La reciente visita del Presidente norteamericano Bush a Egipto evocó reacciones mixtas de la prensa gubernamental. Por ejemplo, en un editorial, el diario del gobierno Al-Ahram criticó implícitamente a los Estados Unidos por presionar a Egipto en implementar reformas democráticas, pero también describió las relaciones Egipto-Estados Unidos como «estratégicas y altamente importantes para ambos países». En contraste, el semanario del Partido Democrático Nacional gobernante de Egipto, Al-Watani Al-Yawm, declaró que Bush no era bienvenido en Egipto, y lo atacó severamente a él y a su administración.
Lo siguiente son extractos del artículo.
Al-Ahram: Egipto y los Estados Unidos se necesitan
El editorial de Al-Ahram del 17 de enero, 2007 declaró: «La reunión entre el Presidente [egipcio] Hosni Mubarak y el Presidente de los Estados Unidos George Bush en Sharm Al-Sheikh subrayó varios hechos que son [ya] bien conocidos a ambos bandos. Primero, que las relaciones Egipto-Estados Unidos son estratégicas y altamente importantes para ambos países. Al igual que cualquier relación entre dos países importantes, pueden resistir cualquier desacuerdo. Estas relaciones están basadas en varios principios que nosotros nunca debemos olvidar. Quizás el más importante de éstos [principios es el hecho que] éstas son relaciones entre dos superpotencias: [Los Estados Unidos] es actualmente la mayor superpotencia del mundo… mientras [Egipto] es la superpotencia más importante en la región árabe hoy día, no importa lo que digan los escépticos y [ostentadores de consignas extremistas]. En esta realidad, se manifiesta claro que ninguno de los dos países puede evitar necesitar al otro…
Segundo, el mundo entero mantiene relaciones ahora con los Estados Unidos, G. Bretaña, Francia, China y Rusia… Aquéllos de ustedes que llaman a cortar lazos estratégicos y cruciales con la primera superpotencia en la comunidad internacional hoy día – nosotros le preguntamos, no se den prisa en disparar desde sus bocas.
«Tercero, ninguno de los bandos tiene el derecho de imponer una agenda específica o programa de trabajo que el otro debe implementar en su totalidad. Por ejemplo, sería inconcebible para un bando decidir que su régimen es mejor [que el del otro bando], y que el otro bando debe por son siguiente cambiar sus valores, costumbres y tradiciones y adaptarlos a los suyos… Estas relaciones nunca deben ser contingentes en la capitulación completa de un bando a [la voluntad del] otro. Eso nunca sucederá. Por consiguiente, cualquier conversación de imponer cierto modelo de democracia en los pueblos de ciertos países o en cierta región es absurda. Los pueblos no son una herramienta que puede encenderse o apagarse a voluntad.
«Cuarto, los [lazos] económicos permanecen siendo [sólo] un componente de las relaciones Egipto-Estados Unidos, en lugar del único componente. Nosotros reconocemos que los Estados Unidos es importante a la economía de Egipto, al igual que es importante a las economías del resto de los países en el mundo. Pero [estos lazos económicos deben ser mantenidos] sobre una base de respeto mutuo para la soberanía de cada país y las aspiraciones políticas, y no sobre una base que desatiende la soberanía [de un país]… Si ciertos congresistas americanos tienen [reservas] sobre la ayuda [extendida por los Estados Unidos a Egipto], tienen derecho a su opinión. Pero la administración americana reconoce la importancia de esta ayuda reforzando las relaciones entre los dos bandos…
Las declaraciones de «Bush en su reunión con el Presidente Mubarak reafirmaron todos estos puntos…»
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