Las actuales visitas por parte de las delegaciones de los Emiratos Árabes Unidos a Israel, en particular a Jerusalén y a la Mezquita Al-Aqsa, han provocado duras críticas de la Autoridad Palestina, que se opone a la normalización de relaciones de los Emiratos Árabes Unidos con Israel.[1] 

En su columna publicada el 18 de octubre, 2020 en el diario de la Autoridad Palestina Al-Hayat Al-Jadida, Muwaffaq Matar, miembro del Consejo Revolucionario de Fatah, atacó con vehemencia una visita realizada a Al-Aqsa por una delegación de los Emiratos Árabes Unidos el 15 de octubre, acusándolos de traicionar el espíritu de Islam y llamar a sus rezos falsa adoración pagana hacia los ídolos sionistas destinados a complacer al Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu y no a Alá. Matar también afirmó que Israel ha transformado la delegación en un «virus BEN Z3» – una referencia al Príncipe Heredero a la Corona de Abu Dabi Mohammed bin Zayed, quien promovió la normalización de relaciones de su país con Israel, en un intento por infectar al ummah árabe con este, pero agregó que la inmunidad del ummah lo rechazara. 

El 16 de octubre, el secretario de Fatah en Jerusalén Shadi Al-Matour emitió una declaración en la que criticaba la visita de la delegación a Al-Aqsa, calificándola de «una nueva invasión a Al-Aqsa nada diferente de las repetidas incursiones por parte de los soldados y colonos de la ocupación, que profanan la plazoleta Al-Aqsa bajo el patrocinio de los soldados de la ocupación». Este insistió en que «la soberanía sobre Jerusalén y los lugares sagrados es competencia única palestina y los hermanos árabes que deseen visitar Jerusalén y Al-Aqsa deberían coordinar sus visitas con el legítimo liderazgo del pueblo palestino [es decir, la Autoridad Palestina] y no entrar a Jerusalén utilizando las vías de la ocupación».[2] 

En una segunda declaración dos días después, antes de la visita de otra delegación de los Emiratos Árabes Unidos el 20 de octubre a Israel encabezada por sus ministros de economía y finanzas Al-Matour destacó lo siguiente: «Las cuestionables visitas de las delegaciones árabes y en especial las delegaciones de los Emiratos Árabes Unidos, son un daga empuñada directamente al corazón palestino y es obligación nacional y religiosa enfrentarlos para proteger nuestros lugares sagrados y nuestra tierra, que sufren del mal de la israelización patrocinada por los árabes… La ya esperada invasión el 20 de octubre por miembros del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos, encabezada por los ministros de economía y finanzas, traerán consigo muchas más dagas dirigidas al ente palestino…»[3] 

Cabe señalar que los diferentes escalafones oficiales de la Autoridad Palestina no condenaron las visitas de la delegación de los Emiratos Árabes Unidos. 

Los siguientes son extractos traducidos de la columna de Muwaffaq Matar:[4]

«¡¿Qué tipo de rezos son estos?! Ustedes ingresaron al recinto de la Mezquita Al-Aqsa, la primera dirección de rezos para los billones de musulmanes en el mundo, bajo la protección de los soldados del ejército del sistema racista de ocupación y colonialismo» – Israel. Nosotros no los consideramos como aquellos que le rezan a Alá, sino como paganos sin ningún tipo de precedentes que adoran las estatuas sionistas [es decir, a los ídolos] Al-Lat y Al-Uza.[5] Aunque su intención era que [estos rezos] sucedan en la mezquita más importante, pueda Alá bendecir sus alrededores, ustedes rezaron por Netanyahu – quien se apura por ganarse el título de ‘Profeta de Israel’ – y esté complacido con ustedes [en lugar de Alá]. ¡Oh, normalizadores de relaciones que vuelan sobre las alas de lo humillante y de la entrega! Si supieran que el Dios de la justicia, de la verdad y de la paz eleva las plegarias del creyente a su más alto nivel de libertad en contraste a sus rezos y plegarias.

«Por primera vez, los muros de Al-Aqsa, la primera dirección de rezos – son testigos de colonos [refiriéndose a los representantes de los Emiratos Árabes Unidos] a quienes un transeúnte muy probablemente les creería, si los viera, de que eran árabes musulmanes, inclinándose y arrodillándose en el sagrado suelo de la mezquita, tal como lo hacen los verdaderos musulmanes creyentes. Pero ustedes, los normalizadores de relaciones, con estas falsas plegarias suyas, no han traicionado a los fieles de Al-Aqsa, ni a los jerusalemitas [de la parte oriental], ni a los guardias palestinos que los vigilan. Más bien, han traicionado el espíritu del Islam con el que se envuelven y que utilizan para hacerse pasar como musulmanes. El Islam es justicia y ustedes vinieron y rezaron mientras soldados del tirano racista les protegían, armados hasta los dientes.

