Introducción

La participación militar de Hezbolá en los combates en Siria junto al régimen sirio ha causado una grieta dentro de la organización y entre sus partidarios en la población chiíta libanesa, que constituyen la base principal de su poderío político popular y militar en el país.[1]

A lo largo de los años, Hezbolá construyó sus fuerzas dentro de la población chiíta, y en especial entre los chiítas que viven en el Dahiya (su bastión al sur de Beirut) y en el Valle Bekaa Norte y el Sur del Líbano, mediante el uso del enfoque de la zanahoria y la vara: por un lado, la utilización de amenazas e intimidación, y por la otra el proveer de servicios económicos, sociales y religiosos lo que hizo crear una dependencia hacia la organización y le ha permitido reforzar su control sobre este público y reclutar a muchos de sus miembros a su milicia bajo el lema de la resistencia hacia Israel.

La crítica y reservas manifestadas por los chiítas pro-Hezbolá respecto a la lucha de la organización en Siria está motivada por dos razones principales. En primer lugar, los enfrentamientos en Siria son vistos como un acto que contradice la afirmación de la organización de que las armas sólo son para combatir contra Israel. Segundo, existen serias preocupaciones de que la participación en Siria podría arrastrar al Líbano hacia una guerra sectaria chiíta-sunita, con un alto costo a la población chiíta. Estas reservas naturalmente dañan la imagen pública y política de Hezbolá en el público sobre la que se apoya y de la que se basa gran parte de su fuerza.

Incluso ha habido informes recientes de que los residentes de Dahiya han expresado su enojo hacia Hezbolá tras dos atentados perpetrados en la zona, probablemente en respuesta a la lucha de Hezbolá en Siria. La organización, que afirmó que los atentados habían sido perpetrados por elementos islamistas dentro de los rebeldes sirios y que temían más ataques, tuvo que aumentar su seguridad en Dahiya, incluidas la creación de decenas de barricadas. Los medios de comunicación libaneses, especialmente los identificados con las Fuerzas 14 de Marzo, informaron que los residentes de Dahiya y los comerciantes estaban furiosos por los bloqueos de ruta y las alcabalas, que interrumpieron sus vidas.[2] Muhammad Nazal, columnista del diario Al-Akhbar, cercano a Hezbolá, escribió: «Podemos ver fácilmente que algunos residentes de Dahiya adoran a Hezbolá y están dispuestos a hacer sacrificios por este en muchos frentes, pero no lo van a seguir en todo y hasta el final. Esta es una realidad de la que Hezbolá está consciente».[3]

Este documento revisará la refriega dentro de Hezbolá y las críticas escuchadas entre sus partidarios chiítas sobre su participación militar en Siria, así como también los métodos de la organización en hacerle frente a estas críticas.

Funeral de un combatiente de Hezbolá (Al-Mustaqbal, Líbano, 15 de mayo, 2013)

Críticas contra Hezbolá por su lucha en Siria

Muchos de los informes en los medios de comunicación libaneses, tanto a favor y en contra de Hezbolá, junto con otras indicaciones distintas, apuntan a una ruptura dentro de la organización, y especialmente a las críticas de una parte considerable de sus partidarios chiítas en cuanto a su intervención militar en Siria.

Informes sobre una refriega en la organización

El propio Hezbolá está haciendo esfuerzos para transmitir una impresión de unidad interna, y está trabajando para evitar exponer sus desacuerdos internos, por lo que los informes sobre esta materia son pocos y muy vagos. El 11 de junio del 2013, Al-Hiyam Kusaifi, columnista del diario Al-Akhbar, cercano a Hezbolá, escribió: «Ya no es un secreto que ha habido muchos debates internos dentro de los círculos de [Hezbolá] ante los desacuerdos en cuanto a su nivel de participación [en Siria]».[4] En una entrevista con el canal de televisión libanés Al-Mustaqbal, el ex-secretario general del Hezbolá Jeque Subhi Al-Tufaili, quien se opone al régimen iraní y a la política de Hezbolá en Siria, señaló que hubo oposición dentro de la organización a los combates en Siria, diciendo: «En términos generales, Hezbolá se opone firmemente a la guerra, pero una decisión iraní decisiva [la forzó] a que participara en esta».[5]

