En un artículo publicado el 7 de agosto, 2006 en el diario libanés Al-Nahar, Mona Fayyad, profesor de la Universidad del Líbano, atacó el pensamiento uniforme pro-Hizbullah, pro-Irán que se esperaba se impusiera en los chi’itas en el Líbano. [1] En los días que siguen a su publicación, varias reacciones al artículo de Fayyad fueron publicadas en Al-Nahar y en Internet.

Lo siguiente son extractos de una traducción del ingles del artículo de Fayyad que fue anunciado en Internet, [2] y extractos de las reacciones.

«Ser chi’ita significa que no cuestionas el significado de la resistencia y el orgullo»

«Estamos pasando por un período catastrófico y existencial que tendrá impactos duraderos en nuestro país y en la región durante el próximo siglo; y ya que estamos enfrentando tal peligrosa circunstancia, vi indicado proponer algunas cuestiones que uno podría proponerse a si mismo, o en secreto, y no se atrevería a publicar, por temor a ser acusado de ser un agente extranjero o un traidor, o incluso un blasfemo. Confrontando preguntas difíciles y publicándolas en público podrían ayudar a impedir a que caigamos al precipicio del cual no existe retorno alguno, y podría ayudar a los líderes a tomar las decisiones apropiadas para detener esta guerra infernal, a cualquier costo.

«Cuál es el significado de ser chi’ita para la mayoría de los chi’itas en este punto y en estas circunstancias criticas?

«Ser chi’ita significa que usted confía su destino al liderazgo sabio e infalible sin atreverse a hacer ninguna pregunta, aun cuando sea como punto de entendimiento.

Ser chi’ita significa ver solamente el canal Al-Manar, o New Tv o NBN, y que usted disfrute sus canciones de inspiración y sus noticias exclusivas, y que usted vea con enemistad a todos los otros canales porque son o ‘americanos’ o ‘sionistas’, mientras que se refieran a las fuerzas israelíes por su nombre, y no los llamen ‘las fuerzas del enemigo’, y no tienen suficientes elogios y sólo información para transmitir.

«Ser chi’ita significa que no cuestionas el significado de la victoria. ¿Es la victoria de los ejércitos mientras mantienen a soldados – magullados con armas – vivos, mientras destruyen todo lo que ha sido construido, y la matanza de los seres humanos que trabajaron duro para construirlo, y constituyen la verdadera protección para el propio combatiente?

«Ser chi’ita significa que uno no cuestiona el significado de la resistencia y el orgullo. ¿Es el huir del bombardeo y el apilarse juntos en los suelos de cerámica de las escuelas…?

«Ser chi’ita es contribuir a la creación de una ‘Karbala 2’ libanesa, al igual que la ‘Karbala 1’ iraquí no realizó su papel tal como se necesita en el construir de los árabes y llevarlos a la victoria sobre el enemigo».

«No vimos… que Siria es la piedra angular de esta región?»

Ser chi’ita es ser un héroe que no se siente herido ni se queja, y no tiene crisis psicológicas, y acepta sacrificarse a si mismo y a su país y todo lo que fue cumplido para que pueda darle una lección a Israel, y exponer su locura y asegurar su derrota, tal como nos fue indicado por el ministro sirio en la BBC, de que Israel es el perdedor… Usted ve que es odiado ahora más que nunca, y es acusada por la mayoría de las naciones del mundo… ahora que ellos ven ciertamente – y la lección todavía procede – la magnitud de su salvajismo y su estupidez.

«Cuando eres chi’ita, tienes que aceptar esta lógica, e incluso alabarla, admirando su elocuencia, su sabiduría, y su papel global en esparcir la educación legal y la promulgación de tratados internacionales y su papel a nivel popular, en la resistencia y en la liberación. No vimos, a través de esta guerra en nosotros, que ‘Siria es la piedra angular de esta región?’ Éstas son las palabras del propio ministro [sirio].

«Por supuesto que toda esta destrucción fue necesaria para asegurarse con evidencia concreta la validez de este razonamiento; debido al nivel de nuestro pensamiento objetivo, nosotros sólo trabajamos con la evidencia y la experimentación empírica.

