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En un editorial publicado en la última edición de su revista semanal editada en árabe Al-Naba’, el Estado Islámico (EIIS) responde desafiante a la reciente campaña generalizada de suspender cuentas que pertenecen a sus aparatos de medios de comunicación junto a sus activistas mediáticos y seguidores en las plataformas de las redes sociales, en especial la plataforma Telegram. El editorial es la primera respuesta oficial por parte del EIIS a la campaña de suspensión.

Comenzando el 21 de noviembre, 2019 las principales compañías en Internet comenzaron a suspender numerosas cuentas pertenecientes a partidarios del EIIS, a instancias de Europol y de los países europeos. Los resultados más notables de esta campaña han sido vistos en la plataforma Telegram, que ha servido en los últimos años como el lugar exclusivo para la publicación de material oficial del EIIS. Si bien la campaña de suspensión ha afectado fuertemente al EIIS, este no ha interrumpido totalmente su producción mediática dentro de la organización. Además, la campaña ha llevado a los partidarios del EIIS a ir en búsqueda de otros lugares y varios han migrado a plataformas tales como Tamtam, Rocket Chat y Riot donde ya algunos también fueron suspendidos de dichas plataformas.[1]

El editorial destaca la fortaleza del aparato mediático del EIIS y en especial la capacidad que poseen sus activistas y simpatizantes en el difundir contenido a sus miembros a través de Internet. El editorial se jacta de que el EIIS ha mantenido una presencia activa en la red a pesar de todos los esfuerzos realizados por los gobiernos [«cruzados»] en Occidente y gobiernos de los países musulmanes [«tiranos»] con el propósito de obstaculizar la distribución de material publicitario del EIIS. El editorial señala que incluso si la presencia del EIIS en la red ha sido restringida, es solo cuestión de tiempo hasta que sus activistas de medios de comunicación encuentren una plataforma alterna y promete que los aparatos mediáticos del EIIS, como el propio yihad, permanecerán presentes «hasta el Día del Juicio Final».

Lo siguiente son extractos traducidos del editorial:

«Durante dos décadas, los aparatos mediáticos de los muyahidines ha creado una fuente de agotamiento y pérdida de sueño a los servicios de inteligencia de los cruzados y tiranos, ya que estos se ven superados en este campo por numerosos pasos, incapaces de silenciar su voz sin dañar sus propias redes de información las que se incrementan en tamaño y complejidad a diario y los muyahidines conocen bien el cómo utilizarlos, con la gracia de Alá, proveyéndoles de beneficios y perjudicando a sus enemigos».

El editorial subraya la importancia de los medios de comunicación para el EIIS:

«Si Alá no hubiese facilitado la difusión de su llamada y de noticias a través de sus medios de comunicación, ninguno de los musulmanes hubiese escuchado de su presencia ni mucho menos las noticias de sus conquistas y castigos propinados a los politeístas. Aquellos que les escucharon a través de los medios de comunicación del enemigo hubiesen recibido una imagen falsa y distorsionada, que los hubiese llevado a odiarlos en lugar de amarlos y el esforzarse por apoyarlos y unirse a ellos…»

El editorial describe el impacto crucial que tuvieron los aparatos mediáticos del EIIS para el momento en que la organización se expandió en Siria durante los años 2012-2013 y luego del anuncio del califato. El editorial luego describe los intentos fallidos por parte de los servicios de inteligencia en Occidente y gobiernos en atacar físicamente el aparato de medios del EIIS y evitar que distribuya sus mensajes en Internet:

«Durante los últimos años ellos [los enemigos del EIIS] trataron de destruir el aparato mediático del Estado Islámico y solo con la gracia de Alá estos fueron incapaces de lograrlo, a pesar de tener como objetivo a los muyahidines en los Medios de Comunicación Central Diwan y sus oficinas de medios bombardeando sus bases y puntos de medios y a pesar de la severa represión sobre sus medios de difusión de material mediático y el esfuerzo de distorsionar su imagen y acusarlos de extremismo y de desviarse del Corán y del Sunna.

«Como no pudieron evitar que los aparatos de medios de comunicación del Estado Islámico distribuyeran noticias que estos no querían fuesen publicadas, realizaron esfuerzos para evitar que dichos artículos llegasen a manos de la población, evitando que fueran distribuidos en las redes [sociales] y los servicios de seguridad rastrearon a aquellos que si lo hicieron y los atemorizaron de varias maneras para evitar que lo sigan haciendo. Además, en algunos casos criminalizaron el ver y tener en posesión material de los medios de comunicación relacionados al Estado Islámico y los malévolos estudiosos emitieron fatuas que prohibían incluso escuchar las canciones de los soldados del califato.

«Pero Alá frustró sus intentos de aprovechar las actividades de los partidarios que realizan grandes esfuerzos para difundir material de los medios de comunicación de los muyahidines a través de diversos medios disponibles, el más importante de los cuales es la amplia y ramificada Internet, debido a sus abundantes cifras – alabanzas a Alá – y su difusión por toda la tierra, hacen que la tarea de llevar a cabo una campaña a gran escala contra todos ellos sea casi imposible, con el permiso de Alá».

Luego el editorial aborda directamente la reciente campaña de suspensiones, ridiculizando a los gobiernos en Occidente y las compañías realizadas en Internet:

«Los aparatos del servicio de inteligencia de los cruzados todavía anuncian de vez en cuando que llevan a cabo una campaña coordinada, en cooperación con las compañías que operan las plataformas en las que [los partidarios del EIIS] difunden el material en los medios de comunicación de los muyahidines, las campañas destinadas a eliminar este material y suspender a quienes los difunden. [Los servicios de inteligencia] persiguen a los grupos que los muyahidines utilizan para cooperar en su labor y luego anuncian los resultados [de estas campañas] en detalle, compitiendo entre ellos para adornarlas, respecto a la eliminación de los difusores de «cuentas, suspender sus actividades en varios portales en Internet, eliminar grupos y canales de medios de comunicación y otros resultados relacionados a este tema».

El editorial concluye con un mensaje desafiante:

«Ellos saben muy bien que el tema de los muyahidines quienes retornan a sus actividades pasadas por otros medios no es más que cuestión de tiempo y que los costos de esto para los muyahidines son insignificantes en comparación con los grandes costos que tendrán que soportar en términos de dinero y mano de obra con el fin de limitar a los medios de comunicación del Estado Islámico. Pero, para empezar, estos no poseen ninguna otra herramienta para continuar con esta guerra mediática y de la misma manera estos están trabajando para asestarle un severo golpe mental a los muyahidines en los medios de comunicación, que los empujará a abandonar este campo y dejar de publicar medios y material yihadista con el propósito de comunicárselos a la población y también en esto, serán derrotados y expulsados, con el permiso de Alá.

«Así como el yihad durará hasta el Día del Juicio Final y con la ayuda de Alá, nada puede detenerlo – los medios de comunicación yihadistas permanecerán y persistirán en difundir sus noticias y enfurecerán a los politeístas y traerán buenas nuevas a los musulmanes y los incitaran a movilizarse, fortalecer a los muyahidines y repeler la agresión de los infieles y apóstatas en contra de su honor y harán retroceder sus ataques contra la reputación y metodología [de los muyahidines], hasta que Alá determine entre nosotros y el pueblo de los incrédulos».


[1] Para obtener más información, consulte el informe del PSATY: Partidarios del EIIS en la cuerda floja tras presencia de Europol en la plataforma Telegram produjo suspensiones, 24 de noviembre, 2019.