Un informe del diario Al-Safir el 2 de julio, 2013 implícitamente expuso desacuerdos, o al menos escepticismo, entre los miembros de Hezbolá sobre la política de la organización respecto a Siria. Según el diario, en una reunión celebrada por Nasrallah el 1 de julio del 2013, con funcionarios de la organización, dijo: «Los próximos días demostrarán que la elección [por la organización] en los últimos dos años en el Líbano y Siria fue la correcta».[6] El 4 de julio, haciendo alusión a Nasrallah, el diario Al-Mustaqbal informó que había «celebrado muchas reuniones con su personal, en que aclaró su posición, ante la gran cantidad de objeciones y críticas de su parte respecto a asuntos regionales e internos».[7] El 7 de julio del 2013, el diario saudita Al-Sharq Al-Awsat también informó, citando una fuente árabe que, debido a las críticas de la población chiíta, Hezbolá había decidido enviar una delegación a Irán con el fin de aclarar que ya no puede soportar las consecuencias de su intervención militar en Siria.[8]

Cabe mencionar que, en octubre del 2012, el diario británico Daily Telegraph informó sobre los desacuerdos dentro de la organización entre el ala militar, que, según este apoyó la participación de Siria, y el ala política, que rechazó esta participación. También citó fuentes chiítas diciendo que estos desacuerdos habían llevado a la cancelación de la conferencia trienal de la organización, en la que se selecciona el liderazgo de la organización y determina su política.[9]

El público chiíta comienza a criticar abiertamente a Hezbolá

A diferencia de los informes sobre los desacuerdos dentro de la organización, que son pocos, las críticas de los partidarios chiítas son más numerosas y abiertas, a pesar de los intentos de Hezbolá en suprimirlos. Estos informes indican el resentimiento y la ira por la implicación de la organización en Siria. Esto también se indicó en un artículo publicado por el jefe de la junta directiva del diario libanés Al-Akhbar, Ibrahim Al-Amin, quien escribió que «la participación de Hezbolá [en Siria] es inaceptable para un gran número de sus seguidores en el Líbano».[10] De acuerdo con un artículo en el diario Al-Safir, los partidarios de Hezbolá creen que la organización «no puede seguir ignorando los asuntos [internos] libaneses y centrarse exclusivamente en temas regionales, manteniendo al mismo tiempo el apoyo de la secta [chiíta]».[11]

Según analistas citados por el diario Al-Mustaqbal, conocido por su oposición a Hezbolá, no se espera que estas críticas se dirijan a los miembros de Hezbolá que abandonan la organización o se rebelarse en contra de esta, o a la pérdida de lealtad de su círculo cercano. Estos analistas señalan que la crítica de los chiítas en el Beqaa es más sustancial y abierta que la crítica más leve por los chiítas en Dahiya. La razón de esta diferencia, dicen, es la composición tribal de la población Beqaa, que le otorga una mayor independencia y poder respecto a Hezbolá. Otra razón por la diferencia en las críticas tiene que ver con la actitud diferente de cada elemento hacia Siria: Mientras que los residentes chiítas de Dahiya ven a Siria como el país que ayudó a liberar el sur del Líbano, los residentes chiítas en Beqaa sufrieron mucho más a manos de el ejército sirio y de los aparatos de seguridad.[12]

Familiares de víctimas de Hezbolá están furiosos con la organización: No tenemos nada que ver con la lucha en Siria

Inicialmente, los informes sobre las críticas entre la población chiíta fueron anónimas,[13] pero luego, y mientras aumentaban las víctimas de Hezbolá en Siria, más y más partidarios chiítas de la organización comenzaron a hacer conocer su opinión abiertamente en la prensa libanesa, aunque estas críticas no son muy numerosas. Naturalmente, la mayoría de estas críticas apareció en la prensa anti-Hezbolá, sobre todo en el diario Al-Mustaqbal, que representa a las Fuerzas 14 de Marzo. Lo siguiente son ejemplos de estos testimonios:

