El Ministro de Cultura egipcio Helmy Al-Namnam, respondió a los violentos sucesos ocurridos en Charlottesville, Virginia, el sábado 12 de agosto, 2017 durante los cuales James Fields, de 20 años de edad, dijo idolatrar a Hitler y poseer «puntos de vista supremacistas de la raza blanca»,[1] embistió su auto contra los manifestantes. Al-Namnam dedujo una conexión entre la ideología nazi y la ideología del Islam extremista, escribiendo que toda la aldea global en la que vivimos hoy sufre del terrorismo y de las ideas racistas, sean estas las de los yihadistas que acusan a otros de herejía, o aquellos partidarios del nazismo – y, por lo tanto, deberían adoptarse posturas internacionales unificadas para contrarrestar dichas ideas.
Lo siguiente son extractos de su columna:[2]
Ministro de Cultura egipcio Helmy Al-Namnam (Imagen: Al-Yawm Al-Sabi ‘, Egipto, 3 de octubre de 2015).
«El sábado [12 de agosto, 2017] se produjeron varios eventos violentos de carácter racista en Virginia, Estados Unidos, durante los cuales hubo muertos y heridos e incluso un estado de emergencia fue declarado dentro del condado. Durante los últimos años, han tenido lugar eventos similares que tuvieron como blanco a los afroamericanos, mientras que en esta ocasión se exclamaron repetidamente frases en contra de musulmanes y judíos. También hubo un arrollamiento llevado a cabo por un joven que luego de una investigación se reveló era admirador del líder nazi Adolf Hitler. Este joven, producto de la sociedad norteamericana, no sufría de dificultades económicas ni de ningún problema relacionado a educación o cultura y es probable que todos los caminos estuviesen abiertos a él, pero estuvo expuesto a una personalidad y a ideas obsoletas – las ideas del nazismo y racismo, que muchos en el mundo creían habían desaparecido para siempre y que fueron persuadidas por ellos.
«Los principios e ideas del nazismo y del racismo étnico, o la supremacía de la raza blanca sobre otras razas, son similares a las ideas del takfir [acusar a otros de herejía] y del hakimiyya [la soberanía de Alá] en nuestras sociedades, que en nuestra generación fueron consolidadas por Sayyid Qutb.[3] Las abominables ideas [de esta naturaleza son ocultadas] en el interior de los libros hasta que, en cierto momento de la historia, algunas personas que están en profunda angustia, emocional o intelectual, emergen y estudian diligentemente estos textos], los exponen y se los presentan a la sociedad – o (para ser más precisos) a ciertos sectores tales – como la cura para todo lo que les aflige y el resultado es fuego y sangre.
«Dado que vivimos en un mundo que en la práctica se ha convertido en algo minúsculo, ya no es posible que espíritus malignos permanezcan aprisionados en un país determinado o en una zona geográfica. Ya no existe separación entre este y oeste o norte y sur. El movimiento de la Hermandad Musulmana y las ideas y terroristas que esta organización generó, como el EIIS y otros, vagan por el mundo y perpetran ataques terroristas en París, Londres, Luxemburgo y en muchos más lugares, exactamente igual como lo hacen en Siria, Irak, Libia y Rafah en el Sinaí. La diferencia [entre las diferentes partes del mundo] es sólo en el número de ataques terroristas. Las ideas de Hitler también se mueven de un lugar a otro. Cualquiera que siga su libro, Mein Kampf, descubre que este es publicado en muchos países y en muchos idiomas… y vemos los resultados en actos violentos y en manifestaciones racistas.
«Si las ideas de Hitler contienen lo que denominamos un racismo directo, entonces las ideas encarnadas en el takfir son otro tipo de racismo del tipo más repulsivo, que le permite a estos individuos comportarse como si tuviesen un monopolio sobre la verdad y el derecho a expropiar la fe de gente que a ellos les disgusta. El resultado de este takfir es el asesinato y destrucción de quien no está de acuerdo con ellos, ya sea un individuo o un grupo étnico y a veces incluso una sociedad o un país entero.
«La crisis se ha vuelto universal y toca a toda la humanidad, donde ninguna sociedad está protegida del viento del racismo que sopla sobre este y lo toma por el cuello. De esta manera, nos topamos con hombres y mujeres jóvenes y totalmente europeos que se unen al EIIS, la organización terrorista más viciosa que se conoce hasta el día de hoy, por lo que sería un error para los miembros de cualquier sociedad creer que la crisis sólo les afecta a ellos, o que el fracaso educativo, económico y cultural es solamente suyo, ya que cada sociedad tiene su crisis y sus preocupaciones. Algunas de estas crisis han alcanzado el nivel de racismo y de takfir y finalmente [han producido] la violencia y el terrorismo que se derivan [del racismo y del takfir].
«Es cierto que en todos los países, el problema tiene sus propias características y debe ser tratado de acuerdo a la situación y al estado de cada país y de cada sociedad, pero la naturaleza global y difusión de estas ideas y de las acciones violentas y del terrorismo en el mundo, nos obligan a adoptar una postura y a plantear un enfoque internacional para afrontarlas, junto a los enfoques locales y regionales. Si no lo hacemos, el mundo despertará un día y encontrará que la idea del takfir nos ha rodeado a todos y ese racismo nos está ahogando a todos».
[1] Fields, quien viajó a Virginia desde Ohio, adoptó ideales extremistas al menos desde la escuela secundaria, de acuerdo a su profesor de historia Derek Weimer. Weimer dijo que educó a Fields durante sus años 3ro y 4to en la Escuela Secundaria Randall K. Cooper en Kentucky. «Era obvio que poseía tal fascinación por el nazismo y una gran idolatría por Adolf Hitler», dijo el maestro. «Este tenía puntos de vista supremacistas de los blancos, realmente creía en tales cosas». Washingtonpost.com, 14 de agosto, 2017.
[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 16 de agosto, 2017.
[3] Sayyid Qutb (1906-1966), autor egipcio, educador, teórico islámico y poeta, fue figura destacada en la Hermandad Musulmana en Egipto cuyos escritos influyeron sobre el desarrollo del así denominado Islam radical.