La semana pasada, se produjeron protestas masivas en el Líbano por motivos del alto costo de la vida, el exceso de impuestos, la corrupción en el sistema político y el sectarismo en el país. Las protestas, que estallaron espontáneamente el 17 de octubre en respuesta a la intención del gobierno de gravar las llamadas hechas a través de la aplicación WhatsApp, hasta ahora no han tenido ningún carácter sectario, religioso o político específico y parecen involucrar a todos los sectores de la sociedad libanesa. Estas protestas están siendo dirigidas a las autoridades libanesas en conjunto, los cuales son acusados de corrupción y de llevar al país hacia una profunda crisis económica. Sucediendo en numerosos lugares de todo el Líbano, las manifestaciones se niegan a disminuir a pesar de la promesa del gobierno de cancelar los nuevos impuestos y a pesar del anuncio del Primer Ministro Sa’d Al-Hariri de proponer un plan integral de rescate económico que incluye, entre otras medidas, un aumento a los impuestos sobre las ganancias bancarias y recortes a los salarios de los políticos. Los manifestantes consideran que esto es insuficiente y exigen la renuncia del gobierno y la celebración de nuevas elecciones parlamentarias.

Sin embargo, las protestas masivas no fueron ni improvisadas ni inesperadas, ya que el Líbano ha estado bajo el control de una grave crisis económica durante mucho tiempo. La manifestación más evidente de esta crisis es una deuda de unos $100 billones, que ha obligado al gobierno libanés a anunciar severas medidas de austeridad para poder desbloquear $11 billones en ayuda prometida por los países donantes en la Conferencia CEDRE, celebrada en Francia el 6 de abril, 2019. La crisis se ha exacerbado por el endurecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Hezbolá y sus instituciones y recientemente también contra el banco libanés Jamal Trust, que se vio obligado a cerrar debido a las sanciones impuestas por sus lazos financieros con Hezbolá. El mes pasado, una escasez de dólares en el sistema bancario del Líbano y una caída en el valor de la libra libanesa han desestabilizado la economía y han provocado protestas masivas en sectores específicos que luego se extendieron hacia el resto del país.

Ante la crisis, incluso antes del estallido de las actuales protestas masivas, algunos políticos y periodistas libaneses responsabilizaron a Hezbolá por la situación económica en el país. Estos afirmaron que las actividades de la organización al servicio de Irán le habían causado problemas al Líbano y han llevado su economía hacia el colapso. Hezbolá, por su parte, le atribuyó culpa de la crisis a Riad Salameh, el gobernador del banco central del Líbano, quien implementó las sanciones contra la organización, aunque esta acusación fue ampliamente rechazada.

Cabe señalar que, desde el estallido de las protestas, muy pocas voces en el Líbano han responsabilizado explícitamente a Hezbolá por la ya actual grave situación económica que atraviesa el Líbano. Esto puede que se deba al deseo de los manifestantes de evitar conferirles a las manifestaciones, que actualmente son percibidas de no-partidistas, cualquier orientación sectaria o política, lo que pudiera alienar partes de la población y por ende, disminuir su actual impulso.

Este informe revisará algunas de las declaraciones de los políticos y escritores libaneses que responsabilizaron a Hezbolá por la crisis económica antes de la erupción de las actuales protestas.

Las protestas del Líbano (fuentes: Twitter.com/WesamHamiid, 22 de octubre, 2019; twitter.com/KMarielyne, 21 de octubre, 2019

Escritores libaneses: El Líbano está pagando muy caro la lealtad de Hezbolá hacia el eje iraní

Tal como se dijo, incluso antes del estallido de las protestas, las principales figuras y columnistas libaneses afirmaron que al país le está costando muy caro el compromiso de Hezbolá con los intereses de Irán y que las sanciones de Estados Unidos que le han sido impuestas a Hezbolá debido a este compromiso, están afectando fuertemente a la economía libanesa. El ex-ministro de Trabajo Camille Abousleiman (quien renunció al gobierno hace varios días junto a los otros ministros de su partido, las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea, en respuesta a las protestas), dijo el 15 de septiembre, 2019: «Las sanciones [impuestas sobre Hezbolá] tienen un impacto severo sobre el Líbano. Lo que está sucediendo en nuestras vidas hoy es el resultado de un [Hezbolá] que defiende a Irán e involucra al Líbano en sus propios asuntos… Si Hezbolá decide confrontar a los Estados Unidos en el ruedo económico y si [los Estados Unidos] comienzan a presionar a los bancos, tal como lo ha hecho con el banco Jammal Trust, el resultado será una catástrofe total. Por eso espero que la confrontación se mantenga lejos del ruedo económico… El Líbano está experimentando una grave crisis financiera y económica y debemos lanzar un plan de rescate. No hay suficiente conciencia sobre la gravedad de la situación. Es cierto que se declaró una situación de emergencia económica hace tres semanas, pero [en realidad] nada se ha hecho aun al respecto».[1]

Ahmad Al-‘Ayyash, columnista del diario Al-Nahar, expresó sus críticas en términos más mucho más severos y escribió: «El actual gobierno del Líbano, que se encuentra bajo la influencia del Líder [Supremo] iraní Ali Jamenei, no es nada diferente del gobierno de Vichy que fue creado por el Fuhrer alemán Adolf Hitler luego de conquistar Francia… La influencia que Hitler ejerció por medio de este gobierno en ese entonces es similar a la influencia de Jamenei sobre el gobierno libanés hoy día… No importa lo qué finalmente le acontezca al régimen [iraní], el Líbano pagará muy caro por esta influencia, en todos los niveles, como [ya] está sucediendo hoy día a nivel económico…»[2]