Ser chi’ita es aceptar que tu país sea destruido ante tus propios ojos… y que viene, dando volteretas en tu cabeza, y que tu familia sea desplazada y dispersada de sitio y se convierta en ‘refugiada’ en las cuatro esquinas de la nación y el mundo, y que ustedes acepten enfrentarse al enemigo sin quejas mientras que haya un combatiente allí fuera con un cohete que pueda lanzarse al norte de Israel – y quizás incluso al sur – sin preguntar sobre el ‘por qué’ o sobre el tiempo o sobre la utilidad del resultado final.

Ser chi’ita es aceptar que lo sacrificas todo, mientras que tengas a alguien que te compensará con dinero, y que alguien te observará mientras reconstruyes lo que él destruyó. ¿Que problema hay con eso?

«Vea, somos un pueblo de héroes que no conoce nada más que el sacrificio, y podemos absorber conmociones mentales y la muerte de amados y la humillación del desplazamiento y la destrucción de la infraestructura del estado – ya que es un estado débil, corrupto y perseguidor. ¿No es suficiente tener de tu lado a un país fuerte [e.d. Siria] cuyas bases trabajamos para apoyar en confrontar al injusto poderío americano y a la maquinaria de guerra israelí del infierno? – esa máquina cuya debilidad tenemos que demostrar, así como también su incapacidad para infligir algún daño en los combatientes del Hizbullah, o en su habilidad de limitar sus capacidades militares, y demostrar eso a cualquier precio?»

«Cual es el propósito de liberar un país? Es destruirlo de nuevo y hacer lo posible para que sea ocupado una vez más?»

«Ser chi’ita es mantenerse callado y no preguntar cual es el propósito de liberar un país. ¿Es destruirlo de nuevo y hacer lo posible para que este sea ocupado una vez más? Y no preguntar por el motivo del liderazgo: ¿Es para preservar su poderío militar y mantener a sus hombres en armas sin ningún cuidado o preocupación para el ser humano normal? Siendo chi’ita significa que uno sólo puede agradecerle al Hizbullah por su heroísmo y sacrificio. No es su papel el contribuir a ‘debilitarlo’ o de ‘romper su palabra’ o de hacerle saber cuándo ceder o comprometerse para preservar su victoria por una parte y preservar a la nación libanesa y su pueblo, así como también su desarrollo, por la otra!! Eso significa cuestionar si el orgullo toma precedente sobre las vidas de otros y si las piedras toman precedencia sobre las armas».

«Ser chi’ita significa incapacitar tu mente y dejar que Khamenei te guié… e imponga en ti una noción de victoria que no es nada diferente del suicidio»

«Ser chi’ita significa conferir en el líder de la resistencia su papel de héroe fiel a la causa de la nación árabe en su totalidad, no sólo si a ti te guste o no, sino si a esa nación le guste o no. Sólo tienes que escuchar la alabanza popular de las masas, que fue precedida por la alabanza que las masas apilaron en su fiel héroe ‘Abd Al-Nasser, y todavía están derramando lágrimas por su otro héroe, Saddam Hussein. Y las masas todavía pueden apilar alabanzas en cualquier héroe que le haga cosquillas a sus sueños y a sus sentimientos para que puedan dormir bien de noche… o recuperar su dignidad perdida bajo las botas de gobernantes como Saddam, mientras nosotros, y sólo nosotros, paguemos el precio hasta tu verdadero despertar.

«Pero la pregunta es, hasta qué grado podemos nosotros contar con estas masas incapaces que están esclavizadas por sus gobernantes, para liberarse a si mismos sin incluso pensar sobre el reconsiderar este plan jihadista y revolucionario!! Están ellos autorizados? ¿Son ellos lo suficientemente inteligentes? ¿Se han preparado ellos para eso? ¿Tienen ellos las herramientas para luchar y permanecer firmes otra que las armas del celo, de la emoción y de la oratoria?

