El escritor reformista Abdelwahab Meddeb nació en Túnez en 1946, y ha vivido en París desde 1968. Es el editor del diario literario internacional en idioma francés Dédale y profesor de literatura comparativa en la Universidad de París X en Nanterre. Meddeb ha escrito varios libros, incluyendo La Maladie del l’Islam, [1] el cual despertó interés considerable alrededor del mundo y ha sido traducido al inglés, árabe, alemán, italiano, portugués, español, y turco. El libro discute la relación entre el Islam y Occidente en luz de la historia del pensamiento islámico, y en conexión con el Islam político violento de hoy día. Meddeb argumenta en el libro que el Islam está afligido con la enfermedad del fundamentalismo.

En septiembre del 2006, Meddeb publicó un libro titulado Contre-Prêches [2] (Contra-Predica). El libro estaba basado en su programa semanal de la radio, el cual va dirigido a la gran comunidad franco parlante en África del Norte y ha sido puesto al aire por la estación de radio marroquí Mediterranee Internationale desde marzo del 2003. Contre-Prêches es una colección de 115 ensayos en una variedad de temas, incluyendo el Islam, el antisemitismo, el velo, el multiculturalismo, y la caída de dictadores.

Lo siguiente es una revisión de los puntos de vista de Meddeb en estos temas, tal como fue presentado en La Maladie del l’Islam y Contre-Prêches:

«La sociedad Islámica se ha convertido hoy en una sociedad puritana con una aversión a la sensualidad»

Meddeb defiende que el Islam ha declinado con el paso del tiempo: «La sociedad islámica solía ser una sociedad que encantaba en placer, [una sociedad] basada en el amor a la vida. [Hoy día], se ha convertido en una [sociedad] puritana con un odio hacia la sensualidad… La tradición de exaltar el cuerpo [humano] parece haber desaparecido [completamente], de ciertas tierras islámicas que han sido devastadas por el orden impuesto [en ellas] por gente medio analfabetas afligidas de un resentimiento…

«Hoy, estamos presenciando una extraña inversión en la actitud hacia el cuerpo. La sociedad [«cité» [defendida por el Islam [es una] cuyos miembros están afligidos con el nihilismo y el resentimiento, mientras que los occidentales han liberado sus cuerpos de las represiones tradicionales… Aquéllos que se adhieren al Islam no están conscientes de esta curiosa inversión, ya que están tan orgullosos de su condición que la encomiendan a la ‘depravada sociedad occidental’ como el modelo de una sociedad poderosa…» [3]

Meddeb es particularmente crítico del Islam wahhabi, que a su manera de ver «hace que [los musulmanes] se olviden de sus cuerpos, todas las cosas y lugares [materiales], y [todas las cosas de belleza física]». Él dice que «el rechazo de todo esto inflinge en los [musulmanes] con una amnesia general – la cual es uno de los aspectos de su enfermedad». [4]

Sobre los terroristas islamistas, Meddeb dice: «Ningún criminal es más despreciable que uno que no sólo no siente culpa después de [cometer] su [crimen], sino que también alberga la ilusión que este [crimen] le traerá… recompensa divina. Esta conversión de lo malo en lo bueno no sólo lo salva a uno de culpa, sino también convierte a una persona infeliz en un alma feliz…» [5]

«El actual antisemitismo en los países árabes va dirigido contra judíos imaginarios»

Según Meddeb, uno de los síntomas principales de la enfermedad del Islam es el resentimiento. Este resentimiento es particularmente fuerte, dice, respecto a Occidente, y particularmente hacia los judíos. Afecta inclusive a los musulmanes árabes seculares: «Predicadores e incluso editorialistas ‘seculares’ ven los desastres que han ocurrido en su comunidad a través del [prisma de] la xenofobia aguda: Inventan una conspiración imaginaria y se lo atribuyen al otro, quién cumple el papel de enemigo. [Ambos] las faltas de la colectividad y las limitaciones de los individuos son atribuidos al malvado y maligno extranjero… Qué mejor manera de liberarse uno mismo de la responsabilidad luego de librarse a sí mismo de culpa? [Según este punto de vista] la miseria de los musulmanes es causada por Occidente… y por Israel, cuyo éxito es una fuente de molestia [para los musulmanes] en luz de su propio fracaso, los cuales son incapaces de reconocer…

