En meses recientes se ha producido un acercamiento considerable entre las relaciones Turquía-Egipto tras muchos años de intensas tensiones y hostilidad derivadas principalmente por el apoyo de Turquía al movimiento de la Hermandad Musulmana, que en Egipto es una organización ilegal y prohibida y además considerada el enemigo más acérrimo del régimen de Al-Sisi.[1] El 10 de abril, 2021 el canciller de Egipto Sameh Shoukry y su homólogo turco Cavusoglu hablaron por teléfono y cinco días después, el día 15 de abril, este último anunció que comenzó «una nueva era» en las relaciones entre los dos países y que una delegación turca visitara El Cairo en el mes de mayo para discutir la normalización de relaciones y reelegir a los embajadores para que ocupen sus cargos.[2] De hecho, una delegación turca llegó a Egipto el 5 de mayo y se reunió con altos funcionarios para discutir las relaciones entre los países y varios temas regionales de interés mutuo.[3]

De hecho, informes sobre los esfuerzos de mediación y los contactos entre los dos países en un intento por resolver las controversias comenzaron a aparecer en los medios de comunicación árabes ya en agosto del año 2020[4]. Poco después, en septiembre, 2020 funcionarios turcos, incluyendo al asesor presidencial Yasin Aktay y el canciller Mevlut Cavusoglu, confirmaron estos informes y el propio presidente turco Erdogan pidió iniciar el diálogo con Egipto.[5]

El acercamiento entre Turquía y Egipto en los últimos meses también ha sido evidente en los medios de comunicación egipcios, que gradualmente dejaron de publicar el contenido anti-turco que ha prevalecido en estos años. Turquía, por su parte, también restringió su retórica anti-egipcia en los medios de comunicación turcos.[6] Según informes, las autoridades turcas ordenaron a los medios de comunicación propiedad de la Hermandad Musulmana en Estambul frenar sus críticas e instigación contra Egipto.[7] Elementos del régimen turco y de la Hermandad Musulmana confirmaron estos informes.[8] Además, los dos países han mantenido conversaciones con el propósito de resolver controversias relacionadas a su frontera marítima y los recursos de gas natural en el Mediterráneo y aparentemente también se han logrado avances en este frente.[9] Otra manifestación más del acercamiento es el acuerdo firmado en Libia en febrero del año 2021, que condujo a la formación de un gobierno de unidad nacional allí y al cese de las hostilidades que se venían desarrollando en el país durante años entre el bando de Haftar Khalifa, con el apoyo de Egipto y el Gobierno de Acuerdo Nacional de Fayez Al-Sarraj, apoyado por Turquía.

Sin embargo, algunos informes indican que Egipto duda sobre la seriedad de la reconciliación de Turquía con el régimen de Al-Sisi y exige que tome medidas claras y tangibles para demostrar así su sinceridad, tales como el cese de su intervención en los asuntos internos de Egipto; reconociendo la legitimidad del régimen de Al-Sisi, que este ha cuestionado con frecuencia; retirando sus fuerzas de Libia y expulsando a miembros de la Hermandad Musulmana de su territorio o entregándolos a Egipto.[10] Además, el canciller de Egipto Shoukry dijo el 15 de marzo, 2021 en un discurso ante el comité de relaciones exteriores del parlamento egipcio, que Egipto esperaba ver «un cambio verdadero en la política turca» y que «hablar no es suficiente y dicho cambio debe ir acompañado por acciones».[11] En este contexto, informes no corroborados afirmaron recientemente que Turquía ha comenzado a revocar la ciudadanía de los miembros de la Hermandad Musulmana y expulsarlos del país después de años de albergarlos.[12] Otros informes afirmaron que los funcionarios de la Hermandad Musulmana que se refugian en Turquía están considerando mudarse a otro país.[13]

Las ahora cálidas relaciones entre Turquía y Egipto después de años de amarga rivalidad provocaron un animado debate en los medios de comunicación árabes y muchos analistas intentaron explicar el cambio y comprender las razones por ello. Entre ellos se encuentra el periodista egipcio Shams Mahmoud, quien el 27 de marzo, 2021 publicó un artículo titulado «Erdogan y Al-Sisi – ¿Acercamiento o reconciliación?» en el portal turco Turkpress.co. En el artículo este argumentó que las ahora cálidas relaciones no reflejan una reconciliación verdadera, sino que tales acciones poseen una motivación principalmente en intereses económicos y la necesidad de ambos regímenes de preservar el apoyo público y prevenir disturbios internos en el país. En el caso de Turquía dijo, esto es solo pragmatismo limitado destinado a servir sus intereses internos sin renunciar a sus valores esenciales y objetivos en el área de relaciones exteriores.

