Huda Al-Husseini, periodista del diario pan-árabe con base en Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió el siguiente articulo que fue publicado el 27 de Octubre de 2000.
«Si lo que se publicó en el reporte del British Times anteayer fue cierto – que los niños palestinos pasan semanas de entrenamiento para aprender a tirar piedras y confrontar al aparato militar israelí y que se les prometió que si lo hacían irían al cielo – si todo esto es cierto, me asusta. Me asusta mucho. Mientras que las organizaciones de las Naciones Unidas luchan para salvar a los niños-soldados, especialmente en África, del control de los lideres de la milicia que los envuelven en las luchas pandilleras, algunos líderes palestinos aparecen y dan órdenes que tienen como propósito terminar con su niñez, hasta el último suspiro si es necesario.»
«Antes de comenzar con acusaciones, quiero saber por qué nosotros, los árabes, insistimos en morir en vez de vivir por el bien de nuestras patrias. ¿Si estos niños no tienen nada que perder, y ellos piensan que el entrenamiento es parte de su entretenimiento infantil, tenemos que continuar provocando su muerte con hipocresía? ¿Hemos agotado todos los medios, todos los argumentos, y toda nuestra lógica y capacidad que no nos ha quedado nada más que apostar con las vidas de niños empujándolos a confrontar a Israel? ¿O quizás los lideres palestinos, ya sea los que pertenecen a la Autoridad Palestina o los que quieren pertenecer a ella, confían en el humanismo de Israel? Si esto es lo que hacen, están equivocados.»
«¿En donde está el balance entre lo que estos niños arriesgan –su vida- y la inteligencia de estos líderes? ¿Fue esta inteligencia lo que llevó a Yasser Arafat a decir que si a Ehud Barak no le parece ‘se puede ir al infierno’?¿’ ¿Qué clase de líder maneja tal situación con esa lógica? ¿Qué clase de independencia quieren los líderes palestinos si su inteligencia se resume a la frase: ‘que beban el agua del mar» o: «que se vayan al infierno?»
«¿Qué clase de independencia se construye con la sangre de niños mientras que los líderes permanecen a salvo con sus hijos y nietos? ¿Están solo los miserables destinados a morir en la primavera de sus vidas? Estos niños que son asesinados puede que nunca, en sus cortas vidas, hayan disfrutado de un pedazo de pan fresco, hayan dormido en una cama caliente, hayan sentido la felicidad de ponerse ropa nueva, o de llevar sus libros en buen estado a la escuela. Que nos perdonen los líderes por decir que ellos sí han disfrutado de todas estas cosas. Cuando Israel bombardeó los cuarteles de Arafat en Gaza, [el Jefe del Aparato Preventivo de Seguridad de Gaza] Muhammad Dahlan dijo que Arafat no estaba herido y que estaba a salvo. La misma seguridad que se le da al líder palestino, debería de proporcionársele a los niños con un futuro prospero. ¿No es triste que una madre palestina que perdió a su hijo mire a su alrededor solo para ver a otras madres que esperan recibir los cadáveres de sus hijos? Ellos alejan a los niños de sus madres y al mismo tiempo despojan a la madre de toda compasión.»
«Los cadáveres de los niños se convierten en números. Hoy, dos niños murieron, o quizás tres. ¿El humanismo de Israel? ¿Cuándo ha existido? ¿Guardamos luto por estos niños? Hay muchos poemas luctuosos en la literatura árabe, pero hoy mueren niños. Ellos matan a los niños y Sharon contamina su memoria con su existencia. No esperamos que Arafat termine la Intifada, pero sí esperamos que exhorte a los niños a que vayan a la escuela y a que se cuiden porque ellos son el futuro. El tiempo de Arafat y de los que le rodean está llegando a su fin.»
«Estos niños merecen vivir, antes que nada, antes de que los empujemos a la muerte. Pero ¿qué les estamos haciendo? Abusamos de su inocencia, les damos toneladas de piedras, mientras que nosotros permanecemos sentados en nuestras oficinas y provocamos su muerte. Después aceptamos una invitación a comer o a cenar para platicar de esos niños que murieron con piedras en la mano, y, mientras comemos, pensamos que seguramente ellos estaban muriéndose de hambre.» «Les pido un momento de conciencia. El humanismo de Israel no existe, el mundo no tiene piedad, pero, ¿y nosotros?»