El 26 de abril, 2021 un tribunal de la ciudad de Moscú inició una audiencia preliminar sobre si las organizaciones del líder opositor encarcelado Alexei Navalny pueden considerarse extremistas. Si la decisión del tribunal es afirmativa, las organizaciones de Navalny serían prohibidas con la misma eficacia que las del EIIS o Al-Qaeda. A la espera de la decisión del tribunal, los fiscales de Moscú ya suspendieron las operaciones de las organizaciones, bloquearon sus cuentas bancarias, impidieron que publicaran en la red, organizaran acciones de protesta o participaran en elecciones. Los agentes de Navalny suspendieron las operaciones por temor a recibir penas de cárcel si las organizaciones fuesen reconocidas como extremistas.[1] El observador político del diario Kommersant Dmitry Drive intenta razonar con el Kremlin y persuadirlo de que con tales acciones ellos lo que están haciendo es empeorar la situación. Con tales acciones, están obligando a la oposición a pasar a la clandestinidad y quitarle una válvula de escape al descontento popular acumulado por la población. El comentario de Drize puede leerse a continuación:[2]

Dmitry Drize (fuente: Kommersant.ru)
Dmitry Drize (fuente: Kommersant.ru)

«Los diferentes materiales del caso han sido clasificados como secretos de estado. Sólo se sabe que la fiscalía exige que tres de las organizaciones de Navalny sean reconocidas como extremistas. La redacción es la siguiente: ‘Estas estructuras, bajo el disfraz de ideas liberales, de hecho intentan cambiar el fundamento del orden constitucional mediante el uso de un manual de ‘revolución de color’. Esta es la redacción general a ello. Nada se dijo sobre el cómo se manifiesta exactamente el «intento de cambiar el orden constitucional». Como todo el mundo sabe, el término ‘revolución de color’ no es un concepto jurídico per se y no está del todo claro qué es exactamente.

«En caso de un veredicto judicial afirmativo, la membrecía en estas organizaciones, así como también el contacto con estas, incluyendo los contactos financieros, corre el riesgo de una privación de libertad de seis a ocho años. Es decir, el donar dinero, la agitación y las actividades de apoyo realizadas por estas organizaciones se convertirán en delito. En términos generales, si uno vuelve a publicar un nuevo video sobre las investigaciones a Navalny, entonces este muy bien pudiera ir a parar a la cárcel.

«El caso de los testigos de Jehová sirve como un ejemplo concreto. La organización fue reconocida como extremista, sus actividades financieras fueron bloqueadas y sus partidarios son actualmente perseguidos. Aunque en Occidente los testigos de Jehová son una iglesia oficial. Probablemente, uno puede hallar una manera de eludir tales restricciones. Sin embargo, el riesgo de encarcelamiento es demasiado alto. Por una parte, no existe violación a la ley, pero por otra parte, esta yace en la interpretación que le otorga el espectador.

«En cuanto a las consecuencias políticas, no es ningún secreto que Alexei Navalny y sus seguidores son la única oposición organizada no-sistémica en el país. Además, es la única oposición legal no-sistémica.

“Reconocer a estas organizaciones como extremistas significa una virtual eliminación de la oposición con la perspectiva de pasar a la clandestinidad. En primer lugar, este no es un buen escenario para el estado.

“Para aquellos que comienzan, siempre es más fácil controlar a los políticos o figuras públicas cuando estos están en el ojo público. En segundo lugar y esto es lo principal, la oportunidad para que ciertos grupos de la población (especialmente los jóvenes) se desahoguen desaparece.

«Cuando la insatisfacción pública se acumula, pero no tiene salida alguna, puede llevar a consecuencias aún peores que incluso las manifestaciones e investigaciones de Alexei Navalny. Los ejemplos históricos en ese sentido son bastante abundantes.

«Y finalmente, en tercer lugar, es obvio que las autoridades están conscientes sobre la ambigüedad de esta decisión. El secreto del caso y el escueto comentario presentado por el Kremlin en el sentido de que es totalmente necesario para combatir contra el extremismo; es demasiado pronto para hablar sobre el sufrimiento de la población inocente, veamos qué deciden allí en los tribunales”, señalen tal conclusión. Sin embargo, el riesgo de ser encarcelado para nada aumenta y claramente genera un muy mal presentimiento”.


[1] Themoscowtimes.com, 29 de abril, 2021.

 [2] Kommersant.ru, 26 de abril, 2021.