La entrega del premio Man Booker International – Mejor Novela Original al autor israelí David Grossman por su libro ‘Un Caballo Entra en un Bar’ tuvo cobertura en los medios de comunicación árabes, evocando varias respuestas. Algunas figuras pidieron conocer y apreciar la literatura y la cultura israelí y subrayaron que los autores israelíes que obtienen el premio no significan que Israel impone sus puntos de vista sobre el escenario cultural global, esencialmente ya que Grossman se opone a la política del gobierno israelí. Otro escritor atacó a Grossman, diciendo que, aunque este se opone a la política israelí, sus opiniones políticas no le impidieron servir en el ejército israelí y «justificar las guerras de su país y su agresión en contra de sus vecinos».

El siguiente informe da un repaso a algunas de estas respuestas.

El autor David Grossman y la traductora Jessica Cohen (imagen: Aljazeera.com, 15 de junio, 2017)

Informes sobre el premio en los medios de comunicación árabes

La mayoría de los informes fueron informativos. Por ejemplo, la sección de Arte y Cultura del portal de Al-Jazeera informó el día siguiente al anuncio: «El miércoles, el autor israelí David Grossman obtuvo el prestigioso Premio Internacional Man Booker (Mejor Novela Original), otorgado a obras traducidas al inglés… Grossman es el primer autor israelí en ganar este prestigioso premio literario». El informe también señaló que la traductora del libro Jessica Cohen, quien ganó el premio junto a Grossman, anunció que donara el dinero del premio a la organización de derechos humanos israelí B’Tselem.

Título del informe en el portal Al-Jazeera: «Autor israelí obtiene el Premio Internacional Man Booker» (http://www.aljazeera.net, 15 de junio, 2017)

Encabezado en el portal liberal de Elaph: «El autor israelí David Grossman ganó el Premio internacional Man Booker a la mejor novela original por su libro ‘Un Caballo Entra en un Bar’

Ex-Ministro de Cultura egipcio: «No deberíamos menospreciar la cultura o literatura de nuestro enemigo. Israel es un país democrático y líder en todas las áreas»

Además de los reportes informativos, también hubo comentarios sobre la importancia de un autor israelí que obtiene el premio. En un artículo en la sección de noticias del diario egipcio Al-Yawm al-Sabi’, personalidades culturales egipcias fueron citadas diciendo que a su mejor entender Grossman era digno del premio y que el haber sido elegido refleja la posición de la literatura israelí en el mundo. Al mismo tiempo, criticaron la posición de la literatura en el mundo árabe.

El ex-Ministro de Cultura egipcio Dr. Gaber ‘Asfour, describió a Israel como enemigo, pero escribió que Grossman elegido como receptor del premio es «algo natural» y agregó: «Israel tiene presencia en la arena internacional y es parte y de la comunidad internacional. Israel obtuvo un Premio Nobel de Literatura en 1966[1] antes que Najib Mahfouz lo ganara.[2] Debemos ser justos y reconocer que la literatura israelí merece premios internacionales. No deberíamos menospreciar al ente del pensamiento, la cultura o la literatura de nuestro enemigo. Israel es un país democrático y líder en todas las áreas: en la lectura, en investigaciones científicas y en publicaciones internacionales. También, a escala mundial, muchos más libros son traducidos en Israel que en los países árabes. Lamentablemente, le atribuimos importancia [sólo] a la industria y el comercio, en contraste a Israel, que le atribuye importancia a la industria y al comercio [también], pero también le otorga prioridad a la cultura, literatura y a las investigaciones científicas».

Crítico literario egipcio: Grossman merece el premio; Deberíamos estar más familiarizados con la literatura israelí

El crítico literario egipcio Dr. Hussein Hamouda se refirió a las opiniones políticas de Grossman diciendo: «El autor israelí David Grossman se merece el premio. Este no tiene conexión cercana al establishment israelí. Es uno de los críticos de la política israelí y llama a devolverles la patria palestina a los palestinos. Los libros de Grossman se basan en su visión del mundo, la cual está muy lejos de ser extrema y ​​por lo tanto, suscitan muchas críticas en Israel. El que Grossman haya obtenido el Premio Internacional Man Booker nos obliga a considerar la frase ‘literatura israelí’. ¿Se refiere este a la literatura que está escrita en hebreo, o a la literatura que apoya la política oficialista de Israel? En cualquier caso, Grossman está lejos de esa política israelí y esto puede haber sido una de las consideraciones del comité que le concedió el premio. La literatura no puede imponerse a otros como expresión de una política particular, por lo que la literatura israelí no puede tomar el control de la realidad cultural en algún país específico, la literatura se extiende y alcanza el reconocimiento ante todo si abarca la literatura humanista. Los libros de Grossman son parte de esta literatura humanista… De hecho, deberíamos estar más familiarizados con todo lo que se escribe en Israel, así como ellos conocen todo lo que nosotros escribimos».

El autor egipcio Salah ‘Issa dijo de manera similar: «El hecho de que el autor israelí David Grossman se haya ganado un premio no es indicación ni prueba de que la literatura israelí tome el control de la cultura mundial. Existen muy pocos autores israelíes y no escuchamos sobre ellos. En muchos casos los premios internacionales les son concedidos a escritores anónimos, tales como a escritores africanos que viven en lugares indigentes.[3]

Poetisa libanesa: Los relatos de Grossman no impedirán la certera muerte de su país

La poetisa y periodista libanesa Nada Hatit se opuso a las posturas políticas de Grossman en un artículo crítico literario en el suplemento cultural del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat. Ella escribió que los libros de Grossman y de Amos Oz (un libro que también fue candidato al premio) son expresiones de «la crisis existencial y moral de Israel y nada más. Ambos muestran lo mismo: de que el experimento sionista aplastó las almas del pueblo y les concedió un infierno inhumano dentro del cual establecer un estado, [un estado] donde lo único que une a los residentes es el constante sentido de asfixia y su creencia de que en algún momento llegará el final de este experimento… «Según Hatit, Grossman «a quienes algunos se refieren como ‘la conciencia de Israel’, habla en voz alta en contra de la política de Ocupación y los asentamientos de su país, pero no se abstuvo de servir en el ejército israelí ni enviar a sus hijos [para que sirvieran en este], al tiempo que justifica las guerras de su país y su agresión en contra de sus vecinos…» En conclusión, ella escribió que «todas las historias de Grossman no lograron impedir la muerte de su hijo y ciertamente no impedirán la muerte segura de su país».[4]

[1] Cuando le fue concedido al autor Shai Agnon.

[2] Autor egipcio (1911-2006), ganador del Premio Nobel de Literatura en 1988.

[3] Al-Yawm al-Sabi’(Egipto), 15 de junio, 2017.

[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 18 de junio, 2017.