Los atentados suicidas en Argelia el 11 de abril del 2007, el primer ataque sensacional llevado a cabo por la Organización Al-Qaeda en el Maghreb islámico, trajo la región al frente de los titulares en la prensa árabe – especialmente mientras ocurrían a la par de varios atentados suicidas abortados en Casablanca. En Argelia, temores por el futuro fueron señalados por recuerdos de los años oscuros en los noventa, y la prensa fue unánime en llamar a realizar acciones concertadas contra el terrorismo. Muchos también criticaron las políticas del gobierno, en particular el plan de Reconciliación Nacional, el cual apunta a reintegrar a islamistas radicales en la sociedad.

En la prensa árabe internacional, el muy conocido comentarista ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed criticó lo que él describió como presunciones engañosas sobre las causas de la raíz del terrorismo, diciendo que los terroristas se conducen por el extremismo religioso, y no por la pobreza, ni tampoco por falta de democracia – lo cual, él enfatizó, consideran de ser herejía.

Lo siguiente son detalles:

«Argelia está luchando una batalla de dimensiones universales contra un veneno que no tiene fronteras: el terrorismo islamista»

Un editorial del 14 de abril, 2007 por N. Sebti en el diario liberal Liberte, leyó «Hoy día, el mundo entero ha entendido que Argelia, más allá de [la lucha en] su propio territorio, está emprendiendo una batalla de dimensiones universales contra un veneno que no tiene ninguna frontera: el terrorismo islamista. [1]

Omar Belhouchet, escribiendo en el diario El-Watan, llamó a una estrategia combinada de acciones militares y reforma democrática: «Es inconcebible, inadmisible, y chocante revivir la pesadilla de los años noventa… En los años noventa los argelinos supieron resistir la máquina de guerra terrorista islamista con heroísmo y extraordinario auto-sacrificio, y son capaces de hacerlo de nuevo… por otro lado, ellos temen a la resignación, a la debilidad, y a los compromisos [de principio] de aquéllos que tienen la responsabilidad de sacar a Argelia de la crisis.

«Es hora de que el estado argelino, a riesgo de sumergir al país en una grave crisis política y moral, para determinar, por última vez, una clara política de erradicar el terrorismo. La política de mano extendida tiene sus límites…»

Él agregó que la reforma democrática y una intervención a la corrupción también eran necesarias, mientras que las frustraciones políticas sólo sirvieron a los islamistas. [2]

Vice-editor de Liberte: «Esto no ha terminado»

Mounir Boudjema, vice-editor de Liberte – un diario que perdió cuatro de sus periodistas al terrorismo islamista en los años noventa – escribió en un editorial el 12 de abril: «Los ataques en Argelia que hasta ahora habían sido un santuario seguro, en contra del propio símbolo de poder político, fueron diseñados para mantener a los argelinos bajo el yugo del miedo y la resignación. [Fue] un signo tan poderoso como la [propia] explosión, diciéndonos ‘esto no ha terminado’ y que necesitamos acostarnos con miedo y en angustia y despertarnos con temor en nuestros corazones. [Fue] un mensaje para los argelinos a que perdieran interés en la vida y capitulen al fatalismo.

«Los terroristas están en lo cierto en una cosa: ‘Esto no ha terminado’. Mientras sigan vivos y estén armados, cubriéndose en sus escondites o en sus laboratorios de muerte, ‘no ha terminado’. Mientras las fuerzas republicanas y patrióticas de este país estén [todavía] de pie, ‘esto no ha terminado’. Mientras no hayan tomado la magnitud de su fracaso en convertir este país en un segundo Afganistán o en un depósito de cadáveres al aire libre, ‘esto no ha terminado'». [3]

«Argelia permanece siendo tierra fecunda para las ideas obscurantistas»

Hakim Outoudert, escribiendo en el diario regional La Depeche de Kabylie, cuestionó la aserción del Ministro del Interior de que los ataques fueron un evento aislado, y llamó a una batalla ideológica contra el fundamentalismo para secar la «matriz terrorista»:

«El Ministro del Interior Yazid Zerhouni … reafirmó el carácter ‘aislado’ y ‘disminuido’ del grupo en el origen del drama, y [nos] aseguró acerca de la situación de seguridad general que, según él, permanece ‘en orden’…

«La distinción, sin responsabilidad de complejos… entre un programa de Reconciliación Nacional verdaderamente fructífero y la lucha implacable contra el terrorismo es la única actitud responsable a ser adoptada para anular el azote y rehabilitar el espíritu de vigilancia, tanto el de los ciudadanos como el de las fuerzas de seguridad… Debe reconocerse que esta vigilancia ha sido silenciada durante algún tiempo…

Existe otra necesidad, y no es una menor, para frustrar los planes milenarios del terrorismo islamista, y por consiguiente disminuir la importación política de sus operaciones asesinas: la lucha política-ideológica contra el fundamentalismo.