Shams Mahmoud (Fuente: ida2at.com, 19 de marzo, 2021)

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Shams Mahmoud:[14]

El acercamiento de Turquía ante Egipto se basa en un pragmatismo limitado que a la larga no compromete sus principios

«Cualquiera que observe hoy las relaciones internacionales puede ver que estas tienen como base intereses y consideraciones pragmáticas, cuyo peso aumenta y disminuye dependiendo de la identidad del rival, sobre temas de principio y al beneficio que puede derivarse de tales relaciones. Si un país como los Estados Unidos, con toda su influencia y poderío militar, económico y mediático, se ve a veces obligado a renunciar a algunos de sus principios y tendencias operativas generales con el propósito de preservar sus intereses y por lo tanto es suficiente con librar un guerra verbal y con condenas inútiles – mientras simultáneamente se sientan frente a las cámaras y firman abiertamente acuerdos económicos y de seguridad a gran escala con los mismos países que este critica – entonces un estado como Turquía ciertamente hará lo mismo. A pesar del carácter radical del régimen egipcio y a pesar de la campaña mediática que este y sus aliados, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, han estado librando contra Turquía… Egipto está muy interesado en mantener relaciones económicas fuertes con Turquía, con el fin de preservar una de sus fuentes de ingresos – dinero que utiliza para pagar a los organismos que lo mantienen en casa y pulen su imagen en el exterior…

«La diferencia esencial entre un líder pragmático y otro es que uno de ellos cree en el pragmatismo como principio fundamental y el objetivo de preservar el interés es su estrella de referencia guía – incluso si esto significa vender su religión y su reputación – mientras que el otro opta por el pragmatismo sólo cuando las circunstancias y los acontecimientos le obligan a cambiar su modo de operar para preservar lo que este considera importante. Para el primero de estos líderes, el pragmatismo es una forma de vida y este está dispuesto a cambiar sus costumbres y su religión por el bien de esta, pero por el segundo se ve limitado por principios supremos o por una ideología noble, que a la larga son más importantes que el pragmatismo y sus exigencias.

«La historia y posturas del partido Justicia y Desarrollo de Turquía y de su líder Recep Tayyip Erdogan, indican que estos pertenecen a la segunda categoría de líderes y no a la primera. Si hubiesen seguido el enfoque del primer grupo, el pragmatismo político hubiese obligado al presidente turco y a este partido a conformarse con condenar el golpe de estado egipcio es decir, el derrocamiento de Al-Sisi a Muhammad Morsi ocurrido en el año 2013 y con albergar a algunos opositores egipcios en suelo turco, sin intensificar el discurso hostil ante el régimen egipcio tal como lo ha hecho el régimen turco. Todo esto es porque el beneficio económico que Turquía puede obtener de un régimen como el egipcio es mucho mayor que el beneficio que puede derivar de complacer a un grupo de opositores egipcio que carece de peso o influencia… El mismo tipo de pragmatismo también hubiese obligado a Turquía a favorecer a Arabia Saudita, a los Emiratos Árabes Unidos y a los otros países que boicotean a Qatar en la reciente crisis del Golfo, porque hubieran obtenido el doble de beneficios de estos países que de Qatar…[15]

«Pero la nueva política de Turquía también tiene como objetivo formar fuertes lazos con aliados verdaderos, en los que este pueda confiar en su guerra realista contra el pragmatismo del capitalismo occidental, para aliviar así las presiones que este está sufriendo a nivel regional y global y defender sus fronteras contra las manipulaciones a nivel internacional… Eso es lo que llevó a Turquía a hacer serios esfuerzos para formar una coalición compuesta por países como Irán, Malasia, Qatar, Pakistán e Indonesia, ayudar a los azeríes en su reciente guerra contra Armenia;[16] desplegar fuerzas en Irak y en Siria, enviar fragatas para escoltar al buque de inspección Oruc Reis en el Mediterráneo oriental[17] y firmar acuerdos de seguridad y marítimos con el legítimo Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia.[18]

«El pragmatismo debería haber llevado a Turquía a aliviar las tensiones ante el príncipe heredero a la corona saudita Muhammad bin Salman, quien mostró apertura y amabilidad hacia Turquía después de la crisis sucedida por el asesinato de Jamal Khashoggi, pero de hecho el pragmatismo también debería haber llevado a Turquía a ponerse del lado de Israel sobre el tema de Jerusalén y con el régimen de Assad sobre el tema de la revolución siria…

«La pregunta aquí es, ¿qué haría que un partido como Justicia y Desarrollo y un presidente como Recep Erdogan recurriesen utilizar el pragmatismo en esta etapa? Si observamos de cerca, encontraremos que los tiempos electorales, la política doméstica y las encuestas de opinión pública… son los factores que motivan a cualquier régimen razonable a cambiar sus acciones o persistir en estas y que dictan su evaluación al éxito o fracaso de sus acciones y su impacto positivo o negativo sobre los votantes…