«El anti-judaísmo es mezclado con anti-sionismo y se convierte en un tipo de antisemitismo, sin que [los musulmanes] incluso comprendan que este [antisemitismo] es importado de Occidente… En la confusión general, un debate teológico es confundido con uno político, el cual es por si mismo penetrado con perversión racista. La herida infligida por Israel en la conciencia árabe esta expuesta a todo [tipo de] infección podrida. Nadie es salvado, ni siquiera las mentes más abiertas y extremistas, tales como el Jeque Tantawi, una de las voces autoritarias y razonables del Islam oficial…» [6]

Meddeb nota que el Islam ha combatido al Judaísmo desde el propio principio de su historia en Medina: «… Enfrentado con las recientemente formadas comunidades [islámicas], los judíos tuvieron que escoger entre convertirse y resistir. El judaísmo anti islámico llevó a la matanza de los judíos en Medina, bajo el liderazgo del Profeta. Este anti-judaísmo inicial debe ser mencionado para distinguirlo del antisemitismo europeo, que en años recientes encontró tierra fértil en los países islámicos…

«El antisemitismo [europeo] está arraigado en la noción de una conspiración judía apuntada a tomar el mundo. Este engaño inspiró Los Protocolos de los Sabios de Sión, la traducción árabe que circula ahora ampliamente…

«Uno debe tener presente eso en la tradición islámica, el anti-judaísmo fue apuntado hacia los judíos que estaban en una posición [inferior], de dos maneras: eran exilados, excluidos de la soberanía, y tenían estado legal inferior del Pueblo del Libro: una minoría [tolerada] bajo mandato islámico. El antisemitismo actual, por otro lado, es dirigido contra los judíos que han renovado su soberanía en Israel, al precio de dejar casi completamente a las sociedades árabes e islámicas. Este antisemitismo es [por consiguiente] dirigido contra los judíos ausentes con los que nadie está familiarizado, y de cuya presencia antigua se ha olvidado. [En otras palabras], este odio es dirigido contra los judíos imaginarios – y nutrido por escenas de la televisión que muestran a un poder militar feroz matando a sangre fría a hermanos desarmados reducidos a tirar piedras.

«Este es el por qué la actual lucha contra el antisemitismo en el Islam debe restaurar la memoria de la coexistencia una vez amistosa entre los judíos y los árabes, sin ocultar los eventos que ocurrieron al principio de la [historia] islámica…» [7]

Dando ejemplos de la que una vez fue la relación amistosa entre judíos y árabes, él cita a Ibn Arabi (nacido en 1164 en Murcia y fallecido en Damasco en 1240): «Debiéndole a una similitud en sonidos, Ibn Arabi conectó la palabra ‘judío’ (Yahudi) a la palabra hudan que significa ‘buena guía’. Así el judío fue asociado con un hombre piadoso que no se desvía del camino de la rectitud».

Él luego cita [8] «a las numerosas obras maestras judías de la Edad Media que fueron escritas en árabe». Varios de los autores que menciona son Moisés Ben Ezra, Yehuda Halevi y Maimonides.

«El testimonio de Al-Husseini, Mufti de Jerusalén, confirma el exterminio nazi… Este debería ser publicado en la prensa árabe e iraní

Meddeb describe un sermón del Viernes antisemita que escuchó recientemente en la mezquita Al-Azhar en el Cairo: «… Creo que el portavoz fue el actual guía [espiritual] de la Hermandad Musulmana, Muhammad Mahdi ‘Akef. Él golpeaba sus palabras como un propagandista político, gritando su consejo y sus amenazas desde el corazón de la mezquita… Estuvo condenando la pasividad y cobardía de los países musulmanes y de las masas, mientras alababa al presidente iraní y su valerosa postura, en particular respecto a Israel… Unos días después la prensa publicó un comunicado del propio ‘Akef perdonando la negación del Holocausto del presidente iraní. Según [‘Akef, el Holocausto] no es nada más que un mito para legitimar [la existencia de] Israel…

