Lo siguiente son extractos de un programa infantil en televisión sobre cuentos del martirio de niños que fue presentado en Al-Quds TV (Líbano) el 21 de enero, 2010.

Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2428.htm.

«La madre respondió:…» Te he educado para que te conviertas en un héroe y defiendas la patria con las armas'»

Narrador de cuentos: «Asmaa decidió ser maestra cuando crezca, y casarse y tener muchos hijos, a los que le enseñaría a amar la tierra – de acuerdo con la voluntad final de su padre – y de la cual formaría un ejército que defenderá la patria.

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«A pesar de que ella esperaba tener muchos hijos, Alá le dio sólo un hijo, al que llamó Mujahid. Ella lo educó como a todos los niños. Él fue criado en el amor por la tierra, y visionaba el día en que sería como su abuelo y sus tíos. Cada vez que escuchaba que los muchachos de la Intifada lanzaban piedras, le pedía a su madre que deseaba unirse a ellos. Su madre le contestaba: ‘Ve. Pueda Alá estar contigo. Ayuda a tus hermanos’. Mujahid iba y lanzaba piedras y cócteles molotov contra el ejército del enemigo. Por la noche, Asmaa esperaba su regreso a su puerta y él le contaba las acciones heroicas del día.

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«Una noche, Mujahid regresó a casa solo. Se acercó a ella, le besó la mano, y dijo: ‘Mamá, quiero decirte algo’. La madre dijo: ‘Dime, Mujahid’. Mujahid dijo: ‘La mayoría de los chicos que fueron conmigo a la escuela durante la Intifada se han unido a las filas de la resistencia armada y yo estoy avergonzado porque no estoy con ellos’. La madre respondió: ‘Por qué no estás con ellos? Te he criado para que te conviertas en un héroe y defiendas la patria con las armas’. Mujahid dijo: «Me dirigí al comandante del escuadrón armado, y pedí unirme a él, al igual que todos mis camaradas, pero él me dijo: Mujahid, ve con tu madre y tráenos una nota firmada de que ella está de acuerdo en que te unas a nosotros'».

«El comandante estaba feliz, viendo a esta gran madre, dispuesta a sacrificar su vida y la vida de su único hijo»

«Asmaa no escribió la nota, pero le dijo a su hijo: ‘Ven conmigo’. Caminó y caminó, hasta llegar a la casa del comandante de la resistencia. Ella le dijo: «Usted le pidió a mi hijo que le llevara una nota escrita por mí. Aquí estoy ante usted, diciéndole que estoy de acuerdo, pero con una condición: que yo pueda ayudarlo también’. El comandante estaba feliz, al ver a esta gran madre, que estaba dispuesta a sacrificar su vida y la vida de su único hijo. Él le dijo: ‘Usted será la madre de todos los combatientes de la resistencia’. Así, la madre y el hijo comenzaron a trabajar al servicio de la resistencia.

«Un día, Mujahid llegó a casa triste. Su madre le preguntó:» ‘Qué pasa, hijo mío?’ Él dijo: ‘La resistencia está preparando una operación fidaai. Algunos de mis amigos fueron seleccionados para esta operación, pero no me escogieron a mí. Por eso estoy triste’. La madre se colocó el abrigo, y se apresuró a entrevistarse con el comandante de la resistencia. Ella le dijo: «Deje que mi hijo se uniese a ustedes para que pudiera llevar a cabo operaciones heroicas’. El comandante dijo: ‘Esta operación es difícil y la gente que la llevara a cabo pudiera ser martirizada. Sabemos que Mujahid es su único hijo, y no queremos que lo pierda’. La madre respondió: ‘Mujahid no es mi único hijo. Todos los muchachos de la resistencia son mis hijos, mi ejército. Mujahid es el que llevará a cabo esta operación’. El comandante tuvo que aceptar, ante la insistencia de la madre».

«Asmaa… le dijo a todos: ‘Coman dulces, hoy es un día de regocijo para mí – la madre de un mártir'»

«Mujahid y su madre esperaron el día de la operación. Finalmente, llegó el día. Mujahid temía que su madre estaría muy triste cuando el muriera, pero ella dijo: ‘No te preocupes, hijo mío. Ve y muéstrales quién eres tu’. Preparó su ropa y su arma, y le pidió a Alá que le concediera éxito. Mujahid se puso en marcha después de besar sus manos, con sus ojos puestos en él. Se quedó sentada durante mucho tiempo, esperando por noticias.

[…]

«Los muchachos salieron del túnel, y hacia el lugar de los ocupantes. Esperaron por un gran coche. De repente, se escucharon explosiones y las balas llovían a cantaros. Unos minutos más tarde se informó en la radio y la televisión: ‘Un grupo de hombres jóvenes, milagrosamente irrumpió a través de un puesto de control israelí. Se enfrentaron con una patrulla y mataron a todos sus soldados. Dos de los miembros del escuadrón fueron martirizados. Uno de ellos se llama Mujahid’.

«Cuando Asmaa escuchó que Alá le había otorgado a su hijo el honor del martirio, después de haberle dado a los enemigos un sabor de amargura, comenzó a ulular. La gente se reunió alrededor de ella, pensando que se estaba celebrando alguna boda. Se les dijo: ‘Sí, esta es la boda de mi hijo el mártir, quien ha seguido los pasos de su abuelo el héroe’. Asmaa llevaba sobre su cabeza una bandeja de dulces, y le dijo a todos: ‘coman dulces. Hoy es la boda de Mujahid. Hoy es un día de regocijo para mí – la madre de un mártir, la hija de un mártir y la hermana de mártires. Todos ellos responderán por mí en el Día del Juicio Final'».