A continuación extractos de una entrevista con la psiquiatra árabe-norteamericana Wafa Sultan que fue puesta al aire en Al-Hayat TV el 4 de diciembre, 2008.

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«El Islam ha distorsionado el concepto de honor»

Wafa Sultan: «Si el Islam realmente tratara a las mujeres con honor, veríamos las consecuencias positivas de ese honor en el curso de los últimos 14 siglos. El Islam no trató a las mujeres con honor. Al contrario, ha distorsionado el concepto del honor.

«Mi hermano Rashid, yo puedo llamar esta pluma cuchillo durante 14 siglos, pero esta nunca se convertirá en un cuchillo. Seguirá siendo una pluma. El Islam ha volteado estos conceptos de abajo para arriba, y ha obligado a sus seguidores a que vean las cosas como sus opuestos – el ver las matanzas y las decapitaciones como un acto de tolerancia, ver el tomar a una mujer cautiva como un acto de compasión, ver el pillaje de los despojos de guerra como su derecho, y ver la masturbación contra los muslos de una muchachita como matrimonio.

«Así, esta ha destruido la estructura intelectual de la nación árabe parlante, y ha producido gente que no puede distinguir entre cosas y sus opuestos – gente con el pensamiento distorsionado y una mentalidad torcida, tan infecunda como una tierra estéril, que no puede producir nada.

«La mejor prueba de esto es la realidad del Islam. Cuando el Profeta Muhammad se casó con la niña ‘Aisha, éste no fue un acto de honor hacia su niñez. Cuando Muhammad se casó con Zaynab, la esposa de su hijo adoptado, después de verla desnuda y desearla, éste no fue un acto de honor hacia las mujeres casadas. Cuando Muhammad se casó con la judía Safiya, a su retorno de una redada en la cual mató a su padre, a su hermano y a su marido, éste no fue un acto de honor hacia ella. Lo mismo va para todos sus matrimonios».

«La subyugación de las mujeres las reduce a un nivel inferior que las bestias – sin mencionar las leyes de herencia, el testimonio en la corte, el golpear a una esposa que se niega a acostarse con su marido, y los crímenes de ‘honor'»

«Acusar a las mujeres de ‘falta de inteligencia’ no es un acto de honor hacia ellas. Los seres humanos – sean hombres o mujeres – son propiedad de su Creador. Ningún ser humano tiene el derecho de poseer a otro. La subyugación de las mujeres las reduce a un nivel inferior que a las bestias – sin mencionar las leyes de herencia, el testimonio en la corte, el golpear a una esposa que se niega a acostarse con su marido, y los crímenes por ‘honor’.

«Muhammad dijo en un hadith: Tres cosas estropean el rezo de uno: una mujer, un perro negro y un asno.’ ¿No piensan ellos en esto nunca? ¿Comprenden ellos que Alá escogió el cuerpo femenino para su mayor invención – la creación misma? No sería moral darle cierta santidad al cuerpo femenino, en lugar de verlo como impuro?» […]

«En los países árabes en particular, uno no puede decir que el estatus de las mujeres no tiene nada que ver con el Islam… Islam es una fe que lo abraza todo, que interviene en los detalles más pequeños de la vida de una persona»

«En cuanto a los intelectuales que claman que el Islam honra a las mujeres, ellos me recuerdan a alguien intentando atrapar a dos conejos, que corren en direcciones opuestas, y nunca atrapan a ninguno. Por una parte, intentan convencer al lector o al espectador de que son ‘liberales y progresistas, y apoyan los derechos de las mujeres, mientras por otro lado, intentan complacer a los clérigos y sus seguidores clamando que el Islam honra a las mujeres. La historia mostrará que eran gente que engañaban, no intelectuales.

[…]

«En mi opinión, en los países árabes en particular, usted no puede decir que el estatus de las mujeres no tiene nada que ver con el Islam. Usted no puede negar que existe una conexión entre las dos. Islam es una fe que lo abraza todo, que interviene en los detalles más pequeños de la vida de una persona – comenzando con la manera en que él niño debería entrar al retrete, y finalizando con – disculpe mi vocabulario – la manera en que debe limpiarse su trasero.

«Ya que el Islam es una religión árabe, ha tenido éxito en borrar la cultura, costumbres y tradiciones de los pueblos de habla árabe, más que en las naciones islámicas que no son árabe parlantes. Por consiguiente, en el mundo árabe en particular, el estatus de las mujeres es un resultado inevitable de las enseñanzas islámicas». […]

«Creo firmemente que la fe islámica fue creada para servir a Muhammad, y legitimar sus deseos e impulsos»

«Creo firmemente en que la fe islámica fue creada para servir a Muhammad, y legitimar sus deseos e impulsos. Como evidencia, tenemos ‘las palabras de Aisha: ‘Veo que tu Señor te apresuras en satisfacer tus deseos’. Estas palabras, que ella dijo con inocencia y espontaneidad, envuelven la meta por el cual fue formada la fe islámica.

«El Islam le permitió a los hombres casarse con infantes para justificar el matrimonio de Muhammad con ‘Aisha. El Islam prohibió la adopción para justificar el matrimonio de Muhammad con la esposa de su hijo adoptado – algo prohibido por los valores morales pre-islámicos de los árabes. El Islam permitió tomar cautivas a mujeres y violar su honor para justificar el matrimonio de Muhammad con Safiya, después de matar a su marido, a su padre y a su hermano esa misma noche. Puede usted imaginar alguna mujer en la faz de esta tierra que presencie con sus propios ojos el asesinato de su marido, de su padre y de su hermano, y aceptar la religión de su asesino al momento, y dormir con él?! Puede la mente humana aceptar tal historia?» […]

«Yo he presenciado muchos crímenes contra mujeres perpetrados dentro de mi extensa familia y en mi esquema laboral»

«Yo no sufrí personalmente, pero he testimoniado muchos crímenes contra mujeres perpetrados dentro de mi extensa familia y en mi esquema laboral. Como doctora, he entrado en hogares que no han visto la luz del día, y he presenciado muchos crímenes contra mujeres, perpetrados bajo la influencia de enseñanzas islámicas.

«En mi familia – a la edad de 12 años a lo sumo, la hija de mi hermana fue obligada a casarse con su primo, que tenía más de 40 años de edad. Su vida con él era un infierno intolerable en la tierra. Cuando sentía que no había escape de este infierno, se suicido. Se prendió fuego, y en minutos se volvió cenizas, dejando tras de ella a cuatro hijos».