Introducción
La postura del régimen sirio, encabezado por el Presidente Bashar Al-Assad, en la formación de una coalición antiterrorista liderada por los Estados Unidos y los estados del Golfo en contra del Estado islámico (EI, antes el Estado Islámico en Irak y Siria – EIIS) tiene un doble sentido. Por un lado, ve el reconocimiento de Occidente de que las organizaciones islamistas extremistas son una amenaza y deben ser combatidas como justificación de lo que ha estado afirmando desde el comienzo de la guerra civil en el país, así como también una oportunidad para la reconstrucción de su estatus internacional a través de colaboración con la coalición. En este contexto, el diario sirio Al-Watan y el diario libanés Al-Akhbar, cercanos al régimen sirio, afirmaron que la coordinación de inteligencia Siria-Estados Unidos estaba teniendo lugar, bajo la mediación de un tercero, y que esta coordinación había ayudado a las fuerzas del régimen a atacar blancos del EIIS en Siria.[1] Ya sea o no cierto este informe, su publicación por los diarios asociados al régimen indica que el régimen sirio está dispuesto a cooperar con la coalición, pero sólo bajo sus propios términos. Por la misma razón, el régimen no puede oponerse públicamente a la idea de una coalición internacional para combatir contra el ES, puesto que ella misma afirma estar combatiendo contra ellos.
Por otra parte, el régimen teme que las acciones contra la organización en el territorio sirio provocará una abertura a la coalición para que actúe militarmente contra el propio régimen, y también para que proporcione apoyo a las fuerzas de la oposición siria que Occidente percibe como moderadas. Además, la exclusión de Siria por la coalición y su aliado Irán agrava los temores de Siria de que la coalición actuará en contra de esta.
Por lo tanto, la respuesta del régimen sirio al establecimiento de la coalición ha consistido en repetidos llamados para que sea incluida en la lucha contra el EI, combinado con críticas a la composición de la coalición y sus objetivos y con amenazas respecto a las repercusiones de cualquier acción por parte de la coalición que no esté coordinada con el régimen.
La coalición debe implicarse – y coordinar con – Damasco
Desde el comienzo de las protestas contra el régimen en Siria en marzo del 2011, el régimen sirio ha afirmado que estas protestas no eran auténticas protestas políticas, sino más bien una actividad de las fuerzas islamistas extremistas apoyadas por elementos extranjeros que apuntan a debilitar al estado sirio. El establecimiento de la coalición antiterrorista provee justificación a estas afirmaciones por parte del régimen – y le ofrece al régimen una oportunidad para reconstruir tanto su estatus internacional y recuperar la legitimidad que perdió debido a su brutal represión hacia los que protestaban en contra de esta.
El régimen teme también que la exclusión de la coalición de la misma y la de su aliado Irán abrirá el camino a una expansión de la misión antiterrorista de la coalición para incluir acciones militares en contra de esta también. Por estas razones, los voceros del régimen han reiterado en numerosas ocasiones que Siria es un elemento vital en este esfuerzo.
El vicecanciller sirio Faisal Al-Miqdad subrayó: «Damasco es la que debe hacer un llamamiento a la lucha contra el terrorismo. Hacer caso omiso a [Damasco] expresa claramente la falta de deseo de combatir realmente contra el terrorismo…»[2] Del mismo modo, el Ministro de Información sirio ‘Omran Al-Zo’abi dijo: «Cualquier parte que trate de combatir contra el terrorismo no tiene otra opción sino coordinar con todas las fuerzas que han demostrado ser capaces de actuar en el terreno, así como también con los estados y los gobiernos de la región. Cualquier decisión de hacer lo contrario es una mala decisión y causará un gran daño». Este agregó que los términos del régimen a esta coordinación serían examinados cuando fuese planteada la idea.[3]
También, el Dr. Bassam Abu ‘Abdallah escribió en Al-Watan: «Continuar con la lucha contra el terrorismo sin la participación de Damasco es en gran medida ilusoria; una solución política sin el liderazgo de Assad es más prominente».[4]
El espacio aéreo de Siria es una línea roja – cruzar esa línea roja sin coordinar con Siria será considerado un acto de agresión
Junto a insistir que sea parte de la coalición, el régimen sirio también amenazó que cualquier acción dentro del territorio sirio que no fuese coordinada con este sería considerada un acto de agresión, y habrá consecuencias.
