El 13 de enero del 2014, el columnista liberal saudita Khalaf Al-Harbi, publicó un artículo en el diario del gobierno saudita ‘Okaz, en donde afirmó que, a pesar de los «horribles actos de masacre» que el ex primer ministro israelí Ariel Sharon llevó a cabo, el número de árabes que este asesinó no es nada comparado con aquellos que murieron a manos de los gobernantes árabes, sobre todo desde el inicio de la Primavera Árabe.

Lo siguiente son extractos del artículo.[1]

«…Hoy, al meditar sobre la noticia de la muerte del [ex] primer ministro israelí [Ariel Sharon], nos encontramos con que, a pesar de los horribles actos de masacre que llevó a cabo contra los palestinos, el número de sus víctimas árabes está muy lejos a la de los árabes asesinados por los [gobernantes] tiranos árabes o muertos en los atentados suicidas perpetrados por grupos terroristas árabes. Ésta es la verdad, cuya pena nos perseguirá a lo largo de la historia: No podemos comparar el número de árabes asesinados por orden de Bashar Al-Assad, Hassan Nasrallah, o los terroristas del EIIS [es decir, la organización jihad Estado Islámico de Irak y Siria], o quienes fueron enviados por los mecanismos brutales de opresión a través de la gran nación árabe, al número de las personas [asesinadas] por Sharon, quien murió sin ser juzgado en un tribunal internacional tal como lo exigieron las organizaciones mundiales de derechos humanos.

«Si a Sharon se le hubiera colocado en la misma jaula que a los criminales árabes, los jueces habrían visto que el número de víctimas que murieron en las masacres que este llevó a cabo a lo largo de su larga historia militar y política no se acerca al número de víctimas asesinadas en [incluso una] protesta no violenta que uno de los [gobernantes] criminales árabes enjaulado junto a él había ordenado que dispersaran.

«Sharon hizo todo por su nación. Participó en las guerras como un oficial y ministro de defensa, asesinó y conquistó el territorio de otros, y aceptó las reglas del juego democrático más de una vez y no permaneció obstinadamente en el poder cuando el votante israelí no le reelija. A pesar de que es un héroe nacional ante su pueblo, su familia tuvo que participar en los gastos de su tratamiento [médico] después que Israel coronó la suma destinada a ese fin a cuatro millones de dólares. Esto, porque, en un país que protege incondicionalmente los fondos públicos, nadie está por encima de la ley, ni siquiera los héroes nacionales.

«Hoy entendemos que, incluso usando bombas atómicas, Sharon no podía haberle hecho a los árabes más [daño] de lo que se han provocado ellos mismos. Los cismas y las venganzas en curso en toda la patria árabe en general, y en Palestina en particular, superaron nuestras mayores esperanzas hacia los enemigos. Además, [hasta hace poco,] todo extremista sionista que intentó representar a los árabes como un pueblo bárbaro que sólo entiende el lenguaje de la fuerza [debían] basar su argumento en unas cuantas mentiras pequeñas. Hoy, sin embargo, [nos enfrentamos] a una realidad que supera la imaginación, [e] incluye decapitaciones, atentados contra casas con barriles explosivos, la violación a mujeres, y la expulsión de millones de civiles inocentes. [Ahora] los sionistas ya no tienen que tratar de distorsionar la imagen de los árabes utilizando el cine norteamericano y los medios de comunicación globales, [ya que] los árabes les han provisto de un atajo. Ahora el mundo sólo tiene que seguir las noticias a fin de saber lo barato que es la vida humana en los países árabes!»


Khalaf Al-Harbi (fuente: Alwatan.com.sa )


[1] ‘Okaz (Arabia Saudita), 13 de enero, 2014.