En un artículo publicado el día 25 de junio del presente año 2022 en Elaph.com, el analista político y comentarista de los Emiratos Árabes Unidos Salem Al-Ketbi se pregunta qué opciones están disponibles para que los países de la región aborden la amenaza iraní, dado que las actuales negociaciones nucleares entre Irán y Occidente en Viena están «casi clínicamente muertas» y también dado que, en los últimos años, Irán ha estado muy cerca de fabricar una bomba nuclear y ha ampliado su arsenal de armamento y drones.

Tras señalar que la realidad ha demostrado la ineficacia de las presiones económicas, políticas o diplomáticas sobre el tema de Irán, Al-Ketbi afirma que es poco probable que los países europeos, interesados ??en cooperar con Irán, permitan tales presiones y lo mismo ocurre con Rusia y China, los cuales son aliados de Irán. Este agrega que los Estados Unidos tampoco se apresurará a ejercer presión contra Irán, ya sea debido a que se acercan las elecciones legislativas del periodo intermedio o por temor a que tal medida fomente el establecimiento de una alianza Irán-Rusia-China. La opción militar es una forma efectiva de eliminar al régimen iraní, dice este, pero las posibilidades de que Estados Unidos opte por esta opción son muy escasas. Este por consiguiente concluye que la única opción que les queda a los países de la región es «establecer una red de alianzas defensivas» para disuadir a Irán y defender a cualquier país que este amenace. Este agrega que los estados del Golfo no tienen más remedio que fortalecer sus lazos con Israel y Turquía.

Cabe señalar que el artículo fue publicado dentro del contexto de informes de que, durante su próxima visita a Arabia Saudita a mediados del mes de julio, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, discutirá con los líderes árabes la opción de formar una alianza militar regional en contra de Irán.

Salam Al-Katbi. Fuente: Middle-east-online.com.

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Al-Ketbi.[1]

“La discusión sobre el expediente nuclear de Irán ha vuelto al punto de partida del acuerdo nuclear PAIC pre-2015, con diferencias considerables, todas las cuales sirven a los intereses de Irán. La primera de estas diferencias es el aprovechamiento por parte de Irán del acuerdo nuclear que este firmó con el grupo 5+1, que le sirvió de cobertura y proveyó legitimidad internacional a su actividad nuclear en los años desde que se firmo el acuerdo, hasta el punto en que este se acerca al nivel de enriquecimiento de uranio necesario para la obtención de una bomba nuclear. Esto se suma al desarrollo que realiza Irán a su proyecto de misiles balísticos que pueden atacar a países cercanos en el Medio Oriente e incluso llegar a Europa central y oriental. Otra de estas diferencias es la expansión de la influencia de Irán, incluyendo la construcción y establecimiento de una red de agentes regionales que tienen el poder de sembrar el caos en varias áreas del Medio Oriente, al punto en que esta influencia se ha convertido en carta importante para Irán en sus negociaciones con las potencias regionales e internacionales. Una tercera diferencia es que hoy Irán posee un arsenal de armas convencionales, incluyendo drones, que juegan un papel central en su capacidad para amenazar la seguridad de los países de la región, así como también los intereses estratégicos de los Estados Unidos.

«Ante las renovadas tensiones entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y los signos de fracaso que se ciernen sobre las actuales conversaciones nucleares celebradas en Viena, que parecen estar en un estado de muerte clínica – surge esta pregunta tan preocupante: ¿Qué opciones tienen los países de la región si fracasa el escenario estadounidense para controlar la amenaza nuclear y misilística iraní?

“Lo cierto es que los países de la región ya se han preparado para el escenario de una reactivación del acuerdo nuclear, mediante el intento de tenderle puentes a Irán y abrir canales de comunicación con este. Pero el panorama puede cambiar un poco ahora, ante los indicios de fracaso en los esfuerzos por renovar el acuerdo, particularmente porque la crisis de Ucrania ha creado nuevas variables estratégicas que empujan a Irán hacia la inflexibilidad a nivel regional e internacional.