«Yo le recuerdo a todos aquéllos que dudan de la realidad del Holocausto que existe un testimonio directo musulmán árabe a su [verdad], a saber las palabras del Mufti de Jerusalén, [Amin] Al-Husseini, quién fue invitado [a Alemania] por los nazis en luz de su corta alianza [con ellos] y debido a su actitud anti-británica… En sus memorias, él recuerda una conversación con Himmler en el verano de 1943. [El último] le dijo a [él] que tres millones de judíos ya habían sido exterminados como parte de la ‘Solución Final’, según un plan metódico e industrializado… Esta cita de las memorias de Al-Husseini debe ser publicada en la prensa árabe e iraní…» [9]

«La única solución es reconocer que todos los versos del Corán respecto a la inferioridad de las mujeres están obsoletos»

Otro aspecto principal de la enfermedad del Islam, según Meddeb, es la condición inferior de las mujeres. Meddeb declara que esta discriminación está desgraciadamente arraigada en el propio Corán. Él pregunta: «Todos aquéllos que quieren… seguir las escrituras que nos fundaron se enfrentan con un rompecabezas. Qué pueden ellos hacer ante un verso del [Corán] que establece explícitamente la superioridad de los hombres sobre las mujeres, [a saber] el verso 34 del Sura 4 que lee: ‘Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Dios ha favorecido a uno por encima del otro…’

«La única solución para las mujeres y los hombres que [desean seguir] la fe islámica mientras se adaptan al [principio] moderno de la igualdad de sexos… es reconocer que todos los decretos del Corán que consideran [la inferioridad de las mujeres] están obsoletos, y que están arraigados en circunstancias [históricas] en lugar de principios [inmutables]…

«Hoy día, muchas mujeres claman estar regresando a sus orígenes islámicos. Esto sólo puede implicar que aceptan su [condición] de subordinadas. Ellas no pueden evitar esto. Se nos dice que las mujeres que se ponen el velo son responsables de sus decisiones y desean tomar parte en la ‘islamización’ del mundo moderno… Este fenómeno es otro nudo en la cadena [que los une]. La única manera de librarse de este nudo es cortar a través de este. Sólo entonces será posible salvar la fe [islámica] de una manera saludable – sin nutrir la clase de esquizofrenia que es imposible vivir sin esta: buscar la libertad mientras se refuerza el estado de subordinación.

«En cuanto al velo – debemos nosotros mencionarlo de nuevo? Sí, es necesario insistir en [este asunto], ya que este fenómeno se está tornando universal, y ya que los canales de televisión por satélite árabes toman parte en propagar [esta costumbre] esparciendo sentimientos de culpa. Permítanme decir de una manera ruidosa que [el velo] es la encarnación de todas las leyes que legitiman la desigualdad de los sexos… Mujeres musulmanas, si quiere ser modernas, quemen sus velos!» [10]

«Yo veo al velo como una señal de la condición inferior de las mujeres y de una ofensa contra ellas. A estas jóvenes muchachas que exigen usarlo por su propia voluntad, yo les digo que están [realmente] bajo la influencia [de una autoridad islámica]… Ellos exigen que respetemos su [derecho de] ser diferentes, pero de hecho sólo están abrazando el estatus legal inferior impuesto en ellos por la ley coránica…

«A esas jóvenes muchachas que llevan puesto un velo, les digo, en primer lugar, que su actitud es anticuada… Cuando fui un chico en Tunes en los años cincuenta, vi a mujeres que se quitaban sus velos [inclusive] en mi círculo social tradicional. Para ese entonces, este desarrollo parecía irreversible. [Imagínense qué] sorprendido estaba de evidenciar el regreso del velo en París, ciudad de luz y libertades…»

Como la prueba al hecho de que el velo no es simplemente la expresión del «derecho a ser diferente», Meddeb denota que hoy día el velo es «idéntico desde Yakarta a París» y no despliega la variedad que caracteriza a la expresión individual: «[El fenómeno del velo], tal como lo vemos hoy, es el resultado de la acción política… La transformación en el significado del velo refleja la metamorfosis [del Islam]. Existe un mundo de diferencia entre el velo como una [costumbre] tradicional y lo que yo llamo el velo ‘ideológico’… Hoy, los velos son idénticos desde Yakarta a París». [11]