Cualquiera que examine de cerca la situación de Turquía comprende que los logros del Partido Justicia y Desarrollo en el ámbito nacional y extranjero, así como los proyectos que pretende continuar la nueva Turquía, obligan al partido y al presidente a sentarse y hacer algunas concesiones, ¡no sea que pierdan todo lo que han ganado! …

«¿Por qué ahora? Turquía hizo esfuerzos muy enérgicos en el ámbito de la política exterior luego de terminar su período de ‘Cero Problemas’,[19] especialmente durante la ‘Primavera Árabe’ y demostró a todos que podía derrotar o cambiar los cálculos en política global y regional y propinarle golpes dolorosos a las grandes superpotencias en el terreno y en el campo de batalla, no solo con medidas y declaraciones políticas. Esto ha sido especialmente cierto desde el fracaso del último intento de golpe militar contra el régimen turco, que fue apoyado, financieramente y en los medios de comunicación, por los Estados Unidos y varios países árabes y europeos.

«Turquía también obtuvo éxitos considerables contra el PKK y contra sus planes y sus partidarios en todo el mundo, al ingresar a Siria. También logró éxitos en el Mediterráneo contra Egipto y Grecia, los cuales están respaldados por Europa, después de respaldar al Gobierno de Acuerdo Nacional en Libia. Este se las arregló para asegurar sus fronteras con Irak, Siria e Irán de una manera razonable y mostró una medida de igualdad «verdadera» de poder frente a los rusos y estadounidenses en varias situaciones. Pero todos estos temas, en los que Turquía se vio obligada a intervenir simultáneamente – como parte de su limitado pragmatismo – impactaron claramente en su situación económica. Es por eso que ahora está tratando de aliviar las tensiones que se ejercen sobre ello, para poder continuar proveyendo respaldo económico a sus decisiones políticas, dado que ahora es capaz de promover la política de la ‘vara y la zanahoria’ a nivel regional y global.

«El votante turco en el que confían el presidente Erdogan y su partido no vota por ellos sólo por su afiliación ideológica. Algunos turcos que pertenecen a la corriente islamista o a la secular votan por Erdogan no por amor a él y su partido, sino porque la libertad que estos disfrutan bajo su gobierno es mucho mayor que la libertad que los turcos disfrutaban en la era kemalista. Algunos de los turcos que ideológicamente se oponen a Recep Tayyip Erdogan votan por él gracias al boom económico que este logró, que les benefició mucho más de lo que hubiese apostado por sus rivales…»

Hoy Egipto se encuentra aislado y ha sido aprovechado incluso por sus aliados más cercanos

Por lo tanto, el reciente acercamiento entre Egipto y Turquía es el resultado de considerables presiones ejercidas sobre ambos, que han obligado a cada uno de ellos a considerar sus mejores intereses. El acercamiento comenzó con la reconciliación libia[20] y se convirtió en una reconciliación abierta en el manejo del tema del mediterráneo. Egipto se encuentra aislado hoy y es aprovechado incluso por sus aliados más cercanos, tal como es evidente por lo que Israel y Grecia hicieron cuando firmaron un acuerdo que excluía a Egipto.[21] Arabia Saudita y los Emiratos trataron a Egipto de la misma manera en los últimos meses y esto también ha sido evidente en todas las crisis recientes, como la crisis de la represa Nahda, que constituye una amenaza verdadera para el régimen egipcio, porque el pueblo egipcio está a punto de estallar. Todo lo que necesita para que el pueblo egipcio comience a rebelarse, incluso así sólo fuera con palos y piedras, es agregar más crisis, por encima de las crisis económicas, políticas y soberanas que han estado experimentando desde el surgimiento de las estrellas del ‘nuevo’ golpe militar egipcio del 2013…

«El deseo de Turquía por reparar y fortalecer su economía, lo que le ayuda a reforzar sus decisiones militares y sus proyectos de desarrollo y por lo tanto tranquilizar al votante turco – lo obliga a adoptar un tono mucho más suave con los elementos externos en la arena regional y global y tratar de llegar a nuevos acuerdos regionales y globales, en los que tendrá privilegios, ventajas e influencia especial, ahora que le ha demostrado a sus amigos y enemigos por igual que es un enemigo poderoso para quienes le son hostiles y fiel aliado para quienes confían en este y sus asociados.

