Lo siguiente son extractos de una entrevista con el Presidente tunecino Moncef Marzouki, transmitida por la cadena de televisión Al-Jazeera (vía Internet) el 9 de febrero, 2013.
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Moncef Marzouki: «Todos saben para qué sirven las líneas rojas al otro bando. Así que ya lo se… Déjenme darles un ejemplo… Yo estoy en contra de la pena de muerte. Cuando llegué aquí, a este palacio, me encontré con una lista de 220 personas que fueron sentenciadas a muerte, y Ben Ali no se atrevió a ejecutarlos, ni a liberarlos. Dije: Miren, nunca tendremos la pena de muerte de facto aquí en Túnez, pero sé que esto es una línea roja para los islamistas.
«No puedo colocar esto en la constitución. Así que ellos saben que nunca aceptare la pena de muerte aquí en Túnez – ellos pedían que no se ahorque a nadie, y así en lo sucesivo – pero tampoco puedo pedir colocar en la constitución que la pena de muerte está prohibida en Túnez.
«Esta es la forma en que alcanzamos este consenso. Sé dónde se encuentra su línea roja, y ustedes saben dónde está la mía, y tratamos de alcanzar un consenso que sea aceptable a ambas partes.
«Lo mismo va también para los derechos de las mujeres. Por supuesto que me gustaría que escribiésemos en la constitución que la igualdad entre el hombre y la mujer es total y completa, pero esto no se puede escribir en la constitución, porque significaría que las mujeres tunecinas pueden casarse con cristianos o judíos, y así en lo sucesivo. Esto sería un problema.
«Así que escribiríamos en la constitución que la igualdad es el principio de la relación entre el hombre y la mujer.
«Nos detenemos ahí. Ellos entienden lo que quiero decir, y yo entiendo lo que ellos quieren decir. Si cada partido político impone su punto de vista, entonces estos colapsarían».
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