Salah Diab, empresario egipcio y propietario del diario Al-Masri Al-Yawm, quien escribe bajo el seudónimo de Newton, publicó varios artículos titulados «Liberando la mente» y «¿Se le considera desnudez [mostrar el cabello]?» en el que argumentó que el hijab (pañoleta a la cabeza) y el niqab (velo total al rostro), los cuales son utilizados ​​por la gran mayoría de las mujeres egipcias, no son obligatorios ni son nombrados por el sharia islámico. La mujer egipcia, este escribió, adoptaron esta costumbre como resultado del adoctrinamiento religioso que prevaleció en Egipto en la década de los años 70 y que lo presentó falsamente como un deber religioso. Este señaló que Egipto en tiempos remotos tuvo prominentes reformistas que se esforzaron por renovar el discurso religioso, pero que las fuerzas conservadoras, incluyendo Al-Azhar, los excluyeron de la arena pública y les impidieron promover sus puntos de vista liberales.

Subrayando que no insta a la mujer a rechazar el hijab, sino que solo llama a respetar la elección de aquellas mujeres que no desean utilizarlo, Diab atacó a los predicadores que, a lo largo de los años, establecieron la opinión de que casi todas las partes del cuerpo de la mujer, incluyendo su cabello, es ‘awrah, es decir, desnudez que debe ser cubierta, una visión que no tiene base en el Corán. Este agregó que liberar la mente egipcia del discurso religioso prevaleciente también liberará las cabezas de las mujeres egipcias del tener que utilizar el hijab.

Salah Diab (fuente: Al-Masri Al-Yawm, Egipto)

Los artículos provocaron un animado debate entre los lectores de Diab y expresiones de apoyo hacia sus puntos de vista, algunos de los cuales este citó en sus artículos.

Lo siguiente son extractos traducidos de los artículos:

Liberar a Egipto del hijab comienza liberándolo del ignorante discurso religioso

En un artículo publicado el 19 de julio, 2019 Diab escribió que el adoctrinamiento religioso en Egipto fue el responsable de imponer el hijab a la mujer. Este escribió lo siguiente: «Dado que existe mucha platica de renovar o desarrollar el discurso religioso, ¿pudiéramos nosotros quizá lanzar una campaña pidiendo la eliminación del hijab? Irán posee una ley que impone el hijab [a la mujer] y en Egipto más del 90% de las mujeres lo utilizan, la mayoría de ellas se basan en la creencia de que es un mandato del sharia. [Pero] debemos preguntarnos: ¿Quién afirma esto? [La respuesta es] el adoctrinamiento religioso que impuso esta realidad a lo largo de los años.

«En el pasado, en los años cincuenta, sesenta e incluso en los años setenta, las estudiantes universitarias solían salir con la cabeza descubierta, mientras que hoy día la mayoría utiliza un hijab o niqab. Este es el resultado del discurso religioso que comenzó a extenderse en Egipto a finales de los años setenta y comienzos de la década de 1980, que presentó al hijab como parte del sharia, cuando en realidad no tiene nada que ver con el sharia.

«Históricamente hablando, los primeros que comenzaron a utilizar esta prenda, el hijab/niqab, fueron los judíos. A medida que se extendió la costumbre, en total contraste con lo que uno pudiera esperar, hubo un incremento en el acoso sexual, el cual era una situación desconocida en la era pre-hijab.

«¿Poseemos nosotros el coraje de liberar las cabezas [de la mujer] de estos envoltorios? Para que esto suceda, necesitamos uno o más modelos [a los cuales emular] que sirvan como emblema tangible del desarrollo del discurso religioso. El reformista religioso Gamal Al-Banna[1] enriqueció la biblioteca árabe escribiendo un libro completo sobre el hijab, en el que aclaró que no tiene nada que ver con la sharia o con la religión [musulmana]…

«El problema es que… en lugar de completar el despertar liderado por ‘Abd Al-Raziq,[2] Muhammad’ Abduh[3] y otros reformistas – [tales como] Nasr Hamid Abu Zayd,[4] Farag Foda,[5] Sa’id Al-‘Ashmawi[6] y el pionero reformista Gamal Al-Banna – los predicadores nos llevaron de vuelta hacia las épocas más oscuras, cuando el ritual, las apariencias y las interpretaciones literales eclipsaron las tendencias [reformistas] en todas las religiones. A los reformistas no se les dio la oportunidad de aparecer y presentar sus ideas. Al contrario, Al-Azhar los persiguió y no presentaron sus ilustrados puntos de vista a la población.

«Liberar las cabezas desde fuera [es decir, quitarse el hijab] requiere, en primer lugar, liberarlas desde adentro. Al liberar las mentes, liberamos a [las personas] de cualquier [forma de] hijab».[7]

¿Deberían ser consideradas infieles las mujeres musulmanas que eligen salir sin cubrirse la cabeza?