En abril del 2013, Al-Mustaqbal citó a una joven chiíta llamada Rabab de un pueblo de la zona de Tyre, cuyo hermano murió combatiendo con Hezbolá en Siria. Ella dijo: «Nosotros no tenemos nada que ver [con los combates en Siria] además de [que] un gran número de nuestros mejores hijos han sido asesinados allí».[14] El diario también publicó la historia de Rakia, la madre de un oficial de Hezbolá de Baalbek que murió luchando en la zona de Al-Qusayr. En vísperas del entierro de su hijo, ella maldijo incesantemente el liderazgo de la organización, y más tarde viajó a Dahiya con el objetivo de reunirse con Nasrallah y hacerle preguntas. Su solicitud fue negada, pero no obstante, expresó su pregunta: «¿Es Jawad, hijo de Nasrallah, [quien combate] en el frente sirio al igual que su hijo Hadi [combatió] en el frente sur [contra Israel]? O [le impide Nasrallah ir a Siria porque] sabe que cualquiera que muere en la guerra no se le considera mártir?»[15] A finales de abril del 2013, el diario informó de una manifestación de protesta por los padres de los combatientes de Hezbolá fuera del edificio de Consejo Shura de la organización al sur de Dahiya, en el que exigían saber el paradero de sus hijos, a los que la organización clamó habían sido enviados para ser entrenados militarmente en Irán.[16]

El 19 de junio del 2013, Al-Mustaqbal entrevistó a un lesionado combatiente de Hezbolá, ‘Abbas Mansour, quien dijo: «No volveré a Siria… Los sirios pueden defender su propia tierra. Cuando el takfiriyyoun[17] [es decir, los militantes salafistas] vienen al Líbano, la defensa de [este] se convertirá en un deber del Sharia, [pero no antes]». El diario también entrevistó a la madre de Mansur, quien dijo: » No lo enviare allí de nuevo, y pueden hacer lo que quieran con nosotros». Ella agregó que las madres de los combatientes de Hezbolá han pedido varias veces reunirse con Nasrallah a fin de expresar su oposición a la participación de sus hijos en los enfrentamientos en Siria, pero se les negó.[18] El 7 de mayo del 2013, el canal de televisión Al-Mustaqbal informó sobre una reyerta en la localidad de Jwaya: partidarios de Hezbolá y Amal (el aliado de Hezbolá chiíta) se enfrentaron con miembros de Hezbolá que trataban de erigir un monumento a un activista de Hezbolá que había sido asesinados en Siria y enterrado en la ciudad un mes antes.[19]

Tal como se dijo, los informes a la amargura de las familias de los combatientes aparecieron principalmente en los medios de comunicación anti-Hezbolá, pero en ocasiones también aparecieron en los medios de comunicación conocidos por apoyar a Siria y a Hezbolá. Un ejemplo de esto es un informe en el diario Al-Safir, cercano a Siria, el 24 de mayo del 2013, que cita a un padre cuyo hijo había muerto combatiendo por Hezbolá en Al-Qusayr. Este le dijo en un MP de Hezbolá que los rebeldes sirios «tienen derecho de resistir al régimen [sirio]».[20]

Lápidas de combatientes de Hezbolá (Al-Mustaqbal, Líbano, 19 de junio, 2013)

Cuestionar el sendero de Hezbolá

Junto a estos informes, también hay muchas expresiones de insatisfacción y duda entre los miembros y simpatizantes de Hezbolá sobre la corrección de conducta de la organización. Un ejemplo destacado de esto son las familias de las víctimas que preguntan si sus hijos son considerados mártires – es decir, si murieron en el desempeño de un deber religioso – y exigir aclaraciones sobre este punto del liderazgo de Hezbolá. Al-Mustaqbal informó que una madre chiíta de Baalbek, llamada Hadija, le había pedido a un funcionario de Hezbolá en su pueblo si su hijo es considerado mártir, y que otras madres sufridas, tales como Rakia de Baalbek, habían declarado explícitamente que los fallecidos en Siria no eran considerados mártires.[21] Según el diario, las dudas entre los chiítas de Dahiya se reflejan también en la terminología que utilizan. Mientras que, durante la guerra del 2006 con Israel, los activistas de Hezbolá fueron llamados ‘los jóvenes de la resistencia’, ahora se llaman simplemente ‘combatientes’. Además, las víctimas de la guerra del 2006 fueron llamados «mártires», mientras que las víctimas de la actual guerra se llaman simplemente «víctimas».[22]

Dudas respecto a la justicia de la guerra también se reflejan en el carácter de los funerales, tal como le dijo un residente de Dahiya a Al-Mustaqbal: «En el pasado saludábamos a los ‘mártires’ que [murieron combatiendo contra Israel] con vítores y arrojábamos arroz. Hoy les saludamos gimiendo y llorando».[23]

