En agosto del 2019 Yousuf Al-Nasseri, funcionario de la milicia chiita iraquí pro-iraní Harakat Hizbullah Al-Nujaba pidió disolver al «mercenario» ejército iraquí y reemplazarlo por Al-Hashd Al-Sha’bi [las Unidades de Movilización Popular – UMP], las milicias chiitas a la sombra de la cual Al-Nujaba forma parte.[1] En respuesta, el periodista libanés Toni Francis, columnista del diario Al-Hayat, escribió que la declaración de Al-Nasser era parte de la campaña iraní por asumir el control de Irak. Irán, este afirmó, utiliza sus lazos con los líderes y las milicias chiitas en Irak, así como también en otros países de la región, para expandir su zona de influencia y promover su agenda, incluyendo su lucha contra la influencia estadounidense, especialmente en Irak. Francis agregó que el intento de apoderarse de Irak utilizando a las UMP es similar a los esfuerzos que realiza el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) para apoderarse de otros países a través de sus milicias, como por ejemplo las milicias Houtie en Yemen y Hezbolá en el Líbano. Por lo tanto, no debemos sorprendernos si escuchamos llamados a disolver también a los ejércitos de esos países, dijo. 

Toni Francis (fuente: Al-Hayat, Dubái) 

Lo siguiente son extractos de la columna de Francis:[2]

«El llamado de Yousuf Al-Nasseri, funcionario de la milicia iraquí perteneciente a Harakat Al-Nujaba, a disolver el ejército iraquí no salió de la nada. Harakat [Al-Nujaba] forma parte activa de las milicias de las UMP, la mayoría de las cuales son leales al liderazgo iraní y siguen sus directivas. Por lo tanto, la campaña de Al-Nasseri no puede verse por separado del programa iraní destinado a convertir a Irak en una entidad vacía y completar el asumir su control.

«Irán no oculta sus aspiraciones de reemplazar a los ejércitos de los países vecinos con las milicias que este apoya y financia. Este logró dar los primeros pasos importantes en esta dirección en Irak luego de la invasión estadounidense [en el 2003] y la notoria decisión de disolver el ejército iraquí. No es ningún secreto que la actitud de los sectores kurdo y chiita [de Irak] hacia el ejército iraquí fue negativa [para ese momento], porque los sectores chiitas habían sido oprimidos por el régimen de Saddam Hussein, opresión que solo se intensificó como resultado de [sus] alzamientos contra el régimen dictatorial y los kurdos sufrieron opresión a lo largo de [su] historia, incluyendo masacres y abusos. Por lo tanto, fue una conclusión inevitable que las relaciones de estos dos sectores [los kurdos y los chiitas] junto a la institución militar sería algo muy tentador.

«Sin embargo, la caída del antiguo régimen [de Saddam Hussein] llevó a la adopción de un nuevo modelo iraquí, que colocó a los chiitas en posiciones defensivas de alto nivel mientras le otorgó a los kurdos el derecho a la autonomía y una región independiente. ¿Por qué persiste entonces la actitud negativa hacia el ejército? ¿Por qué los políticos chiitas iraquíes mantienen su antigua actitud negativa hacia el ejército de su país incluso hoy día, cuando estos son altos funcionarios y comandantes?

«Esto no tiene nada que ver con genes o costumbres, sino que deriva de la percepción iraní de que el nuevo régimen [iraquí] debe ser subyugado a las necesidades del Imperio [persa]… Irán, que ha fomentado lazos con prominentes líderes chiitas tales como Yousuf Al-Nasseri, hacen todo lo posible para atraer a Irak, al igual que a otros países en la región, hacia sus esferas de influencia y lo hacen utilizando las milicias desplegadas en Irak y en otros países y las convierten en divisiones de primera línea en su guerra para expandir su [zona] de influencia y en el conflicto con los Estados Unidos.

«La ideología de Irán tiene como base difundir la doctrina [chiita], pero este lo oculta con su discurso acerca del eje de la resistencia, que este lidera a través del CGRI, que asigna tareas y establece prioridades. Declaraciones recientes de funcionarios del CGRI proveen explicaciones detalladas [de esto]: La tarea de las UMP es combatir contra la influencia estadounidense en Irak y amenazar la presencia árabe en la zona y si encuentra dificultades, no hay nada de malo en sugerir disolver al ejército iraquí. La tarea de los houties [en Yemen] es seguir molestando a Arabia Saudita y tomar el control de Yemen. En cuanto a Hezbolá [en el Líbano], su tarea es destruir a Israel en el caso de un ataque contra Irán, tal como dijo el Comandante del CGRI Hossein Salami hace ya varios días.

«El léxico iraní no incluye a un país [llamado] Irak, sino solo las milicias de las UMP. No incluye un país [llamado] Yemen sino solo a los houties y el estado libanés también se encuentra ausente [del léxico iraní] cuando hablan de Hezbolá. [Por lo tanto] no deberíamos sorprendernos si escuchamos llamados a disolver los ejércitos a favor de las milicias incluso antes de lo que esperamos».


[1] La declaración de Al-Nasseri, realizada en una entrevista efectuada el 13 de agosto con el canal de la televisión Aletejah en Irak, generó críticas generalizadas en Irak, incluso del liderazgo de las UMP, que emitió un comunicado en el que renunciaba (rudaw.net, 14 de agosto, 2019) – así como también manifestaciones de apoyo al ejército iraquí (alarabiya.net, 16 de agosto, 2019). Tras semejante alboroto, Al-Nasseri negó haber hecho los comentarios, alegando que el canal había editado sus declaraciones de forma selectiva (baghdadtoday.news, 14 de agosto, 2019).

[2] Al-Hayat (Dubái), 20 de agosto, 2019.