«La realidad nos enseña que la presión económica, política y diplomática sobre Irán no da el resultado deseado, ya sea porque Europa no apoyará tal escenario debido a su sed de energía y su deseo de reducir la dependencia proveniente del gas natural ruso, o porque toda campaña de presión de los Estados Unidos contra Irán no solo enfrentará un desafío iraní, sino que también enfrentará la oposición que realizan China y Rusia. Incluso la propia administración estadounidense no puede arriesgarse a tomar ningún movimiento no calculado contra Irán, ante las próximas elecciones legislativas de mitad de período.

“Desde mi punto de vista, la administración Biden no perderá fácilmente la esperanza de renovar el acuerdo nuclear, o incluso de llegar a un nuevo acuerdo con Irán. Esto no es solo porque la mayoría de los círculos en Occidente dudan de que sea posible disuadir la amenaza nuclear iraní sin lograr un acuerdo, pero también porque Estados Unidos de ninguna manera desea que las cosas avancen hacia el establecimiento de una alianza entre China, Rusia e Irán. Ante la conexión entre los temas y la influencia recíproca entre estos, el resultado de los acontecimientos en Ucrania tendrá ciertas ramificaciones sobre otros temas estratégicos, encabezados por el tema iraní. Esto es en el sentido de que tanto una victoria rusa como una derrota rusa y cualquier forma de retirada impulsarán los esfuerzos por parte de los Estados Unidos para reforzar el dominio sobre Irán y detener los avances de China. Lo contrario también es cierto – una victoria rusa hará que Irán sea un problema peor para la política exterior estadounidense, porque será difícil hablar sobre la efectividad de las sanciones, ya sea por el apoyo mutuo entre China, Rusia e Irán, o debido a las lagunas en las sanciones sobre la venta de petróleo iraní que socavan su implementación y le proveen al régimen iraní ingresos que le permiten continuar apoyando a sus milicias fuera de sus fronteras junto a desarrollar su capacidad armamentística.

«Sin lugar a duda, cualquier alternativa para hacerle frente a la amenaza iraní sólo tendrá éxito si el régimen iraní siente que está en peligro de colapsar, mediante un golpe militar directo contra este o un golpe que contribuya a debilitar su estatus y esto conlleve a que sea derrocado por el pueblo. Dado que las posibilidades de que Estados Unidos propine tal golpe, o incluso amenace con hacerlo, son escasas, solo queda la opción diplomática, aunque las posibilidades de su éxito son también muy escasas porque este no posee dientes ni ningún otro medio de presión que pueda aumentar la probabilidad de que este sea aceptado.

«Volviendo a la pregunta fundamental sobre qué opciones tienen los países de la región, se puede decir que las tendencias del régimen iraní no permiten que un observador objetivo elabore una evaluación razonable a la probabilidad de llegar a soluciones y arreglos para aliviar la tensiones en la región. Esto se debe a que Irán es un actor muy importante en la región y también porque tiene un fuerte deseo de hegemonía allí y tener a todos los regímenes de la región bajo su control actuando de acuerdo a sus caprichos…

“En consecuencia, establecer una red de alianzas defensivas entre los países de la región, para compensar el desvanecimiento del interés de Estados Unidos en la seguridad y estabilidad de la región, sería la opción más razonable y realista para enfrentar cualquier amenaza a estos países. De esta manera, habrá una capacidad colectiva para disuadir la amenaza y brindarle protección suficiente a cualquiera de los países en caso de ocurrir algún peligro.

“Además, es seguro que se debe considerar la nueva realidad estratégica en la región y en el mundo y que las estrategias deben diseñarse en consecuencia. Por lo tanto, los lazos recíprocos más estrechos de los estados del Golfo con Israel y Turquía y con otros países en la región, encarnarán un enfoque esencial e ineludible. Asimismo, conviene mantener el difícil equilibrio en nuestras relaciones con los Estados Unidos y sus aliados por un lado y con Rusia y China por el otro, porque cualquier alternativa a esto le sirve solo a Irán y limita la capacidad de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en impactar los eventos a su alrededor».


[1] Elaph.com, 25 de junio, 2022.