro cuarto de siglo, o incluso otro cuarto de hora.
«La recuperación de los territorios de Al-Baqoura y Al-Ghamar es prueba clara para nosotros los jordanos y para la nación árabe, de que el adherirse a la justicia y el apoyo a un frente interno fuerte y unido son los factores que aseguran la victoria a pesar de la superioridad militar del enemigo. Esto se debe a que el equilibrio de poder depende no solo de la cantidad de municiones y el número de tropas, sino también de la fuerza y perseverancia de la población y de su disposición a sacrificarse para lograr sus objetivos».[9]
Titular de Al-Rai publicado el 10 de noviembre, 2019: «Hoy, Al-Baqoura y Al-Ghamar abrazan la patria»
Editor del diario Al-Ghad: Hoy Amman declara victoria sobre Tel Aviv; este es el comienzo de más victorias sobre Israel
En su columna publicada el 10 de noviembre, 2019 titulada «Al-Baqoura y Al-Ghamar: Una clara victoria», Makram Al-Tarawneh, editor en jefe del diario Al-Ghad, escribió: «Todos los esfuerzos políticos y mediáticos de los líderes de la ocupación israelí [en presionar] a Jordania a extender el contrato de arrendamiento de los [enclaves] Al-Baqoura y Al-Ghamar se toparon con un rotundo fracaso. Esto es prueba de la capacidad que posee Jordania para extraer sus derechos [de Israel] y protegerlos, sin importar lo que pueda costar su firmeza en su postura…
«Durante todo un año, Israel propuso muchos argumentos vacíos e innumerables intentos de chantajear a Jordania, pero hoy llegó el momento de la verdad y Amman le declaró la derrota a Tel Aviv y proclamó su victoria sobre este arrogante estado de ocupación. Lo que hace que esta victoria sea aún más magnífica es que se produjo en medio de un cambio en el ámbito diplomático internacional, liderado por los Estados Unidos, que implica una evidente parcialidad a favor de Israel [junto al] desprecio por el tema palestino y los [esfuerzos de] poner fin al conflicto y garantizar la continuación de dicho conflicto. Los acuerdos de paz son prioridad. Según la percepción estadounidense, que distorsiona los hechos, Israel ya no es un elemento que desestabiliza la región, porque la [aguja de la] brújula se ha movido hacia Irán a expensas de los fatídicos problemas en la región.
«El logro de Jordania y su firmeza frente a los vientos tormentosos que soplan desde la orilla oeste del río [Jordán] [es decir, Israel] a lo largo de la era del gobierno radical ultraderechista [de Israel], seguramente allanará el camino para enfrentar la arrogancia de Israel en muchos [otros] aspectos de las [relaciones] entre las dos partes. [Estos aspectos incluyen] los problemas del agua, los lugares sagrados musulmanes y los refugiados [palestinos]. El vencedor en una batalla tan importante como esta [en referencia a los enclaves] también puede ganar otras batallas.
«Hoy Israel debe darse cuenta de que el adoptar políticas externas provocativas y posturas extremistas frente a [otros] países con el objetivo de ganar batallas internas y mejorar la posición del partido gobernante en las luchas partidistas para que pueda permanecer en el poder y… ganar más votos de la derecha radical son medidas que ya no le servirán. [Esto se debe] a que su interés [ahora] radica en separar su política [exterior y nacional] y porque desarrollar sus lazos con Jordania requiere renovar la confianza destruida por [el Primer Ministro israelí] Benjamin Netanyahu, quien no pierde ninguna oportunidad de violar sus compromisos y los acuerdos firmados entre las dos partes.
«La actual situación demuestra la rotunda derrota de la política de la derecha israelí, que pensó por un momento que podía perpetuar el sueño sionista hasta el día de hoy. Por el contrario, Jordania obtuvo una clara victoria por medios diplomáticos sofisticados, al continuar actuando con prudencia y pacientemente pero con una inquebrantable determinación».[10]
Ex-ministro jordano: la atmósfera de paz del año 1994 ya no existe; la mejora en las relaciones depende de Israel
En su columna en el diario Al-Ghad, publicada el 9 de noviembre, 2019 Muhammad Hussein Al-Momani, jefe de la junta directiva del diario Al-Ghad, así como también ex-portavoz del gobierno y ex-ministro jordano de asuntos en los medios de comunicación, escribió: «… La decisión del rey de no renovar [el contrato de arrendamiento sobre los enclaves]… recibió una aprobación nacional radical, al igual que su directiva a las autoridades pertinentes para informarle a Israel, tal como se especifica en los anexos [del tratado de paz], que el contrato de arrendamiento sobre estas áreas jordanas había expirado. Los jordanos consideraron esta decisión como [prueba de] la determinación del rey de confrontar el comportamiento del gobierno derechista de Israel, que nunca ha dejado de perjudicar los intereses de Jordania, tanto a nivel bilateral como a los que pertenecen al acuerdo permanente en el proceso de paz [con los palestinos]…
«La atmósfera positiva de paz que prevaleció durante la firma del tratado Wadi Araba [paz entre Jordania e Israel] y los anexos [del tratado] sobre Al-Ghamar y Al-Baqoura fue totalmente diferente a la atmósfera que prevalece hoy día. El alcance de la [equivocada] confianza política mutua… no permite el diálogo sobre temas tan sensibles relacionados a la soberanía.
«Será posible avanzar en muchos asuntos relacionados a la cooperación bilateral entre Jordania e Israel si el próximo gobierno de Israel desea fortalecer los lazos y renovar la confianza y si entiende que Jordania posee intereses existenciales y estratégicos y no permanecerá en silencio si Israel juega con estos como parte de su interminable juego de elecciones populistas. Si el próximo gobierno israelí es lo suficientemente valiente como para darse cuenta de que es imperativo restaurarle a los palestinos los derechos y la justicia que les fueron privados, entonces ambos países podrán lograr seguridad y estabilidad, e incluso abrir un amplio horizonte de prosperidad y de desarrollo».[11]
[1] Twitter.com/KingAbdullahII, 21 de octubre, 2018.
[2] Al-Rai (Jordania), 22 de octubre, 2018.
[3] Al-Rai (Jordania), 11 de noviembre, 2019.
[4] Ammonnews.net, 11 de noviembre, 2019.
[5] Twitter.com/KingAbdullahII, 11 de noviembre, 2019.
[6] Al-Dustour (Jordania), 10 de noviembre, 2019.
[7] Al-Ghad (Jordania), 11 de noviembre, 2019.
[8] Al-Ghad (Jordania), 12 de noviembre, 2019; Al-Rai (Jordania), 12 de noviembre, 2019.
[9] Al-Rai (Jordania), 10 de noviembre, 2019.
[10] Al-Ghad (Jordania), 11 de noviembre, 2019.
[11] Al-Ghad (Jordania), 9 de noviembre, 2019.