El ministro de Información ‘Omran Al-Zo’abi explicó en el canal de televisión de Hezbolá Al-Manar TV: «Estados Unidos no será capaz de atacar al EIIS en territorio sirio sin coordinación con el gobierno Si lo hace, el gobierno sirio tendrá algo que decir al respecto. Cualquier acción tomada sin coordinación será considerada un acto de agresión [e contra de Siria], y no [parte de] la lucha contra el terrorismo.[5] Raghda Mardini, el editor del diario oficial sirio Teshreen, llamó al espacio aéreo sirio «una línea roja «que no debe cruzarse.[6] Otro punto fue la posibilidad de formar un eje paralelo para luchar contra el terrorismo, que incluye a Irán, Rusia y Siria. El columnista de Al-Watan Ma’amoun Al-Hasani incluso dio a entender que tal coalición paralela no sólo proporcionará políticas de coordinación, apoyo y armas, sino también implicaría «planes militares conjuntos».[7]
Assad: La lucha contra el terrorismo debe comenzar presionando a los estados que patrocinan el terrorismo
En un intento por desviar la atención de sí misma, y también para socavar la legitimidad de la coalición en contra del terrorismo, el régimen sirio afirma que los principales miembros de la coalición están en realidad tras los grupos extremistas terroristas islamistas, y los están financiando y armando. En una reunión con el Asesor de Seguridad Nacional iraquí Faleh Al-Fayyadh, Assad dijo: «La lucha contra el terrorismo debe comenzar por presionar a los países que apoyan y financian a las organizaciones terroristas en Siria e Irak – [países] que están actualmente afirmando que están combatiendo el terrorismo».[8] El vicecanciller sirio Al-Miqdad explicó: «Durante años, Arabia Saudita y Turquía fueron una parte integral del [grupo que] apoya a las organizaciones terroristas y al terrorismo en Siria, incluyendo al EIIS. Estos hospedaron a los terroristas [en su propio suelo], facilitando su movimiento hacia Siria, y les proporcionaron todo lo [que necesitaban] para venir y asesinar al pueblo sirio».[9]
El editor del diario Teshreen Raghda Mardini incluso acusó a los Estados Unidos de fomentar el terrorismo, diciendo: «Con su política, sus palabras y sus acciones, los Estados Unidos demuestran lo que todos ya saben, que en esencia tiene como base una toma de control total, una partición, y la reorganización de la región, de manera que sirva tanto para la seguridad de Israel y sus intereses y para los aliados de Estados Unidos… Por otra parte, [la política, palabras y acciones de los estadounidense] muestran, además que este terrorismo es [para decirlo de otra manera] obra de los Estados Unidos… «[10]
Funcionarios del régimen: ¿Cuáles son los verdaderos objetivos de la coalición anti-terrorista?
Altos funcionarios del régimen sirio y asociados al régimen también expresaron numerosas dudas sobre los verdaderos objetivos de la coalición, declarando que su exclusión de Siria y de los aliados de Siria engendra preocupación de que el objetivo real de la coalición no es combatir contra las organizaciones terroristas – que estos afirman son financiados por los principales miembros de la coalición. El verdadero objetivo, dicen, es trabajar en contra de Siria y el eje de la resistencia – es decir, Irán y Hezbolá – y sus aliados, y servir a los intereses estadounidenses. El vicecanciller Al-Miqdad señaló: «Siria ha estado luchando contra el terrorismo sin concesiones por más de tres años. Su ausencia, y la ausencia de otros países importantes, en las conferencias [anti-]terroristas, tales como las de Jeddah[11] y París,[12] plantea muchas dudas sobre estas conferencias…»[13]
El editor de Teshreen Mardini señaló lo que esta alegó era el fracaso de la coalición en presentar un plan definido para su lucha contra el terrorismo: «La guerra contra el terrorismo es una guerra seria que no puede ser perseguida con planes y objetivos nebulosos… que perjudicarán la soberanía y la libertad de los países…»[14] Además, el columnista de Al-Watan Abu ‘Abdallah especuló sobre si el objetivo verdadero de la guerra declarada por los Estados Unidos y los «amigos del EIIS» era en realidad para combatir contra Siria, a fin de reorganizar la cubierta regional para que sirviera a los intereses de los Estados Unidos y sus aliados.[15]
*N. Mozes es compañero investigador en MEMRI.
[1] La identidad del tercer bando no está clara. Al-Watan especuló que podría ser Irak, Rusia o Alemania. Según Al-Akhbar, existen indicios de que es la embajada de los nórdicos en Damasco o el Asesor de Seguridad Nacional iraquí Faleh Al-Fayyadh, quien recientemente se reunió con Bashar Al-Assad. Al-Watan (Siria), 14 de septiembre, 2014; Al-Akhbar (Líbano), 18 de septiembre, 2014.
[2] Teshreen (Siria), 16 de septiembre, 2014.
[3] Teshreen (Siria), 16 de septiembre, 2014.
[4] Al-Watan (Siria), 10 de septiembre, 2014.
[5] Al-Manar (Líbano), 15 de septiembre, 2014.
[6] Teshreen (Siria), 14 de septiembre, 2014.
[7] Al-Watan (Siria), 8 de septiembre, 2014.
[8] Al-Watan (Siria), 17 de septiembre, 2014.
[9] Teshreen (Siria), 16 de septiembre, 2014.
[10] Teshreen (Siria), 14 de septiembre, 2014.
[11] Una conferencia celebrada el 11 de septiembre, 2014, con la participación de los ministros de relaciones exteriores de los Estados Unidos, Turquía, Egipto, Jordania, Líbano, Irak y los estados del Golfo, para discutir medidas contra las organizaciones terroristas, especialmente el EI, como parte de una coalición internacional para combatir el terrorismo.
[12] Una conferencia celebrada el 15 de septiembre, 2014 para discutir la seguridad y la estabilidad de Irak y la lucha contra el EI.
[13] Teshreen (Siria), 16 de septiembre, 2014.
[14] Teshreen (Siria), 14 de septiembre, 2014.
[15] Al-Watan (Siria), 10 de septiembre, 2014.