En un artículo titulado «Suficientes mentiras, el cuerpo político árabe creó el cáncer del EIIS», el periodista libanés Dr. Hisham Melhem, quien es jefe del buró en Washington de Al-Arabiya y corresponsal del diario libanés Al-Nahar, se manifestó en contra de la prevalencia de las teorías de conspiración en el mundo árabe, que, dice, son la forma árabe de evadir responsabilidades y culpar por sus problemas a los demás. Este se centra en el fenómeno del Estado Islámico de Irak (EIIS), señalando que los árabes enfrentan sus atrocidades ya sea negándolas o acusando a diferentes fuerzas – sean los Estados Unidos, Israel o Irán – de crear esta organización. Luego de dar ejemplos, incluso de su propio diario Al-Nahar, este continúa explicando que el incremento del Islam radical es el resultado de décadas de tiranía bajo la cual las sociedades árabes se volvieron «política e intelectualmente áridas». «La horrible verdad», concluye, «es que el cáncer del EIIS fue producido por un cuerpo político árabe altamente enfermo y débil».

Lo siguiente son extractos de su artículo, publicado el 16 de agosto, 2014 en el portal en inglés de Al-Arabiya.[1]


Hisham Melhem (imagen: English.alarabiya.net)

«Las teorías de conspiración normalmente reinan en sociedades no democráticos carentes de instituciones transparentes»

«La mayoría de la gente es reacia a la introspección, y rara vez se compromete a la auto-crítica. Los árabes no son diferentes. Sin embargo, la cultura política que se desarrolló en el mundo árabe en los últimos 60 años, particularmente en los países gobernados por regímenes autocráticos, dirigió la culpa de sus catastróficos fracasos en el gobernar a otras fuerzas siniestras externas. Para estos países, la autocrítica se ha convertido en algo casi imposible.

«Con el tiempo, este legado ha creado un terreno fértil para las teorías de la conspiración, desilusiones, autoengaños, paranoia y la xenofobia. Si uno lee un diario árabe o muchos, una página web en la región, siempre se encontrará con algunos de estos síntomas. Es cierto que, a veces pueden ser entretenidas, pero en la mayoría de los casos son francamente horribles, reflejando las profundas patologías de miedo».

«Las teorías de conspiración suelen reinar en las sociedades no democráticas carentes de instituciones transparentes, medios de comunicación libres y vibrantes, y de una cultura política que no se avergüenza de hacer frente a los problemas que algunos pueden considerar tabú. Aferrarse a las teorías de conspiración, especialmente en tiempos de desafío e incertidumbre, se convierte en atractivo, ya que alivia a los creyentes de cualquier sentido de responsabilidad por lo que está ocurriendo en sus medios, [lo que les permite culpar a] fuerzas ocultas y poderosas ajenas a su control… La negación de la realidad y/o de la responsabilidad es la otra cara de las teorías de conspiración. En este manufacturado mundo otros, por lo general haciéndose la vista gorda, mal intencionados y astutos, están detrás de nuestras tribulaciones y no nosotros… Por supuesto, también existen teorías de conspiración en las sociedades abiertas y democráticas, pero por lo general se limitan a grupos totalmente marginales…»

Los árabes afirman que el «EIIS fue creado en todas partes excepto en Siria o Irak, o por los árabes en general»

«El salvajismo impactante y desenfrenado del Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS), que se transformó recientemente en el Estado islámico, es un ejemplo de ello. La brutalidad inimaginable de esta última manifestación del Islam político en el mundo árabe es demasiado que soportar para muchos árabes musulmanes. Por lo que o bien niegan las atrocidades, alegando que los musulmanes nunca cometerían tales actos atroces (incluso cuando los [propios] autores de los crímenes afirman que su violencia [tiene como base] difundir su versión retorcida puritana del Islam), o recurrir a la opción más fácil y escoger una de las muchas teorías de conspiración que están siendo promovidas por las agencias de inteligencia, grupos políticos, periodistas o guardianes autonombrados de sectas religiosas y grupos étnicos…