El multiculturalismo promueve el Islamismo; «Sólo en el Maghreb podemos nosotros ganar la batalla cultural mundial contra los islamistas – gracias a la Influencia francesa»

Meddeb cree que el multiculturalismo sostiene al Islamismo en Occidente. Comentando acerca del asesinato del director de cine holandés Theo Van Gogh, él escribe: «[Van Gogh] rechazó a la sociedad multicultural. Él la vio como un medio para legitimar la salida y propagación del Islamismo, el cual es extremista, radical, e imposible de asimilar [en la sociedad occidental], y qué está en peligro de infectar a un millón de individuos [musulmanes] que viven en los Países Bajos». [12]

Meddeb luego escribe: «Gran Bretaña está pagando ahora el precio de su incomprensible tolerancia hacia estos sembradores de disensión, de problemas, y [la condena] apocalíptica. Obviamente, la tradición democrática de este país que dio a luz el [principio de] Habeas Corpus, es admirable. Pero [este principio] no debería ser implementado tan escrupulosamente que [socave] el derecho de otras personas a la vida». [13]

Meddeb señala al trabajo especial del Maghreb en la lucha contra el Islamismo: «Como resultado de la influencia francesa, toda la región mediterránea del norte puede convertirse en un laboratorio de pensamiento europeo. Sólo aquí podemos nosotros ganar la batalla cultural global contra los islamistas». [14]

«A menos que los musulmanes tomen una nueva dirección, uno puede asumir que la [civilización] árabe, forzada por el esquema de la fe islámica, se unirá a las grandes civilizaciones muertas…»

Meddeb cree que el Islam se ha convertido en una religión improductiva, y que los árabes de hoy deberían liberarse de la influencia del Islam: «Imagínense una reunión de representantes de varias civilizaciones: la europea, americana, japonesa, china, hindú, africana, árabe, y musulmana. Cada [representante] sería preguntado sobre que podría su civilización contribuir para el presente y el futuro de la humanidad. ¿Qué puede ofrecer el árabe musulmán? Nada, salvo el sufismo, quizás… A menos que tomen una nueva dirección, uno puede asumir razonablemente que la [civilización] árabe, reprimida por el esquema de fe islámica, se unirá a las grandes civilizaciones muertas…»

«Depende de los árabes tomar el valeroso [paso de] cuestionar [su fe] hasta que sienta que el Islam es una enfermedad, hasta que reduzca esta inútil y toda penetrante [influencia] al tamaño de un insecto, hasta que se des-islamice de su identidad árabe. Entonces la cerradura puede comenzar a romperse, y las puertas [a la libertad] pueden empezar a abrirse». [15]

Meddeb argumenta que la reforma empieza con la voluntad de aceptar la crítica, especialmente de los países europeos en los que muchos musulmanes residen: «… No depende de Europa el adaptarse al Islam. Depende del Islam aprender a aceptar la crítica – incluso la crítica más ofensiva – sin revertirse a actos sangrientos de de venganza. Los musulmanes deben entender que [incluso] la crítica más rigurosa contra el Islam está justificada en luz de la flagrante contradicción que existe entre el mundo en vías de desarrollo y la moral estática [del Islam]». [16]

Lo que está pasando alrededor del mundo nos enseña que es posible confrontar una dictadura y triunfar sobre esta»

Meddeb se refiere a las declaraciones de Condoleezza Rice, citadas en El Washington Post, respecto a la necesidad de promover la democracia en el Medio Oriente. Rice rechazó la denuncia de que el Islam es incompatible con la democracia, y dijo que le recordó la actitud que prevaleció en Alabama durante su niñez, cuando se creía ampliamente que los negros no podían desarrollar habilidades intelectuales. Meddeb menciona las declaraciones de Rice para mostrar cómo condescenderte es creer que no pueden democratizarse los países islámicos árabes. [17]

«[De hecho], es sorprendente ver cuan fácil el establishment del dictador [e.d. Saddam Hussein] se desintegró, ya que cuando el dictador estaba en el poder, aterrorizó al país y parecía imposible que fuese removido. Él funcionó perfectamente bien y reclutó a numerosos agentes entusiastas para mantener a su país en línea… Yo sólo puedo preguntarme por la fragilidad evidente de los tiranos, una vez que son depuestos, ya que en víspera [a su caída], [todavía] están envueltos en una mística que le dio su imagen de persona sagrada». [18]