El periodista ‘Ali Al-Amin, conocido por su oposición a Hezbolá, escribió en el diario en Londres Al-Arab, que la economía del Líbano está decayendo debido a las actividades que realiza Hezbolá en el mercado negro, provocada por las sanciones impuestas por los Estados Unidos. «Hezbolá», este agregó, «ha transmitido que no permitirá que nadie lo estrangule por medios económicos y que, si no le queda otra alternativa, no [enfrentará este destino] por su propia cuenta. Todo el Líbano se asfixiara [con ello]…»[3]

Escritor libanés: Una confrontación económica entre Hezbolá y los Estados Unidos conducirá al colapso total del Líbano

El autor y periodista libanés Antoine Farah escribió: «Hezbolá ha decidido confrontar las [nuevas] sanciones que se espera Estados Unidos [imponga sobre este]. La plática que escuchamos cada vez más sobre los ‘planes’ que se están discutiendo para dicha confrontación, no son ningún buen augurio, [es decir, los planes para] involucrar directamente al estado o alentarlo a ‘aislar’ a los Estados Unidos suspendiendo la cooperación con este y recurrir a la cooperación con otros países… Estas ideas creativas [de Hezbolá] no solo aceleran el colapso económico del Líbano, sino que también aseguran que la fase posterior al colapso será mucho más difícil de lo que será si [Hezbolá] no obliga [al estado] a suicidarse. Hoy tenemos varios modelos [de lo que puede suceder] después de un colapso económico: un modelo es el de Grecia, que luego de su colapso recibió un trato preferencial [de la comunidad internacional] que lo ayudó a completar su recuperación dentro de un período de tiempo razonable y con evidente eficiencia… El otro modelo es el de Venezuela, que llegó al punto de colapso hace muchos años pero aún no ha podido lanzar un plan de rescate y la situación de sus ciudadanos [por lo tanto] va de mal en peor. Su país opera fuera del sistema internacional, [porque] es la punta de lanza del eje de la resistencia. Como resultado, Venezuela no recibe ningún apoyo digno de mención para ayudarlo a salir del pozo. Este se encuentra muy dentro y profundo en el abismo. Su población se muere de hambre, sus supermercados están desabastecidos, pero el estado [sigue diciendo] ‘resistencia hasta la victoria’.

«Aquellos que dicen que perpetuar la situación actual conducirá al colapso del Líbano no están exagerando. La decisión de Hezbolá de combatir contra los Estados Unidos utilizando el dinero del pueblo libanés acelerará el colapso y prolongará el que permanezca en el fondo, tal como en el caso de Venezuela».[4]

Funcionarios libaneses condenan a Hezbolá por culpar al gobernador del Banco Central de crear esta crisis

Incluso antes del estallido de las protestas, a medida que se desarrollaba la crisis económica, Hezbolá y elementos cercanos comenzaron a culpar a los bancos libaneses por la situación y especialmente al gobernador del banco central Riad Salameh, acusándolos de traición y de servir a los Estados Unidos y colaborar con sus sanciones en contra de Hezbolá. Elementos libaneses respondieron que el propio Hezbolá fue el responsable de la crisis y que estaba tratando de ocultarlo culpando a otros. Por ejemplo, el ex-diputado Fares Sou’aid tuiteó el 26 de septiembre: «La campaña de Hezbolá en contra del gobernador del banco central del Líbano Riad Salameh, es una total injusticia. [Hezbolá] desea que este sea considerado responsable por la crisis financiera y se niega a admitir su propia responsabilidad por esta crisis, que [en origen] es totalmente política».[5] En otro tuit, este escribió: «Culpar al banco central por la situación [económica], ignorando el papel de Hezbolá, siendo este la causa de la crisis, es una acción engañosa. Si Hezbolá toma el control del Líbano, no nos quedaremos en silencio sobre ello, incluso si somos los únicos que quedan [por hablar]».[6]

El patriarca maronita Bechara Al-Rahi dijo que «el intento de evadir responsabilidades y colocárselo a una persona o institución es muy preocupante. El estado y sus instituciones están a cargo, sin embargo, estos no han tomado ninguna medida reformista ni han lanzado ninguna iniciativa práctica para detener el despilfarro y la corrupción… Es inaceptable criticar directamente al banco [central] del Líbano y a su gobernador, que ha obtenido el reconocimiento internacional y ha logrado mantener estable la moneda [libanesa] en estas difíciles condiciones… Las autoridades actuales deben reconocer su responsabilidad en lugar de evadirla, culpar a otros y buscar chivos expiatorios, lo cual [solo] socavará la estabilidad social, económica, financiera y humanitaria del [Líbano]».[7]


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de septiembre, 2019.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de septiembre, 2019.

[3] Al-Arab (Londres), 1 de octubre, 2019.

[4] Al-Jumhouriyya (Líbano), 16 de septiembre, 2019.

[5] Twitter.com/FaresSouaid, 26 y 20 de septiembre.

[6] Twitter.com/FaresSouaid, 28 de septiembre, 2019.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 30 de septiembre, 2019.