El liderazgo palestino ha rechazado de manera firme el plan de paz para el Medio Oriente anunciado por el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump el 28 de enero, 2020 el cual fue denominado «El Acuerdo del Siglo». Una semana después del anuncio del plan, los cancilleres de la Liga Árabe se reunieron de emergencia, luego de lo cual emitieron una declaración en apoyo de la postura palestina: también rechazaron el acuerdo por unanimidad mientras subrayaron la centralidad de la causa palestina. Esto fue a pesar del hecho de que los embajadores de Omán, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos estuvieron presentes en el anuncio del acuerdo, y a pesar de las declaraciones de apoyo hechas por varios líderes árabes inmediatamente después de su anuncio.[1]

Además de los artículos que condenan el plan de paz de Trump y haciendo eco a los sentimientos en la declaración de los cancilleres otros artículos en la prensa árabe criticaron la postura oficial palestina de rechazo inmediato al plan. Estos instaron a los líderes palestinos a encontrar una manera de beneficiarse del plan en lugar de perder otra oportunidad de resolver el conflicto. Los artículos también criticaron deliberadamente la conducta de las facciones palestinas a lo largo de los años y la concentración de estos en los conflictos internos a expensas de los intereses nacionales de los palestinos, lo que, dijeron, ha causado una disminución al apoyo hacia esta causa en el mundo árabe.

El Presidente Trump anunciando el plan estadounidense (Fuente: aljazeera.com, 28 de enero, 2020)

Lo siguiente son extractos de algunos de estos artículos publicados:

Analista emiratí: El Acuerdo del Siglo es resultado del cisma palestino y la pérdida de rumbo por parte del liderazgo palestino

El analista emiratí Salam Al-Kutbi, quien escribe para el portal saudí Elaph, acusó a los líderes palestinos de manejar mal la causa palestina y por ende, preparar el terreno para el Acuerdo del Siglo. Este agregó que los palestinos deben proponer soluciones alternas al conflicto y reclutar apoyo árabe para estos, en lugar de hundirse en disputas internas y recurrir a países como Irán y Turquía en busca de ayuda:

«La mayoría de los elementos del acuerdo de paz del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, que conciernen a los palestinos no fueron sorpresa para la mayoría de la población… [Todo] estuvo muy claro y fue lo esperado y el problema no es el [acuerdo] en sí sino el cómo, árabes y palestinos deberían abordar el tema. No hay que ignorar el hecho de que la persistencia y profundización del cisma palestino y lo que es peor, la pérdida del camino de los líderes y de las organizaciones palestinas, nos ha llevado hacia esta coyuntura.

«Los líderes palestinos no deben fijar sus esperanzas en [la opción de] evadir responsabilidades de recuperar los derechos legítimos del pueblo palestino y trasladar esta carga a los regímenes, gobiernos y pueblos árabes. Todos conocen la magnitud de los crecientes desafíos que enfrentan los regímenes árabes en la región y los inmensos desafíos estratégicos que enfrentan los principales países árabes que siempre han tenido y continúan teniendo, la mayor influencia en el manejo del tema palestino… Nadie espera que los palestinos resuelvan su problema por sí mismos, sin un apoyo árabe fuerte y directo, pero al menos deben garantizar un clima adecuado para que este apoyo se dé y preparar las alternativas y propuestas necesarias para una solución justa y total al tema [palestino]. Además, es necesario formular una estrategia integral para abordar los desarrollos vitales y esperados a suceder, en lugar de responder al acuerdo, siendo este una de las coyunturas más importantes para la causa palestina y su historia, con guerras verbales, argumentos sin sentido y consignas repetitivas y discursos mediáticos…

«La élite palestina y en especial aquellos que se autodenominan líderes de la resistencia y de sus organizaciones, movimientos y facciones, deben admitir [sus fracasos]: su incapacidad para manejar [efectivamente] la causa palestina y sus cambios; su preocupación por ajustar cuentas personales que no tienen nada que ver con el pueblo palestino; su afán de apresurarse en ir a los brazos de los regímenes que son hostiles a todo lo árabe; y su aprovechamiento de la causa [palestina], que también [es] utilizada por los líderes de esos regímenes con fines propagandísticos…

«El Sultán Erdogan no pondrá en peligro sus propios intereses por el bien de los palestinos y no renunciará a su ambición de encontrar gas en el Mediterráneo a fin de apoyar la causa palestina, como creen los que viven en el país de los sueños y sus discípulos en los movimientos y en las organizaciones palestinas, lo mismo es cierto para los mulas iraníes…

