Introducción
Estos últimos meses han visto una reorganización de la oposición siria – tanto en sus órganos políticos como sus fuerzas militares. Dos nuevos cuerpos se han formado: La Coalición Nacional del Partido Revolucionario sirio y las Fuerzas de Oposición (de ahora en adelante: la Coalición Nacional), y el Consejo Supremo de Justicia Militar, que está oficialmente operando en nombre del Consejo Nacional.
Esta reorganización fue llevada a cabo con la participación activa de los países árabes, musulmanes y occidentales – principalmente Qatar, Arabia Saudita, Jordania, Turquía, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña – y fue percibido como un paso necesario hacia el logro de una solución política acordada a la crisis siria que no implique una intervención militar extranjera. Aprendiendo lecciones del caso Libia, donde la intervención militar extranjera resultó en una anarquía y en un continuo conflicto interno, y tras intensas críticas dirigidas a los citados órganos principales de la oposición siria – es decir, el Consejo Nacional Sirio (CNS) y el Ejército de Liberación Sirio (ELS) – por elementos dentro y fuera de Siria, estos países occidentales y musulmanes actuaron para establecer un liderazgo bien organizado y unido para la oposición político-militar siria. Todo esto en un esfuerzo por sentar las bases a una segura y estable Siria post-Assad, libre de luchas internas y de insurgencias jihadistas.
Las principales razones para la sustitución del Consejo de Seguridad Nacional fueron de que no había logrado unir a todas las fuerzas de la oposición en Siria y en el extranjero y representar a todas las fuerzas que luchan en el terreno, de que estaba dominado por la Hermandad Musulmana siria (HM), y que no había cooperado con los esfuerzos del enviado especial internacional Lakhdar Brahimi a fin de alcanzar una solución política en Siria. La Coalición Nacional, entonces, tiene el deber de unir a la oposición, distanciar a la Hermandad Musulmana de las posiciones de poder, y facilitar la misión de Brahimi. También se ha encargado de la formación de un gobierno interino.
Sin embargo, dos meses después del establecimiento de la Coalición Nacional, es difícil identificar cualquier cambio significativo en la composición política o puntos de vista de la oposición. La Coalición Nacional incluye un espectro más amplio de las fuerzas de oposición que las del Consejo de Seguridad Nacional, pero al igual que el CSN este no incorpora a todos los elementos de la oposición. Por otra parte, el propio CSN tiene una amplia representación en el mismo – alrededor de un tercio de los escaños – y la Hermandad Musulmana ha logrado obtener una mayoría efectiva en el mismo. Además, al igual que el CSN, este establece condiciones que impiden la misión de Brahimi (aunque hay que mencionar que el propio Brahimi se ha acercado a los puntos de vista de la oposición en los últimos días). Tampoco la Coalición Nacional ha logrado formar un gobierno interino. Su mayor logro hasta el momento radica en ganar el reconocimiento de numerosos países y organismos como representante del pueblo sirio, o como su único representante. Incluso ha enviado representantes a algunos de estos países.
En el plano militar, los principales problemas que enfrenta la oposición siria hasta este punto son la falta de coordinación entre las fuerzas en el campo, la falta de comunicación entre el alto mando de la FSA en Turquía y las fuerzas de organización en Siria, y la infiltración de elementos jihadistas en las filas de la oposición. Estos factores comprometieron los esfuerzos militares y fueron también una fuente de resistencia occidental para financiar y armar a los rebeldes sirios. El Consejo Supremo Militar tiene por objeto resolver estos problemas mediante la unión de las fuerzas de combate en un cuerpo altamente organizado y coordinado, lo que impide la anarquía hoy y después del derrocamiento de Assad, mientras que al mismo tiempo se distancia de elementos jihadistas y evitando que se apoderen de los centros de poder en el país.
Hasta ahora, algunos de estos objetivos han sido logrados. El Consejo Supremo Militar, elegido por varios centenares de comandantes y oficiales, en efecto, comprende personalidades locales, mientras que los comandantes de la FSA estacionados en Turquía han sido excluidos de este. La principal organización jihad activa en Siria – Jabhat Al-Nusra (JN) – también ha sido excluida. Sin embargo, cuando los Estados Unidos designaron al JN como organización terrorista hace unas semanas, la oposición siria se unió en su defensa, lo que provocó temor en Occidente y ha incrementado su renuencia a armar a la oposición.
El presente informe analiza los esfuerzos para unir a la oposición siria, y evaluar su éxito.
Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/6931.htm
*L. Barkan es compañero de investigación en MEMRI.