Otra indicación es la multitud de artículos en la prensa pro-Hezbolá, especialmente el diario Al-Akhbar, para justificar la participación de la organización en Siria.[24] Un ejemplo es un artículo escrito por el jefe de la junta directiva de administración de Al-Akhbar, Ibrahim Al-Amin, de junio del 2013, el cual se dirigió a los partidarios de Hezbolá en un intento por convencerlos. Los argumentos de Al-Amin reflejan la naturaleza de la crítica. Este escribió: «La sangre [de los combatientes de Hezbolá] derramada [en Siria] no fue en vano. Los combatientes que fueron allí no son mercenarios».[25]

Hezbolá responde a las críticas

Intentos por justificar la lucha en Siria y crítica silentes

Hezbolá está muy preocupada por la pérdida de apoyo popular del público chiíta, siendo este la base de su poder político y militar en el país, y por lo tanto está haciendo esfuerzos en dos áreas: convencer al público chiíta que su lucha en Siria está justificada, y silenciar – o por lo menos minimizar – las críticas.

Una de las principales medidas de Hezbolá en la lucha contra las críticas es aumentar su propaganda a través de los diarios afines con el fin de justificar la guerra en Siria. Los diarios Al-Safir, y especialmente Al-Akhbar, han publicado numerosos artículos y columnas en apoyo a la participación militar de la organización en Siria y el planteamiento de las familias de los muertos del convencimiento de su rectitud. En estos artículos, la participación militar se presenta como un «no a la guerra de elección», que se ha visto obligado sobre la resistencia. Además, Hezbolá destaca la presencia de los movimientos islamistas y jihadistas en Siria a fin de asustar a la opinión pública libanesa y hacer que se unan en torno a Hezbolá. En un discurso pronunciado el 25 de mayo del 2013, en el aniversario de la retirada del ejército israelí del sur del Líbano, Hassan Nasrallah, dijo: «El mandato de los grupos takfiri sobre las provincias sirias, especialmente las cercanas a la frontera con el Líbano, es un peligro para el Líbano, para el pueblo libanés, y para la resistencia libanesa».[26]

En cuanto a silenciar las críticas, Hezbolá está trabajando para lograr esto de muchas maneras diversas, incluyendo el ocultar información, ejerciendo presión psicológica, concediendo ayuda financiera a las familias de los mártires, insistir en el miedo a los islamistas, y también aterrorizando e intimidando a la población.

Hasta hace poco, Hezbolá trató de ocultar el hecho de que sus militantes fueron asesinados en Siria, y enterraban a sus muertos en el Líbano en secreto, sin indicar que el combatiente había sido asesinado, y diciendo sólo que habían muerto «en el ejercicio de los derechos jihadistas».[27] Durante esta época, Hezbolá ocultó los hechos, incluso de las propias familias de los combatientes, tal como se desprende de una reunión sostenida por los padres de los combatientes de Hezbolá fuera del Consejo Shura de la organización exigiendo saber dónde están sus hijos en realidad.[28] Rabab, la hermana de un combatiente muerto, dijo que creía que su hermano estará en Irán, entrenándose.[29] El 22 de mayo, 2013, Al-Mustaqbal informó que Hezbolá estaba impidiéndole a la prensa extranjera entrevistar a las familias de los fallecidos.[30]

Otro medio adoptado por Hezbolá es presionar sicológicamente a las madres en duelo, tal como una chiíta libanesa le dijo a Al-Mustaqbal: «Cuando un activista de [Hezbolá] muere en Siria, decenas y cientos de mujeres llegan a la casa de la madre, día y noche, para ayudarla. No lamentan [al hijo], sino más bien alientan a la madre a aceptar su muerte porque este está en el Paraíso, por lo cual debería alegrarse… el entorno la presiona, y se abstiene de preguntar hacia donde Hezbolá lleva a nuestros hijos en su guerra en Siria».[31]

Hezbolá también silencia críticas dando dinero. Al-Mustaqbal informó, citando fuentes al sur del Líbano, de que Hezbolá da una compensación financiera a las familias de los fallecidos.[32] El portal libanés Ahora Líbano, conocido por su oposición a Hezbolá, informa, citando a un residente del sur de Dahiya, de que Hezbolá ha triplicado los salarios de sus combatientes a fin de alentar a los evasores a unirse a la lucha en Siria.[33] Al-Mustaqbal informa que la organización ha reducido a la mitad el sueldo de los que se niegan a unirse a la lucha.[34]