«Claramente, el Acuerdo del Siglo no será solo un globo de prueba y este no será derribado por declaraciones ni consignas, tal como algunos afirman. Es un desarrollo esencial y único, que merece atención y ser monitoreado muy de cerca, para minimizar de esta manera sus efectos y consecuencias [negativas]. Esto requiere de una acción política seria, calculada y responsable, a fin de abordar esta coyuntura histórica en el camino de la causa palestina y manejar esta crisis de manera inteligente y sabia, sin jactancias ni consignas vacías que [solo] comercian con la causa palestina».[2]

Jefe del grupo de expertos think tank de los Emiratos: Rechazar el Acuerdo del Siglo solo empeorará la situación de los palestinos

El Dr. Salem Hamid, jefe del Centro de Estudios e Investigación Al-Mezmaah en Dubái y columnista del diario de los Emiratos Árabes Unidos Al-Ittihad, instó a los palestinos a no rechazar el Acuerdo del Siglo de inmediato sino aprovecharlo como una oportunidad para avanzar en su causa, ya que retrasar la solución solo prolongará su sufrimiento. Este escribió: «No se debe negar o ignorar que existen principios reconocidos en las resoluciones de las Naciones Unidas y que reconocen explícitamente el derecho de los palestinos a determinar su destino, establecer su estado y poner fin al sufrimiento de los refugiados en la diáspora reconociendo el derecho a retornar. Esto se suma a lo establecido en las iniciativas y actividades internacionales anteriores que respaldaron la solución de dos estados… Por otra parte, nos corresponde actuar con prudencia y aprovechar cualquier ventaja de cualquier canal que puede volver a poner el tema palestino sobre el tapete y aumentar opciones para resolverlo, de manera que no permanezca irresoluble – ya que posponer la solución [solo] les hará más daño a los palestinos e incrementará su prolongado sufrimiento. Más aun, la oportunidad de lograr un acuerdo se vuelve cada vez menos frecuente con el tiempo, por lo que aquello que se puede lograr hoy no será tan alcanzable a futuro…

«Dado que el nuevo plan de Trump reabrió el tema palestino… y renovó el interés internacional en este, debemos aprovechar el hecho de que este está nuevamente en el centro de atención para que de esta manera podamos renovar las negociaciones entre palestinos e israelíes…»[3]

Escritor egipcio: Estamos pagando ahora el precio por las múltiples oportunidades perdidas, nuestra negligencia y mala gestión del conflicto

La figura de los medios de comunicación egipcios ‘Imad Al-Din Adib, quien escribe para el diario Al-Watan, pidió a los árabes que no se conformen con condenar a Israel, sino que se examinen a sí mismos y se den cuenta de que la situación actual se debe principalmente al mal manejo palestino del conflicto. Este escribió: «Antes de condenar a la parte israelí por su rechazo a la paz y su horrible ocupación y construcción de asentamientos y antes de preguntar qué le da a la administración estadounidense el derecho a decidir el destino de un pueblo y una región, debemos tener el coraje de confrontarnos y examinar nuestras propias responsabilidades por lo sucedido. ¿Por qué nos encontramos en la postura más débil que alguien pueda tener en una negociación, una postura de incapacidad total para reaccionar? ¡¿Qué permitió al israelí [comportarse con tal] jactancia y de esta [manera] tan discriminatoria y arrogante? Algunos pueden decir que es el poder de Israel, o el apoyo absoluto que recibe de los judíos en todo el mundo y de los Estados Unidos. Todo esto puede ser cierto, pero el factor más importante no es la fortaleza de Israel y sus hábiles maniobras, sino nuestra debilidad. Somos los mejores manejando mal la lucha, ya sea por medios militares o pacíficos.

«Lamentablemente, la historia de la causa palestina es una historia de oportunidades perdidas y mala gestión del conflicto, tanto en el campo de batalla como en la mesa de negociaciones. Una y otra vez rechazamos los términos del acuerdo de la otra parte, basados ​​en la lógica del ‘todo o nada’.

