Por: Alberto M. Fernández*
Los conceptos de exilio y refugio son antiguos que existen a través de muchas civilizaciones y culturas. El Imperio Otomano y otros estados musulmanes proveyeron refugio a los recién apátridas judíos sefaraditas expulsados de la Península Ibérica por los Reyes Católicos. Los otomanos incluso acogieron a los cristianos luteranos de la persecución por los Habsburgo. Los Estados Unidos, desde su inicio, han servido como refugio para todo tipo de refugiados políticos y religiosos que huyen de la persecución en otros lugares. El comunista revolucionario Karl Marx encontró refugio en el Londres victoriano después de tener que huir de Europa continental. Este encontró refugio en el propio imperio y sistema político-económico que este deseó ver derrocado.
Desde hace décadas, los países occidentales han servido como lugares de refugio para muchos musulmanes que huyen de la represión de sus compañeros musulmanes en sus propios países. La mayoría de los musulmanes nacidos en el extranjero están, sin lugar a duda, profundamente agradecidos por este santuario. Algunos pueden haber nacido o crecido en Occidente en familias inmigrantes de primera generación, pero en algún momento adquieren un profundo odio o repulsión por el país que los ha acogido misericordiosamente, tal como se ve, por ejemplo, con los hermanos Tsarnaev que llevaron a cabo el atentado del Maratón de Boston en el 2013.
La radicalización de la segunda generación de inmigrantes musulmanes, primero en Europa y ahora en los Estados Unidos, es ahora un fenómeno distinto y continuo.[1] El salafismo-yihadismo, por supuesto, ya provee una construcción y justificación ideológicamente lista – la de Al-Wala wal-Bara (lealtad y negación), para los musulmanes radicalizados que viven bajo un gobierno no islámico a seguir.[2]
Este importante y pernicioso principio provee una lección objetiva muy detallada en alienación y un plan de traición potencial. Un portal en inglés creado por «estudiantes» del influyente predicador islamista árabe-estadounidense Ahmed Musa Jibril explica que Al-Wala (le lealtad) es sólo para Alá y los creyentes, mientras que la negación (al-Bara) significa odio hacia los infieles, no imitarlos de ninguna manera, no vivir en las tierras de los infieles, no ayudarlos, o ser compasivo con ellos.[3] El material parece ser tomado literalmente del prominente clérigo saudí Salih Al-Fawzan, en una traducción en inglés disponible en la red por la comunidad salafista en Calgary, Canadá hace años.[4]
Pero mientras los hijos alienados de las familias de inmigrantes son una preocupación real, quizá más problemático y sin duda más notorio son los adultos extranjeros partidarios abiertos del salafismo-yihadismo que utilizan a Occidente como una plataforma para envenenar las mentes de los jóvenes musulmanes, les hacen rabiar contra los propios países que los albergan y les hacen expresar su lealtad a los grupos terroristas que están abiertamente comprometidos a la destrucción de estas sociedades occidentales en los que viven. Estos no son chicos, adolescentes con identidad desafiante o conversos locales, sino extremistas totalmente formados enriqueciéndose como parásitos sobre las tierras «infieles» que estos desprecian mientras rebuznan por la destrucción de sus anfitriones. Aunque los extremistas nacidos en el país tales como Anjem Choudary son muy similares en su discurso, no me estoy centrando en personas como él en este escrito, sino en un subgrupo muy específico de la yihadosfera.[5]
Gran parte de este discurso extremista está anidado en el lugar del púlpito. Los clérigos extremistas huyen de la región y continuar donde lo dejaron, predicando veneno en las mezquitas a los que emigraron y a sus hijos. Otros son reclutados. En la región de Cataluña España, al menos un tercio de todas las mezquitas están controlados por los salafistas y su número ha aumentado de 21 en el 2001 a 79 en el 2016. El apoyo de las instituciones salafistas en Arabia Saudita y Kuwait es tangible. La policía catalana teme que el mayor resultado de esta tendencia aún no es el terrorismo, sino el aislamiento social autoimpuesto.[6] Ejemplos de clérigos islamistas en Occidente que atacan a judíos y cristianos y predican un discurso abierto de supremacía islamista violenta son numerosos,[7] aunque algunos optan por una forma más moderada en el hablar.[8]