«Si eres chi’ita no le preguntas a tu liderazgo cómo fue preparada la base para absorber esta guerra indiscriminada y sus consecuencias ‘potenciales’. ¿Dónde están los hospitales, las ambulancias, ni hablar de los refugios? Éstas son las responsabilidades del estado – qué nunca fueron consultadas en declarar la guerra – para que pueda culparse por su debilidad y falta de ingenio. Vea, el estado sólo se necesita cuando se le llama a sanar las heridas, pero las decisiones sabias y existenciales no están dentro de su reino.

Ser chi’ita significa incapacitar tu mente y dejársela al [Líder Supremo iraní] Khamenei para guiarte y decidir por ti lo que él desea en lo referente a las armas para el Hizbullah, y él impone en ti una noción de victoria que no es nada diferente del suicidio».

«No es una prioridad el hacer a Irán una superpotencia regional chi’ita? Cual es el problema en sacrificar un país llamado Líbano?»

Ser chi’ita significa defender el entretenimiento del Ministro del [Exterior] iraní Mottaki en los asuntos del estado libanés sin que incluso le importen las apariencias. Quizá vino a ‘señalarle’ a los ministros del Hizbullah que ellos [los ministros del Hizbullah] ‘no están de acuerdo’ con el plan del siete puntos, en especial el punto sobre las fuerzas multinacionales, para que la puerta de la resistencia no se cierre, y para que podamos seguir siendo un país explotado y abusado, después de que fuese probado que las Granjas Shab’a son sirias y serían tratadas de acuerdo con la Resolución 242… Y en eso él les está advirtiendo sobre el poner su identidad libanesa antes de seguirle a Irán.

«Ellos tienen, en contra de su propia voluntad, que colocar el programa nuclear iraní y el interés del estado de Irán por delante del interés de su estado, y por delante del preservar de las vidas de los libaneses o sus posesiones, así estos libaneses sean chi’itas o cualquier otra cosa, pero especialmente si son chi’itas. No es una prioridad el convertir a Irán en una superpotencia chi’ita regional? ¿Cual es el problema con sacrificar un país llamado Líbano? O a los chi’itas de este ‘Líbano’?»

«Si eres chi’ita y te atreves a escribir tales escritos y pensar tales pensamientos, entonces debes ser algún agente extranjero y un traidor»

«Y en este tenso humor, si eres chi’ita tienes que escuchar a tu portavoz chi’ita, quien está perturbado y enfadado, y quién quiere volcar al mundo encima del [movimiento de reforma libanés] 14 de marzo, y quiere prohibir el despliegue de las fuerzas multinacionales. Y tu escuchas que distribuye etiquetas de servidumbre extranjera, traición, americanismo y sionismo de izquierda y derecha, sin levantar su labio. Tienes que absorber su enojo y estar de acuerdo con todas sus opiniones, de las que hemos mencionado sino una muestra pequeña. Esto es lo que te lleva hasta lo más lejos posible de pensar: ¿quién carrizo eres tú? ¿Eres ciudadano libanés? ¿Significa que el ser chi’ita tienes que darle la prioridad a Irán por encima del Líbano? ¿Posees la libertad de tener tus propias opiniones? ¿Libertad de expresión? ¿Es posible pensar serenamente y preguntar hacia dónde vamos con esta nación, las instituciones de este estado, con el pluralismo, con la coexistencia que tenemos que defender ahora?

«Si eres chi’ita y te atreve a escribir tales escritos y piensa tales pensamientos, entonces debes ser un agente extranjero y un traidor, a favor de la partición y naturalización de los palestinos [en los estados árabes]. Debes estar con los proyectos sionistas e israelíes, y defiendes al estado, con su corrupción y favoritismo, y apoyas las políticas americanas parcializadas, y aceptas su miopía, y su apoyo al terrorismo del estado sionista, y su fracaso para darle su estado a los palestinos como todas las otras criaturas de Dios, bajo el pretexto de no apoyar el terrorismo de Hamas. Y eso significa que apoyas al propio Israel y su satánica máquina de guerra y su salvajismo extremo, y justificas sus matanzas, su ocupación, y su estupidez, y tienes la suerte de no ser acusado el que destruye las casas sobre las cabezas de la gente y el desmembramiento de los cadáveres de los niños y los esparce entre los montones de ruinas – [todo esto] levantando tu voz.