«Creemos en la Palestina histórica desde el río hasta el mar. [Creemos] que cada centímetro de Jerusalén debe regresar [al control palestino], que todos y cada uno de los refugiados deben regresar [a su hogar] y que la compensación por lo sucedido debe pagarse hasta el último dólar o shekel. Hasta que [todo] esto suceda, seguiremos diciendo no. Cada vez que nos negamos, recibimos otra sugerencia, menos generosa que la anterior…

«El cisma interno palestino, que ha superado la lucha contra el verdadero enemigo [Israel]; el [hecho de que] cada facción [palestina] recibe ayuda de algún elemento regional; la corrupción financiera y política y la preferencia de los intereses personales sobre el intereses [nacionales] supremos: todo esto nos ha llevado, en la actual situación regional e internacional, al Acuerdo del Siglo…

«Estamos pagando ahora el precio histórico, acumulado desde el año 1948, por nuestra mala gestión de la crisis y del conflicto, en guerra y en la paz, en el campo de batalla y en la mesa de negociaciones, en la política y la economía, en la guerra de información y en la comercialización política de la causa palestina. Estamos ante el momento de la verdad, [cuando tenemos que admitir] el haber cometido negligencias deliberadas, la negligencia histórica y el mal manejo de nuestra causa histórica. Ahora que el paciente ha mostrado síntomas de debilidad, se le han concedido dos opciones, cada una peor que la otra: rechazar el tratamiento y morir, o aceptar un tratamiento [es decir, el Acuerdo del Siglo] que puede caracterizarse como una cirugía de cuerpo entero y luego morir porque no se puede sobrevivir a esta cirugía».[4]

Ex-parlamentario egipcio: Los palestinos están pagando caro por el fracaso de sus líderes

El ex-parlamentario egipcio Dr. ‘Amru Al-Shubaki, columnista del diario Al-Masri Al-Yawm, escribió que el apoyo a la causa palestina está disminuyendo debido a la mala conducta de Fatah y de Hamas: «A lo largo de su larga historia, el tema palestino ha cobrado gran importancia en la conciencia de los pueblos árabes… Muchos todavía recuerdan la reacción popular generalizada ante el estallido de la Segunda Intifada en el año 2000… Sin embargo, la actividad popular en nombre de la causa [palestina] y la solidaridad con este, ha disminuido significativamente en el ámbito árabe e internacional [y ahora] se limita a las condenas. Los regímenes árabes guardaron silencio sobre el plan de Trump, incluso así hallan emitido algunas declaraciones muy débiles, acordando a ello sin apoyarlo…

«Incluso si los regímenes árabes tienen alguna responsabilidad por este cambio, los movimientos de Fatah y Hamas claramente tienen una mayor responsabilidad por esta disminución en el apoyo popular a la causa palestina. Esto se debe a que todas las batallas libradas por Hamas en Gaza no han dado como resultado ningún beneficio político a la causa palestina. No presionaron a Israel para que defendiera las legítimas resoluciones internacionales. [En cambio], convirtieron el martirio palestino en un fin en sí mismo, en lugar de un medio para derrotar a Israel y establecer un estado independiente.

«Las batallas libradas por Hamas en la arena interna palestina y su ‘lucha’ contra Fatah, junto a sus escapadas militares mal consideradas para enfrentar a Israel, parecen intentos de controlar Gaza en lugar de una lucha [para promover] a la causa palestina. La derrota del camino de moderación representado por el Presidente Mahmoud ‘Abbas y [la derrota del] camino de la resistencia representado por Hamas, le han costado muy caro a la causa palestina en su [apoyo] popular. Todo lo que se puede decir sobre la responsabilidad de la ocupación israelí por esta situación es cierto, pero no resta valor al fracaso de los líderes palestinos ni a su responsabilidad por el daño sufrido a la causa palestina, cuyo costo correrá a cargo del estimado pueblo palestino».[5]

Antiguo escritor egipcio: Debemos tratar de beneficiarnos del acuerdo tratándolo como un punto de partida para las negociaciones

También en el diario Al-Masri Al-Yawm, ‘Abd Al-Mun’im Sa’id, editor de la junta del diario y jefe del Centro Regional de Estudios Estratégicos en El Cairo, aconsejó a los palestinos que trataran el acuerdo como un punto de partida para las negociaciones. Este escribió: «… La ira árabe por el ‘acuerdo’ es comprensible, ya que incluso en los propios Estados Unidos e Israel hay quienes piensan que retrasará el logro de la paz y que esta negociación sobre la causa del pueblo [palestino] resultará en guerra, violencia y extremismo…

«Desafortunadamente, el que Israel haya logrado crear muchos hechos sobre el terreno [estableciendo] una sociedad, un estado, una cultura y una economía rica basada en tecnología avanzada. Además, recientemente se ha convertido en un estado petrolero con campos de gas… En cuanto a los árabes, el único hecho en el terreno es que los palestinos todavía existen y suman unos seis millones, de los cuales 1.7 millones [viven] dentro de lo que una vez se conoció como la Línea Verde [es decir, los árabes israelíes].