Aterrorizar e intimidar a los críticos

Además de lo anterior, Hezbolá también emplea el terrorismo y la intimidación contra sus críticos públicos, a fin de minimizar la oposición y por temor a que la crítica pueda ganar tracción en las redes sociales. Cabe señalar que los informes sobre el aterrorizar se refieren principalmente a los chiítas que se sabe se oponen a Hezbolá incluso antes de que se unieran a la lucha en Siria, pero se mantuvieron en silencio en aquel entonces por miedo. Ahora que la crítica a la organización es cada vez mayor, incluso entre sus partidarios, estos se han vuelto más audaces y se atreven a expresar su posición públicamente.

Al-Mustaqbal ha informado en varias ocasiones que Hezbolá arrasa con las casas de sus críticos, amenaza a sus familias, los arresta, no les permite regresar a sus aldeas, e incluso amenaza con ejecutarlos. Los artículos publicados por el diario estatal de que cada vez más chiítas se conectan con las páginas en Facebook de personalidades chiítas conocidos que se oponen a Hezbolá y expresan críticas a la organización – pero lo hacen con nombres falsos, por temor a las represalias. Según Al-Mustaqbal, Hezbolá sigue a sus oponentes y a los familiares de los combatientes muertos, y planta activistas en los funerales con el fin de evitar que las familias expresen sus sentimientos en público.[35]

La historia de Marwa ‘Aliq – la sobrina del periodista chiíta Rami ‘Aliq, quien dejó a Hezbolá en la década de 1990 y se convirtió en su rival – arroja luz sobre el terrorismo empleado por Hezbolá. Marwa, una joven chiíta de la ciudad de Yohmor Al-Shaqif en la zona de Al-Nabatiya, escribió en su página en Facebook: «Oh, los hijos de Al-Nabatiya, Baalbek, Al-Hermel, Dahiya Sur, Iqlim Al-Tuffah, Tyre, Bint Jbeil y Marj Ayyoun, quienes son enviados a morir en vano en Siria: Las lágrimas de sus padres son más apreciadas que Bashar Al-Assad y [toda] su familia, las lágrimas de tus amigos son más apreciadas que un millar de regímenes tiránicos y las lágrimas de sus madres son más apreciadas que la tumba de Zaynab [en Damasco, defendida por el Hezbolá]». Marwa luego se disculpó por sus declaraciones sobre la tumba de Zaynab, pero su disculpa no fue suficiente. Un órgano llamado «La Brigada de los Amantes de Sayyidah Zaynab [en] Yohmor Al-Shaqif» emitió un comunicado llamando a excomulgar a su padre, y hombres enmascarados atacaron la casa de la familia y el auto. La propia Marwa cerró su cuenta Facebook y la familia se fue de la ciudad, por temor a que la reputación de la joven les haría daño. Al-Mustaqbal, que presentó la historia de Marwa, declaró que muchos opositores a Hezbolá se abstienen de expresar sus puntos de vista en Facebook por temor a que Hezbolá pudiera hackear sus cuentas privadas y exponer sus posturas.[36]

Marwa ‘Aliq (imagen: Al-Mustaqbal)

Otro ejemplo de los métodos de intimidación de Hezbolá se puede ver en un informe de Al-Akhbar sobre una protesta realizada por el Movimiento de Pertenencia Libanés – una corriente anti-Hezbolá chiíta liderada por Ahmad Al-Asad – el 9 de junio del 2013, en las afueras de la embajada iraní en Beirut, en protesta por la participación de Hezbolá en Siria. Durante la protesta, uno de los participantes, Hashem Al-Salman, fue abaleado por un desconocido. El informe indica que, durante la protesta, los partidarios de Hezbolá golpearon a los amigos de Al-Salman, y que todos los habitantes de la ciudad natal de ‘Aadloun al sur del Líbano de Salman «temen al mandato de una sola opinión [e.d. Hezbolá] en el sur». El diario citó a la familia de Al-Salman diciendo que Hezbolá le había advertido a Ahmad Al-As’ad que no asistiera al funeral de Al-Salman, pero lo hizo.[37]

*E. B. Picali es compañero de investigación en MEMRI.


