Salah Diab, empresario egipcio y propietario del diario Al-Masri Al-Yawm, quien escribe bajo el seudónimo «Newton», publicó un artículo el 24 de enero, 2018 titulado «El Precio de la Negativa», sobre el rechazo de Egipto a una propuesta a un acuerdo para ponerle fin al conflicto árabe-israelí.

Como parte de esta propuesta, una iniciativa estadounidense-británica llamada «Operación Alfa», que le fue presentada a Israel y a Egipto en 1955, Israel debía regresarle a Egipto los territorios al sur del Neguev que estos conquistaron en 1948 junto a absorber 75.000 refugiados árabes y pagarle reparaciones al resto, a cambio del levantamiento del boicot árabe y el reconocimiento de Israel por parte del mundo árabe. Tanto Egipto como Israel rechazaron la propuesta y finalmente fue engavetada luego que Egipto eligiera desconectarse de Occidente y apoyar al Bloque Oriental encabezado por la Unión Soviética.[1]

En su artículo, Newton lamenta el hecho de que los egipcios rechazaran el plan, alegando que si lo hubiesen aceptado, «todo hubiese sido muy diferente»: Egipto hubiese evitado todas sus guerras con Israel, sus pérdidas, bajas junto al desperdicio de amplios recursos y no hubiese llegado a la situación en la que se encuentra hoy. Newton afirma que la propuesta fue ofrecida en bandeja de plata y que, en su situación actual, los árabes solo pueden soñar con una mejor propuesta. Este escribe que un buen estadista no hubiese rechazado tal propuesta, sino más bien la hubiese aceptado «para lograr los mejores resultados prácticos posibles que sirvan a los intereses de su pueblo».

Salah Diab, «Newton» (imagen: elnedaa.com, 8 de noviembre, 2015)

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo:[2]

«Estudié la propuesta presentada por los Estados Unidos a Egipto y los árabes para resolver el conflicto árabe-israelí en 1956. Lo que este contiene pudo haber alterado el curso de la historia.

«El documento… contenía muchos puntos, entre ellos: declarar la soberanía árabe sobre un área suficientemente grande, el derecho al retorno para los refugiados o la reparación a los que optaron por no regresar, el regreso de las aldeas fronterizas árabes, la igualdad de derechos para Israel y ciudadanos palestinos [de Israel], el fin del estado de guerra y el acuerdo sobre una fórmula internacional para la supervisión de los lugares sagrados en la ciudad de Jerusalén…

«Estados Unidos le envió este documento al entonces primer ministro de Israel Ben-Gurion y al [entonces presidente egipcio] Gamal ‘Abd Al-Nasser y este último rechazó totalmente las cláusulas del acuerdo. ¿Qué hubiera pasado si’ Abd Al-Nasser hubiese aceptado el documento en principio y luego le hubiese agregado o sustraído de acuerdo a los intereses de su país y de los árabes en general? ¿No hubiese esto salvado a Egipto de guerras y de las numerosas consecuencias [de esas guerras]?

«¿Cuál fue el resultado de rechazar esta propuesta? [El resultado fue] la negativa del Banco Mundial en otorgarle a Egipto un préstamo para el establecimiento de la [Gran Represa] [Aswan]. Esto [a su vez], llevó a la decisión de nacionalizar el Canal de Suez que condujo a la triple agresión [británica-francesa-israelí] contra Egipto [en 1956]. Egipto se vio obligado a tomar un préstamo de Rusia y hoy día somos testigos de la fría postura [de Rusia] manifestada en detener los vuelos y el turismo hacia Egipto…[3]

«¿Y si la guerra de 1956 nunca hubiera ocurrido? Si tuviéramos buenas relaciones con Israel y el territorio egipcio se hubiese extendido hasta Jordania, ¿cuál sería la situación hoy día? Todo sería completamente diferente. No hubiésemos pasado por la guerra de 1956, ni hubiéramos experimentado la derrota de 1967. No hubiésemos tenido que movilizar todos los recursos del país para la guerra de liberación y de restauración de nuestra dignidad en 1973. ¿Fueron todas estas guerras necesarias?

«Esta alternativa [Operación Alpha] se nos dio en bandeja de plata para ese momento y nosotros la transformamos en una bandeja de fuego. Este es un documento que solo pudiéramos desearlo hoy y lo rechazamos en su totalidad cuando nos lo ofrecieron. El Estado de Israel [incluso para ese entonces] era una realidad. ¿Cuál fue el precio por esta negativa? Guerras, conflictos, batallas y numerosas pérdidas sufridas por Egipto, que nos llevó a la situación en la que nos encontramos hoy día.

«Ese mismo rechazo se repitió cuando los palestinos y los sirios se negaron a participar en las conversaciones de paz de Mena House.[4] Un estadista es alguien que ve una oportunidad, la toma mientras todavía está allí y le saca provecho a ello, en lugar de oponerse o ignorarlo. Existe una diferencia entre un estadista y un combatiente. Un combatiente puede gritar y protestar presentando sus demandas. La situación de un estadista es diferente. Se esfuerza por alcanzar acuerdos y compara posibilidades a fin de lograr los mejores resultados prácticos que sirvan a los intereses de su pueblo».


[1] Para ver el texto completo de la Operación Alfa, véase: ecf.org.il/files/M00584_OpAlphaDullesProposal1955English.pdf, de Neil Caplan, Diplomacia Inútil, Volumen 4: Operación Alpha y el fracaso de la diplomacia coercitiva angloamericana en el conflicto árabe-israelí, 1954-1956, Routledge, 1997.

[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 24 de enero, 2018.

[3] La referencia es a la decisión de Rusia de detener los vuelos a Egipto tras el accidente del vuelo 9268 de Metrojet desde el Sinaí hasta San Petersburgo en octubre del 2015, en el que murieron los 224 pasajeros y la tripulación. La caída del avión fue aparentemente el resultado de una bomba a bordo, por el cual el EIIS se responsabilizo. La decisión rusa le propinó un duro golpe a la economía egipcia.

[4] La referencia es a la conferencia de paz celebrada el 14 de diciembre, 1977 después de la visita de Sadat a Jerusalén, en el Hotel Mena House en Cairo con la participación de representantes de Israel, Egipto y de los Estados Unidos y en presencia de observadores de la ONU.