«¿Cómo tratamos el acuerdo de paz o el plan [de paz] estadounidense de Trump, que está tan alejado de lo que las partes acordaron hace décadas? Podemos hacer lo que se hizo en el pasado, es decir, rechazar [el plan], amenazar con lanzar una nueva intifada e incluso una «revolución» violenta, pero debemos evaluar el beneficio de esto. En cualquier caso, eso es lo que los israelíes y la comunidad internacional esperan que suceda. Alternativamente, podemos pensar en el cómo aprovechar la única realidad árabe, es decir, nuestra presencia en el terreno, para reemplazar el acuerdo por uno mejor. En otras palabras, no debemos comportarnos de la manera en que los israelíes – o, para decirlo de manera más exacta, la derecha israelí y estadounidense, – esperan que lo hagamos.

«El acuerdo estadounidense debe ser considerado o como el fin del mundo o como un nuevo comienzo [y una oportunidad para] remodelar la realidad existente… Para decirlo brevemente, [el acuerdo] y todos sus componentes son solo un punto de partida a negociaciones dirigidas [hacia] una paz real tanto para los árabes como para Israel».[6]

Si el cisma palestino persiste, el Acuerdo del Siglo puede que algún día parezca un sueño perdido

‘Ali Al-Riz, editor adjunto del diario kuwaití Al-Rai, escribió que el Acuerdo del Siglo fue el resultado del cisma interno palestino y el lugar marginal del tema palestino en la agenda árabe. Este escribió: «No existe escapatoria a la necesidad de explicar el por qué hemos llegado [al punto donde] incluso se propuso un acuerdo de este tipo. El contexto es el siguiente:

«Primero, los palestinos no poseen una autoridad nacional [unificada] que los represente, negocien en su nombre, tomen decisiones, maniobre, acepte [propuestas] y se oponga a ellos y adopte posturas más firmes o más suaves según sea necesario. Ningún estado en el mundo puede manejar una gran causa como la palestina por medio de una autoridad impotente que dedica el 90% de su atención a limitar la influencia de Hamas, que se ha convertido en parte de la creciente media luna de la resistencia [chiita] que abarca fronteras.[7]

«Nadie puede creer que lo que sucedió en el pasado entre la Autoridad Palestina y Hamas escapó a la atención de los patrocinadores del acuerdo [de paz], porque no es un tema interno [palestino]… sino que implica consecuencias, peligros y varias consideraciones futuras relacionadas con la seguridad de las dos partes que luchan por esta tierra…

«Irán se involucró en el tema del acuerdo [de paz] basado en sus propias consideraciones e intereses, luego que la OLP y más tarde la Autoridad Palestina reconocieran a Israel…

«Los atentados suicidas perpetrados por Hamas, sus [ataques] con cohetes y el barco de armas iraní que fue capturado frente a la costa de Gaza fueron responsables del cerco a Gaza, más de lo que Israel fue…

«Palestina ya no es la causa principal de los árabes, sin importar cuán [prominentemente] aparezca en canciones, discursos y consignas importantes… ya que la fiebre que actualmente azota el mundo árabe, desde el Océano [Indico] hasta el Golfo, no tiene nada que ver con Palestina…

«Es la destrucción de la Autoridad Palestina y la pérdida de la centralidad en la causa palestina, lo que llevó al Acuerdo del Siglo. Si los palestinos no regresan a su [causa de liberar] Palestina y si las facciones palestinas siguen siendo herramientas en manos de otros, puede llegar el día en que hablen de este acuerdo como un sueño perdido».[8]


[1] Adicionalmente, tres días después al anuncio del acuerdo, el canciller de los Emiratos Árabes Unidos ‘Abdallah bin Zayed, tuiteó un enlace a un artículo de opinión del diario Times de Nueva York titulado «Cada vez que los palestinos dicen’ No, ‘pierden» (Nytimes.com, 30 de enero, 2020). Para ver la postura que sostienen los escritores sauditas sobre el Acuerdo del Siglo, véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8533 – Escritores sauditas a los palestinos: Acepten el plan de paz de Trump, o luego lo lamentarán, 31 de enero, 2020.

[2] Elaph.com, 3 de febrero, 2020.

[3] Al-Ittihad (EAU), 2 de febrero, 2020.

[4] Al-Watan (Egipto), 1 de febrero, 2020.

[5] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 5 de febrero, 2020.

[6] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 5 de febrero, 2020.

[7] «Media luna chiita» es un término acuñado en el año 2004 por el Rey de Jordania ‘Abdallah II, quien advirtió contra la creación de un continuo territorial que abarque los países de Irán, Irak, Siria y el Líbano. Washingtonpost.com, 8 de diciembre, 2004.

[8] Al-Rai (Kuwait), 3 de febrero, 2020.