«Incluso antes de su rápida y sangrienta [toma] de una tercera parte de Irak, [que involucró] el desarraigar y asesinar cristianos y yazidis y ocupar Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, [los árabes afirmaron que] el EIIS fue creado en todas partes excepto en Siria o Irak o por los árabes en general. Dependiendo de su fondo político o de sus inclinaciones sectarias, el EIIS para muchos fue creado en Estados Unidos con algo de ayuda – como de costumbre – de los israelíes; otros, especialmente aquellos que se resisten el eje Irán-Siria-Hezbolá dirían con igual certeza que el EIIS fue creado en Irán, con la astuta aprobación del régimen sirio. Pero aquellos que apoyan el eje liderado por los iraníes afirmarían inequívocamente que el EIIS fue creado por los Estados Unidos, en colaboración con un estado del Golfo, escoja usted: Arabia Saudita o Qatar o incluso Turquía.

«En este ambiente político retorcido, la evidencia o prueba para reforzar un argumento no es necesaria o endeble en lo mejor, y cuando la conspiración es negada, la negación es considerada prueba. Ya que las teorías de conspiración tienden a basarse por lo general en causas y efectos imaginados y señalando a quienes se benefician de un desarrollo o evento, se hace evidente a algunos el afirmar que, sólo porque el régimen de Assad se ha beneficiado diabólicamente de la guerra que el EIIS ha emprendido contra el Ejército de Liberación de Siria y/o de otros grupos de oposición islamista, entonces, Assad ya sea detrás del EIIS o está conspirando con este directa y operacionalmente. Los recientes combates entre las fuerzas del EIIS y de Assad en Siria Oriental muestran que no hay validez a tales afirmaciones.

«Aquellos que dicen que Irán está detrás del EIIS, ya que Teherán quiere quebrar a Irak o mantenerlo en [un estado de] lucha perpetua, no les gusta entretenerse con una visión más simple que afirme que los intereses nacionales de Irán están mejor servidos por una estable y aliada Irak que sería dependiente de Irán o que [flote] en la órbita política de Irán, una realidad que permitirá a Irán extender su influencia desde el Golfo hasta el Mediterráneo…

«Es cierto que los países del Golfo tales como Arabia Saudita y Qatar han proporcionado armas y fondos a grupos sirios de oposición, incluyendo a una gran variedad de organizaciones islamistas, además de Turquía. [Pero] las grandes sumas de dinero dadas por individuos ricos del Golfo como ayuda, que pueden haber llegado a los extremistas, incluyendo el Frente [Jabhat] Al-Nusra y el EIIS desde el principio, no quiere decir que los Estados del Golfo crearon al EIIS, ya que estos estados han designado al EIIS como una organización terrorista. Además, están impidiendo a sus ciudadanos unirse al ‘jihad’ en Siria e Irak, y están cooperando con el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en evitar las transferencias de fondos de cuentas bancarias privadas en los países occidentales. Recientemente, el Departamento del Tesoro estadounidense designó a tres kuwaitíes partidarios financieros del EIIS como terroristas especialmente designados terroristas globalmente.

«Con los impresionantes [avances] del EIIS en Irak, que obligó a la Administración Obama a lanzar ataques aéreos limitados contra formaciones militares del EIIS… una nueva teoría de conspiración sobre el origen y evolución de EIIS barrió la región, alegando esta vez que nada menos que una autoridad como la de la ex Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton está afirmando que el EIIS fue creado en los Estados Unidos… Incluso en comparación a los bajos estándares en las teorías de conspiración en el Medio Oriente ésta era particularmente chocante…»

El ascenso de los islamistas es el resultado de décadas de tiranía

«Aquellos que poseen una visión más caritativa de la prevalencia de las teorías de conspiración en el Medio Oriente señalan que, desde la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos y sus aliados si se involucraron en actividades y conspiraciones clandestinas, incluyendo fomentar golpes de estado, influenciar elecciones y colaborar con personajes desagradables en nombre de la lucha contra el comunismo y el radicalismo, y que la invasión a Irak se basó en acusaciones infundadas en relación con las armas de destrucción masiva y [​​otras] mentiras. Todo eso es cierto, pero no justifica la amplia tendencia de muchos árabes, incluyendo a periodistas y funcionarios del gobierno, a creer en conspiraciones descabelladas y sin siquiera molestarse en presentar pruebas de estas…