El 21 de julio, Diab publicó la respuesta de un lector en referencia a este artículo. Este lo precedió con los siguientes comentarios: «Yo no le digo a ninguna [mujer] que utilice el hijab o que se lo quite. Yo defiendo a aquellos que no desean utilizar un hijab. ¿Son estas infieles?… A la mujer le complace la actitud de mi ya fallecida madre y abuela, que no utilizaban el hijab pero observaron estricta y constantemente los mandamientos religiosos, ¿fueron ellas consideradas no-musulmanas? ¿Deberíamos decir que Egipto antes de los años 1970, entre la época del llamado hecho por la [feminista egipcia] Huda Sha’arawi a quitarse el hijab y [el comienzo de] este ataque wahabí contra la vestimenta de la mujer egipcia?, ¿no fueron ellas consideradas musulmanas?[8]

«La modestia es un [principio] básico en el Islam, y nadie habla en su contra… [Observen que] el fenómeno de la minifalda [solo] apareció brevemente en Egipto – cuando la moda en Occidente se vio afectada por [esta prenda] – pero pronto declinó. En contraste, la nueva forma de vestimenta que discutimos [es decir, la vestimenta islámica, incluyendo el hijab y el niqab] prevalece en toda la sociedad, tanto entre jóvenes como gente ya mayor. Esta inundó a la sociedad y persiste [hasta el día de hoy] porque ingresó a Egipto con el pretexto de la religión. Este fue un ataque radical al código de vestimenta egipcio que prevaleció [para ese momento], luego del cual apareció un hijab colocado en todas las cabezas de las mujeres».[9]

La visión de los predicadores religiosos, de que casi todas las partes del cuerpo de la mujer es ‘Awrah, no tiene base en el Corán

 

En un artículo publicado una semana después, Diab condenó los fatuas radicales que definen el cabello de una mujer y casi cualquier otra parte de su cuerpo, como ‘awrah, es decir, desnudez que debe cubrirse cuando uno se encuentra en lugares públicos, argumentando que esto no tiene ninguna base en el Corán. Este escribió: «La primera mención al ‘awrah [en el Corán] es hecha en referencia a cuando Adán y Eva comen la fruta del Árbol del Conocimiento, violando así el mandamiento de Alá. Estos cubrieron sus partes privadas con una hoja del árbol de la mora, [del tamaño necesario] para cubrirse en esa época. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo y se emitían fatuas, [el significado de la palabra ‘awrah] se expandió gradualmente hasta incluir todo el cuerpo, en el caso de la mujer, por lo que incluso [hoy] utilizan guantes para cubrir sus manos. Hoy día, lo único que se utiliza para cubrir la desnudez de la gente es tela y la gente piensa que dicha tela es prueba de pureza, modestia e inocencia…

«Pensando en ello lógicamente, si el cabello de una mujer es ‘awrah, ¿por qué no lo es el del hombre? Después de todo, el principio es prácticamente el mismo y no existe ninguna diferencia perceptible. El Corán es un milagro y es paralelo a otro milagro de Alá: la mente que [Él nos dio], con la cual podemos citar el primer milagro [el Corán]. Pero si dejamos que otros [utilicen] el milagro de la inteligencia en nombre nuestro, dictarán sus propias conclusiones y opiniones.

«Muchos jeques [de hecho] parecen creer que el cabello, tanto el de la mujer como el de los hombres, es ‘awrah. Tal cosa explica la vestimenta utilizada por algunos de los jeques en los canales de televisión por satélite, quienes se cubren el cabello con una extraña [prenda] que se parece más a un hijab [que a cualquier otra cosa]. El Corán no dice nada sobre el cabello. En cuanto al verso [que instruye a la mujer musulmana] a «enrollarse la cabeza sobre sus pechos» [Corán 24:31], la interpretación de los juristas de la frase «su pechos ‘[juyoubihinna] es clara y sin disputa. ‘Pechos’ se refiere a las aberturas [en la prenda], es decir, la abertura en el cuello…

«Luego aparecieron fatuas diciendo que la voz de una mujer es ‘awrah. Ahora hemos llegado al punto en que el cabello es ‘awrah, la voz es ‘awrah, conducir un automóvil es ‘awrah y trabajar [fuera de la casa] es ‘awrah. Es como si toda la mujer fuese ‘awrah. Nosotros hemos comenzado a hablar de tecnicismos y trivialidades, mientras ignoramos muchos ‘awrah verdaderos que constantemente nos rodean: fornicar es ‘awrah, el hedonismo es ‘awrah, el vestirse excesivamente elegante es ‘awrah, las miradas lascivas, ya sea de un hombre o por una mujer, son ‘awrah. Es una simplificación nociva enrollarse un trozo de tela sobre la cabeza y luego [asumir] que podemos hacer lo que queramos».[10]


[1] Gamal Al-Banna (1920-2013) fue un intelectual y autor liberal egipcio quien escribió infinidad de narraciones sobre el Islam y política. Sus puntos de vista fueron diametralmente opuestos a los de su hermano mayor, el fundador de la Hermandad Musulmana Hassan Al-Banna.

[2] El intelectual y autor egipcio Mustafa ‘Abd al-Raziq (1885-1947), quien se desempeñó como jefe de Al-Azhar, es considerado un reformista de la filosofía islámica.

[3] El reconocido estudioso religioso Muhammad ‘Abduh (1849-1905), quien se desempeñó como Gran Muftí de Egipto, fue pionero de la reforma religiosa en su generación.

[4] Nasr Hamid Abu Zayd (1943-2010) fue un académico e investigador egipcio sobre el tema del Islam.

[5] Farag Foda (1945-1992) fue un destacado académico, escritor, periodista y activista de los derechos humanos egipcio, fundador de la Sociedad Egipcia para la Iluminación. Foda fue asesinado por miembros del grupo fundamentalista islamista Al-Gama’a Al-Islamya tras ser acusado de blasfemia por Al-Azhar.

[6] Muhammad Sa’id Al-‘Ashmawi (1932-2013) fue un intelectual y juez egipcio.

[7] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 19 de julio, 2019.

[8] Aparentemente, esto se refiere al auge del salafismo islámico en Egipto y la toma de posesión salafista de las instituciones egipcias, incluyendo Al-Azhar, durante el período a cargo de Sadat, que comenzó en el año 1970.

[9] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 21 de julio, 2019.

[10] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 29 de julio, 2019.