El predicador kuwaití Tareq Al-Suwaidan, quien fue hasta ayer fue director del canal de televisión saudita Al-Risala TV, fue despedido de su cargo por su empleador, el propietario del canal el Príncipe saudita Alwaleed bin Talal. El Príncipe Alwaleed anunció a través de Twitter el 18 de agosto que había despedido a Al-Suwaidan por «admitir pertenecer al movimiento terrorista de la Hermandad», el tweet estuvo vinculado a la carta de despido, señalando que Al-Suwaidan había sido advertido varias veces en contra de declarar públicamente sus afiliaciones políticas[1] (véase el apéndice).
Aunque desde hace tiempo se sabe que Al-Suwaidan está afiliado a la Hermandad Musulmana (véase MEMRI Investigación y Análisis No. 846, Líder kuwait de la Hermandad Musulmana y director del canal de televisión saudita Al-Risala TV Tareq Al-Suwaidan realiza gira por Occidente, promoviendo la restauración del califato y la nueva era del jihad cibernético, 14 de junio del 2012), en declaraciones recientes Al-Suwaidan admitió abiertamente que él un líder de la Hermandad Musulmana.
Al-Suwaidan ha sido altamente crítico con el gobierno militar de Egipto que derrocó al presidente y líder de la Hermandad Musulmana, Muhammad Mursi, mientras que el Rey saudita Abdullah respalda firmemente el nuevo régimen en Egipto.[2]
Las siguientes declaraciones de Al-Suwaidan, que fueron parte de la razón de su despido, fueron publicadas en Internet el 3 de mayo, 2013.
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«Soy uno de los líderes de la Hermandad Musulmana»
Tareq Al-Suwaidan: «Soy uno de los líderes de la Hermandad Musulmana. Existe un principio básico, incluso dentro de la Hermandad Musulmana: La organización es una cosa, y la ideología es otra. Si nosotros los intelectuales le permitimos a la organización dominar nuestra ideología, seremos seguidores, en lugar de líderes.
«La ideología es una cosa, y la organización es otra. La opinión es una cosa, y la organización es otra. Éstas son tres cosas diferentes: La ideología, la opinión y la organización.
«Algunas personas no distinguen entre estas tres nociones. La opinión se refiere a cuestiones de juicio personal: ¿Deberíamos participar en las elecciones, o no? En estas cuestiones, hay espacio para dar y recibir, para el diálogo.
«Pero si nosotros, como grupo, estamos de acuerdo en algo, ya sea por mayoría de votos o por consenso – a menos que todos nos atengamos a esa opinión, no tenemos más nada que hacer. Ningún grupo puede existir sin obediencia. Los hay con respecto a las cuestiones de opinión.
«Por lo tanto, ya que soy uno de los líderes de la Hermandad Musulmana, si estoy de acuerdo con mis hermanos y hermanas en alguna determinada opinión, todos nos abocamos a esta. De lo contrario, no existiríamos como grupo. Seríamos incapaces e inútiles.
«Pero la opinión y la ideología son dos cosas diferentes. Por ejemplo, habiendo realizado una investigación religiosa profunda, y luego de haber examinado a la nación islámica y su historia objetiva, he llegado al convencimiento de que las mujeres tienen derecho a votar, a postularse para un cargo, y llegar a ser jefes de estado. Estoy convencido de ello». […]
«No tengo intenciones de convertirme en un líder político, el jefe de un partido político, o el jefe de estado»
«Cuando comenzó la revolución pacífica en Bahrein… estuve a favor de la libertad y los derechos del pueblo, sea quien sea. Cuando Alá ordenó emprender el jihad a los creyentes, su meta no era sólo para que su palabra reine suprema. Esto no fue la única razón para comandar el jihad. «¿Por qué no están combatiendo por la causa de Alá y la de los oprimidos…?’ Si un judío enfrenta opresión, debemos apoyarle.
«Cuando [los chiítas] se rebelaron en Bahrein, exigiendo sus derechos, yo les apoyé. No dudé ni por un momento. Les apoyé, a pesar de que sabía iba a pagar un precio por esta postura. Todavía lo hago. Soy un hombre de principios e ideología.
«No tengo ninguna intención de convertirme en un líder político, el jefe de un partido político, o en el jefe de estado. La gente con tales objetivos debería tenerlos en cuenta, pero como intelectuales, no deberíamos. Debemos ser gobernados por nuestros principios.
«Cuando ellos se rebelaron, dije: Si [los chiítas] son la mayoría, tienen derecho a gobernar. Estoy en lo cierto, o no? Por supuesto, existe una controversia de si son la mayoría o no, pero si son la mayoría, tienen el derecho a gobernar. De lo contrario, Bashar y la minoría [alauita] tendría el derecho de gobernar Siria.
«Cuando se volvió una cuestión sectaria, y de hecho es claramente una cuestión sectaria en Bahrein, donde la gente está dividida… nunca he apoyado el sectarismo. Rechazo el sectarismo. Dije que tienen derecho a conseguir sus demandas, pero deben alcanzarlas a través del diálogo y por medios pacíficos, al igual que ustedes [en Yemen]». […]
Apéndice: El Príncipe Alwaleed bin Talal Tweet y la carta de despido[3]
[1] BBC, 18 de agosto, 2013.
[2] BBC, 18 de agosto, 2013.
[3] BBC, 18 de agosto, 2013.