«Al mismo tiempo, la considerable diferencia entre las posturas de Turquía y Egipto, así como también el deseo del régimen egipcio de ‘vengarse’ de Turquía y el deseo de Turquía de ‘educar’ al régimen egipcio, significa que las relaciones entre ellos es permanentemente tensa y dependen del apoyo externo que recibe Egipto y por la situación económica en Turquía. Esto, a su vez, significa que lo que actualmente está sucediendo entre ellos es solo un acercamiento en base a intereses y no en una reconciliación verdadera. Esta es similar a la ‘reconciliación del Golfo’, donde ningún bando cree en al otro, especialmente después de esas olas de hostilidad que casi terminaron con una invasión militar de Qatar y un golpe militar contra Recep Tayyip Erdogan y su partido».


[1] En referencia a la brecha entre Turquía y Egipto, véanse los informes de la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8418 – Medios de comunicación de Egipto y sus aliados: Memorandos de entendimiento (MdE) entre Turquía y el Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia (GAN) reflejan las ambiciones hegemónicas y belicistas de Turquía – 17 de diciembre, 2019; serie Despacho Especial No. 6122 – Artículos en diario de Egipto: Turquía y Qatar financian el terrorismo y son responsables por el derramamiento de sangre en el mundo árabe – 3 de agosto, 2015; Serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1045 – Deterioro en las relaciones entre Turquía y Egipto debido a oposición del primer ministro turco Erdogan al derrocamiento del presidente egipcio Mursi – 19 de diciembre, 2013.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 13, 15 y 16 de abril, 2021.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de mayo, 2021.

[4] Arabi21.com, 24 de agosto, 2020; Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 28 de agosto, 2020.

[5] Rassd.com, 13 de septiembre, 2020; Al-Sharq Al-Awsat (Londres), raialyoum.com, 18 de septiembre, 2020.

[6] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 15 de octubre, 2020.

[7] Alarabiya.net, 19 de marzo, 2021; raialyoum.com, 10 de abril, 2021.

[8] Twitter.com/ samykamaleldeen, alarabiya.net, 18 de marzo, 2021; Al-Quds Al-Arabi (Londres), 21 de marzo, 2021; Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 22 de abril, 2021.

[9] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 3 de marzo, 2021; raialyoum.com, 3 y 4 de marzo, 2021; Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 7, 22 y 30 de marzo, 2021.

[10] Al-Arabi Al-Jadid (Londres), 10 de marzo, 2021; gate.ahram.org.eg, arabi21.com, 13 de marzo, 2021; raialyoum.com, 10 de abril, 2021; alarabiya.net, 14, 16 de abril, 2021.

[11] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 14 de marzo, 2021.

[12] Alarabiya.net, 25 de noviembre, 2020; 3 de diciembre, 2020, 25 de enero, 2021.

[13] Alarabiya.net, 11 de marzo, 2021, ’14, 21 de abril, 2021; raialyoum.com, 10 de abril, 2021.

[14] Turkpress.co, 27 de marzo, 2021.

[15] En referencia a la participación de Turquía en la crisis del Golfo, véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1549 – La reconciliación del Golfo: ¿Victoria rotunda de Qatar, o tregua temporal en el Golfo?, 19 de enero, 2021.

[16] En referencia a la participación de Turquía en el conflicto Nagorno Karabaj, véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8951 – Informes en Siria: Turquía envía a combatientes rebeldes sirios a Azerbaiyán para participar en la lucha contra Armenia – 10 de octubre, 2020.

[17] En el verano del año 2020 Turquía envió este barco, escoltado por fragatas de la armada turca, a una parte del mar Mediterráneo disputada entre Turquía y Grecia. Al-Quds Al-Arabi (Londres), 13 de agosto, 2020.

[18] En referencia a estos acuerdos y a las políticas de Turquía en Libia, véanse los informes de la serie de MEMRI: Despacho Especial No. 8418 – Medios de comunicación de Egipto y sus aliados: Memorandos de entendimiento (MDE) entre Turquía y el Gobierno de Acuerdo Nacional de Libia (GAN) reflejan ambiciones hegemónicas y belicistas de Turquía – 17 de diciembre, 2019; Informe Diario de MEMRI No. 224 – ‘Reconocido’ pero no legítima: Una alianza de la Hermandad Musulmana de Turquía y de Qatar logró obtener reconocimiento internacional para un gobierno islamista libio usurpador, 24 de julio, 2020.

[19] «Cero problemas con los vecinos» fue el nombre que se le dio a la política exterior de Turquía en las etapas iniciales del gobierno del partido Justicia y Desarrollo.

[20] Esto se refiere al acuerdo de alto al fuego firmado en octubre, 2020 por las partes en la guerra civil libia.

[21] La referencia es a un memorando de entendimiento firmado por Grecia, Chipre e Israel en marzo, 2021 a fin de instalar un cable submarino que conecte sus redes eléctricas.