Sin embargo, otros clérigos musulmanes nacidos en el extranjero, tanto en Europa como en los Estados Unidos, han llamado a la tolerancia, e incluso han tratado de expandir de forma creativa sus discursos liberales y humanistas dentro del Islam. En Virginia, el académico Dr. Ahmed Subhi Mansour realiza matrimonios de mujeres musulmanas con hombres no musulmanes, promoviendo un panorama religiosamente prohibido rechazado por muchos juristas musulmanes a nivel mundial – es decir, que las mujeres musulmanas tienen los mismos derechos que los hombres musulmanes de casarse fuera de su fe[9] En Francia, el imam Amine Najdi ha señalado que los musulmanes son ciudadanos franceses en todo sentidos de la palabra «que acatan y respetan las leyes de este país».[10] Incluso algunos salafistas han sido bastante abiertos en su crítica hacia sus rivales salafistas-yihadistas.[11]
El discurso religioso extremista puede ser preocupación, pero la libertad religiosa ha sido y siempre debería ser la piedra angular de las democracias occidentales. Ciertamente, los estados democráticos tienen todo el derecho de proveer supervisión a los clérigos extranjeros, ejercer su debida diligencia y tomar medidas en su contra, pero las protecciones a la libertad de expresión y al ejercicio libre de la religión son muy valiosas y necesitan ser protegidas. Como cristiano, me gustaría eso para los musulmanes al igual que lucharía por esto para mis propios correligionarios.[12] Pero también creo que los gobiernos occidentales pudieran hacer más para garantizar que los clérigos extranjeros a quienes se les permiten ser líderes de grupos domésticos no sean extremistas.[13]
Sin embargo, mientras gran parte del discurso islamista puede y debe ser protegido en las democracias occidentales, seguramente algún discurso puede escaparse más allá de los límites. ¿Qué hay de extremistas extranjeros en Occidente quienes abiertamente juran lealtad a las organizaciones terroristas – organizaciones que en repetidas ocasiones claman por ataques contra Occidente?
Un primer ejemplo de esta sórdida realidad es el islamista egipcio Hani Al-Sibai, quien llegó al Reino Unido en 1994 y clamó su condición de refugiado. A pesar de un alto perfil en los medios de comunicación pan-árabes, varios comentarios indignantes[14] y varias medidas legales adoptadas contra este, todavía está en Londres. Al-Sibai, quien varias veces tuvo encontronazos con MEMRI por haberlo llamado extremista, vive en una lujosa casa en West London subsidiado por el Gobierno de Su Majestad.[15]
Al-Sibai fue acusado en el 2016 por jugar un papel clave en la radicalización en el 2012 de dos musulmanes británicos de origen sudanés quienes se unieron al Estado Islámico.[16] También influyó sobre el verdugo del EIIS Muhammad Emwazi (alias el yihadista John) y el atacante que mató a turistas británicos que vacacionaban en Túnez.[17] No se sabe a cien si acierta si Al-Sibai tiene sentido del humor (este una vez señaló que los ingleses insultaron a los turcos nombrando a un animal que estos comen pavo),[18] pero si lo hace, tiene mucho por el qué reírse en hacer tal daño mientras es financiado por el contribuyente infiel.
Hani Al-Sibai es una figura muy conocida en la yihadosfera, pero muchos de los otros parásitos extremistas, tales como Malik Fndy en Alemania, parecen tener un círculo de influencia mucho más reducido. Fndy, un estudiante graduado en la Universidad Técnica de Darmstadt, fue detenido brevemente luego de que varios videos que este realizo y publicó en Facebook salieron a la luz en febrero, 2016. En ellos, prometió su lealtad al EIIS y justificó el que el piloto jordano Muath Al-Kasasbeh fuese quemado vivo y la lapidación de mujeres acusadas de adulterio. Después de ver el video de la quema del piloto, respondió, «Me lleno de gran orgullo por mi apoyo a este Estado, que enarbola la estandarte de mi religión, así los infieles y apóstatas les guste o no, y defiende mi honor y sangre de mi pueblo de los cerdos agresores».[19]
Yo aparecí el año pasado en uno de los más conocidos y notorios programas de opinión de Al-Jazeera para debatir, en árabe, a la conocida «investigadora» que vive en Suecia Nuri Al-Muradi, otra abierta partidaria del EIIS en Europa.[20] A pesar de que una persona no nativa de habla árabe es una desventaja obvia en contra de alguien que habla en su propio idioma, sentí que era importante tratar de desafiar a Al-Muradi, en especial la contradicción básica de un seguidor declarado del EIIS que vive y le paga impuestos al reino infiel de Suecia. Tal como suele suceder con estos tipos, este se negó a confrontar la contradicción básica de su postura.