«Ustedes, los normalizadores de relaciones, oraron y fingieron ser los seguidores de Alá. Actuaron junto a sus cuestionables plegarias del hipócrita. Ingresaron a la tercera mezquita más importante [la primera y la segunda se encuentran en Meca y Medina, respectivamente] y caminaron por la misma ruta donde pisó el Profeta Mahoma, para apoyar al oscuro país del engaño y a su sistema político y de seguridad de este llamado ‘Israel’. Ustedes realizaron esto como si no supieran que el que llevó el mensaje de la verdad a la población les convocó desde el noble Corán [2:42]: «No mezclen la verdad con la falsedad ni oculten la verdad a sabiendas».

«Por lo tanto, nosotros los consideramos nada más que soldados del ejército del engaño, porque si este no fuese el caso, ¿no se hubieran preguntado quiénes son estos soldados armados, que los cuidaron desde el momento de su deterioro espiritual, religioso, ético y moral que sucedió antes de que aterrizaran en suelo de la Palestina ocupada? ¿Qué están haciendo en la ciudad de Alá? ¿No presenciaron ustedes sus crímenes en el recinto sagrado de Jerusalén, o creen que fue Abraha Al-Ashram Habashi[6] quien incendió Al-Aqsa hace 50 años[7] y no los colonos protegidos por los soldados del ejército de ocupación que atacaron y dispararon contra los musulmanes en los rezos… donde ustedes rezaron, como les obligó el tirano y ocupante que no oculta sus intenciones de destruir Al-Aqsa y apoderarse de la Iglesia del Santo Sepulcro y todo eso es sagrado para los musulmanes y cristianos de Jerusalén?

«Me temo que pensaron que Al-Aqsa era un centro turístico igual al Museo Palmach en Tel Aviv, donde se exhiben los restos de las bandas criminales armadas ‘Haganah’ – una organización clandestina del movimiento sionista en la época del Mandato Británico, antes de la creación de su Israel.

«Entonces comprendan muy bien esto: Al-Aqsa es más puro y más exaltado que el poder de aquellos que les trajeron hacia este momento, que humilla sus caracteres y lo que ustedes representan. También es mucho más exaltado que el poder de sus gobernantes, que son cómplices en el crimen de erradicar la santidad y el estatus de Al-Aqsa – erradicación no solo de la conciencia de los musulmanes y de sus creencias, sino también de la conciencia y la cultura de los cristianos y de todos los pueblos que creían en la verdadera paz y no en la paz entre los comités de los países de la región y en los acuerdos de armas tecnológicas y en los acuerdos que fortalecen el estado del sistema de ocupación israelí…

«Oh, normalizadores de relaciones, los ocupantes los han transformado en un virus para ser implantados en los pulmones y el corazón del ummah islámico. Ellos planearon su campaña de asalto a Al-Aqsa durante la época del coronavirus, una época en la que las decisiones que prohíben a los musulmanes ir al lugar se hacen cumplir con el pretexto de que esto reducirá la propagación de la pandemia.

«Y así ustedes, los normalizadores de relaciones, se han convertido en el primer virus, al que llamaremos virus BEN Z3, en honor al virus COVID-19. Pero estamos seguros de que la inmunidad del organismo del ummah árabe-islámico y de la nación del pueblo libre, verdadero y amantes de la paz en el mundo rechazará su virus, para que este permanezca en sus venas y muy dentro de sus tejidos y nunca se escape. Este virus nunca saldrá de ustedes, sino solo a través de su purificación en las aguas del nacionalismo árabe, el que ustedes retornen a su fe y pongan fin a su falsedad y distorsión de la moral árabe y del culto islámico».


[1] Varios días después de la declaración de normalización de relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, el Gran Muftí de Jerusalén y Palestina Muhammad Hussein publicó un fatua prohibiendo a los emiratíes visitar Al-Aqsa. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 8933 – Clérigos musulmanes: Fatua emitido por el Gran Muftí de Palestina que prohíbe a los emiratíes visitar Al-Aqsa no tiene base en el sharia, 15 de septiembre, 2020.

[2] Al-Hayat Al-Jadida (Autoridad Palestina), 16 de octubre, 2020.

[3] Qudspress.com, 18 de octubre, 2020.

[4] Al-Hayat Al-Jadida (Autoridad Palestina), 18 de octubre, 2020.

[5] Dos de los tres ídolos principales del período pre-islámico.

[6] Abraha Al-Ashram Habashi fue un general Habashi-cristiano del siglo 6 que conquistó el sur de Arabia y luego se declaró rey de Yemen. Este es mejor conocido por su fallido intento de conquistar Meca en la época del nacimiento del Profeta Mahoma en el año 570.

[7] Este se refiere a Denis Michael Rohan, un cristiano australiano, que incendió el púlpito de la Mezquita Al-Aqsa el 21 de agosto, 1969.