«Desde la derrota árabe de 1967 en la guerra con Israel, la política árabe ha estado influenciada y conformada en su mayoría por varios tipos de islamistas, entre ellos los grupos radicales y violentos que constituyen el antecedente de Al-Qaeda y del EIIS… El aumento de los islamistas, tales como Al-Nahda en [Túnez], la Hermandad Musulmana, los diversos salafistas, Jama’a Islamiya [de Egipto], Hezbolá, Hamas y luego Al-Qaeda y el EIIS han sido facilitados por las depredaciones de los regímenes árabes seculares’, los caudillos militares y el gobierno de un solo partido, en particular las depravaciones del Partido Ba’ath en ambos Siria e Irak.

«A través [de] décadas, las sociedades de Siria, Irak, Egipto, Argelia, Yemen, Libia y luego en Túnez han sido destruidas completamente por la brutalidad y la corrupción de estos regímenes. Las sociedades árabes se volvieron gradualmente políticas e intelectualmente áridas. Progresistas, izquierdistas, liberales y nacionalistas iluminados quienes [dominaron] la vida política en muchas de estas sociedades durante décadas fueron cazados, intimidados y privados de formar cualquier tipo de organización política independiente. La sociedad civil fue destruida, particularmente en Siria e Irak, donde las élites gobernantes controlan todos los aspectos de la vida social y económica… Mientras tanto, los islamistas, muchos de los cuales también fueron sometidos al mismo tratamiento; o pasaron a la clandestinidad o se movieron a través de organizaciones benéficas y mezquitas para mantener cierta viabilidad política y un mínimo de organización…

«El EIIS es la primera organización terrorista moderna que actúa como un culto»

«Ya no es de utilidad hablar de Siria e Irak como estados unitarios, debido a que muchas personas involucradas en las diversas luchas allí no parecen compartir una narrativa nacional. Es instructivo observar de que los que están gobernando Damasco y Bagdad no parecen estar extremadamente conmovidos a hacer algo acerca de una fuerza que eliminase sus fronteras nacionales y en el proceso ocupe un tercio de cada país y esté empeñado en crear un califato puritano que se extienda desde Mesopotamia hasta el Mediterráneo. El EIIS se está aprovechando de la ira y la alienación de las minorías árabes sunitas iraquíes por las crecientes políticas sectarias perseguidas por Nouri Maliki durante 8 años, al igual que se está aprovechando de la ira de la mayoría de árabes sunitas en Siria que han sido marginados por la dinastía Assad desde hace más de 40 años.

«Por el momento, el EIIS se beneficiará de esta profunda desafección sunita, y el tiempo dirá cuando su creciente nihilismo y sus asesinatos rituales brutales conducirán al pueblo a rebelarse en contra de este. El EIIS es Al-Qaeda en esteroides. Los estándares de depravación del EIIS (ejecuciones masivas, decapitaciones y crucifixiones) lo colocan mucho más allá de los talibanes en Afganistán. El EIIS es la primera organización terrorista moderna que actúa como un culto, y [está] dirigida por un líder que actúa como un líder de una sociedad secreta de culto a la muerte, una versión moderna Hassan-i Sabbah del siglo 12, el líder ismaelita persa de un pequeño grupo de fanáticos a veces referido como Hashashin, o ‘Asesinos’, que libraron una campaña de violencia y terror desde su reducto en las montañas al norte de Persia contra los turcos selyúcidas. La diferencia ahora es que el EIIS no está cómodamente instalado en un reducto de la montaña, sino que ha establecido una forma primitiva de gobierno, con burocracias, recaudación de impuestos y cortes religiosas infames que imparten horribles sentencias de muerte.

«El EIIS puede ser el repele de Al-Qaeda, pero al igual que Al-Qaeda, es el hijo ilegítimo del islamismo político moderno que creció y se expandió en lo que los árabes se refieren como un ‘entorno de abrazo’. La horrible verdad es que el cáncer del EIIS fue producido por un cuerpo político árabe altamente enfermo y débil».


[1] English.alarabiya.net, 16 de agosto, 2014 El texto fue ligeramente editado para obtener mayor claridad.