Al-Jazeera si le otorgó un podio para reclamar descaradamente que el sangriento dictador sirio Bashar Al-Assad fue una creación occidental sionista masónica. Yo respondí que Assad y sus crímenes eran 100% producto de las patologías políticas del mundo árabe.
El tema no es un mero asunto de lealtad dividida. Es importante subrayar que la propia ideología del EIIS no permite áreas grises cuando se trata de lealtad y enemistad hacia los demás (incluyendo a los musulmanes que no apoyan al EIIS). Para el Estado Islámico, un partidario no sólo está obligado a rechazar a los no musulmanes o las prácticas no islámicas; este debe ser activamente hostil hacia ellos. El fracaso en oponerse a la incredulidad sería entonces en sí similar a la incredulidad.[21]
Entonces, ¿qué debe hacerse con estos radicalizadores vagabundos que tratan de utilizar las libertades de las democracias liberales para minarlos y envenenar las mentes de los jóvenes musulmanes en Occidente? Uno de los comúnmente temores expresados sobre las democracias que enfrentan una amenaza terrorista es el de combatir el fuego con fuego, de gobiernos que supuestamente reaccionan demasiado y utilizan métodos extremos para luchar contra el extremismo. Eso ha sido parte del debate público sobre temas tales como el método de tortura (waterboarding) o el de los aviones no tripulados.
En el caso de estos amplificadores públicos yihadistas, el reto es a menudo visto como el de salvaguardar la libertad de expresión y la libre expresión en los estados democráticos que permiten un discurso de odio impopular y minoritario. Que sin duda tiene que ser de preocupación, a pesar que los límites en libertad de expresión en los estados democráticos europeos ya se encuentran más limitados de que lo que están en los Estados Unidos.
Los gobiernos occidentales también parecen estar incómodos, o a la deriva, por la amenaza ideológica (o político-religiosa) representada por los grupos salafistas-yihadistas tales como el EIIS y Al-Qaeda. Al olvidar su propio pasado, gran parte de Occidente se ve a sí mismo como un ente cómodamente post-moderno, lógico y razonable y más allá de las pasiones suscitadas por las ideologías políticas o religiosas. Y sin embargo, fue hace sólo unos 40 años que las facciones armadas marxista-leninistas radicalizaron a los jóvenes en las instalaciones universitarias y llevaron a cabo actos abiertos de terrorismo en Europa Occidental y los Estados Unidos.[22]
Obviamente, este tipo de voces extremistas necesitan ser vigorosamente desafiados en la esfera pública, pero eso no es suficiente. Europa se enfrenta a un problema particular en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha sido utilizado en repetidamente por los abogados de los partidarios de los terroristas declarados a fin de evadir la deportación. El mullah yihadista kurdo iraquí Krekar ha disfrutado ahora un cuarto de siglo de hospitalidad europea, mientras que constantemente trama acciones terroristas y amenaza a funcionarios en Noruega.[23] Una de las organizaciones que este ayudó a establecer fue precursora del Estado Islámico.[24] El largo camino legal y político de Krekar ha tenido muchos giros y vueltas, pero parece ser que puede estar al borde de la extradición – a Italia, en lugar del Medio Oriente.[25]
Si el hablar sobre reformas de algunas de las instituciones de la Unión Europea conduce en realidad hacia algo tangible, es de esperarse que las lagunas que permiten a los partidarios abiertos de grupos terroristas abusar de las libertades europeas, serán eliminados.[26]
Tal paso es importante por dos razones básicas. Dos elementos en el discurso actual de los salafistas-yihadistas tales como el Estado Islámico son, que Occidente es básicamente débil y, que no cree en nada. Mostrar que el discurso totalitario no liberal, tiene consecuencias en el mundo real perfora la «narrativa de victoria» yihadista del EIIS con tanta seguridad como la derrota militar en la región. También fortalece NUESTRA propia narrativa de que el orden democrático liberal occidental es algo que vale la pena defender, que es a la vez acogedor y tolerante, pero también poderoso y seguro. Un Estado democrático incapaz de defenderse a sí mismo y defender lo que cree ser más digno de lástima que lo temido por los extremistas – si conocieran piedad en lugar de crueldad.