[1] En relación a las críticas por los chiítas independientes en el Líbano contra la participación de Hezbolá en Siria, véase la serie de informes de MEMRI Investigación y Análisis No. 938, Los chiítas independientes en el Líbano desafían a Hezbolá, 22 de febrero, 2013.

[2] Al-Mustaqbal (Líbano), 14 de septiembre, 2013.

[3] Al-Akhbar (Líbano), 13 de septiembre, 2013. La furia por los controles y alcabalas en las carreteras se intensificaron terminando en enfrentamientos violentos entre los palestinos del campamento de refugiados Burj Al-Barajneh, cerca de Dahiya, y los activistas de Hezbolá que edificaban los controles de carretera. Otro violento enfrentamiento se produjo entre activistas de Hezbolá que dirigían el control de carreteras en Baalbek al noreste del Líbano y clanes sunitas el 28 de septiembre, 2013. Cabe mencionar que Hezbolá recientemente transfirió la gestión y supervisión de las alcabalas al estado, probablemente con el fin de aliviar la tensión con los residentes.

[4] Al-Akhbar (Líbano), 11 de junio, 2013.

[5] Al-Mustaqbal (Líbano), 25 de abril, 2013.

[6] Al-Safir (Líbano), 2 de julio, 2013.

[7] Al-Mustaqbal (Líbano), 4 de julio, 2013.

[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de julio, 2013.

[9] Daily Telegraph (Londres), 27 de octubre, 2012.

[10] Al-Akhbar (Líbano), 23 de abril, 2013.

[11] Al-Safir (Líbano), 11 de julio, 2013.

[12] Al-Mustaqbal (Líbano), 23 de abril del 2013; 1 de mayo, 2013.

[13] Por ejemplo, véase dos artículos en el diario Al-Mustaqbal del 15 y 16 de mayo del 2013, que incluyen las críticas de residentes anónimos del sur de Líbano.

[14] Al-Mustaqbal (Líbano), 10 de abril, 2013.

[15] Al-Mustaqbal (Líbano), 30 de abril, 2013.

[16] Al-Mustaqbal (Líbano), 30 de abril, 2013.

[17] Se refiere a aquellos que practican el takfir, es decir, acusar a otros musulmanes de apostasía.

[18] Al-Mustaqbal (Líbano), 19 de junio, 2013.

[19] Al-Mustaqbal (Líbano), 8 de mayo, 2013. Aproximadamente una semana más tarde, el diario informó que muchos partidarios de Amal en el sur estaban disgustados con la participación de Hezbolá en Siria. Al-Mustaqbal (Líbano), 15 de mayo, 2013.

[20] Al-Safir (Líbano), 24 de mayo, 2013.

[21] Al-Mustaqbal (Líbano), 30 de abril, 2013.

[22] Al-Mustaqbal (Líbano), 23 de abril, 2013.

[23] Al-Mustaqbal (Líbano), 23 de abril, 2013.

[24] Véase la serie MEMRI Investigación y Análisis Informe Nº 980, El Líbano entra abiertamente a combatir en Siria, 13 de junio, 2013.

[25] Al-Akhbar (Líbano), 8 de junio, 2013.

[26] Al-Nahar (Líbano), 25 de mayo, 2013.

[27] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 916, Lucha entre fuerzas en el Líbano se refleja en su participación en Siria, 3 de enero, 2013.

[28] Al-Mustaqbal (Líbano), 20 de abril, 2013.

[29] Al-Mustaqbal (Líbano), 10 de abril, 2013.

[30] Al-Mustaqbal (Líbano), 22 de mayo, 2013.

[31] Al-Mustaqbal (Líbano), 1 de mayo, 2013.

[32] Al-Mustaqbal (Líbano), 1 de mayo, 2013.

[33] Now.mmedia.me/lb/ar, 10 de mayo, 2013.

[34] Al-Mustaqbal (Líbano), 24 de mayo, 2013.

[35] Al-Mustaqbal (Líbano), 31 de mayo, 2013; 5 de junio, 2013.

[36] Al-Mustaqbal (Líbano), 23 de mayo, 2013.

[37] Al-Akhbar (Líbano), 11 de junio, 2013.