«Me olvidé de algo en la sinfonía? Si lo hice, por favor perdóname, porque no puedo perderme ya más nada de las noticias. Tengo que ir a ver a quién se le está desplazando y a quien se le está destruyendo la casa ahora – es decir, si logra sobrevivir».

Reacciones al artículo de Mona Fayyad

Dos artículos en el diario libanés Al-Nahar – uno del 10 de agosto del 2006, por Naif Karim y otro del 12 de agosto del 2006, por Sanaa Haj – acusaron a Mona Fayyad de superficialidad y de distorsionar los hechos, e imitaron el estilo de su artículo.

Karim escribió: «Se supone que el chi’ita hipotético deje sus armas y duerma en los brazos del lobo, confiando en la protección de la comunidad internacional y no preocupándose o su país con [los problemas de] liberar los territorios… [O] liberar los prisioneros libaneses… Se supone que el chi’ita hipotético lo acepte como el destino inevitable de que existen redes de agentes israelíes que plantan bombas y matan activistas desde Sidon hasta Ba’albek… Un chi’ita que cuenta como un libanés puro es uno que condena al [Ministro del Exterior sirio] Walid Al-Muallem y al [Ministro del Exterior iraní] Manuchehr Mottaki por su interferencia abierta en los asuntos del Líbano, [pero] lanzan flores a Condoleezza Rice y aprueban el Nuevo Medio Oriente que ella está tejiendo con la sangre de nuestros hijos». [3]

Sanaa Haj, conferencista universitario, escribió: «Ser chi’ita significa tener que justificar [la actividad de] la resistencia [e.d. el Hizbullah] – a [partidos] externos y desgraciadamente también a [algunos] domésticos… [Esto significa tener] que convencer a otros todos los días que uno es fiel a su país, con el que usted nutre con su sangre y su determinada postura, y de constantemente demostrar que usted es árabe y no iraní… de soportar la visión de los miembros de su familia al sur del Líbano a que sean muertos y desarraigados de sus casas… de guardar silencio y no atreverse a expresar su entusiasmo y su alegría por las victorias de la resistencia, para no ofender las sensibilidades de cierta gente en el Líbano…» [4]

En un articulo del 12 de agosto, 2006 en Al-Nahar, Isma’il Sharaf Al-Din respondió a las denuncias de Naif Karim, diciendo que Karim no había respondido las preguntas legítimas surgidas por Mona Fayyad. Sharaf Al-Din, quien se ve a si mismo como un chi’ita desplazado, escribió que estaba de acuerdo con las declaraciones de Fayyad y deseaba agregar una suya: «Como chi’ita, uno debe primero exigir una contabilidad de aquéllos que empezaron esta aventura que, como resultado inicial, causó más de un millón de libaneses, la mayoría de ellos chi’itas, a que fuesen desplazados de sus casas, con ciudades [enteras] y pueblos siendo vaciados de sus habitantes». [5]

El redactor reformista ‘Aziz Al-Haj anunció una reacción en el portal reformista Elaph, declarando que Mona Fayyad no «es el único que escribe con tal candor fuera del amor por el Líbano y su pueblo». Él colocó en lista a muchos otros que habían escrito en la misma vena, en el diario en idioma árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat y en la prensa kuwaití, y quién había incurrido en un torrente de maldiciones, insultos, y acusaciones de ser comunistas. [6]


[1] Al-Nahar (Líbano), 7 de agosto, 2006.

[2] La traducción fue anunciada en el portal «Nuevos Americanos Ingleses para el Líbano» y ha sido ligeramente editada para darle estilo. http://www.10452lccc.com/hizbollah/fayad10.8.06english.htm, 11 de agosto, 2006.

[3] Al-Nahar (Líbano), 10 de agosto, 2006.

[4] Al-Nahar (Líbano), 12 de agosto, 2006.

[5] Al-Nahar (Líbano), 12 de agosto, 2006.

[6] http://www.elaph.com/ElaphWeb/ElaphWriter/2006/8/168599.htm, 10 de agosto, 2006.