El reto para gran parte de Occidente hoy es ser fieles y honestos a nuestros ideales, para redescubrir y unir lo mejor de nuestra historia y tradiciones, mientras al mismo tiempo demostramos generosamente solidaridad y compasión por los demás, para los refugiados y los desposeídos, alrededor del mundo. El Papa Benedicto XVI advirtió contra «un auto odio peculiar occidental que no es nada menos que patológico».[27] Deberíamos indicar también de que somos serios sobre el protegernos a nosotros mismos y lo que decimos creer. Partidarios abiertos del yihadismo que se amparan en Occidente e intentan subvertirnos deberían saber que existen consecuencias reales a sus acciones. El hacer menos es no mostrar tolerancia o comprensión, sino mostrar una debilidad suicida.
*Alberto M. Fernández es Vicepresidente de MEMRI.
[1] Asuntos Exteriores, «Los musulmanes iracundos de Europa», julio/agosto, 2005.
[2] Tonyblairfaithfoundation.org, «Lealtad y Negación: Al-Wala Wal-Bara», 7 de noviembre, 2014.
[3] Ahmadjibril.com, «Al-Walaa’ wal-Bara«, sin fecha.
[4] Ahlehadith.files.wordpress.com/2010/05/alwalaalbarafawzaan.pdf.
[5] Telegraph.co.uk 22 de junio, 2016.
[6] Ccaa.elpais.com 18 de junio, 2016.
[7] MEMRI TV Clip #4396 – Sermón de los viernes en mezquita italiana: Asesinen a los judíos hasta el último de ellos, 29 de julio, 2014.
[8] MEMRI TV Clip #5164 – Francés en sermón de los viernes el día de los ataques en París: Nuestros hijos pueden convertirse en gobernantes de Francia por medios legales, 13 de noviembre, 2015.
[9] Youtube.com/watch?v=lL8nTcFA49g.
[10] MEMRI TV Clip #5185, Sermón de los viernes en Tomblaine, Francia – Imam Nejdi condena atentados en París: Somos ciudadanos franceses en el pleno sentido de la palabra, 20 de noviembre, 2015.
[11] Salafimanhaj.com.
[12] Russellmoore.com 8 de junio, 2016.
[13] Dayan.org, «Tel Aviv denota: Educar a Imams en Europa», sin fecha.
[14] MEMRI TV Clip #2914 – Presentador de Al-Jazeera TV confronta al islamista Hani Al-Sibai en Londres por glorificación de Osama bin Laden, 2 de mayo, 2011.
[15] Counterextremismproject.com, «¿Apoyan los contribuyentes británicos a un clérigo radical?» 2 de septiembre, 2015.
[16] Buzzfeed.com 23 de mayo, 2016.
[17] Telegraph.co.uk, 25 de abril, 2015.
[18] MEMRI Tv Clip #1513 – Liberal egipcio Al-Sayid Qimni y el islamista Hani Al-Sibai de Londres debaten secularismo y fundamentalismo en el mundo árabe, 10 de julio, 2007.
[19] MEMRI Despacho Especial No. 6467, El académico y partidario del EIIS en Alemania Malik Fndy fue arrestado tras publicación de clip de MEMRI TV y resume sus actividades pro-EIIS en Facebook 10 de junio, 2016.
[20] MEMRI Tv Clip #5151 – Vicepresidente de MEMRI Alberto Fernández: Necesitamos una alternativa para lidiar con el EIIS y el régimen de Al-Assad, 13 de octubre, 2015.
[21] Carnegieendowment.org, «El Sectarismo del Estado Islámico: Raíces Ideológicas y Contexto Político», 13 de junio, 2016.
[22] Reason.com 15 de enero, 2016.
[23] Weeklystandard.com 11 de enero, 2016.
[24] The Daily Caller 17 de noviembre, 2015.
[25] Newsinenglish.no 9 de junio, 2016.
[26] Independent.co.uk 30 de mayo, 2015.
[27] Firstthings.com, «Europa y sus Descontentos», Papa Benedicto XVI, enero, 2006.