«En este campo, Argelia permanece, a merced, de suelo fecundo para las ideas obscurantistas, e incluso para el culto islamista del martirio. ¿De que [otra forma] puede un joven internalizar la idea de encontrar su salvación celestial volándose? ¿Cuántos jóvenes argelinos pudieran estar en el mismo estado espiritual, y esperar sólo por una señal del ‘emir’ para ‘merecer’ su lugar en el paraíso, y algunas ‘ninfas’ de premio?

«Dónde contrajeron estos jóvenes este mal, si no desde dentro de la sociedad argelina, a través de una intolerante literatura en los medios de comunicación, pero ante todo dentro de las mezquitas en suburbios subversivos?…

«[Deberíamos nosotros] anular el fundamentalismo, la matriz del terrorismo, secando [su] suelo ideológico, o mantener [su] potencial destructivo cediéndole el terreno de la iniciativa política? Un día tendremos que escoger. Mientras más pronto mejor». [4]

Líderes del FSI y el fundador del GSPC denuncian los ataques

Hassan Hattab, fundador y primer Emir del Grupo Salafista para la Predica y el Combate (quién se ha convertido desde entonces en la Organización Al-Qaeda en el Maghreb Islámico, el grupo que llevó a cabo los ataques), negó alguna conexión con los atentados. En una entrevista telefónica con el diario El-Shorouq El-Yawmi, Hattab dijo que se «lavó las manos» en todos aquéllos que «se fueron por este sendero desencaminado», y dijo que los atacantes actuaban bajo «órdenes del extranjero». [5]

‘Abbasi Madani, ex encabezado del prohibido Frente de Salvación Islámico (FSI) quién vive ahora en el exilio en Qatar, le dijo al diario de Qatar Al-Raya que los ataques fueron un gran error, y que el tema argelino era político y que no podría ser tratado de esta manera. También culpó al gobierno por los ataques, aunque, dijo que también alentó la violencia para prevenir una solución política. [6]

Igualmente, Rabah Kebir, un ex miembro del Frente de Salvación Islámico, emitió el 14 de abril una declaración en donde «condenó vigorosamente este acto odioso, injustificado y criminal, que tuvo como objetivo al pueblo argelino y sus instituciones» y qué había matado y herido a «muchas víctimas entre los niños inocentes del pueblo argelino musulmán». Condenó «la violencia que continúa haciendo [caer] víctimas y prolonga el sufrimientos del pueblo argelino, respondiendo así a los objetivos de los enemigos de la reconciliación». [7]

Descontento con las políticas del gobierno argelino sobre el terrorismo

En su columna en Liberte, Mustapha Hammouche, un feroz crítico de los islamistas, se quejó que el Ministro del Interior Yazid Zerhouni hubo (al igual que Rabah Kebir) descrito a los atacantes como «enemigos de la Reconciliación Nacional»:

«En los años noventa se permitía todavía en nuestra cultura política condenar el terrorismo islamista, e incluso desafiarlo, como si existieran allí algunas islas de resistencia moral y política. Antes era posible condenar un acto terrorista por lo que era: un crimen miserable…

«Hoy día el acto terrorista es [considerado] censurable solo porque contradice la política de reconciliación nacional. No esta permitido cuestionar el programa oficial, aunque haya fracasado en [traer] lo que lo legítima: la paz. Los críticos del plan sagrado de [Reconciliación Nacional] son arrojados al mismo bando al igual que aquéllos que colocan bombas – el de los enemigos de la Reconciliación Nacional». [8]

Un editorial del 16 de abril por Larbi Zouak en el diario El-Khabar elaboró el mismo punto: «Lo extraño sobre este gobierno es que lo que es importante a este no son las vidas de los ciudadanos que cayeron, y caerán, a los criminales [e.d. a los grupos terroristas]. Más bien [lo que es importante para este es] la política del Presidente y la Reconciliación… Son tan baratas las vidas de los argelinos? Es concebible que [el egoísmo del Presidente] pudiera extenderse a tal nivel mortal?» [9]