Meddeb mantiene que fue correcto el mostrar la humillación de Saddam Hussein en televisión en el mundo árabe, ya que esto acabó con un mito: «… Yo creo que esto fue una educación para las masas árabes que todavía le rinden culto a los dictadores. Ellos fueron obligados a presenciar su degradación, y verlo sacado de su oscuro agujero… sin ofrecer ninguna resistencia… [Fue importante para ellos] verlo… transformado en una víctima sumisa para que el mito pudiera ser roto. Tal caída… debería ser la suerte de cualquier dictador que obliga al pueblo a que venere su imagen…» [19]

Respecto al proceso de democratización en Irak, Meddeb escribe: «Nunca han los árabes presenciado tal evento – un miembro de una minoría fue elegido presidente de una sociedad que tiene una mayoría árabe, y qué se considera a si mismo árabe. Aquí está Jalal Talabani, un kurdo que encabeza el estado iraquí…» [20]

Meddeb también considera la caída del gobierno libanés el 28 de marzo del 2005 como un hito para la democracia en el Medio Oriente: «La caída del gobierno libanés es alentadora porque fue causada por la presión popular y el precedente fijado en el mundo árabe. A nivel simbólico, este evento merece ser inscrito [en el libro de] los grandes eventos en la [historia] política… Vivimos en un momento cuando el proceso democrático está en movimiento. Lo que está sucediendo alrededor del mundo nos enseña que es posible confrontar una dictadura y triunfar sobre esta».

«El régimen sirio no comprendió que el mundo ha cambiado»; «La democracia marcha de hecho a toda vela»

«Pero este proceso no avanza si no se le alimenta con el deseo del pueblo de superar el obstáculo que los mantiene [en un estado de] letargo. La verdad es que todas las dictaduras sobreviven debido al consentimiento de las masas, [debido a las masas] la voluntad a ser subyugado…»

«Es el sacrificio de Rafiq Al-Hariri que activó las protestas populares [en el Líbano]. El pueblo libanés se negó a ser intimidado por los ataques y el mensaje político que ellos convergieron. Siria nos había acostumbrado a estos métodos, pero el régimen [sirio] no comprendió que el mundo ha cambiado. Sus antiguos métodos tenían el efecto opuesto [al pensado]…

«La democratización va de hecho en buen camino [ahora]. Se han celebrado elecciones en Irak. Dos sectores han obtenido reconocimiento – un sector religioso, los chiitas, y un sector étnico, los kurdos – quiénes no conocían nada más sino el rechazo total por años. Un nuevo camino está siendo tallado para el Medio Oriente, en el que todas las prácticas anteriores – tan queridas a Siria – parecen obsoletas y contra eficaces…» [21]

* Nathalie Szerman es Directora del Proyecto de Reforma de Africa del Norte en MEMRI.


[1] Seuil, París, 2002. El libro fue también publicado en inglés: La Enfermedad del Islam, Libros Básicos, Nueva York, 2003.

[2] Seuil, París, 2006

[3] La Maladie de l’Islam, pp. 135-139.

[4] La Maladie de l’Islam, pág. 141.

[5] Contre-Prêches, pág. 362.

[6] La Maladie de l’Islam, pp. 129-133.

[7] Contre-Prêches, pp. 104-105.

[8] Contre-Prêches, pp. 106-108.

[9] Contre-Prêches, pp. 458-459.

[10] Contre-Prêches, pp. 263-266.

[11] Contre-Prêches, pp. 56-58.

[12] Contre-Prêches, pág. 249.

[13] Contre-Prêches, pág. 401.

[14] Die Zeit, 21 de septiembre del 2006, http://www.signandsight.com/features/978.html.

[15] Contre-Prêches, pp. 42-43.

[16] Contre-Prêches, pág. 250.

[17] Contre-Prêches, pág. 114.

[18] Contre-Prêches, pág. 38.

[19] Contre-Prêches, pág. 134.

[20] Contre-Prêches, pág. 328.

[21] Contre-Prêches, pp. 314-317.

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