Lo siguiente son extractos de una entrevista con el Presidente sirio Bashar Al-Assad, que fue presentada en el canal de la televisión TRT Arabic TV el 7 de octubre, 2010.

Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2632.htm.

Entrevistador: «¿Hasta cuándo y en qué punto seguirá Siria apoyando a la resistencia en el Líbano y en Palestina? Después de todo, usted es el que está pagando el precio de esto Usted se enfrenta a la presión internacional debido a su apoyo a los movimientos de resistencia – Hezbolá en el Líbano y las facciones palestinas. ¿En qué medida continuaran los sirios este apoyo?»

Bashar Al-Assad: «Mientras nuestros derechos robados [no sean restaurados] – ya sea que estemos hablando de tierras, soberanía, amenazas y así sucesivamente – vamos a seguir en este camino. No tenemos otra opción, no es que tengamos decenas de opciones y elegimos una y no es porque nos gusta la guerra y el combatir. Nadie ama la guerra y la lucha a menos que haya perdido el juicio.

«Pero ¿tenemos alguna otra opción? En un momento en que las resoluciones de la ONU no son implementadas, cuando la política internacional es desprovista de cualquier consideración moral, cuando el poder prevalece sobre la lógica del mundo, no existe más remedio que llevar a cabo la resistencia». […]

Entrevistador: «las relaciones de Estados Unidos y Europa con Siria no obstante, de vez en cuando estos países acusan a Siria de no respetar los derechos humanos y lo acusan a usted de no cumplir con lo prometido respecto a las reformas democráticas. Cuál es la postura de Siria respecto a estas acusaciones?». […]

Bashar Al-Assad: «En primer lugar, no hay lugar a comparación. No tenemos ninguna prisión al estilo de Guantánamo o Abu Ghraib. No ocupamos países, matando a millones y convirtiendo a millones en refugiados, lisiados, viudas, huérfanos y así sucesivamente. Ellos no tienen derecho a hablar de estos asuntos. En cualquier caso, yo no les prometí nada y el proceso de reforma en Siria no tiene nada que ver con ellos en lo absoluto. Cuando di mi discurso en mi ceremonia de toma de posesión en Siria, hablé acerca de mi visión de Siria, no sobre promesas. La palabra «promesa» no apareció en mi intervención, para ser preciso.

«En cualquier caso, así lo llamemos promesa o una visión, la presenté dentro de Siria. La perspectiva fue 100% siria y ningún país del mundo tiene nada que ver con el proceso de reforma en Siria. No nos importa lo que piensen. No nos preocupan sus críticas o sus alabanzas. Incluso su alabanza constituye una intervención en nuestros asuntos internos». […]