Director general de Al-Arabiya Tv: Los terroristas no están motivados por la pobreza o por la falta de democracia, sino por el extremismo religioso

Los ataques en Argelia y Casablanca también salieron en los titulares de la prensa árabe internacional. En un editorial el 15 de abril en Al-Sharq Al-Awsat, el Director General de Al-Arabiya Tv ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, escribió:

«Yo escuché con molestia las mismas preguntas una y otra vez al analizar los incidentes terroristas en nuestra región, cuando el presentador en la [televisión] internacional dijo: ‘Piensa usted que los tres incidentes en Casablanca tienen en común que ocurrieron en una región pobre, y que aquéllos que los llevaron a cabo vienen de un barrio pobre? No ve que lo [que] los ata es la pobreza?’

«Y en el análisis del incidente argelino, la prensa occidental salio y señaló el problema de la democracia en Argelia y su conexión con lo que sucedió en ese día sangriento.

«Yo digo que me molestó, porque [esta es] una situación que se ha repetido y qué ha continuado por más de una década, y en donde las personalidades [involucradas] son bien conocidas, y cuya literatura se ha esparcido en todos los idiomas…

«Bin Laden, su socio Al-Zawahiri, y otros son gente que provienen de familias ricas – ricas, y no sólo pudientes. Además, ninguno de los terroristas, a pesar de que hay allí miles de ellos… hablan sobre el tema de la pobreza, ni llaman a elecciones – al contrario, describen las elecciones como herejía que debe ser combatida.

«Cierto, hay pobreza en Marruecos, y una lucha política en Argelia, y la región está llena de graves problemas que necesitan ser enfrentados, desde la corrupción al monopolio político a los regimenes totalitarios… pero estos atentados fueron actos terroristas que están relacionados a asuntos de otro tipo, y no tienen nada que ver con la pobreza o las elecciones. Ésta es una guerra de gente que son extremistas religiosos».

«Si los americanos salen esta noche de Irak y los judíos huyen de Palestina, y se establecen gobiernos extremistas… esto no los satisfará»

«Para ver más clara la imagen… Esta guerra religiosa no tiene nada que ver con los temas principales, consignas [relacionadas a lo que] se promueve en la literatura de los propios terroristas, como Palestina, Irak, los Estados Unidos, etc. Ésta es gente que quiere el martirio, es decir, quieren [combatir] una guerra, en cualquier parte del mundo, y por cualquier causa que tenga un ángulo religioso. Ellos quieren irse rápidamente al Paraíso.

«Ellos no están luchando por dinero, por la reforma pública, o por… el ambiente, y no son nacionalistas, pan-arabistas, o comunistas… No son bromistas, hippies, u oposicionistas. Son buscadores de martirio, que significa que tienen prisa de irse al Paraíso. Ellos no están interesados en la vida de este mundo, y quieren llevarse con ellos a la tumba el mayor número de personas posible.

«Yo sé que éste es un tema que es difícil de entender para el occidental. También es difícil para muchos de los propios musulmanes el aceptar esto, y siempre intentan justificarlo con… temas que ellos consideran legítimos y comprensibles.

«[Pero] la verdad es que éstos [terroristas] quieren la muerte por la causa de Alá… Es decir, aun cuando los americanos salgan de Irak esta noche, y los judíos huyan de Palestina, y los gobiernos religiosos extremistas en Marruecos, Argelia, y Egipto fueran establecidos – esto no los satisfará… Ellos quieren el Paraíso, y para esto viajarán a los confines de la tierra, al polo norte y al polo sur, para combatir a los infieles, cuyos números a su manera de ver, son cinco billones». [10]


[1] Liberte (Argelia), 14 de abril, 2007.

[2] El-Watan (Argelia), 12 de abril, 2007.

[3] Liberte (Argelia), 12 de abril, 2007.

[4] La Depeche de Kabylie (Argelia), 14 de abril, 2007.

[5] El-Shorouq El-Yawmi (Argelia), 12 de abril, 2007.

[6] Al-Raya (Qatar), 12 de abril, 2007.

[7] El-Watan (Argelia), 15 de abril, 2007.

[8] Liberte (Argelia), 15 de abril, 2007.

[9] El-Khabar (Argelia), 16 de abril, 2007.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 15 de abril, 2007.